Capitulo 17
9 de Marzo de 2013
Aalyiah se había integrado al club de lectura y escritura, entre todos elegían un libro el cual leerían, debatían y luego como una tarea extra si no te gustaba el final se inventaban uno. Algunos de los chicos llevaban sus escritos para leerlos, y luego tenían críticas, en su mayoría buenas criticas, y en su mayoría criticas que los ayudaba a crecer. Aalyiah no a leído ninguno de sus escritos.
El grupo esta conformado por siete personas sin contar a Aalyiah y a Jude. Estaba Felix quien era un chico de piel morena y cabello rapado, ojos oscuros y que era su ultimo año en el internado, pero hablo de manera abierta con Aalyiah sobre el VIH. Estaba un chico de anteojos y delgado de nombre Gavin quien tenia Esclerosis múltiple, dos chicas que tenían diabetes de nombre Alana y Candace, una chica llamada Virginia tenia Alopecia areata, y dos chicos que eran hermanos llamados Paul y Xavier, ambos con Vasculitis. El grupo de lectura podía servir como terapia, cuando Aalyiah se unio, todos se mostraron abiertos a hablar de sus experiencias y conocerse con lo que tenían.
Aquel sábado, Aalyiah estaba dirigiéndose a la biblioteca, sumamente feliz de compartir su opinión sobre "la naranja mecánica". Incluso anoto todas sus ideas. Al llegar, todos la saludaron.
—Bien, podemos empezar—dijo Gavin, el cual era el vicepresidente de aquel club, Aalyiah levanto la mano—¿Si?
—¿Qué paso con Jude?—pregunta ella, aunque fue bien recibida por todos y se llevaban bien, la verdad es que Jude es con el que mas a echo amistad.
—Jude tuvo una recaída hoy, no podrá acompañarnos.
Después del club de lectura, Aalyiah va a la enfermería que era un edificio aparte que se encontraba detrás del internado. La enfermera le permite el paso y le indica donde esta la habitación de Jude, ella toca la puerta y el chico con una voz rasposa le dice que entre. Ella hace una mueca al verlo, el chico tenia erupciones rojas en sus pómulos, las cortinas estaban cerradas evitando la entrada del sol.
—Hola—la saluda—Perdona si no te pongo mucha atención hoy, me siento extremadamente mal.
—Entiendo, ¿Quieres que me vaya?
—No, quédate un rato—pide entrelazando sus dedos, ella asiente y se acomoda con cuidado a su lado viéndolo. El chico tose un poco, ella le alcanza el vaso de agua, los labios de Jude estaban secos, y se lo notaba bastante irritado aunque quería ocultarlo.
—¿Escribiste algo?—pregunta cerrando los ojos.
—Si, algo—murmura ella acariciando su cabello, hace una mueca cuando un cabello rubio cae en la almohada.
—Léeme ese algo—pide cerrando los ojos apoyado en su brazo.
8 de Diciembre de 2015
—Wow mamá, te luciste—dice Aalyiah entrando a casa, Lydia sonríe, los primeros días de Diciembre eran bastante lindos, porque toda la ciudad comenzaba a ser decorada para darle la bienvenida a la navidad. La chica mira la casa que ya tenia puesta algunas guirnaldas y decoraciones navideñas, por suerte Lydia la había esperado para decorar el árbol.
Desde la intervención de Harvey, Evan ahora se encargaba de ignorarla, algo que ella agradecía. Ser ignorada por Evan era el mejor regalo que podía haber pedido.
—Encontré una receta nueva para hacer galletas de jengibre, quiero que me ayudes—dice su madre mientras ambas caminaban a la cocina donde estaban todas las cosas para comenzar a cocinar, Aalyiah se coloca un delantal de color rojo con cuadros blancos mientras miraba la encimera demasiado impresionada.
—¿Eso no es mucha harina?—pregunta mirando los dos recipientes demasiados llenos de harina, su madre la ayuda a ajustarse el delantal.
—Si bueno, si sobran le llevare a tu hermano Brayden, y tu puedes llevarle alguna a Andrew. Hablando de Andrew, pensaba en invitarlo con nosotros esta navidad—dice ella mientras ambas se ponen a cocinar—Tatiana seguramente la pasara con algun novio, y el chico se llevara una enorme decepción si espera algo de su padre.
Aalyiah asiente en silencio mientras comienzan a amasar entre ambas, una vez que la masa estuvo lista, agarran unos moldes con formas. Lydia agarro uno de estrella mientras que Aalyiah agarro uno con forma de muñequito, antes de ponerse a cortar la masa se voltea a su mamá que la atrapo viéndola.
—¿Por qué estas tan callada mi niña?
Aalyiah se encoge de hombros mientras sonríe.
—Solo pensaba en Andrew.
—Oh ya veo, ¿te gusta?
—No, es mi amigo—dice ella poniéndose roja, su mamá sonríe divertida poniendo la masa con forma de estrella en la bandeja, agarran más molde para hacer lo mismo con las otras. Una vez que tienen muchas galletas de diferentes formas, la ponen en el horno, luego ambas se dirigen al árbol para comenzar a decorarlo.
Su madre se pone a hablar de algunos recuerdos, y aunque Aalyiah no recuerda la mayoría de los que ella cuenta, sonríe, porque a su mamá le hacia feliz hablar de aquello. Hablaba de cuando la pelinegra era pequeña y se quedo toda una noche esperando a que papá Noel llegara por la chimenea pero termino durmiéndose, o la vez que Brayden la envolvió en un paquete de regalo a sus cinco años diciendo que la enviaría con el cartero y la pequeña chica reía a carcajadas mientras pataleaba.
El semblante de Lydia se pone algo nostálgico, Aalyiah la mira mientras cuelga las bolas navideñas en el árbol.
—¿Qué pasa, mamá?—pregunta algo preocupada tras verla.
—Yo no estaba de acuerdo con enviarte a ese internado—dice viéndola—Y lo lamento mucho mi niña, si creíste que yo te odiaba o me avergonzaba, pero quería protegerte...
—No estoy enojada mamá.
—Pero debí protegerte mejor—dice Lydia sentándose y solloza—Pude haber evitado tantas cosas, oh mi niña cuanto lo siento, el trabajo de una madre es protegerlos y yo lo hice de una terrible manera.
Aalyiah se sienta al lado de su madre, sus ojos también se cristalizan por verla llorar, se obliga a sonreír y abraza a su madre con fuerza mientras Lydia suelta unos pequeños sollozos.
—No todo era tan malo en el internado—murmura ella—Y lo entiendo mamá, querían cuidarme, me enviaron a un lugar donde me dieron medicaciones y si tenia recaídas sabían cuidarme.
Su madre la mira, con sus ojos cafés llorosos. Acaricia la mejilla de la adolescente y besa su frente. Ambas se abrazan con fuerza, Lydia acaricia el cabello de su hija.
—Ya esta en el pasado—dice separándose—Vamos, hay que decorar esas galletas
—Tienes razón, prepare glaseado—dice levantándose, Aalyiah sonríe y se levanta, coloca la estrella en la punta del árbol y luego camina a la cocina.
Madre e hija se ponen a decorar las galletas, algunas de las cuales fueron comidas por ellas. Hicieron un paquete especial para Johanne, para Brayden y para Andrew. Lydia dijo que harían mas para Harvey y Penny cuando ellos dos volvieran.
Una vez terminado y todo listo. Aalyiah agarra el paquete especial para Andrew, estaban en una bandeja y le había puesto un moño rosa. Sonríe y se encamina a la cafetería, saluda algunos de los vecinos mientras mira la decoraciones de las casas, había vecinos que se pasaban con su decoraciones de luces y decoraciones navideñas, dándole un aspecto bastante festivo.
Andrew suspira terminando de colocar unas guirnaldas cerca de la ventana, la cual tenia algunas bolas rojas. Pusieron un papá Noel en la entrada y un letrero con bastones dulces que decía bienvenido.
El chico se acomoda su gorro navideño que Lily le había dado esa mañana cuando llego al trabajo. Mira a la pelirroja que intenta llegar a la puntas mas altas del árbol que pusieron en la cafetería, Andrew se acera y le sonríe ayudándola. Ella le devuelve la sonrisa y los dos contemplan la cafetería.
—Esta bastante lindo, ¿no sientes el espíritu de la navidad?
Andrew no le gustaba demasiado la navidad desde que tiene catorce años, casi todos los años eran lo mismo, Tatiana diciéndole a sus familiares que no puede ir e irse con su ligue, Andrew yendo solo a la cena navideña donde, si no estaba su prima Coco y su tio Henry, se encontraba con los otros cientos de parientes que lo juzgaban. Si tenía suerte, evitaba ir, quedándose solo, comiendo algo de Pizza y con Picasso como compañía.
Pero Lily se la veía tan feliz, que simplemente asiente para evitar darle toda una explicación de lo que esas fechas le hacen sentir.
Ambos caminan un poco, y Lily habla del curso de decoraciones de uñas que estaba haciendo.
—Ey miren eso—dice Carl, un chico de unos casi veintiocho años que trabajaba de cocinero en el café—Están parados bajo el muérdago
—¿Qué puso eso ahí?—dice Andrew viendo arriba donde estaba el muérdago. Carl se encoge de hombros.
—¿Alguno tiene pareja?
—No—dicen al mismo tiempo.
—Entonces saben que hacer, así son las tradiciones
Tenía el "no" en la punta de la lengua, cuando siente las manos de Lily agarrarle de las mejillas y luego sus labios junto a los de él. La boca del chico se abrió contra la de ella continuándole el beso mientras la agarraba de la cintura aproximándola a él.
Un ruido de algo caerse es lo que hace separarse, el chico se voltea para ver a Aalyiah agachada en el suelo de la cafetería levantando un pequeño paquete de galletas y las examina atentamente como si tuviera miedo de que se rompieran. Lily se retira a la cocina mientras que Andrew se acerca a la pelinegra.
—Hola—la saluda haciendo que ella levante la mirada.
—Oh, hola Andrew, pensé que hoy no trabajabas
—No trabajo lo jueves y algunos domingos, hoy me dieron la opción de no trabajar pero me lo guarde para vacaciones—explica, Aalyiah asiente y Andrew agacha la mirada a la bolsita con galletas—¿Eso es para mi?
Mira su paquete atado con aquel moño rosado y aprieta los dientes con fuerza antes de levantar su mirada.
—No, es para Heaven, últimamente esta algo triste y pensé que esto le alegraría. Quería saber si podías darme un café para llevar y te alcanzó el dinero mas tarde.
—Em...si claro—dice él, pero Lily ya se había adelantado a prepararle un café, la pelirroja se acerca a ellos y le extiende el vaso de cartón con la tapa a la pelinegra. Aalyiah sonríe y se despide de Andrew balbuceando un adiós antes de retirarse demasiado rápido.
La chica de cabello azul seguía viviendo en la casa de su abuela y estaba convirtiendo en el viejo cuarto de su madre en el suyo, las paredes eran de un rosa gastado, y una de las puertas del armario tenía un collage bastante llamativo de actores de la época de su madre que debía gustarle demasiado.
Había rescatado un viejo escritorio que estaba sumamente abandonado, la madera era demasiado vieja pero resistía y se estaba dedicando a limpiar sus piedras sentada en una de las sillas. En eso siente un pequeño escalofrió en su espalda, se voltea hacía su mascota quien dormía cómodamente en la cama de dos plazas que tenía sabanas nuevas que su abuela le había comprado hace unos días.
—¿No sientes una mala energía?—pregunta ella, el gato sigue durmiendo moviendo su cola, minutos después, su abuela le dice que tiene visitas y pocos segundos, Aalyiah aparece.
—No sabes lo que acaba de pasarme—dice tirándose a la cama, donde abre el paquete de galletas y muerde la cabeza de un papá Noel. Heaven asiente dejando sus piedras con cuidado, abre uno de los cajones del gastado escritorio y saca un incienso, lo enciende y comienza a pasarlo por la habitación antes de dejarlo en su porta incienso con forma de luna.
—¿Qué te pasa?
—¿Qué haces?-pregunta en su lugar.
—Intento controlar tu ira—dice y Aalyiah suspira pesadamente. La pelinegra agarrando unas cuantas piedras que previamente había limpiado mientras se acerca a la chica, le coloca una naranja debajo del vientre.
—Adelante, cuéntame—le dice colocándole una piedra color índigo en la frente.
—Hoy fui a llevarle a Andrew estas galletas—explica ella, Heaven parece recordar el paquete y agarra una con forma de casa comenzando a comerla con una mano, mientras que con la otra coloca una piedra de color rosa en la altura de su corazón.
—¿Y que mas paso?—pregunta tras tragar colocando una azul en la garganta.
—Andrew se estaba besando con esa amiga del trabajo—dice Aalyiah. Heaven casi quiere reír de los celos tan notorios de su amiga y que ella se niega de tener. Coloca una piedra violeta en la parte superior de la cabeza.
—¿Quieres que le haga un amarre de amor contigo?—-pregunta tan tranquila como si le estuviera preguntando sobre la tarea de matemáticas, su amiga se ríe levantándose mientras busca el incienso y se lo pasa por las piedras, Aalyiah la mira un segundo a los ojos.
Los ojos de su amiga y de su hermano eran grises. Pero mientras que los ojos de Harvey les recordaba a las nubes de tormentas de aquel color intenso y oscuro, los de Heaven parecían mas platinos y llamativos como la luna.
La pelinegra niega una vez, y Heaven ríe.
—Igual no funcionaria, si hago un amarre en Andrew, cosas malas podrían salir.
—¿Por qué?
—Tu eres algo lenta—dice Heaven recostándose mientras muerde otra galleta—Están riquísimas por cierto.
—¿Cuánto tiempo tendré las piedras?
—Hasta que te sientas mas en paz. ¿Te sientes en paz?
Aalyiah suelta un suspiro y pide una galleta, la chica de cabello azul le coloca una en su boca y las dos comienzan a comer en silencio. La pelinegra pasa su vista por la habitación, el viejo escritorio estaba al frente de ellas, y había un llamador de ángeles colgado en la ventana cuyos cristales al ser reflejados por el sol hacían el color del arcoíris, también se dio cuenta de una mancha de humedad en el techo.
La chaqueta de cuero descansaba en una silla donde había un escritorio con una bolsa de maquillaje.
—¿Qué tal tu hechizo de rastreo?-pregunta señalando la chaqueta con el pie.
—Nada, es como si no quisieran que los encuentre...¿quieres intentarlo?
—¿Será peligroso?
—Para nada, es muy sencillo, y seguro, y magia buena me asegure de ello.
Minutos después las dos chica estaban sentadas en el suelo, con unas velas encendidas, la chaqueta en el medio de ellas, y Salem las observa a ambas con sus grandes ojos amarillos y moviendo la cola de manera curiosa.
Las chicas se sostienen las manos, y Heaven murmura unas palabras que Aalyiah no comprende, mira a su amiga extrañada, la chica de cabello azul estaba con los ojos cerrados mientras repite las palabras, un gran viento se levanta alrededor de ellas, y por el ruido de la puerta cerrándose con fuerza, y de las velas apagándose de golpe, Aalyiah grita soltando las manos de la chica de cabello azul la mira y ríe. Aalyiah se une a su risa.
—Esta bien, esto no funciona, deberé ser una adolescente normal y buscarlos por instagram—dice levantándose y agarra la chaqueta dejándola en la silla, Aalyiah se para, se había olvidado por un momento lo de Andrew y demás mientras se acaricia el brazo.
—No sabes sus nombres—dice y Heaven chasquea su lengua.
—Deja de recordármelo, vamos, comeremos mas de estas galleta y veremos una película, que las cosas me salgan mal me produce hambre—dice caminando al living, Aalyiah mira las velas apagadas, Salem maúlla y sale corriendo, la chica niega y sigue a su amiga.
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