16 de Mayo de 2013

—Me entere que es tu cumpleaños—dice Jude sentándose al lado de la chica, ella lo observa, el chico sonríe con amabilidad. Ella y Jude habían salido un par de veces, como amigos, aunque el corazón de la chica da pequeños brincos ante la presencia de Jude, ante su sonrisa y demás. El verano se acercaba, y ellos no se volverían a ver hasta Septiembre cuando comenzaran las clases nuevamente.

—Si, así es.

—Tengo un regalo para ti, cierra los ojos.

Aalyiah cierra los ojos, cuando siente la mano de Jude sobre la suya, su tacto era algo frio, el chico coloca algo, abre sus ojos cuando él se lo pide, encontrándose con un collar color dorado, que tenía un dije de un corazón y la inicial de Jude a un lado.

—Para que no me olvides cuando vayas a tu casa—le susurra y ella ríe—Te extrañare hasta Septiembre.

—Seguiremos hablándonos...

—Eso espero—dice—Cierra los ojos de nuevo

—¿Mas regalos?—Jude ríe, y cuando ella cerró los ojos, no se encontró con otro paquete ni nada parecido. Recibió los frios labios del chico sobre los suyos, movió su boca sobre la de él algo insegura al principio mientras se acercaban, sentía frío en todo el cuerpo, pero su corazón se apretaba con demasiada fuerza. 

3 de Agosto de 2014

—¿Otra vez vas a detenerte a ver esa aburrida tienda?—pregunta Harvey, pero Aalyiah lo ignora mientras entierra su cara en la vidriera de antigüedades. Siempre le llamaba la atención de ese lugar, desde viejas muñecas, hasta extraños relojes, vinilos de cantantes que ya habían fallecido.

Su hermano vuelve a rezongar mientras que Aalyiah se siente hipnotizada por todas aquellas cosas que ve, estaba tan sumergida en ello, que no siente la presencia de Andrew a su lado.

—¿Qué te gusta?—pregunta el chico.

—Todo.

Andrew ríe.

—Se mas específica.

Aalyiah pasa sus ojos por toda la tienda de antigüedades. Sus ojos se detienen en una hermosa cajita musical que tenia forma de carrusel, era de color blanco viejo y dorado, los caballos pintados de un color marrón. Siempre quiso tener una cajita musical de niña, su hermana Johanne tuvo una, pero nunca se la prestaba, y cuando le pedía a sus padres una, George le decía que era grande para esas cosas de bebe.

Ella suspira echándose hacia atrás.

—Vamos, Harvey nos espera—dice ella caminando a donde su hermano los esperaba fumando un cigarrillo que saco de su bolsillo con aquella expresión de fastidio tan caracterizada en él. Andrew mira aquella cajita musical con forma de carrusel y luego sigue a sus amigos.

24 de Diciembre de 2015

Aquella navidad la pasarían en su casa, lo que tenía a Lydia bastante feliz de todos sus hijos y nietos reunidos en aquella celebración. Johanne estaba acurrucada junto a su marido mientras sostenían a su adormilado bebe, mientras tanto, Eddie jugaba con uno de los viejos superhéroes que tío Harvey le había prestado, y Morgan hablaba con su abuela sobre lo que le había pedido a papá noel de regalo. 

Aalyiah se sienta junto a su hermano quien descansaba en el sillón con los dedos entrelazados encima de su vientre con demasiada vagancia.

—¿Hoy no es tu aniversario con tu novia?—pregunta ella viendo a Harvey, su hermano ríe.—Un año juntos, ¿Qué tal eso?

—Hasta a mi me sorprende—dice el chico siendo honesto, luego suspira mirando a su hermana menor—¿Qué pasa con Andrew, Aaly?

Ella decide no contestarle mientras se levanta para escuchar a su hermana hablar de átomos o una cosa así. Andrew y Aalyiah no hablaban esos días, no hablaron en absoluto. Ella ya no iba a la cafetería, y Andrew eventualmente dejo de insistir con sus mensajes, se sentía mal por no haberle hablado al chico, se preguntaba como estaría en las fiestas, si estaba solo o con su familia.

Ella nunca le dio el mensaje de que Lydia lo había invitado esas navidades con ellos, y cuando Lydia le pregunto sobre si Andrew venia, Aalyiah solo contesto que Coco iría a casa para navidad entonces la pasaría con ella.

Cuando su mamá llama a que todos se sienten en la mesa para cenar, ahí se dirigen, Morgan seguía hablando y hablando sobre aquellos regalos que tanto se andaba mereciendo por haber sido una buena niña aquel año, Harvey la molestaba diciendo que fue un buen demonio y solo obtendría carbón, ganándose que la pequeña rubia chillara con todas sus fuerzas antes la molestia de su tío. Johanne limpiaba con desinfectante cada untensillo lo que provoco que Harvey se molestara y empezara una discusión que no se termino hasta que Lydia decidió que tuvo suficiente. 

Estuvieron hablando y compartiendo un buen rato entre todos. Las horas pasaban, y pronto serian las doce para abrir los regalos. Tomaban chocolate caliente mientras jugaban un juego de mesa, pero Johanne no estaba con ellos, alcanzo a ver a su hermana quien estaba parada afuera en el patio.

—Ya vuelvo—murmura Aalyiah parándose.

—Bien, pero nadie te dará ventaja por irte en medio juego—dice Brayden, y Harvey ríe. Aalyiah rueda sus ojos agarrando dos tazas de chocolate caliente, se coloca su abrigo y sale afuera, donde Johanne estaba abrazándose a si misma cubriéndose del frio.

Aalyiah siempre creyó que sus dos hermanas eran atractivas, sobre todo Johanne, quien era casi tan alta como Harvey, tenia rasgo femeninos en su rostro delicado, una nariz pequeña con labios rosados, y los ojos grises que tenían pequeñas motas cafés.

La pelinegra suspira extendiéndole la taza de chocolate caliente.

—Lo toque con el guante si eso te hace sentir mejor

Johanne la mira de reojo, sin embargo, agarra la taza, y parece luchar contra sus instintos antes de tomar un trago de chocolate. Aalyiah toma de su taza mientras mira el cielo nocturno por encima de ellas.

—Antes de Michael perdí dos embarazos, ¿sabias eso?—dice su hermana de repente, la pelinegra la observa y luego niega.—Bueno, eso paso, tener a Michael fue casi un milagro. Y lo peor, es que no se si pueda tener otro.

—Lo siento.

—Cuando era adolescente salí con otro chico, tu eras muy joven para acordarte, pero resulta que él me era infiel. Se contagió de clamidia y tuve tanto miedo que me contagiara a mi, por eso me volví tan frenética con todo eso.

—Yo no haría nada para lastimarte, ni a tí o a Michael...solo me gustaría que me dejaras de ver como un bicho contagioso y me veas como tu hermana...conozco mi virus, conozco los cuidados que debo tener. Solo te pido algo de confianza en mi. 

Johanne observa a Alyiah.

—Bien, puedo intentarlo, por tí.

—Nada me haría mas feliz—susurra ella, su hermana la mira y tienen el primer contacto en años, una palmadita en el brazo. Al menos era algo y por primera vez en años no salió corriendo a buscar su desinfectante. 

Minutos después, toda la familia sale afuera debido a que ya eran las doce y había función de fuegos artificiales que se acercaron a ver. Harvey abraza por los hombros a su hermana mientras miraban con atención el cielo nocturno. 

Lydia los llama diciendo que estaban los regalos, Morgan casi hace una rabieta por haberse perdido de ver a papá Noel, pero cuando ve la cantidad de regalos que son para ella, se le olvida su enojo yendo a sacar los envoltorios. Penny se encargaba de repartir los regalos para toda la familia. Aalyiah consiguió algo de ropa nueva, y un CD de Pale Waves, recientemente le había dicho a Harvey que se volvió su banda favorita.

—Oh miren, un paquete mas—dice Penny agarrando una caja rosa pastel.

—¿Es para mi, es para mi?—dice Morgan saltando.

—No, aquí dice que es para Aalyiah.

Aalyiah se mostró sorprendida mientras recibía la caja de tamaño mediano en sus manos, la misma era de un color rosa pastel y tenía un lindo listón que lo adornaba. Morgan se inclinó ante su tía para ver el contenido, al igual que el resto de la familia esperaba de manera paciente que la chica terminara de abrir la caja. Una vez que lo hizo, y vio su contenido, no pudo evitar mostrar su asombro.

—¿Qué es?—se escucha la voz de Brayden, Morgan contesta aburrida.

—Es un carrusel—contesta poniendo los ojos en blanco y va a jugarse con sus nuevas muñecas. 

Miraba con atención la cajita musical en forma de carrusel. Era de color blanco con líneas doradas, los caballitos estaban pintados de color marrón y blanco, se veía el detalle de los bastones de color dorado con líneas rosas, giro la pequeña tuerca y los caballitos se movieron en circulo mientras que de la cajita salía una música clásica de piano. 

—Mira, una carta—dice Harvey dándole un sobre, ella mira a su hermano, quien estaba viendo el carrusel bastante interesado, aunque la sombra de una sonrisa se posaba en los labios de Harvey. Abrió el sobre extrayendo la carta, reconoció demasiado rápido la letra del remitente. 

"Lamentablemente este no es el mismo carrusel de aquella casa de antigüedades, había otros modelos, fui todos los días a preguntar por el que estaba buscando debido a que sabía lo mucho que te encantaba. Porque no quería darte un regalo cualquiera, otra caja mas del montón, quería darte el regalo perfecto, entonces busque en todas partes, hasta que encontré uno en internet

Aalyiah, ¿te acuerdas cuando viniste llorando y nos quedamos en el sillón? Te abrí mi corazón al decirte que me gustan muchas cosas de ti. Me gusta como finges tardarte en tus pedidos aunque dirás lo mismo, me gusta la forma que juega con tus dedos cuando estas nerviosa, admiro tu alegría aunque tuviste las tardes mas grises, me gusta tu risa y la forma en la que te enojas al perder en un juego.

Fui un idiota, me comporte como uno, y no lo tenias merecido. Los perdones no alcanzan. Pero te quiero, y quiero que me dejes quererte, si es que también me quieres. Podemos dar vueltas en círculos como este carrusel, o podemos hacer algo juntos. Pero depende de ti también, no solo de mi.

Espero que te guste mi regalo, cuando lo encontré, pensaba en tu alegría al recibirlo, espero que Harvey haya grabado tu reacción, si no lo hace dile que lo quiero, descubrí que cuando le doy amor se pone incómodo y eso me da satisfacción.

Que pases una increíble navidad solecito, con amor, Andrew."

Ella mira al castaño que estaba dándole vuelta de nuevo al carrusel y este vuelve a emitir la canción clásica, Michael sonríe viendo el carrusel mostrando sus encías.

—¿Tu sabías?—pregunta en un murmuro.

—No tengo ni idea de lo que me estas hablando—responde él, luego mira a su hermana y sonríe—Pero supongo que todos merecemos ser felices. Hermana, Gabrielle no es Paige, eso significa que Andrew no es Quentin, y tu no eres Nicole. Si a ti te gusta, ¿Por qué no?

—¿Qué salga con tu mejor amigo?—pregunta, Harvey se encoge de hombros.

—Si eso quieres tu—dice y se levanta—Llamare a Gabrielle, quiero saber si recibió mi regalo. 

Harvey besa su mejilla antes de salir del living. Aalyiah sonríe un poco viendo el carrusel girar mientras emite aquella música.