Capitulo 10
Empezaron con los fuegos artificiales, cuando ya había un poco de alboroto Umbridge salio a ver que pasaba, Fred y George entraron montados en sus escobas y tiraron mas fuegos artificiales y echaron a volar los exámenes, después un gran dragón persiguió a Umbridge y tiro los decretos colgados en la pared, salieron siendo perseguidos por los alumnos ya afuera una gran "W" pero mientras todo eso pasaba Ophelia se mantenía en calma leyendo junto a Neville en el sofá de su sala común.
—Neville.—La menor de los Weasley entro junto a Luna.—Hermione nos ha dicho que les ayudemos a entrar a la oficina de Umbridge.
Por un momento le dirigió la mirada a Ophelia quien la ignoró por completo, Longbottom se levantó del sofá bajo la atenta mirada de las 3 chicas.
—Voy contigo.—Habló la Granger.
—No.—Ginny intervino.
—No te estaba preguntando.—Hizo una mueca mientras se ponía junto a Neville.
Y luego de una disputa entre sí ella iría o no, finalmente cedieron, pero el plan no duró mucho cuando la brigada inquisitorial los atrapó.
—He cogido a este intentando ayudar a la chica Weasley.—Habló Draco entrando con Neville.
Poco a poco todos los que pertenecían a la brigada inquisitorial trajo al ejército de Dumbledore para hacerles un interrogatorio. La profesora cara de sapo obligó a Harry a sentarse y le miró fijamente para empezar a preguntarle.
—¿Iban a ver a Dumbledore, verdad?
—No.—Contestó Harry con simpleza.
Entonces la profesora del demonio le dio un bofetada.
—¿Me buscaba?—Ingresó al lugar el profesor Snape.
—¿Ha traído el veritaserum?—Lo miró, estaba a punto de soltar humo de las orejas.
—Me temo que lo ha consumido todo interrogando alumnos. A menos que quiera envenenarlo y le aseguro que no me daría la menor lástima si así fuera, no puedo ayudarla.—Completó Snape.
—Tiene a Canuto, tiene a Canuto en el sitio donde la guardan.—Harry habló para Snape.
—¿Qué es canuto? ¿De qué está hablando, Snape?—El sapo rosa habló confundida.
—Ni idea.—Dijo simplemente y sin más, abandonó el despacho.
—Muy bien, no me das opción Potter. Al ser un asunto de seguridad del Ministerio, no tengo otra salida. La maldición Cruciatus te soltará la lengua.
—Eso es ilegal.—Hermione chilló.
Se burló mientras colocaba la fotografía de Cornelius boca abajo.
—Si el no se entera no pasa nada...
Draco había sido el que atrapó a Ophelia, y no le había agradado para nada aquella idea, ella mantenía la cabeza gacha aguantando la manera en la que el platinado apretaba su brazo con fuerza.
Hermione le hizo creer a la profesora Umbridge que en el bosque estaba el arma secreta de Dumbledore, por lo que fueron los tres a ver al hermano de Hagrid, lo siguiente que Ophelia supo era que se la habían llevado los centauros.
Mientras tanto, Ron encontró la forma de hacer que los soltaran para poder buscar a sus amigos. Ron, Neville, Ophelia y los demás estaban en busca de Harry y a Hermione, hasta que los vieron corriendo en su dirección en el viejo puente de madera.
—¿Cómo se han escapado?—Preguntó Hermione.
—Pastillas vomitivas.—Contestó Ginny.
—Les dije que tenía hambre y que quería algo dulce, claro que me dijeron que no y se las comieron ellas todas.—Contestó Ron.
—¿Cómo viajamos a Londres?—Preguntó Neville.
—Escuchen, no es que no agradezca todo lo que han hecho, pero, ya los he metido en suficientes líos.
—El ejército de Dumbledore se creó para luchar contra Quien Tú Sabes, juntos.
—De acuerdo ¿Cómo llegamos a Londres?—Harry finalmente aceptó.
—Volando, claro.—Luna respondió.
Su idea fue ir a por Thestrals y volar con ellos hasta Londres, y fue grandioso. Todos subieron a uno.
Allí se encontraba al final del pasillo, una puerta verde a conjunto con cada ladrillo del suelo. Daba escalofríos estar ahí.
—Aquí es.—Dijo Harry.
Estaba lleno de bolas de cristal, pasillos y pasillos enteros, con estanterías que parecía que llegaban al cielo, era un lugar inmenso y bastante oscuro.
—Lumos.—Alguien susurró.
—92, 93, 94, 95...—Harry buscaba en cada rincón.
Llegó a donde se suponía que iba a estar Sirius, pero no había nadie. La teoría de que era una trampa fue creciendo.
El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce... Ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro siga con vida...
—¡Harry!—Gritó Hermione.
Todos giraron en su dirección y vieron como un mortífago se iba acercando poco a poco a ellos. Era tenebroso, una máscara cubría su rostro.
—¿Dónde está Sirius?
—Deberías aprender a ver la diferencia entre los sueños y la realidad.—Habló el mortífago.
Sin más, sacó su varita y se quitó la máscara dejando a la vista su rostro. Lucius Malfoy.
—Viste solo lo que el Señor Tenebroso quiso que vieras.—Continuó hablando.—Ahora entrégame la profecía.
Una risa inundó la estancia. Una risa maligna y tenebrosa, que parecía pertenecer a una loca.
—¡Sabe cómo jugaaar!—Gritó de pronto entrando una mujer.
Era Bellatrix Lestrange. Vestía un vestido negro escotado y su melena rizada estaba despeinada. Sabían que estaba loca, y también sabían lo que le hizo a los padres de Neville, era una perra sin escrúpulos.
—Mi pequeño bebito, Potter.—Escupió su nombre con asco.
—Bellatrix Lestrange.—Susurró Neville reconociéndola de inmediato.
Ella lo miró y río enseguida.
—Neville Longbottom, ¿Verdad? ¿Qué tal papá y mamá?
El antes nombrado gruñó a lo que Ophelia sujetó su mano tranquilizándolo.
—Un poco de calma.—Habló pausadamente Lucius.—Por favor, lo único que queremos es la profecía.
Más mortífagos estaban entrando en el lugar. Mientras tanto el padre de Draco seguía hablando;—¿No te has preguntado nunca cual es la razón de la conexión entre tú y el Señor Tenebroso? ¿Por qué no pudo acabar contigo cuando eras solo un infante? ¿No quieres saber el secreto de tu cicatriz? Todas esas respuestas están ahí, Potter. Todo lo que tienes que hacer es dármela y yo te enseñaré todo...
—He esperado catorce años.—Le dijo Harry.—Puedo esperar un poco más. ¡Ahora!
—¡Desmaius!
Todos los mortífagos que estaban frente a ellos desaparecieron por lo que empezaron a correr en dirección de la puerta. Neville sostuvo la mano de Ophelia preocupado de que le sucediera algo.
—¡La puerta está por allí!—Gritó Ron señalándola a unos metros de ellos.
Al fin llegaron a la puerta. Fue Harry el primero en abrirla y todos pasaron por ella, pero no había suelo por lo qué cayeron al vacío.
"El único con poder para derrotar al señor tenebroso se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el señor tenebroso lo señalara como su igual, pero el tendrá un poder que el señor tenebroso no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida... El único con poder para derrotar al señor tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes"
La profecía que tanto habían intentado quitarle de las manos a Harry ahora estaba destruida gracias a que Sirius le había dado un fuerte golpe en la cara a Lucius, Nymphadora Tonks, Remus Lupin, Sirius Black, Ojo Loco y Kingsley Shacklebolt irrumpieron en la sala comenzando una pelea contra los mortifagos.
Bellatrix atacó a Ophelia lanzándole un cruciatus, la rubia con poca fuerza lanzaba hechizos de defensa evitando volver a recibir daño mientras Harry junto a Sirius peleaban con Lucius Malfoy. Cuando este fue neutralizado Bellatrix arrojó desde una no tan gran altura a Ophelia quien para su suerte Remus logró evitar que se golpeara fuerte.
—Gracias.—Se levantó como pudo continuando con su pelea.
—¡Avada Kedavra!
Aquel hechizo mortal le dio a Sirius haciendo que sonrisa marcada en su rostro desapareciera mientras traspasaba el velo de la muerte, los gritos de Harry resonaron en el lugar ante la muerte de su padrino.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro