
XLVII. La luz de la felicidad
Imaginen algo así a Thor, pero rubio, su cabello más cortito, y el vestido blanco 😍
* ~ * ~ *
Thor estaba tan tan nervioso. Sí, había usado vestidos antes...pero sólo frente a las chicas. Pepper y Jane a veces le conseguían vestidos bonitos de su talla. Envidiaba mucho los de Jane; aunque quizá más que las prendas, era su cuerpo: Jane empezaba ya a tener bonitas curvas a pesar de su corta edad. Pepper, por otro lado, era más delgada y alta, casi tanto como Thor. Pero él...agh, él no era ni delgado no tenía curvas que lo hicieran sentir atractivo.
Y el problema siempre sería ese. Atractivo. Él no quería ser atractivo, quería ser bonita.
Resopló y alzó su rostro, tratando de alejar un mechón rebelde que el viento había sacado del peinado que Jane le hizo.
No era tanto un peinado. Era más que había tratado de unir todos sus mechones –un tanto largos– juntos. Pero algo tan sencillo como eso, sumado al bonito vestido –no estaba muy seguro si se supone que era un vestido– y al maquillaje lo hacían sentir...
—¡Divina! —Jane dijo con devoción, pegándose a su costado y sonriéndole como si fuera la persona más bonita que ella hubiera visto.
Él sonrió y mordió su labio inferior, para después soltarlo inmediatamente cuando probó el brillo labial. Era sólo un gloss transparente con brillos; igual que los destellos plateados que ahora adornaban sus párpados. Pero, de nuevo, era suficiente para hacerlo sentir mejor.
Thor saltó cuando escuchó el chillido de Pepper que venía corriendo hacia ellos. Pepper y Jane también usaban esos "vestidos", sólo que más cortos y apretados a la altura de la cintura. El de Jane era rosa y el de Pepper de un azul claro.
Thor quiso preguntar por qué el suyo era diferente y más largo, pero Jane se le adelantó: —Es tu momento de brillar porque tú eres tan especial.
—Te ves como una princesa —fue Pepper quien lo dijo.
Thor sonrió un poco triste pensando en Loki, porque su hermano siempre usaba la palabra. Pero luego pensó que incluso si su corazón dolía por no tenerlo como quisiera, una princesa no necesita un príncipe para sentirse hermosa y ser valiosa.
—¡Vamos! —gritaron emocionadas sus dos amigas.
Y luego las tres corrieron hacia el grupo. El vestido de Thor ondeando tras él. Como una cola larga o quizá las alas de un ángel. Porque a veces el Cielo manda ángeles a la Tierra y aquí pierden temporalmente sus alas hasta que demuestran lo fuertes que son y lo alto que pueden llegar sin ellas.
* * * * *
—Tony, ¿estás bien? —Steve le preguntó. Su ceño fruncido porque Tony había estado muy callado desde lo que había sucedido en la mañana. Y a menos que estuviera a medio de un proyecto de Ciencias, él nunca paraba de hablar. Y mucho menos con él.
¿Estaría enojado?
Steve hizo un puchero sin darse cuenta. ¿Por qué Tony se enojaría con él?
Tony casi nunca se enojaba con él.
Tony asintió, mirando las llamas de la pequeña fogata. En sus ojos marrones se reflejaba el fuego. —Sí.
Steve hizo una mueca sin saber cómo insistir. Mordió sus labios distraídamente mientras dejaba que un bombón se derritiera un poco para luego ofrecérselo a su niño estrella.
Las mejillas de Tony enrojecieron demasiado cuando Steve lo sacó del palillo e intentó dárselo directamente en la boca.
Tony bajó la mirada sin entender qué le estaba pasando. Su estómago seguía lleno de esas mariposas locas, ¿y si vomitaba encima de Steve? Además su corazón se sentía extraño. Ay, Dios, ¿y si iba a tener un infarto? Quizá debería preguntarle al profesor "X". Seguro él sabría.
Se sintió extraño cuando los dedos de Steve rozaron sus labios. Y qué extraño, no era la primera vez que Steve lo alimentaba así. Tony no podía negar que era muy flojo a veces y además le gustaba que Steve lo mimara. ¿Por qué hoy era diferente?
—¿Tony? —el tono triste de Steve lo hizo levantar la mirada rápidamente—. ¿Estás enojado conmigo?
Tony negó varias veces, pero no encontraba palabras para explicar que quizá estaba enfermo. ¡Quizá algún virus del mar!
Steve hizo una mueca, muy cercana a un puchero. —¿Quieres que me vaya? —tal vez Tony quería pasar el rato con sus amigos que sí sabían de Ciencia.
—¡Nooo! —Tony gritó y se abalanzó sobre él. Y afortunadamente Steve ya no llevaba el palillo donde había estado poniendo los bombones o pudo haber un accidente.
Steve cayó sobre la arena y Tony sobre él. Sus pechos juntos y sus rostros demasiado cerca. Tony se perdió en esos hermosos ojos azules, había montones de destellos en ellos que parecían estrellas. Su mirada de cielo. Y las largas pestañas doradas que brillaban por el reflejo del fuego. Tan bonito.
—Bonito —Tony susurró, casi tocándolo. No era la primera vez que pensaba cosas lindas sobre su mejor amigo; pero, de nuevo, ¿por qué hoy se sentía diferente?
Tony bajó su mirada hacia los labios de Steve cuando éste suspiró.
Tony se agachó, sus rostros más cerca, sus labios casi tocándose y...
...y entonces todo se fue al diablo.
* * * * *
—¡¿Qué significa esto?! —el señor Brooks gritó cuando Thor, Jane y Pepper llegaron jadeando. ¡El niño llevaba maquillaje y un vestido, por Dios!
Thor lo miró, encogiéndose un poco. Pero ahí, a cada lado suyo, estaban Jane y Pepper.
Y Loki inmediatamente se separó de Bruce. No iba a dejar solo a su hermana. No quiso llamarla "Princesa" frente a los demás, porque podría provocarle burlas. Pero le sonrió y susurró de nuevo, mirando el vestido: —Qué bonito.
Las mejillas de Thor se encendieron. Igual que las del señor Brooks que estaba exigiendo una explicación y que fuera a cambiarse de ropa y quitarse eso de la cara. Lo señalaba de arriba abajo, arrugando la nariz.
—No tiene nada de malo que lo use —dijo Jane, estirándose con cada centímetro que Thor se encogía.
—¡Yo quiero uno! —Tony dijo, levantándose lentamente y ayudando a Steve. A quien le susurró, no muy bajo porque así era él: —¿Crees que me vería bonito con uno? ¡Uno rojo!
Steve le sonrió y lo miró como si Tony fuera de verdad una estrella frente a él. Algo imposible de creer. Y hermoso. —Siempre eres bonito, Tony.
Tony se retorció un poco ante el cumplido. Y ese usualmente sería el momento en que el inocente Tony le robaría un beso, porque aprendió que así se demuestra el cariño. Pero esta vez se sintió diferente, casi tímido, así que sólo lo abrazó con fuerza, dejando su frente en el hombro de Steve. “Te quiero” susurró, contra su piel desnuda.
Eso no era nada nuevo. Siempre lo había querido, desde el primer día. Pero como aparentemente estaba enfermo –¡y quizá podía morir!–, creyó que era importante decirlo. Así que lo repitió más alto esta vez: —Te quiero, Steve.
La respuesta de Steve no llegó porque Erik y Charles llegaron a llevarse al señor Brooks para hablar con él, mientras que Wanda se acercaba a Thor y le decía lo bonita que se veía y que quizá deberían bailar usando una prenda así...
* * * * *
—¡Nada lo autoriza a usted a dañar emocionalmente a uno de nuestros niños! —Erik estaba gritando y se veía como si quisiera golpear al hombre mayor.
Charles puso una mano en el hombro de su esposo, tratando de calmarlo.
Él no iba a hablar de la situación de Thor porque no le correspondía y dudaba que este hombre de mente cerrada lo entendiera, pero tampoco iba a quedarse callado: —Mire, señor Brooks, si usted hoy se presenta con una prenda blanca, azul, morada, rosa o amarillo neón no es mi problema ni de nadie más y estoy seguro que ninguno de los niños le diría nada al respecto, incluso si el color es molesto. Así que no veo en qué le afecta a usted lo que Thor elija para él. Y sobre el maquillaje, hombre, ¡no me haga empezar! Hombres y mujeres lo usan ahora. El único problema que yo vería al respecto es su edad, pero sé que no lo hace a diario y estoy seguro que su madre tendrá consejos que darle sobre eso. Además, estamos en la playa, en su viaje de generación, así que, por Dios, déjelos disfrutar. Y si usted no es capaz de ver lo feliz que algo tan simple lo hace, entonces mire hacia otro lado. Porque no voy a permitir un grito más hacia esos niños...
Y no pudo decir más porque Erik ya lo estaba besando hasta dejarlo sin aliento. ¡Y no podían culparlo, su esposo era perfecto!
El señor Brooks se veía todavía más ofendido ahora, terriblemente insultado y quizá un poco asqueado. Sus ojos muy abiertos y sus mejillas enrojecidas por el coraje.
Erik le sonrió ampliamente cuando rompió el beso, sus ojos brillando con una pizca de travesura. —Puede mirar hacia otro lado.
Y entonces regresaron con los niños.
No todos se veían felices con Thor. Algunos no dejaban de mirarlo y unas niñas se estaban riendo no muy discretamente.
Pero un pequeño grupo estaba con él, apoyando incondicionalmente lo que él quisiera ser. Y si eso era, por el momento, usar vestido y maquillaje, estaba bien.
Tony incluso estaba sobre Pepper preguntando si traían más "brillitos para los ojos".
Steve sonrió y negó. Tony no necesitaba más brillos. Él era una estrella y brillaba por sí mismo. Suspiró. Su niño estrella; ya no tan niño.
* ~ * ~ *
Hola. Bueno, como seguramente actualice hasta dentro de unos días. Les agradezco desde ahora haber estado conmigo aquí este año, por leerme y dejar hermosos comentarios. De verdad me alegro mucho que esta historia les guste y sigan aquí después de tantos capítulos y espero que el 2021 sea un mejor año para todos ustedes y seguirlos viendo por aquí 💙❤️
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