
III. De "Steh" a "Steve"
—¿Steh? —Tony había entrado silenciosamente a la habitación de Steve, porque aunque vivían en casas diferentes ambos se las pasaban en las dos como si fueran suyas, y estaban a solas así que podía llamarlo como en los viejos tiempos cuando era un niño inocente que no podía pronunciarlo bien.
Acaricio el pie de Steve cuando éste no contestó. Su dedo recorrió el empeine, provocando un espasmo en Steve y un gruñido, pero no respondió, así que Tony tiró un poco más fuerte y al final trepó a la cama y se subió sobre él—. ¿Steh? —su voz aniñada y preocupada mientras buscaba su rostro—. ¿Steh?
Steve se despertó de un salto cuando Tony clavó uno de sus codos cerca de su clavícula. Hubo un “Augh” sin aliento antes de que Tony lo aplastara en un abrazo, tan aliviado.
—¿T-to-ny? —Steve tartamudeó sin aliento, tratando de levantarse—. ¿Qué p-pasa? —él había estado durmiendo tranquilamente y luego...esto.
—Pensé que estabas enojado c-conmigo...por lo del baile... —Tony medio sollozó mientras lo asfixiaba en un abrazo—. ¡Y luego no despertabas! ¡No quiero que te pase nada, Steh!
Steve que estaba por decir que “Tony, no puedo respirar”, se detuvo porque ese "Steh" siempre lo derretía un poquito. Era difícil ver crecer a Tony; no era ni siquiera consciente de que él también lo hacía, pero sí de los cambios en su pequeño niño estrella. Nunca olvidaría el día en que Tony llegó llorando porque Thor se había burlado de él –¡Eres el único que le llama "Steh", tonto, habla bien!– y después pasó días esforzándose por pronunciarlo bien...
«El corazón de Steve había dado un vuelco, confundido, porque amaba ver a Tony feliz y orgulloso de sus logros; pero extrañaría el cariño en la voz de Tony al llamarlo “Steh”, porque mientras que en todos era normal “Steve”, en Tony era sólo una palabra forzada que salía seca.
Había intentado sonreír ante el logro de Tony, pero salió más como una mueca y su niño estrella se preocupó al instante. “¿No lo dije bien?” había preguntado con un puchero, a punto del llanto porque ¡se esforzó tanto!, así que Steve forzó la sonrisa más brillante y un “¡Lo hiciste genial, Tony!”.
Pero para ambos era raro y sus madres lo notaron. Fue Sarah la que decidió hacer algo al respecto porque su hijo llevada días decaído. Steve sólo se había encogido de hombros cuando preguntó qué le pasaba y dicho “Tony ya sabe decir 'Steve'”. Lo siguiente fue ir con Tony. Lo invitó a llevar a Luna de compras, “¿Y también para mí?”, “Sí, Tony, también para ti”.
Y fue ahí que Sarah aprovechó para sacar el tema –“Ya sabes que tu mami se llama "María", pero Steve le dice "Mary" y no es porque no pueda decir su nombre completo. La llama así de cariño, es bonito tener una forma diferente para dirigirte a aquellos que quieres...”
Tony se quedó pensando, aunque no lo dijo, ¿quizá entonces podía todavía decirle “Steh” y no sería porque fuera tonto?
Lo que sí preguntó fue “¿Y cómo llamas tú a mi mami?”.
Y Sarah recordó aquella noche en que se quedaron dormidas juntas en un sofá viendo películas. Sarah había abierto los ojos en algún momento de la noche y se encontró con el rostro de María muy cerca, largos mechones marrones sobre su rostro y la punta de su nariz brillando con la luz de la luna que se colaba por la ventana, su boca ligeramente abierta y era tan hermosa que ella había pensado mientras acariciaba ese punto brillante: Si Tony es el niño estrella de mi hijo, tú eres mi estrella mayor, María Stark.»
Steve llevó, un poco a ciegas, sus manos hacia el rostro de Tony. —No me pasa nada, Tony. Y no estoy enojado contigo.
«Aunque sí lo había estado.
Con un “¡Jum!” molesto se había retirado de la mesa que compartían. ¿Cómo se atrevían a querer emparejarlos con alguien más? Que si Pepper, que si Thor... ¡Y él sólo quería a Tony, bailar con él!
Entró a un salón que se encontraba vacío, pues todos estaban en su recreo, y se quedó mirando por un amplio ventanal a los demás niños jugando afuera. Cuando alguien entró unos momentos después, casi esperaba que fuera Tony, pero su corazón acelerado se controló cuando vio que –inesperado, sí– era Loki.
—Tony está triste —fue lo único que dijo.
Steve hizo una mueca y fingió no escucharlo. Él también estaba triste.
—¿Sabes que si se lo pides, Tony iría a baile contigo? —Steve lo dudaba, pero Loki siguió hablando—. Lo haría porque te quiere...mucho. Siempre que no estás, todo es “Steve esto”, “Steve aquello” —y Steve no estaba sonriendo como tonto por eso—, pero él realmente quiere ir a Ciencias y Tony es muy listo aunque los demás se burlen de él. Si eres buen amigo, dejarás que elija.
¿Por qué alguien tan pequeño era tan listo?
—¡Ah! —Loki, más acorde con su carácter, golpeó a Steve con un cuaderno—. Se me olvidaba. Se te cayó. Me gustó como dibujaste a Tony —hizo una seña con sus manos— con las estrellitas y los corazones azules alrededor...
Se fue después de eso.
Steve miró su dibujo. Era un buen dibujo, sólo porque era de Tony.»
Tony besó un poco bruscamente los dedos que acariciaban su rostro, para terminar después mordiéndolos mientras hacía sonidos como “ñam ñam ñam”.
Ambos acabaron riendo a carcajadas. Steve con un dedo adolorido y rojo cuando Tony realmente lo mordió con fuerza. Pero no importa, así es el amor, a veces...ya saben...
Steve liberó sus manos y terminaron recostados frente a frente. Quitó unos mechones oscuros de la frente de Tony y, después de un pesado suspiro, dijo: —Puedes ir a Ciencias, Tony. No me enojo. Yo iré a otro.
Tony hizo pucheros. —¿Con otros niños?
Steve sonrió, pensando en su cuaderno de dibujo. —No. No necesito a nadie —o quizá sólo a Tony como su pequeña musa.
* * *
¿No aman a Loki y su amistad con Tony? 😻
Gracias por sus ideas de dibujo ❤
Y María, la estrella mayor 😻, ¿qué imaginan que ha pasado con las mamis?
Alguien preguntó si habrá nuevos profesores. Sí, los habrá y también nuevos personajes. Aunque todavía sabrán de Nat 💙
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