Ya habían pasado semanas después de lo que pasó en el festival,habían reparado algunas cosas que fueron destruidas y atendieron a la gente herida,desde ese día algunas personas estaban algo asustadas,nadie sabía si iban a volver a atacar.

Pero a Tom no le importaba eso,lo único que le importaba era aquel lobo de cuernos,quería volver a verlo,sabía bien qué era peligroso pero necesitaba al lobo,algo le atrajo la atención.

-¿Tom?,¿estas bien?- Preguntó Laurel algo preocupada,su amigo había estado mirando un punto fijo en el suelo sin decir ni una sola palabra,Tom volvió a la realidad y asintió.

-Si,solo estaba pensando- Dijo con una sonrisa tranquila en el rostro.

-Wow,¿tu piensas?- Bromeó la chica mitad ave,Tom soltó una risa y le dio un ligero golpe en el brazo a la chica.

-Tonta...- Dijo Tom para después volver a pensar en el lobo,¿por qué no lo mató?,se notaba que él era más débil que el conejo ya que estaba herido pero no acabó con él,se sentía raro.

-... Tom,¿estás asustado de que vuelva a pasar?- Volvió a preguntar la chica,sabía que algo le pasaba a su amigo.

-No... - Respondió mirando con seriedad a la chica -... Solo estoy cansado-.

-Oh,entonces ve a descansar conejito- Dijo la chica con una sonrisa tierna -¿Te acompaño?- Tom negó con la cabeza y se despidió de la chica para después empezar a caminar a su casa.

Al ya estar en su hogar se tiró en la cama,la imagen de ese lobo no salía de su mente,ese depredador lo estaba volviendo loco,cerró sus ojos para poder descansar tal vez así podría dejar de pensar en él.

{...}

El depredador de ojos esmeralda estaba recostado en el suelo mientras miraba el cielo,estaba pensando en el conejo de ojos negros,estaba muy agradecido de que le hubiera dejado vivir,quería ir a agradecerle pero eso tal vez pondría su vida en riesgo.

Cuando pensaba en ese chico sentía que su corazón latía rápidamente,era la primera vez que sentía algo así,era extraño.

-¿Que me está pasando?- Dijo en voz baja,no podía dejar de pensar en él,aun estaba su voz en su mente,podía jurar que cuando escuchó aquella voz ronca sintió como mariposas en su estómago,¿estaba enfermo?.

Suspiro cansado,cerró sus ojos para descansar un rato,debía sacar a ese conejo de su mente.

{...}

No podía descansar,cuando dormía ese depredador aparecía en sus sueños,no importaba a donde fuera él aparecía en su mente de nuevo.

Suspiro y salió de su casa para ir a dar un paseo por el bosque,era peligroso pero en ese momento los lobos estarian ocupados atendiendo a los heridos así que no debía preocuparse mucho.

Ya no quería pensar en el lobo,era molesto y lo asustaba,no sabía porque pensaba tanto en él.

De repente vio algo a lo lejos,se acercó lentamente y se escondió detrás de un arbusto sin hacer ruido,se sorprendió al ver al pequeño lobo descansando en el suelo,estaba dormido,fue lentamente hacia él tratando de no despertarlo,no pudo evitar mirar sus labios,sentía que lo estaban llamando,pedían a gritos que los besara,se acercó lentamente a su rostro mientras sus respiraciones se mezclaban,cerró los ojos para besarlo,no pensaba con claridad en ese momento solo pensaba en besar esos perfectos labios.

Tord al sentir la respiración del contrario abrió sus ojos lentamente,encontrándose con un chico mitad conejo a pocos centímetros de su rostro.

-¡Aahh!- Gritó el lobo,eso asustó al conejo,Tord por instinto le dio una cachetada a Tom y se alejó rápidamente -¡¿Pero que haces?!-.

-Yo...no lo se- Tom estaba sorprendido,casi besaba a un lobo.

-¡Estabas tratando de besarme!- El lobo no podía dejar de gritar,estaba algo asustado.

-Perdón...- Se disculpó el conejo mirando a otro lado sonrojado.

Tord suspiró calmandose un poco,él también estaba sonrojado.

-Disculpa aceptada...- Le sonrió al conejo -Gracias-.

-¿Uh?,¿por qué?- Lo miró confundido,no sabía porque le agradecía.

-Por dejarme vivir,tuviste la oportunidad de matarme pero no lo hiciste- Tord se acercó un poco al británico - Soy Tord- Se presentó el chico.

-... Yo soy Tom- Tom le sonrió al contrario,Tord,no podía dejar de repetir ese nombre en su mente.

-Lindo nombre,Tom- Tom se sonrojo más por ese comentario.

-El tuyo también es lindo...- Tom volvió a mirar a otro lado,le daba vergüenza que lo viera así.

-¡Gracias!- A Tord le parecía tierna la forma en la que actuaba el conejo.

Estuvieron hablando todo el día para conocerse mejor,no eran tan diferentes,ambos disfrutaban estar al lado del otro,querían estar así para siempre pero el sol empezó a ocultarse dejando salir a la luna.

-Debo irme...- Dijo el conejo con tristeza mientras se levantaba del suelo,Tord no quería que se fuera así que se le ocurrió algo.

-Nos veremos aquí mañana,así podremos seguir hablando- Dijo el noruego con alegría,Tom sonrió,le parecía una buena idea.

-Entonces hasta mañana- Ambos se despidieron y fueron a sus casas.

No podían esperar para el día siguiente,querían volver a hablar con el otro,sin duda disfrutaron mucho ese día.