20 de Abril de 2014

Andrew sonríe viendo a Nicole posar con un vestido, era como el quinto que se probaba y el chico comenzaba a sentirse ligeramente irritado y aburrido, pero intentaba poner cara de felicidad frente a su novia. 

En unas noches ambos jóvenes tenían una fiesta de trabajo de la madre de Andrew, y Nicole quería resaltar delante de todos, que todos los ojos estuvieran puestos en ella sin duda. La chica gira sobre su propio eje, y pone las manos en su cadera antes de verlo.

—Me gusta este—dice ella y mira a Andrew—¿Qué opinas?

—Hermoso—sonríe—Te ves perfecta

—Lo se, ¿no?—dice ella entrando al probador para cambiarse, el vestido que había seleccionado al final era rojo, con una linda espalda al descubierto y falda suelta. Andrew se masajea la cara, esos días se sentía cansado y mentalmente agotado. Quería dormir mil años, pero por cosas de la vida simplemente no podía.

Nicole sale del probador, ahora con una cara de perrito triste.

—¿Qué pasa?—pregunta.

—Es que el rojo es caro, y me falta algo de dinero—murmura—No traje mis tarjetas, solo efectivo

—¿Y por que no otro de los cuatro que te probaste?

—Me gusta este Andrew, si me amaras podrías prestarme algo.

Andrew suspira, agarra su billetera, apenas había juntado la plata que gasto en el cine, y estaba cerca de poder comprarse aquel juego que tanto deseaba. Mira a su novia quien sacaba su labio inferior hacia afuera.

—Tengo esto...

—Esto es perfecto, gracias bebe, eres el mejor—dice besando su mejilla y se dirige a la caja con una enorme sonrisa. 

30 de Octubre de 2015

—Mañana es mi cumpleaños—anuncia Heaven sentándose en la mesa de la cafetería donde se reunían, Aalyiah bebe su batido de fresa, Hannah remueve el azúcar de su café, y Suki ríe ante el entusiasmo de la chica que acababa de llegar.

—Pareces entusiasmada—dice Aalyiah.

—Oh Heaven disfruta su cumpleaños, cuando era niña disfrazarse y pedir dulces era su actividad favorita, mas cuando miraba a los dueños de la casa con sus ojos tiernos y decía "es mi cumple" para que les de mas dulces—habla Suki y la pelinegra rie. La chica de cabello azul sonríe acomodándose unas pulseras.

—Iremos a una fiesta en una casa encantada que prepararan exclusivamente ese día. Porque aparte de mi cumpleaños, es Halloween, las dos mejores festividades. 

—Oh yo no voy—dice Suki y todas la miran—¿Qué? Esta cerca del cementerio, estas loca si ire donde hay suelo sagrado cerca

—Nada pasara—dice Heaven—Deben ir, es mi cumpleaños, eso ya es suficiente. Aparte, los fantasmas no nos harán nada si descansan en paz, no hay que molestarlos, les daré piedras protectoras a todas, si hay un espíritu maligno queriendo nuestros bellos cuerpos, se los haré saber.

Aalyiah le costaba saber si Heaven bromeaba sobre ello, o lo decía enserio. Aunque viniendo de la chica de cabello azul no sabia que podía sorprenderle, a Heaven le interesaba esas cosas de las almas, la lecturas de las auras de las personas, creía profundamente en las piedras de protección y el uso de los cristales, sin contar que su mamá le enseñaba a tirar las cartas del Tarot. Entre otras cosas.

La pelinegra toma de su batido mientras Heaven habla con bastante entusiasmo sobre la fiesta mañana en aquella casa encantada, y a todas se les contagia, porque cuando Heaven habla con esa alegría es imposible que no se te pegue un poco.

31 de Octubre de 2015

—¿Cómo me veo?—pregunta Heaven dando una vuelta sobre ella misma, tenia un vestido negro hasta las rodillas con demasiado brillo en todas partes, y mangas con encaje que le llegaban a los antebrazos, y tenía los hombros descubiertos, sus labios pintados de un color morado y sus ojos delineados, el cabello azul lo llevaba suelto cayendo sobre sus hombros y un sombrero puntiagudo, una calcomanía pequeña de una estrella al costado de su ojo izquierdo, un collar con una piedra lunar y varios brazaletes, en sus pies había unas botas altas que la hacían ganar altura. 

Aalyiah sonríe.

—La mejor bruja que he visto.

—Eso si es un halago—dice entrando a la casa de Aalyiah—Suki y Hannah ya vendrán, ¿tu disfraz?

—Bueno...de echo queria preguntarte si te molestaría que yo no fuera.

Heaven abre la boca en forma de "o" y ladea su cabeza. Mira la casa de Aalyiah y luego a ella.

—¿Y por que no?—-pregunta y la chica suspira.

—No me siento cómoda...—comienza a hablar, planeaba decirle que Suki logro aterrarla por la historia de que la casa encantada estaría solamente a unos pocos metros del cementerio del pueblo de Nags Head.

—¿Es por Evan? No dejare que se vuelva a meter contigo—dice ella—Vamos Aalyiah, la pasaras increíble, lo prometo.

 —Hola chicas—dice Lydia saliendo del comedor y mira a su hija—¿No dijiste que ibas a ir a esa fiesta?

—¿Ves? Hasta tu mamá te esta convenciendo de ir, prometo que la pasaras bien, por favor, es mi cumpleaños—Heaven junta las manos, y le hace ojitos mientras saca su labio inferior hacia afuera. Aalyiah suspira y se encuentra asintiendo, la chica de cabello azul sonríe y van al cuarto de ella donde la ayudaría a disfrazarse.

Le coloca maquillaje extravagante en su rostro, le ata un pañuelo en su cabeza, y con lo que consiguieron en su armario Heaven ayudo a confeccionarle un disfraz. Heaven se saco uno de sus anillos colocándoselo a la chica y algunos de sus brazaletes.

—¿Qué se supone que soy?—pregunta, Heaven rie.

—Bueno, te pareces a mi mamá—dice ladeando su cabeza—Pero básicamente estas disfrazada como una vudú

La chica de cabello azul se acerca a Aalyiah y le hace un nudo en su remera. Hubo una época en la que Aalyiah disfrutaba Halloween, disfrutaba disfrazarse cuando era una niña y salir a pedir dulces con sus hermanos y Paige. Cuando fueron creyendo, Paige y ella se disfrazaban y hacían cosas juntas, cuando Paige falleció, el Halloween solo quedo como recuerdo.

La chica suspira viéndose en el espejo, donde Heaven sonríe viéndola y le acomoda mejor su cabello.

—Tengo un regalo para ti—dice viéndola y Heaven luce sorprendida.

—Oh, no debías darme nada—sonríe y la chica se acerca a su mesa de noche, de ella saca una pequeña bolsa de color blanca, donde adentro tenia unos pendientes de color plateado con forma lunar. Heaven sonríe y abraza a la pelinegra agradeciendo por su regalo, antes de ponerse frente al espejo y colocarse los aretes.

Minutos después habían llegado Suki y Hannah.

La rubia estaba disfrazada como Cruella Devil, mientras que Suki iba disfrazada como un personaje del anime salior moon.

Las cuatro chicas se dirigieron a la casa encantada donde seria la fiesta de Halloween, tenia decoraciones de telarañas, momias, incluso se tomaron la molestia de decorar con un cementerio falso donde salían brazos zombies, aunque el simple echo de que había niebla y el cementerio se veía a unos metros de ellos ya era bastante tétrico. Música bastante contagiosa salían de los altavoces mientras ellas entraban, personas disfrazas y bailando, bebiendo y riendo era lo que encontraron al entrar.

Un grupo de chicos deportistas, en donde se encontraba Evan pasaron cerca de ellas.

—Prima, es una fiesta de disfraces—dice Evan viendo a Heaven, ella le suelta una sonrisa sarcástica.

—Créeme, me gusta salir con mi atuendo de trabajo, significa que puedo embrujarte para que dejes de ser tan idiota, aunque no creo que haya magia suficiente para hacer eso posible.

Evan rueda sus ojos, unos amigos del chico reían mirando al resto de las chicas disfrazadas, dándose codazos entre ellos.

—Mira, la Cruella se comió ya a los dálmatas—dicen antes de reir a carcajadas, Hannah baja la mirada, Suki acaricia su espalda.

—Eso fue bastante grosero de su parte—habla Aalyiah—Aunque no me puedo esperar nada de ustedes si son amigos del troglodita.

Uno de ellos lanzan un "uh", Evan entrecierra los ojos viendo a la pelinegra acercándose a ella.

—¿Troglodita?

—Si sabes su significado, ¿no?—pregunta ella—No es difícil de saberlo cuando tu eres la definición.

—No juegues conmigo ,Davis

—¿Qué harás?¿Meter preservativos a mi casillero?¿Seguir hablando de mi virus?¿que más puede hacer para caer tan bajo?

Evan levanta la barbilla, y ella lo imita cruzándose de brazos, el rubio chasquea su lengua y deciden irse. Aalyiah deja de escapar un suspiro, Heaven da unos aplausos completamente impresionada por la hazaña de su amiga. Aalyiah sonríe de lado y luego mira a Hannah quien miraba a otro lado y se mordía el labio aguantando las lágrimas.

—Vamos Hannah, no le demos atención a esos idiotas, sabes que insultan porque su cerebros son muy pequeños—dice Suki dándole una caricia mientras el grupo volvía a caminar.

—Suki tiene razón—habla Heaven—Estas hermosa, y esos chicos nos tienen que chupar las...

—¡Heaven!—dice Suki haciendo que la chica de cabello azul ria.

—Bien se entiende mi concepto—dice la chica de cabello azul encogiéndose de hombros divertida, gira sobre su propio eje caminando de espaldas mientras junta sus manos como si fuera inocente—Ahora vamos, hay que bailar, la noche es joven y yo quiero un trago, ¿no tienen se...?

La chica caminaba distraída mirando a sus amigas, y en eso sus pies pisan un vaso que estaba en el suelo provocando que se tropezara, su cuerpo estaba por caer en el suelo, cuando en cámara lenta aterriza en los brazos de un chico que evito aquella caída.  Heaven levanta la vista cortando su respiración, siente un pequeño escalofrió en su cuerpo, el chico tenia el torso descubierto, mostrando lo que debían ser largas horas de gimnasio, llevaba pantalones negros, en su espalda colgaban dos alas de ángel color negro, como si fuera un ángel caído. Los ojos del chico eran exóticos, uno de ellos tenia el color azul bastante profundo, y el otro era tan oscuro que casi parecía negro.

El chico la ayuda a enderezarse, levanta el sombrero de bruja del suelo y se lo coloca en su cabeza nuevamente. 

—Ten cuidado con tu sombrero, pequeña bruja—dice viéndola fijamente, haciendo que la piel de ella se erizara y un escalofrió le corriera por la espalda. antes de darse la vuelta e irse mientras que ella lo observa irse, el chico se acerca a otro, con el cual compartían ciertas similitudes, sin embargo es Suki la que habla.

—Gemelos-—dice y Heaven ladea su cabeza, el otro chico, andaba con una chaqueta de cuero y pantalones oscuros, su cabello peinado en puntas, mientras que se visualizaba lo que seria sangre falsa saliendo de su boca—Oh bueno, eso parece.

—¿Sigues en este mundo, Heaven?—pregunta Aalyiah algo divertida, la chica de pelo azul corre la mirada cuando siente los ojos de los dos chicos sobre los de ella. Sacude la cabeza de lado a lado.

—Claro que sigo en este mundo, solo me parecieron familiares—dice ella encogiéndose de hombros, Aalyiah asiente sin creerle.

—Pues yo nunca los vi por aquí.

—Hum, ¿no son los gemelos esos que se mudaron aquí hace unos años?—dice Hannah—Ya saben, los que dicen que mataron a su padre, son algo misteriosos, casi no hablan con nadie.

—Que buena noche de Halloween—opina Aalyiah.—Nada como bailar cerca de unos gemelos con un rumor de posible asesinos.

—Vamos Aly, este pueblo esta lleno de rumores y no todos son ciertos...¿Heaven vamos?

Heaven estaba bastante intrigada viendo a los chicos mientras su mano estaba en la piedra lunar, pero los dos chicos ya no la miraban, hablaban entre ellos viendo a todo el grupo. Por un pequeño empuje de cadera de Suki, eso la saca de sus pensamientos profundos, murmurando algo de que necesitaba un trago.

Las chicas bebieron, bailaron y se sacaban fotos con el celular de Hannah. Bailaban hasta que sus pies se cansaron, pero siguieron toda la noche.

En algún momento, Suki y Hannah fueron a comer unos dulces, Aalyiah había perdido a Heaven en la multitud de gente, pero la presión en su vejiga la hacían mas ganas de ir al baño, entre empujones y golpes, abrió su paso para ir a un baño. Cuando lo encontró, suelta un suspiro aliviada.

Aalyiah sale del baño, y es cuando unos chicos aparecen. Amigos de Evan, era bastante obvio, la chica traga saliva e intenta abrirse paso. El miedo se apodera en su cuerpo, y deseaba no haber tomado alcohol porque en ese momento se sentía algo inútil. Evan se abre paso por sus dos amigos, tenían un balde, sonríe.

—Vamos a jugar un juego—dice y ella niega—Oh si, va a gustarte.

—-No—murmura negando.

—Se llama la cacería, el primero que te encuentre gana, tu serás el siervito herido

—¿Y el balde?—pregunta ella, Evan sonríe.

—¿Qué es una cacería sin sangre, no?

Evan vacía el balde en la cabeza de Aalyiah, sangre falsa por supuesto, pero su cabeza se encargaba de jugarle malas pasadas y arcadas aparecen. Evan agarra el rostro de la chica acercándolo al suyo, se veía molesto, furioso.

—Comenzaremos a cazarte ciervito, mejor huye, no querrás que yo te encuentre

Y eso hizo Aalyiah, comenzó a huir chocándose con varias personas, algunos se apartaban de ella. Parecia sacada de una mala interpretación de la película Carrie, pero ahí estaba ella, llena de sangre y apartándose de la gente. Sin poder encontrar a sus amigas, sin poder ver alguien que la ayude, escucha la voz de Evan diciendo que la busquen.

Y ella huye, Aalyiah sale de la casa comenzando a huir. Corre tan rápido como sus pies le permiten, en algún momento su tobillo se tuerce generándole un terrible dolor. Pero ella sigue corriendo completamente asustada por aquella vaga amenaza de Evan. Corre sin ver por donde iba a través de la niebla, tan rápido que nadie la detenía.

Hasta que se tropieza cayendo de bruces a la tierra, levanta la vista y un escalofrió corre en su espalda. Estaba en el cementerio, estaba sola en el cementerio una noche de brujas. Sus ojos se llenan de lagrimas mientras intenta volver a la salida, ignorando las tumbas, intentando ignorar las grandes estatuas de ángeles que se levantan sobre ella, hasta que ve a alguien caminar hacia ella, Aalyiah grita tan fuerte corriendo de lado contrario, se tropieza de nuevo, su pie le dolia y su cabeza choca contra una lapida, ve al cuerpo de la otra persona acercarse mientras sus ojos se cerraban con fuerza.

Heaven había estado buscando al chico con el que se había tropezado, porque se sentía intrigada, había sentido una conexión muy fuerte con él, y quería saber si eran ideas suyas. Pero tras cansarse de una búsqueda sin sentido, decidió volver con sus amigas. Frunce el ceño al no verlas en las mesas de dulces, saca su celular dispuesta a mandarles un mensaje, suelta un grito cuando Suki toca su brazo agarrándola por sorpresa.

—Te estábamos buscando—dice la chica asiática.

—Aquí estoy, había mucha gente y me perdí ¿Aalyiah?

—Eso intento decirte—dice Suki—Tu primo se enojo con que ella la desafié y propuso un estúpido juego con sus amigos que lo llama la casería, pero solo planean matar de susto a la chica.

—Agsh ese chico va a escucharme

Heaven camina molesta hacia donde estaba su primo ,con Hannah y Suki siguiéndola, el cual estaba afuera, tomando de una lata de cerveza con dos amigos suyos mientras miraban un punto fijo. La chica de cabello azul se acerca a él golpeando su brazo.

—Eres un idiota, ¿Qué es eso de la casería?

—Solo es una broma entre nosotros, no te metas

—Te dije que dejes de molestar a mis amigas

—Solo la bañamos con sangre falsa y planeamos asustarla, no es para tanto

Heaven estaba tentada a golpearlo cuando todos los chicos del equipo de futbol con mascaras aterradoras se acercan diciendo que no vieron a Aalyiah por ningún lado. La chica esta vez quería matar a su primo, la pelinegra podía estar sola en cualquier lado.

Hannah tira de la manga de Heaven y mira a donde señala. Heaven contiene la respiración viendo a los chicos que tanto andaba buscando.

El que estaba vestido de ángel llevaba a una Aalyiah inconsciente en sus brazos, mientras que su hermano caminaba a su lado, con un rostro serio. Mientras mas se acercaban, Heaven calculaba que eran mayores que ellas, con mandíbulas fuertes y el que estaba vestido de ángel tenia un piercing en su ceja. Los gemelos tenían los mismos ojos, pero mientras que el de cuero tenia el ojo derecho de color azul y el izquierdo era oscuro, el otro los tenia inverso.

—Corrió al cementerio y se golpeo con una lapida—dice el chico de alas de ángel, tenia una voz grave y rasposa.

Heaven se acerca a su amiga, toca su mejilla y se asegura que su corazón siguiera latiendo, suspira aliviada cuando ve que aun respira, aunque parecía muy cómoda en el pecho de aquel chico quien la cargaba como si no pesara nada.

Vaya cumpleaños diecisiete, piensa ella.

—Deberíamos llevarla a la clínica—habla la del pelo azul—¿Pueden alcanzarnos?

Los dos chicos se cruzan una mirada pero cuando el de cuero asiente, el de alas de ángel sonríe.

—Si, claro chicas, andando

Hannah y Suki se disponen a seguirlo, Evan rie, Heaven se acerca a su primo.

—¿Te parece divertido?

—¿La verdad? si, ella se creyó todo el juego de la casería, no es mi culpa que sea tan miedosa.

—Tu te hubieras meado Evan, no pasarías ni una noche en el cementerio ni aunque te jugaras tus huevos—dice y le da una cachetada.—Idiota, gracias por este regalo...primo.

**

En la clínica se encargaron de limpiar y controlar a Aalyiah, mientras que las chicas se debatían en llamar o no a su madre. Decidieron mejor esperar a que se despertara para que ella decidiera que quería hacer. Heaven suspira pesadamente, llevan media hora en aquella clínica y ya quería saber si su amiga estaba bien.

Los gemelos estaban sentados frente a las chicas, hablaban entre ellos en murmuros. Heaven se levanta y a los minutos vuelve con dos vasos de café, se para frente a los gemelos, ellos la miran, Heaven se daba cuenta que el chico con alas de ángel tenia un piercing en su ceja, el otro se había sacado su chaqueta de cuero y sus brazos se veía un sinfín de tatuajes.

—Gracias por...salvar a mi amiga—dice ella, los chicos asiente y toman el café

—No hay problema—dijo el de alas de ángel. 

—¿Me dirán sus nombres? estoy segura de que ella querrá saberlo—habla la chica del pelo azul—Yo soy Heaven, mi amiga es Suki, y ella Hannah, la que salvaron es Aalyiah.

—Heaven—repite el chico de alas de ángel y sonríe—Lindo nombre para una brujita

—¿Sus nombres?—insiste, el de alas de ángel abre la boca cuando la enfermera en la habitación de Aalyiah sale indicando el estado de su amiga.

Las tres chicas escuchan atentamente como estaba Aalyiah, estaba estable, con una pequeña herida en su frente y su tobillo torcido por la caída. Pero dentro de todo, estaba bien. Heaven se voltea para ver a los chicos, pero ya no se encontraron, habían desaparecido como si fuera magia. En una de las sillas se dio cuenta que se dejo su chaqueta de cuero.