[Los demisexuales no sienten atracción por ningún género en concreto, y pueden sentirse atraídos por cualquier ser humano. Sin embargo, cuando forjan ese vínculo emocional con alguien experimentan un deseo carnal que está dirigido únicamente hacia esa persona con la que han logrado conectar]

—¿Le dices tú o le decimos nosotros? —Fue Erik, todavía sonriendo sin poder creerlo, quien lo preguntó—. Espero que no tenga problemas con eso... —«Con nosotros» pensó, mirando a Charles con cariño y sonriéndole.

—Uumm... —María sólo hizo un sonidito de duda. No entendía qué estaba pasando.

—Bueno —dijo Charles, yendo a cerrar la puerta—, de cualquier manera creo que íbamos a necesitar privacidad —le guiñó a Sarah y ésta se rio—. Ahora un poco más.

—¿No esperamos a los padres? —preguntó Erik, tratando de retrasar esto lo más posible. Sabía que Sarah no tenía ningún problema con su relación Charles, dado el cómo se habían conocido, pero ¿y María?; él sabía cuánto se había encariñado ya su esposo con Tony, ¿y si madre fuera homofóbica?

Las dos mujeres negaron y hubo una sombra en sus miradas y sus labios se fruncieron en una mueca inconfundible.

Oh. Erik no supo qué decir –ellos habían conocido a Sarah hace ya algunos años, ni siquiera podía haberla imaginado en ese entonces casada y con hijos, y ahora descubrir que había perdido al padre de Steve–. Afortunadamente –no tanto por la elección del tema–, Charles salvó el momento; les señaló algunas sillas a las mujeres y luego dijo: —Bueno...preguntaba cómo nos conocimos...

—¡Oh, sí! —Sarah, que apenas se había sentado, rebotó feliz en su silla—. ¡Yo le cuento! —Y por su expresión, ambos hombres se relajaron. Ella miró fijamente a la madre de Tony—. Hace...uumm... ¿diez años? —ambos hombres asintieron; de hecho sí, este año era su décimo aniversario—. Todavía Steve no nacía, no había ni siquiera conocido a Joseph de hecho. Iba caminando por una calle, de prisa, se me hacía tarde para ir a la Universidad. Y yo no suelo ser de las que van por la vida con sus batas blancas, pero ya iba tarde, así que...

Erik se rio. Lo recordaba como si fuera ayer: la angustia cuando les dijeron que sin testigos no podían casarlos. Sintió que el mundo se les venía encima, habían estado a punto... Y entonces Charles lo sacudió y dijo que volverían en un par de minutos. Salieron a la calle, cada uno por su lado. Él había visto a una mujer delgada, usando una bata y pensó... —¡Sólo te lo pedí porque pensé que eras médico! —dijo, todavía riendo—. Ni siquiera había visto tu cara. Pero cuando te toqué el hombro y volteaste...

Sarah también se rio. —¡Lo recuerdo! Parecías tan afligido. Dijiste que te habías equivocado, te disculpaste...

Erik asintió. —Cuando vi tu cara y noté que eras tan joven... —no es que ellos fueran tan mayores tampoco en ese entonces, apenas tenían más de veinte, pero ya sabían que querían una vida juntos—. No estaba ahí la doctora adulta que yo había imaginado, esa que entendería mi situación, sería empática y diría que sí...

—¡Pero dije sí! —Sarah gritó ofendida—. Cuando prácticamente te obligué a quedarte, mientras tú querías huir, y explicarme...

María la miraba con una sonrisa llena de ternura y confusión. No entendía mucho todavía, pero su mirada era inconfundible. Y Charles lo notó.

Fue éste último quien interrumpió el parloteo de ambos: —Lo que están tratando de decir este par de locos —su mirada no se apartó del rostro de María, porque quería ver su reacción— es que mientras yo conseguí a un dulce ancianito para que fuera testigo de nuestra boda, Erik volvió con esta chica rubia —la señaló sin verla— que ni siquiera parecía mayor de edad, yo quería matarlo de verdad. Pero entonces, este tonto muy sonriente, sacó la identificación de ella y lo perdoné.

Erik soltó una risita y extendió su mano hacia él. Su mirada llena de amor. —Pudo ser nuestra primera pelea de casados.

La boca de María se separó en una pequeña “O”. Charles vio en ella sorpresa cuando por fin lo entendió, antes de que su expresión se derritiera en ternura por Sarah. Pero nunca rechazo o repugnancia. Quizá un poquito de anhelo incluso; su mano –Charles lo notó porque su atención estaba en los detalles– voló un poco hacia la madre de Steve antes de que la dejara caer.

—¡Nunca había sido testigo de una boda! —dijo Sarah—. Y ellos eran tan... —hizo un movimiento extraño con su mano— diferentes. El chico muerto de nervios que me abordó en la calle no tenía nada que ver con el que nos esperaba dentro. Debo decir que su expresión me asustó y dudé un poco. Absolutamente no porque fueran hombres ambos, sino porque no estaba seguro que Erik hubiera hecho una buena elección —hizo una mueca y luego hubo un “Lo siento”, pero ambos hombres sólo se rieron—. Pero entonces llegó la hora de los votos y, Dios, ¡cariño, tendrías que haberlos escuchado!

Y ese “Cariño” no se le escapó a Charles ni el leve rubor en María. ¿Qué estaba pasando aquí?

—Fueron hermosos —Sarah concluyó con un suspiro—. Cada palabra fue perfecta. Y entonces supe que realmente hice lo correcto, estaba frente al verdadero amor. Y, aunque no creí volver a verlos nunca, mis expectativas sobre el amor fueron ustedes. Quise desde ese momento conocer a alguien que me mirara así y a quien yo mirara igual, que hiciera que el resto del mundo se difuminara, que provocara una mezcla perfecta conmigo sin importar lo diferentes y aparentemente incompatibles que fuéramos.

Erik sonrió, porque eso era muy bonito. —¿Y lo encontraste? —esperaba realmente que sí.

Sarah sonrió, después de un momento de silencio. —Sí, lo hice —pensó en el padre de Steve, y luego miró a María—. Dos veces.

Hubo otro silencio después de eso.

Erik fue quien lo cortó esta vez. Aplaudió. —Bueno, tan hermoso como es este inesperado reencuentro, y espero ponernos al día en otro momento porque realmente me encantaría saber de ti, Sarah. Creo que debemos pasar a lo que venimos.

Todos asintieron y Charles y María se fueron a una de las mesas y Erik se quedó en otra con Sarah. Porque, aunque había detalles conjuntos debido a la relación de los niños, también había cuestiones individuales por tratar.

* * *

Charles fue al grano: —Tony es...especial —vio a María encogerse y odió a quien sea que haya traumado a esta mujer y a su hijo, haciéndoles creer que era un adjetivo negativo—. No, no lo digo como algo malo. Soy consiente de que muchas personas creen que lo es y le han hecho creer también a él que es menos inteligente o menos importante por serlo, pero están equivocados. Y no es porque Tony me caiga bien, que sí lo hace; es porque puedo ver su potencial. Y el cómo duda de sí mismo en ocasiones, como su brillo se apaga un poquito por las burlas, y algo que comentó el otro día sobre su vida antes de Steve...me hizo querer hablar con sus padres.

—Soy sólo yo —María dijo débilmente. Aunque no pudo evitar mirar al otro lado de la habitación; en realidad no era sólo ella. Como si sintiera su mirada, Sarah volteó y le sonrió antes de volver su atención al profesor. María suspiró e hizo lo mismo—. El padre de Tony murió en Servicio. Somos él y yo desde entonces.

Charles asintió. No quiso ser chismoso, así que no preguntó más sobre eso. —Sólo quiero asegurarme que sepa que Tony es muy inteligente.

—Lo sé —le gustó mucho la ferocidad con la que María lo dijo—. Yo lo sé. Nunca lo he dudado. Tony sólo es...diferente.

Charles asintió, porque era verdad. —Pero diferente no es malo. Y estoy seguro que tiene un gran futuro por delante. Sólo quiero asegurarme que no lo pierda por cosas irrelevantes como las burlas de otros o la falta de recursos.

María se mordió los labios. Quisiera asegurarle que no pasaría porque tenían un poco del dinero Howard todavía y también ella trabajaría pronto, pero recordó su vida antes de Sarah...y Charles se agarró a esa duda para ofrecer lo que fue su plan inicial. Le dio una tarjeta. —Yo formo parte de esta Fundación. Tampoco yo tuve tantos recursos de niño ni un camino fácil y precisamente por eso apoyo esto, esta causa. Si un día ustedes no pudieran solventar los gastos de sus estudios o Tony quisiera realmente centearse en las Ciencias, podemos darle una beca.

* * *

Erik, por su parte, tardó un poco más en abordar el tema central. —Debo confesar: por un momento tuve dudas de si la madre de Tony tendría problemas con una relación como la mía con Charles.

—¿Cómo? ¿Casados? —Sarah preguntó, obviamente burlándose.

—Ja-ja —y es que aunque realmente no se conocían y se vieron sólo una vez, a Erik le caía bien, se sentía cómodo con ella, era una persona importante para ellos dos, le debían tanto—. Qué chistosa. Obviamente me refiero a que estamos casados, sí, pero el detalle aquí es que somos hombres...ambos.

Sarah puso una expresión extraña. —No le importaría. Es decir, ella no estaba acostumbrada a estas cosas, por su origen, y todavía a veces le parece extraño...pero no incorrecto. No es algo que rechace. Ella... Yo... Ella y yo...

Erik se rio y palmeó una de sus manos que revoloteaban nerviosas. —Sí, lo noté. Y creo que Charles también. Tú y ella...

Sarah miró en ese momento hacia la susodicha. Luego sus ojos azules se centraron en Erik, sus cejas se alzaron y sonrió. —Sí —prácticamente suspiró la palabra.

—Es... —Erik hizo una pausa, pensando en la palabra correcta— extraño. Bonito, obvio. Pero... ¿Tony y Steve? ¿Ellos son...? —porque él estaba seguro que lo que Steve sentía por su niño estrella no era un amor fraternal, incluso ahora que eran sólo niños.

—¡Oh, no! Ellos no tienen ninguna relación consanguínea. Steve es mi hijo, mío y de Joseph. María es la madre de Tony, su padre murió. Ellos no son hermanos ni medios hermanos o hermanastros. Y quizá nunca lo sean. Nosotras no... Ah... Quiero decir, el sentimiento está ahí y no lo estamos ignorando y aunque no vemos a nadie más y esto es serio y estoy segura que para toda la vida...queremos esperar a que ellos sean mayores.

—¿Por qué? —y aquí entraba lo realmente importante, la razón por la que estaban reunidos—. ¿Nunca les han hablado a los niños de sus sentimientos, de que está bien amar o simplemente que te guste a quien tu elijas sin importar el sexo de esa persona?

Sarah lo pensó. Realmente tuvo que pensarlo. —Bueno... Sí. ¿O no? Es decir, Steve sabe que yo respeto cualquier relación, porque cualquier amor es válido mientras sea real. Nunca le he hablado de mí porque no me considero bisexual o algo así. No porque sea malo ni mucho menos, pero nunca me ha atraído una mujer antes. E incluso en María, no fue su físico lo que me hizo quererla, aunque es hermosa; fue ella misma. Su forma de ser, su esencia, la sonrisa que me daba y me hacía sonreír a mí —se encogió de hombros—. No lo sé. Yo amé a Joseph con toda mi alma y creí que nunca volvería a sentir un amor así y tenía razón. No es igual, pero es tan fuerte y real como el que llenó mi corazón cuando ella entró en mi vida.

«Demisexual, quizá. Sólo sentiría atracción y deseo hacia alguien con quien realmente conectara, con quien hubiera sentimientos involucrados.»

—Y Tony en la de Steve —dijo Erik. También cuando Tony entró en la vida de Steve: ese pequeño corazoncito sintió algo, que iba creciendo y cambiando con el tiempo, conforme Steve de iba descubriendo.

Sarah, que estaba a punto de decir que el amor no necesitaba etiquetas obligatorias –se ama a quien se ama y punto–, preguntó: —¿Qué?

Erik sonrió. ¿De verdad no lo había notado?

—Steve me preguntó hace poco qué es ser gay y si está mal o cómo te das cuenta de ello, si sólo sucede al ser mayor... Creo que, aunque no le hables de ti y María, es un tema que deberían tocar directamente. Él no puede adivinar lo que tú piensas al respecto; necesita más que acciones, también palabras. Porque sólo es un niño y está confundido.

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¡Hola! Primero que nada, gracias por sus bellos comentarios de apoyo ❤

Segundo, muchos de ustedes adivinaron de dónde se conocían. Pero la primera persona en decirlo fue G3r48D, así que es quien puede reclamar un premio 🙆 (dejenle opciones aquí)

Saben. Tengo ganas de escribir una historia y probablemente lo haga al terminar HAFEFOBIA (que quizá termine la próxima semana que tengo vacaciones), pero no me decido en el tema. Diganme cuál les llama más la atención: 1) Discapacidades o capacidades diferentes: me gustaría aquí hablar de ceguera, por ejemplo, y autismo. Personajes, incluidos Tony y Steve, con varias capacidades diferentes. Es un tema que me gusta tratar muchísimo y muero por hacerlo Stony. 2) Todas estas facetas de la sexualidad –como en el caso de Sarah–, que no sólo es de hetero u homo. También me gustaría tocar el género fluido (quienes no se identifican como masculino y femenino siempre, sino que varía según su estado de ánimo y otras cuestiones). 🙈 Espero sus opiniones, realmente me ayudarían ❤