01. Encuentro
—En serio me gustaría ser igual de aplicado que tú, Kook. Ni siquiera puedo mantenerme más de diez minutos estudiando sin distraerme —dijo divertido Jimin mientras rodeaba los hombros de su amigo con su brazo.
—No es tan difícil como crees Jimin, pero a veces es un poco cansado —aclaró Jungkook.
El salón de clases ya estaba casi vacío, solamente quedaban Jimin y Jungkook hablando.
—Aún así, no creo que yo podría hacerlo. Además, me da miedo el maestro que asignan para cuidar a los alumnos en sus horas extras
—¿El profesor Kim?
—Ese mismo. Siento que él tipo me odia, desde los primeros días de clase me miraba con odio —Jimin sintió escalofríos en el cuerpo.
Jungkook sonrió.
—No es tan malo como crees.
—Como sea, yo debo llegar a mi casa antes de que mi padre se enojé. Ya sabes cómo es —advirtió Jimin. Revolvió el cabello del menor y se despidió con la mano dirigiéndose a la puerta del salón.
—Sí, lo sé.
—Nos vemos mañana, Jungkook. No te vayas a exceder, por favor —dijo para luego salir del salón.
Cuando Jimin ya no se escuchaba cerca, Jungkook nuevamente se quedaba sólo en el salón de clases. El silencio era su única compañía.
Jungkook acostumbraba a quedarse estudiando hasta tarde en la preparatoria, ya que era un lugar tranquilo a comparación de su caótico hogar.
Agradece que la preparatoria le permitía a los estudiantes quedarse dos horas más del horario definido para hacer actividades deportivas o con fines estudiantiles.
Había pocas ocasiones en las que se decidían quedarse más de cinco personas como mínimo en el aula -pues los estudiantes preferían aprovechar las horas extra para el deporte- y en muchas de las pocas veces que había personas en el salón; eran porqué algunas chicas y chicos querían hacerle "compañía" a Jungkook, o en otras palabras, querían coquetearle. Pero Jungkook las decidió ignorar.
Y Jimin tenía razón en una cosa, le gustaba quedarse hasta tarde estudiando, o al menos así era hasta hace una semana; ahora tenía una razón más importante.
Jungkook se levantó de su asiento, guardó sus cosas y revisó que no quedará nadie, solamente se encontraban los deportistas afuera del edificio siguiendo su rutina de entrenamiento con ayuda de un docente.
Sonrió para sí mismo con picardía.
Caminó en dirección hasta la oficina del maestro de "Ciencias Sociales" pues tenía unos asuntos importantes que discutir con él.
Llegó hasta la oficina del maestro, asegurándose en el camino que estuviera vacío todo. Abrió la puerta de la oficina sin preguntar y sonrió cuando su maestro se encontró con su mirada.
Estaba sentado, en el escritorio había varios papeles. Sus lentes estaban algo inclinados. Dedicó una sonrisa amable a Jungkook.
—Falta poco para que terminé la jornada escolar, Jeon —advirtió divertido el maestro.
—Se me pasó el tiempo rápido, profesor.
Taehyung se levantó del asiento del escritorio y se colocó frente a Jungkook.
—Ya te estabas tardando —sonrió ladino, se acercó al rostro de Jungkook, rodeó el cuello del menor con sus brazos y junto sus labios con los de este.
Desde el inicio fue un beso lleno de lujuria, las bocas de ambos se movían con desesperación y mantenían un ritmo apresurado pero constante. Taehyung liberó un leve aroma a vainilla.
Los dedos de la mano de Jungkook se enredaron en el cabello de gris Taehyung y lo jaló, obligándolo a ceder el control del beso y que Jungkook pudiera tomar el ritmo que deseará.
Jungkook sostuvo la cintura de Taehyung acercándolo a él rozando sus intimidades. Taehyung abrió levemente la boca para que Jungkook tuviera acceso al interior de ella y comenzará a explorar todo su interior a su gusto; y maldición, se sentía tan increíble.
Los chasquidos entre ellos fueron el único sonido que se escuchaba en la habitación. Los labios de Jungkook apretaban con la presión justamente necesaria para adormecer sus belfos. Fue placentero sentir nuevamente esa sensación que los hacía querer llegar a más.
Esa sensación que volvía loco a Taehyung, eran simplemente los suaves labios Jungkook y su cálida y castigadora lengua contra la suya.
Ambos se separaron uno del otro por la falta de aire, dejando un pequeño rastro de saliva.
Jungkook se relamió los labios y sonrió.
—Sabe tan bien.
Y bueno, esa era la rutina de Jungkook en su día: Levantarse para ir a estudiar diez horas a la escuela, soportar a todos su compañeros de clase molestos (a excepción de Jimin y Yoongi, ellos si eran agradables) y luego quedarse una hora extra estudiando.
Y claro, por última parte estaba su hora favorita del día, el encuentro con su adorado y dulce maestro.
Pero está extraña rutina había comenzado la semana pasada, cuando se encontró con su maestro Taehyung en la biblioteca, a mitad de su celo.
Una semana antes
Jungkook nuevamente estaba sólo en el aula, como siempre. Hojeaba su libro con delicadeza mientras leía y subrayaba las partes más relevantes del tema.
Su postura era recta y firme, dando un aire de elegancia a cualquier ojos que observarán.
Llevaba ahí casi una hora entera, y al menos unas siete personas habían entrado al salón con la excusa de "también querer estudiar", pero solamente se quedaban a mirar a Jungkook sin ningún tipo de disimulo, e incluso algunos omegas habían liberado algunas feromonas bastante débiles para atraer la atención de Jungkook.
Pero nadie los culparía, Jungkook era demasiado atractivo, su personalidad cerrada y reservada llamaba la atención y al ser un alfa con una actitud sumamente dominante, atraía a las personas.
En otras palabras, nadie podía resistirse a Jungkook.
Pero para la mala suerte de todos, Jungkook no estaba interesado en ninguno de ellos, sus ojos ya estaban fijos en alguien; alguien que tenía la necesidad de reclamar suyo.
Después de un rato de arduo estudio y que su alarma que indicaba que el tiempo de estar había acabado; guardó sus cosas, se levantó del asiento y salió del aula.
Primero necesitaba ir a la biblioteca por algunos libros que necesitaba.
Mientras caminaba, no parecía haber nadie a su alrededor, aunque bueno, era normal. Nadie quería quedarse en la escuela dos horas más de lo necesario.
Todo estaba tranquilo, todo estaba en orden, y todo seguía su mismo curso de monotonía; al menos hasta que su nariz sintió el empalagoso aroma a vainilla.
Jungkook se recargó en una pared cercana para evitar caer al suelo, ese olor era demasiado fuerte, atrayente y delicioso; pero más importante, conocido.
Jungkook miró en dirección a la biblioteca, la cual se encontraba casi justo frente a él. De ese lugar provenía esas atrayentes feromonas con olor a dulce vainilla.
Entró a la biblioteca, se comenzaron a escuchar jadeos desesperados detrás de un librero. Cerró la puerta detrás suyo para que nadie entrara.
Jungkook examinó su alrededor, estaban solos.
Caminó con lentitud, intentó controlar a su alfa que estaba ansioso por encontrarse con la fuente de esas feromonas tan intensas.
Y finalmente, encontró una imagen que nunca creyó ver frente suyo:
Su adorado maestro, Kim Taehyung, estaba sentado en el suelo de la biblioteca, rodeado de algunos libros esparcidos a su alrededor. Su rostro se veía débil al igual que su cuerpo temblaba, su rostro se encontraba sonrojado y su expresión decía que estaba necesitado de ayuda; estaba en su ciclo de celo.
—¡Profesor Kim! ¿Se encuentra bien? —preguntó con cierta preocupación Jungkook. Se acercó al hombre yacido en el suelo y colocó una mano en su hombro.
—J-jeon... Q-que bueno que e-estas aquí. Oh cielos —hizo una pausa. Su respiración estaba agitada—, Jeon, n-necesito que me ayudes.
—¿Qué puedo hacer, profesor Kim?
Jungkook hacía lo posible para controlarse, sólo un poco más.
—En mi o-oficina, hay unos s-supresores. T-traemelos, los necesito ahora.
Jungkook sonrió para sus adentros. La suerte se ponía de su lado. Fingió una expresión de preocupación.
—P-profesor, su oficina estaba con llave. Primero quería buscarlo a usted, pero al ver que su oficina estaba cerrada, comencé a buscarlo —mintió.
—M-mierda, dejé las llaves a-adentro entonces.
Taehyung se aferró a los hombros de Jungkook, estaba muy débil.
—M-maldición, está mañana e-estaba bien. ¡Ah! J-jungkook, necesito ayuda. U-urgente.
Jungkook miró a Taehyung, su expresión tan necesitada, tan hermosa y suplicante. Ya no podía controlarse, el olor que emanaba Taehyung era demasiado para él.
Taehyung estaba apunto de volver a hablar cuando sintió que Jungkook juntaba sus labios con los suyos en un beso. Taehyung abrió los ojos sorprendido por la repentina acción, ¿por qué Jungkook hacía eso?.
Al inicio fue un beso torpe y despacio, pero cada vez comenzaba a acelerarse el ritmo, un ritmo que a Taehyung le costaba seguir.
Taehyung sabía que debía separarse, sabía que estaba mal y que no debía hacerlo. Lo sabía perfectamente; pero maldición, le encantaba. Y con sus sentidos completamente perdidos y que su juicio estuviera casi nulo, no podía resistirse. Su cuerpo ardía, sentía que le quemaba y se encontraba muy necesitado de ayuda.
Se dejó llevar, ignorando la poca razón que aún le quedaba.
El menor decidió continuar al ver que Taehyung no puso resistencia alguna, profundizó más el beso introduciendo esta vez la lengua haciendo que el mayor se estremeciera mientras colocaba sus delicadas manos en sus hombros y se aferraba fuertemente.
La felicidad y el deseo de Jungkook aumentó al saber que era correspondido con la misma intensidad.
Lo acercó más a su pecho haciendo que sus intimidades chocarán entre sí, para ese entonces ambas bocas se fundían lento y sin tregua, una mano de Jungkook término en la espalda de Taehyung deslizándose suavemente y la otra profundizó sobre la cabellera del mayor de cabello gris.
Taehyung seguía apenas el ritmo de los labios de alfa, succionando suavemente; un hilo de saliva se escapó cuando hicieron una pequeña pausa. Se miraron a los ojos unos segundos, estaba vez Taehyung arremetió contra los labios del alfa besándolo con hambre y deseo.
La temperatura de ambos había comenzado a subir aún más de lo que ya se había encontrado antes.
Tuvieron que separarse para recuperar el aire.
—J-jungkook —habló con la respiración entrecortada y ojos llorosos—, l-lo necesito ahora.
Taehyung se encontraba sobre el regazo de Jungkook, hacía movimientos circulares intentando provocar al menor de los dos.
Jungkook sonrió ladino. Ninguno tenía el control de sus acciones, el deseo y necesidad era lo que ahora mandaba en el lugar.
El de cabellos negros movió delicadamente a Taehyung colocándolo boca arriba en el suelo.
Se colocó encima del mayor. Observó un pequeño bulto húmedo en sus pantalones.
—Le ayudaré profesor, no se preocupe.
Deslizó los pantalones de Taehyung hasta quitárselos completamente, dejando al descubierto esas delicadas y hermosas piernas las cuales comenzó a acariciar.
La calidez de su tacto ascendió hasta su pelvis dónde formó círculos con su pulgar. Acercó sus labios hacia el lóbulo de la oreja de Taehyung y lo chupó.
Taehyung exhaló pesadamente mordió y luego mordió su labio inferior y abrió los ojos. Lo observó de soslayo con la lujuria escrita en su mirada.
Luego, Jungkook sostuvo entre sus dedos el borde de la tela y lo bajó lentamente hasta que el miembro erecto de Taehyung estuvo expuesto. Acercó su mano a los labios de Taehyung y el grisáceo lamió sus dedos hasta dejarlos resbalosos. Jungkook sonrió y abrió las piernas de Taehyung exponiendo todos su cuerpo ante la mirada de este. Después rodeó con su mano húmeda el miembro tenso, provocando que Taehyung soltará un gemido.
No habían dejado de mirarse y aquello sólo aumentaba el deseo que tenían. Los dedos de Jungkook acariciaron su falo en un movimiento ascendente y luego movió en círculos el pulgar sobre el glande.
Con la otra mano, comenzó a masajear la entrada ya húmeda de Taehyung, por lo que esté se volvió un desastre de jadeos y gemidos de placer.
Y por más que el alfa estuviera necesitado, sabía perfectamente que no debía llegar a extremos mayores en esa situación, por lo que decidió controlarse un poco.
Insertó dos dedos de golpe en la entrada de su profesor y comenzó a abrirlos y cerrarlos.
—¡Ah! Oh Dios —gritó Taehyung por la repentina intrusión—. M-más, más rápido.
Jungkook aceptó la petición y comenzó a aumentar la velocidad de los movimientos que hacía en el miembro de Jungkook.
Insertó otro dedo en la entrada de Taehyung y este soltó un gemido repentino de placer. Un líquido blanco salpicó del miembro de Taehyung y se corrió en la mano de Jungkook.
Los ojos de su profesor estaban llorosos y con una mirada llena de lujuria, un sonrojo se hacía presente en su rostro y rastros de saliva salían de su boca. Su cabello y ropa estaban hechos un desorden.
Jungkook insertó un tercer dedo y comenzó a buscar el punto dulce de Taehyung.
Sus dedos eran largos y un poco gruesos, se movían bruscamente en el interior de su profesor y este jadeaba por la excitante sensación.
—¡Ah! ¡J-jeon! —gritó extasiado Taehyung cuando Jungkook tocó ese lugar que lo enloquecía y lo llenaba de placer, y unos segundos después se corrió por segunda vez.
Jungkook comenzó a esparcir sus feromonas cuando vió a Taehyung de esa manera. Jungkook se acercó a Taehyung y comenzó a lamer el cuello de este absteniéndose de las ganas de posicionar una marca en ese blanquecino cuello.
Taehyung se sentía bien al tener varias partes de su cuerpo recibiendo atención, estaba cerca del orgasmo. Pero quería algo más, necesitaba que Jungkook estuviera completamente dentro de él.
Jungkook dejó desatendido a Taehyung para poder desabrochar su pantalón y sacar su enorme erección
Luego juntó el miembro de Taehyung y el suyo y comenzó a frotarlo con una mano mientras que con la otra presionaba la cintura de Taehyung. Soltó un gruñido de placer.
—J-jeon, n-necesito que me hagas tuyo. Por favor.
Jungkook quería ceder ante las súplicas del omega pero sabía que no podía.
En cambio, volvió a insertar sus dedos y a presionar una y otra vez el punto que hacía volver loco a Taehyung.
Solamente en la biblioteca se escuchaba los ruidos que esos dos hacían; el aroma a vainilla tan empalagoso de Taehyung y el de las feromonas con olor a café inundaba el lugar.
Siguieron así durante un rato hasta que Jungkook término por eyacular y Taehyung se encontraba más agotado y calmado.
Jungkook limpio el desorden que había hecho así como a Taehyung y lo vistió para llevarlo a su auto.
Jungkook mentiría si dijera que se arrepentía de lo que hizo, porque aunque sabía que estaba mal, y sabía que era incorrecto; maldición, le había encantado.
Miró su reloj, ya había pasado una hora más de lo que la escuela permitía.
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La personita que pensó que no habría coito desde el primer capítulo leyendo esto tipo: "¡Es un chingo de porno!"
Jajaja, holaaaaa. ¿Les gustó el primer capítulo? La verdad no soy muy buena escribiendo escenas +18, pero hice un intento jaja.
Si te gusto la historia, espero y sigas leyendo ฅ^•ﻌ•^ฅ
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