Capitulo 16
23 de Febrero de 2013
Aalyiah estaba sola, hace tan solo unas semanas su mejor amiga había fallecido, eso la mantenía sollozando en las noches, en aquella habitación gris y tan solitaria. Donde su compañera de habitación la ignoraba y no hacia preguntas, aquel internado en los días de semana usaban un uniforme que consistía en camisa blanca y las chicas pollera a cuadros, mientras que los chicos debían llevar pantalones grises. Todo era tan gris, tan apagado.
Hace un mes su vida cambio para siempre, siendo enviada a aquel internado donde parecía una cárcel, obligada a seguir un régimen clínico, no le darían la cura, pero si le darían medicaciones para hacer que el Sida no se prolongue tan rápido.
Los días de semana podía soportarlos, ya que en la mayoría del tiempo estaba en clases, pero los fines de semana eran una tortura para la chica quien se encontraba completamente sola. Y mas un día como hoy, porque hoy su mejor amiga Paige cumpliría años, pero no estaba para festejarlo, y no estaba para que pudiera llamarla.
La adolescente estaba sentada en la escalera del internado que daba al patio, pelando una mandarina y comiendo los gajos de esta, suspira levantando la mirada para ver a todos los grupos de personas que eran amigos. Ella hace una mueca, solo a sus padres se le ocurren cambiarla de colegio en mitad de trimestre, como una especie de venganza o algo asi. Baja la mirada a su falda, donde descansa aquel cuaderno que Andrew le regalo antes de que se fuera, lo abre para leer aquellas hojas escritas.
—"Y sus ojos fríos viendo fijamente como si no le importara, el viento helado acariciaba su piel, mientras que su mirada lastimaba, la hería y no fue consiente de aquello antes. No sabía que se metía con el lobo disfrazado de oveja"—lee una voz masculina detrás de ella—Que poético.
Aalyiah cierra su cuaderno de golpe, levantando la vista, un chico le sonríe amable antes de tomar asiento a su lado. El rostro angelical, con labios rosados y carnosos, pestañas largas y ojos tan oscuros que la pupila se escondía en ellos, el cabello de rubio rojizo y medianamente largo.
—¿Tienes mas de esos escritos?—pregunta y ella niega, mintiendo, tenia cuadernos enteros de escritos, poemas y canciones. Ella mira hacia el patio.—Perdona, creo que me metí en algo personal, ¿verdad?
Ella lo observa, el chico le sonríe amable de nuevo, tenia un polo verde oscuro, y pantalones negros con una abreviatura en sus rodillas. Aalyiah suspira apoyando su barbilla en sus piernas.
—Eres nueva, ¿verdad? Te suelo ver por los pasillos—dice el chico—Sabes, soy presidente de un club de lectura y escritura.
—¿Existen esos clubes?
El chico sonríe, orgulloso de hacer a Aalyiah hablar.
—Claro, algo tenemos que hacer si no queremos morir de aburrimiento, tenemos lectura, coro, astrología, debate y eso...ah y deportes...como veras somos como cualquier escuela.—Sonríe parándose—Eres bienvenida, nos juntamos todos los sábados en la biblioteca a las cinco, y falta poco
—¿Te puedo preguntar que haces aquí?—pregunta viéndolo
—Si eso te garantiza confianza, tengo una enfermedad llamada lupus eritematoso, es una enfermedad en la que las defensas del organismo atacan a las células y tejidos del propio cuerpo, ¿y tu?
—¿No huiras de mi?
—Seria medio estúpido que te trate como la peste—dice—Anda, dime.
—VIH—dice en un murmuro. El chico la mira, pasa una mano peinándose hacia atrás y luego sonríe amable.
—Hay un chico en el club que se llama Felix con VIH, a veces hablar con alguien que tiene lo mismo que tu ayuda mucho—dice sonriendo amable—Bien, chica nueva...
—Aalyiah
—Aalyiah—repite, acariciando cada letra de su nombre—Si quieres ir a la biblioteca esta tarde para conocer el club...pregunta por Jude.
—¿Quién es Jude?
—Yo—sonríe y le guiña el ojo antes de irse por los pasillos del internado.
25 de Noviembre de 2015
—Mamá, que tenemos hambre—se queja Harvey a propósito, se gana una mala mirada de Lydia y el chico de ojos grises sonríe como niño inocente. A Aalyiah le ponía feliz que su hermano fuera mas alegre, desde que sale con Gabrielle y pudo decirle adiós a Paige, su actitud había cambiado un poco.
Aalyiah se apoya en el hombro de su hermano, era Jueves, el día de acción de gracias. Todos se habían reunido para ello, Penny estaba jugando con el bebe Michael quien soltaba pequeñas risas, mientras que Johanne y su esposo hablaban en murmuros, y Brayden estaba viendo a su esposa quien regañaba a Morgan porque había echo una rabieta mientras Eddie se sentaba al lado de su papá comiendo pan.
La adolescente mira a su hermano, Harvey le sonríe besando su frente.
Minutos después, llega Lydia con el clásico pavo, puré de papas y ensalada para el almuerzo. La mujer golpea la mano de su hijo que iba a comenzar a servirse.
—Aun no, hay que cerrar los ojos y cada uno debe decir porque esta agradecido este año-
Harvey rueda los ojos, pero hace caso a lo que su madre dice, todos dijeron el porque estaban agradecidos. Penny por seguir en Inglaterra, Johanne por su nueva familia y asi sucesivamente. Aalyiah mintió sobre sus agradecimientos, porque le daba pena decir porque estaba agradecida en este momento.
Así que hizo una lista mental.
Uno, por haber tenido unas excelentes amigas.
Dos, por tener a Andrew en su vida.
Tres, porque tres de cuatro hermanos la apoyan.
Cuatro, por tener una mujer fuerte como Lydia en su familia.
Cinco, por intentar ser fuerte aunque no le salga.
La familia come el pavo mientras hablan entre ellos, Morgan contando como es el jardín de cinco, Evonne hablando de que pronto su pequeña empezaría el primario y Eddie iria al jardín de niños. Johanne comentando cosas sobre el ejercicio que estaba haciendo, Harvey y Penny hablaban de sus clases universitarias. Cuando Lydia le pregunto a su hija sobre su vida amorosa, la pelinegra solo negó y dijo que no tenia tiempo para chicos en ese momento.
Al terminar la comida, y el almuerzo, mientras los mas pequeños jugaban, la familia se puso a jugar un juego de mesa. Harvey intentaba hacer trampa llevándose los regaños de Aalyiah por delante mientras todos reían, parecían el prototipo de familia feliz, parecía un buen momento entre ellos.
Cuando el timbre suena, Aalyiah va a abrir la puerta, se encuentra con la chica castaña con anteojos redondos.
—Feliz dia de acción de gracias, Aly
—Igualmente Gabrielle, ¿buscas a Harvey?
—Si, hace días que me viene ignorando porque no le dije de...ya sabes
—Ya vengo—dice la adolescente yendo con su hermano, le toca el hombro llamando su atención—Gabrielle está aquí.
—No estoy—dice el chico tirando los dados. Aalyiah frunce el ceño poniendo sus manos en su cadera viéndolo.
—Harvey si Gabrielle no te dijo nada de eso fue porque Andrew se lo pidió, y porque era una cosa excesivamente mínima, ahora, deja de ser tan dramático, se un niño grande y ve a hablar con tu novia antes de que termine contigo porque tienes un comportamiento excesivamente inmaduro—dice ella, Harvey pone los ojos en blanco por el uso de su segundo nombre mientras se levanta para ir a la entrada donde se encontraba Gabrielle.
El ferri le había dejado en la ciudad de Point Harbor al atardecer, Andrew se aferro a su mochila mientras en su celular buscaba la dirección de su padre que llevaba anotada hace tiempo. Cuando sus padres se habían separado, el hombre fue a vivir a Point Harbor, la cual se encontraba frente a la Isla donde se ubicaba Nags Head, su única forma de llegar era por Ferri, cuando Andrew era niño iba a visitar a su padre todos los veranos, pero de pronto las invitaciones dejaron de llegar y los mensajes dejaron de ser constante, no veía a su padre desde hace tres años, de no ser por los mails que su padre le enviaba cuando se acordaba que tenía un hijo en Nags Head le enviaba un correo electrónico preguntando como estaba todo, creería que estaba muerto.
Como aquel que recibió sorpresivamente en su bandeja de entrada "espero verte en acción de gracias" le había respondido pero la respuesta de su padre nunca llegó, de todas formas, viajar a Point Harbor era mejor que pasar solo en su casa aquella festividad.
Mostrando la única foto que tenía de la casa pudo llegar, la casa se ubicaba en los suburbios alejada de la playa o del mar. Todas las casas eran similares entre ellas, todas de dos plantas, de color celeste con un gran tejado marrón, encontrar la de su padre fue sencillo, solo hizo falta leer el buzón, "Familia Whest" . Andrew reconoció dos bicicletas rojas que debía pertenecer al hijo de su padre, solo había visto a su hermano una sola vez, y este era muy bebe para reconocerlo.
El chico camina a la puerta de color marrón donde toca con demasiada seguridad, ya estaba ahí, no era hora de echarse hacía atrás. Se sorprende cuando la puerta la abre una pequeña niña, de rizos castaños y grandes ojos cafés que lo observa abrazando un peluche de forma de vaca, Andrew sabía la existencia de un solo hermano, no sabía que su papá tuvo también una niña.
—¿Quién es Drew?—se escucha la voz del hombre, Anthony se queda estático al ver a su hijo mayor en la puerta. Había perdido demasiado cabello, y unas pequeñas arrugas le aparecían en los costados del ojo, la niña se voltea a verlo.
—¿Quién es el chico papi?—pregunta la niña con voz infantil, Anthony no contesta.
—¿Por qué no vas a jugar con tu hermano y tus primos?—pregunta, la pequeña asiente y va a la puerta riendo—Andrew, que...que sorpresa verte.
—Hola...no sabia que tuviste otra, Eva y tu no pierden el tiempo
—Oh bueno, queremos tener muchos niños—dice.
—Y la llamaste Drew—dice Andrew sujetando la correa de su mochila. El primer bebe que tuvo su padre, fue su hermano Sebastián de actualmente seis años, la razón por las que sus padres se separaron, la razón por la que había sido ignorado, pero ahora tuvo una niña, la cual calculaba que debía tener tres años, la misma cantidad de años que fue ignorado.
—Si...¿Que haces con el bolso?
—Me invitaste, en tu mail decía... oh, ya, no lo decías realmente. Es decir, no era realmente una invitación—murmuro sintiéndose demasiado estúpido por haber creído que si era bien recibido en el hogar.
—¡Eres siempre bienvenido! Solo que me tomo por sorpresa, no se si tengo lugar en la casa, muchos de los parientes de Eva se quedan a pasar la noche.
Andrew sentía como si le estuvieran pegando cientos de latigazos en la espalda y estuviera sangrando pero nadie era capaz de notarlo. Se forzó a sonreír mientras se agarraba con fuerza de la mochila.
—Si claro, no hay problema...¿por lo menos puedo ingresar para saludar a todos? quizás ver a Sebastián que no me debe reconocer y conocer un poco a Drew.
—Es que esta la familia de Eva, y ellos...
—Y ellos no saben de mi, no saben que fuiste infiel a mi mamá con ella y que tienes otro hijo.
Su padre no contesta, pero era la verdad, un silencio demasiado incomodo se sitúa entre ambos, se escuchaban la risa de fondo de niños y adultos. El olor a pavo llegaba a la nariz del chico, y su estomago rugió deseando comer un poco, solo había desayunado una maldita barra de cereal para no perder la hora del ferri.
—Bueno, te ves...grande, ¿estas estudiando?
—No—dice cortantemente y ambos quedan sumergidos en un silencio para nada cómodo.
—Bueno em...puedes venir en navidad, podemos ir a comer una hamburguesa como en los viejos tiempos tu y yo...
—Si, claro, ya entendí, no soy bienvenido hoy.
Andrew se voltea negando con la cabeza para alejarse lo mas rápido que pudo. Escucho a su padre llamarlo y a continuación un "¿tienes para el ferri?" el chico solo levanto el dedo del medio como respuesta mientras caminaba al puerto.
Al llegar, vio que el ferri solo viajaría de regreso mas tarde, entonces se quedo sentado en el puerto, abrazado a su mochila y derramando lagrimas en silencio siendo ignorado por todos.
27 de Noviembre de 2015
Aquel día estaba nublado, y un helado viento corría alrededor del grupo que estaba tapado con buzos sumamente abrigados. Pero Kale, Ryan, Harvey, Gabrielle, Andrew y Aalyiah habían querido ir a la playa, la misma se encontraba sumamente desierta salvo por unas aves, y el grupo hablaba y bebia mientras se ponían al día con diferentes cosas, Ryan estaba acurrucado en el cuerpo de Kale mientras lo miraba con una sonrisita escuchándolo hablar, Harvey molestaba a Gabrielle llamándola por cosas cursis provocando que las mejillas de las chicas se pusieran rojas y la pelinegra se reía.
A unos metros alejados del grupo, Andrew estaba tirando piedras al mar, hacía unos días que tenía una expresión de tristeza en su rostro que nada parecía sacársela. Ni Harvey ni Aalyiah insistieron sobre el tema, pero el clima hacía compañía al humor de Andrew quien seguía tirando piedras, mientras que Picasso corría a las aves.
La pelinegra se levanta y camina hacía el castaño mientras se abrazaba a si misma para refugiarse del frio. Se coloca al lado del muchacho, este había dejado de tirar piedras, ahora se disponía a observar las furiosas olas del mar que mojaban la punta de sus zapatillas mientras se guardaba las manos en los bolsillos.
—Cuando me encontraste en el muelle, me dijiste que no estaba sola, que siempre estarías para mi...yo también estoy para ti Andrew, por si quieres hablarme o si quieres quedarte en silencio, lo estoy...pero no finjas sonrisas y que estas bien conmigo.
Andrew cierra los ojos dejando escapar el aire que llevaba contenido, voltea su rostro levemente hacía ella antes de hablar.
—La llamo Drew—dice y ella lo mira confundida—Tuvo una niña, y la llamo Drew. Pero no se acuerda que tiene un hijo llamado Andrew del otro lado del puerto.
—Andrew...—dice ella acariciando su brazo.
—Años siendo mejores amigos, para que a los trece años lo vea hacer sus maletas e irse diciendo que me llamaría, lo hizo, hasta que empezó a hacer mensajes ocasionales cuando oh se acuerda que tiene un hijo llamado Andrew, y le puso Drew a su nenita...siempre quiso una niña. No un estúpido como yo.
—No digas eso.—murmura ella viéndolo. El chico se friega los ojos riendo sin ganas.
—Encima parece que tiene vergüenza de mi, porque ni siquiera se molesto en presentarme frente a la familia de Eva, simplemente me dijo la verdad, que no les hablo de mi, como si tuviera demasiada vergüenza para reconocer que es mi padre, que dejo una familia en Nags Head y que dejo a un chico con depresión en casa...lo odio.
—No es cierto.
—Lo hago Aalyiah—dice viéndola—¿Tu no odias a George?
Ella suspira echándose un mechón detrás de su oreja.
—Extraño al papá que fue, pero no lo odio. Tu puedes estar enojado con el tuyo, pero no lo odias—murmura ella viendolo.
Se metió entre los brazos de su mejor amigo apoyando su rostro en su pecho, el chico tardo unos segundos en rodearla, se contuvo para no romperse con Aalyiah, ella metió mas presión al abrazo, quiso creer que era por el frio, pero también porque lo quería, y quería transmitírselo.
—Yo estoy aquí, Andrew—dice ella—Y tu me prometiste no irte, yo te prometo lo mismo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro