2 de Noviembre de 2015

—Wow mamá, el desayuno se ve muy rico hoy—dice Aalyiah, pero Lydia la ignora mientras sigue en lo suyo, la adolescente bufa sentándose y mira sus típicos cereales con leche y una taza de té rojo.

El día de ayer, Lydia fue a buscar a su hija a la clínica, donde le dijeron en pocas palabras lo que había sucedido, sin embargo, a Lydia se la notaba demasiado molesta con la adolescente y no le había dirigido la palabra.

—Vamos mamá, hablemos—pide la chica, su madre toma un sorbo de su café y la mira.

—¿De que hablamos Aalyiah?¿me miraras a la cara y me mentiras de nuevo sobre que nada paso?¿Que iras a la escuela con una sonrisa fingiendo que nada sucede?¿De que hablamos Aalyiah?

—Lo siento—murmura la chica jugando con sus dedos. Su madre suspira acercándose a ella y le sostiene el rostro con sus dos manos haciendo que la mire, Lydia deja un beso en la frente de su hija y le da una caricia mientras sus ojos se llenan de lagrimas.

—Solo quiero proteger a mi niña como no pude hacerlo.

—Si hablas de Quentin...solo Paige sabia, y se odio muchos días por no decirle a nadie, hasta Harvey se enojo con ella.

—Pero yo soy tu mamá, yo debía saberlo Aalyiah, debía saber en que se involucraba mi hija—dice ella y suspira dándole una caricia —Come, debes ir al colegio.

—Adivinen que tengo aquí—dice Heaven apareciendo entre sus tres amigas, las chicas interrumpen su conversación para ver que tenia a la chica del cabello azul tan emocionada. Hannah intenta adivinar lo que oculta, va desde las cosas mas sencillas hasta cosas mas oscuras como que tenía cabezas reducidas en su bolsa.

—Es obvio que no adivinaremos—dice Suki rendida, Heaven saca de detrás de su mano una chaqueta de cuero, era de gran tamaño, ella podria verse como una niña jugando con la ropa de sus padres si se llegaba a poner esa chaqueta negra.

—Los chicos que nos trajeron aquí, uno de ellos se saco la chaqueta, y se la olvido, se los iba a decir ayer pero estábamos todas un poco alteradas. En fin, anoche estuve todo el tiempo intentando hacer un conjuro rastreo...

—¿Lo conseguiste?—pregunta Aalyiah sorprendida, Heaven hace una mueca.

—No, me quede toda la noche, casi ni duermo por intentar rastrear a su dueño—dice quejándose—Pero el dueño de esta chaqueta debe aparecer tarde o temprano.

—¿Y como planeas encontrarlo si no sabes nada de él?—pregunta Hannah mientras que Heaven se pone la chaqueta, las mangas le quedaban enorme.

—Bueno, chicos de este pueblo con reputación de mierda como la suya no deben estar muy lejos, asi que los buscare, y les daré su chaqueta

—Alguien esta flechada por esos chicos—habla Aalyiah.

—¡Claro que no! Les devolveré el favor de que nos acompañaron y se quedaron con nosotras—dice encogiéndose de hombros.

—Si claro, solo por eso—dice Hannah divertida.

—Oh no se burlen—dice Suki abrazando a Heaven por los hombros—Era hora que sacara su nariz de esos libros y se interese por unos chicos lindos

Las tres chicas ríen un poco, Heaven rueda los ojos mientras decide ignorarlas en lo que queda la tarde. Hannah se encargó de describir a los dos gemelos como chicos bastantes apuestos, Heaven fingía desinterés diciendo frases como "si, eran apuestos supongo".

5 de Noviembre de 2015

Andrew abre sus ojos con pesar cuando siente que Picasso lame sus dedos. Suelta un suspiro agotado mientras se levanta, se masajea la cara y camina de manera vaga al baño. Se lava la cara echándose agua y se observa en el espejo soltando un bufido, se sacude el cabello y niega. Hoy no tenia ánimos de trabajar, el día de ayer había tenido una discusión poco agradable con su mamá donde ella le reclamaba cuando haría algo que valiera la pena.

No veía la hora de que llegara la semana siguiente para quejarse con su psicólogo sobre su madre, no hablo con Aalyiah sobre eso, la verdad hacia varios días que Aalyiah y él no se comunicaban demasiado. Y eso lo deprimía mas, porque sentía que perdía a la que era su mejor amiga, su mejor amigo estaba a kilómetros, y aunque creía que Harvey era capaz de tomar un avión porque él se lo pide, le parecía demasiado.

Abre la puerta de del baño, y se choca con el cuerpo de Rafael. El hombre rie un poco mientras Andrew lo mira, solo era unos pocos centímetros más bajo que él. Ya se había acostumbrado a la presencia de Rafael quien aparecía de la nada.

—Tu mamá dijo que estarías trabajando—dice el chico y Andrew asiente.

—Si, entro tarde—dice viéndolo—¿Pasaste la noche aquí?

Rafael ríe.

—Yo em...si—dice el chico rascándose la cabeza algo incomodo, Andrew se apoya en el marco de la puerta y sonríe.

—¿Te llamo papá o algo asi?

—No seas idiota Andrew—dice Tatiana saliendo del cuarto con la bata—Y vístete, tienes trabajo que hacer, Rafael ¿salimos a desayunar fuera?

—Por supuesto—dice el chico y mira al joven.—Adios Andrew.

Su madre y Rafael se retiraron dejando al chico solo mientras soltaba un bostezo tapándose la boca. 

Andrew estaba quedándose dormido en el trabajo, de no ser porque Lily le daba pequeños codazos cada cierto tiempo estaba seguro que se dormiría en la barra, la puerta de la cafetería se abre haciendo que la campanita suene donde Lydia y Aalyiah ingresan. Todos se cruzan miradas y se saludan con la mano.

La chica de cabello oscuro se acerca a la barra viendo a su amigo. 

—¿Qué sucede?

—Nada, estoy bien.

—No luces bien

—Lo estoy Aly—dice y ella hace una mueca—¿Cómo te fue en el colegio, solecito? ¿Ese chico sigue molestándote?

—Hum no, la verdad me estuvo ignorando. Me siento aliviada, pero tengo miedo que ataque en cualquier momento—dice ella—Y bueno, mamá salió temprano del trabajo y decidimos venir a almorzar aquí

Andrew le sonríe.

—Estaré con ustedes en un minuto—dice, ella asiente y sonríe besando su mejilla para luego ir a la mesa donde estaba su madre. Andrew suspira viéndolas conversar, él y su madre no eran asi, de echo piensa que nunca lo fue. No tiene recuerdos de Tatiana siendo una madre cariñosa con él, salvo para regañarlo porque se ensucio la ropa o algo parecido que haría un nene pequeño. Y cuando su padre se fue con su secretaria cinco años menor que él a tener su propia familia, Tatiana lo comenzó a tratar como un chico que vive en la casa y no como su hijo.

—Que lindo como la miras—dice Lily, Andrew la mira y ella sonríe—¿Ella se da cuenta de eso?

—¿De que hablas?

—De ese lindo brillo que se te hizo al verla.

—Deliras Lily—dice y ella niega—¿Hacemos algo mañana?

Lydia acomoda su cabello claro viéndose en el reflejo de su celular, Aalyiah ladea su cabeza viendo a su mamá atentamente. Lydia deja de hacer la acción cuando ve que su hija la esta observando fijamente, Andrew llega para tomar sus ordenes, y una vez que las anota, se retira acompañado de una sonrisa. Aalyiah lo ve conversar con la chica de cabello naranja, su compañera de trabajo, hace una mueca.

—¿Te gusta Andrew?—pregunta su madre, Aalyiah la mira.

—No, no me gusta

—Hujum—dice Lydia

—¡Enserio! Solo tengo miedo que le pase lo mismo que con Nicole y eso le de aquella fuerte depresión de nuevo—dice y su mamá vuelve a asentir—Entonces...¿Por qué te arreglas tanto?

—¿Qué?

—Ya sabes, te cortaste el cabello, la ropa nueva...¿estas viendo a alguien? Porque no tengo problema si estas viendo a alguien.

—No estoy viéndome con nadie, no es necesario estar viéndome con alguien para sentirme bien y confiada conmigo misma y querer verme bonita.

—Entiendo mami, solo decía—contesta Aalyiah con una sonrisa, Andrew aparece y deja los platos de almuerzo frente a ambas. Para la adolescente una hamburguesa con queso, para Lydia un plato de pasta. 

Ambas hablan y comienzan a comer, Aalyiah habla de sus nuevas amigas, Lydia comenta cosas de su trabajo. Incluso entre ambas comenzaron a planear de manera adelantara lo que harán en acción de gracias, ya que Harvey y el resto de sus hermanos vendría de visita para celebrar aquel día.

—¿Mañana vamos al cine?—pregunta Lydia.

—Hum, mañana tengo unos planes con Heaven...pero si quieres le cancelo y...

—Oh no linda, sal con tus amigas solo intenta no terminar en la clínica, y debemos tener esa conversación pronto, tal vez vaya a ver a Johanne y estar con Michael—dice comiendo—Y ¿Qué planes tienes con Heaven?

6 de Noviembre de 2015

—¿Aun no sabes como rastrearlos?

—No, lo intente todo—dice Heaven, Aalyiah sonríe comiendo de su helado. Las dos chicas estaban en la heladería de la ciudad, habían invitados a sus dos amigas, pero Hannah debía ir a apoyar, obligada, a su hermana Katherine en un concurso, y Suki tenia un pequeño resfriado. Su madre se puso paranoica y no la dejaba salir.

—Ya los encontraras, ¿por que son tan importantes?

—Tienen una mala reputación y siento curiosidad—dice comiendo el helado—Son acusados de haber matado a su padre, dicen que hacen cosas ilegales, pero no hay rumores de donde viven, nada, solo dicen que un dia llegaron y se quedaron.

—¿Hace cuanto viven aquí?

—No lo se, creo que hace dos años o una cosa así según tengo entendido—dice ella comiendo su helado.

Deciden cambiar de tema debido a que el tema de los gemelos le estaba poniendo paranoica, la peliazul contó de que su mamá se había perdido una cita de tirar las cartas y ella lo hizo, pero que a la señora le salieron todas cartas malas y dijo que Heaven era la peor en ese trabajo, sin contar que no le había pagado.

Las dos amigas siguieron hablando. Hasta que Aalyiah visualiza a Andrew, con la chica pelirroja de su trabajo, los dos estaban riendo mientras caminaban uno al lado del otro. Aalyiah hace una mueca viéndolos. Su amiga se voltea a ver lo que había llamado su atención y la hizo cambiar su actitud tan repentinamente. 

—¿Celosa?—pregunta la chica de cabello azul.

—¿Qué? No

—Un poco si—dice sonriendo y come.

—No es nada...no me gusta Andrew

—Si claro, niégate—dice y Aalyiah rueda sus ojos.—Un consejo Aly, esta bien que quieras ver a la otra persona ser feliz, pero no esta bien ocultar tus sentimientos, se te permite ser un poco egoísta. Yo creo que él siente lo mismo.

-—Ese helado te congelo el cerebro, no sabes lo que dices.

—Bien, okey, niégate a saber—dice bufando y hablan de otra cosa mientras Aalyiah veía de reojo a Andrew con la chica, vio como se sonríen y ella toma su mano. El corazón de la pelinegra se aprieta con fuerza en su pecho mientras los veía. Ella debía ser esa. 

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