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"ARTISTIC REPRESENTATION"

Más tarde, ya en la habitación, Kitty estaba sentada en su escritorio revisando algunas cosas en su teléfono cuando Stella apareció en la puerta, apoyándose contra el marco con una sonrisa despreocupada.

-Oye, Kitty -comenzó Stella, cruzando los brazos.

-¿Sí? -respondió Kitty, sin levantar la vista del teléfono.

-Necesito un favor.

-Depende del favor -replicó Kitty, finalmente alzando la mirada.

Stella caminó hacia ella, dejando caer su cabello con un gesto relajado.

-¿Tienes el número de Min Ho?

Kitty alzó una ceja, claramente sorprendida por la pregunta.

-¿Por qué necesitas el número de Min Ho?

Stella se encogió de hombros, fingiendo indiferencia.

-Es para un trabajo grupal que mencionaron en la parrillada. Necesito coordinar unas cosas con él.

Aunque Kitty seguía encontrándolo extraño, no parecía haber ningún motivo real para no dárselo.

-Hmm, eso suena... raro -dijo, mientras tomaba su teléfono y comenzaba a escribir un mensaje.

-¿Por qué sería raro? -preguntó Stella, poniendo su mejor cara de inocencia.

-No sé, simplemente no parecía que te interesaran mucho las tareas grupales anoche -respondió Kitty con un toque de sospecha, mirando de reojo a Stella antes de enviar el mensaje con el contacto de Min Ho.

-Oh, por favor, eso fue ayer. Ahora tengo energía para empezar el semestre con fuerza.

Kitty le dedicó una mirada dudosa, pero finalmente no dijo más.

-Listo, ahí tienes. Ya le mandé tu número por mensaje.

Stella sonrió, claramente satisfecha.

-Gracias, eres la mejor.

Con eso, se dio media vuelta y salió de la habitación. Kitty la observó irse con los ojos entrecerrados, todavía sospechando, aunque no tenía pruebas concretas de que Stella tuviera intenciones distintas a las que había mencionado.

Cuando Stella estuvo fuera, tomó su propio teléfono, encontrando el mensaje con el contacto de Min Ho. Sonriendo para sí misma, se dijo en voz baja:

-Un pequeño mensaje no hace daño...

Y comenzó a escribirle.

Harper y Min Ho caminaban tranquilamente por el campus camino a su primera clase de representación artística. El sol brillaba ligeramente, y la conversación entre ellos fluía de manera agradable, como siempre lo hacía. Sin embargo, su tranquilidad fue interrumpida cuando Stella apareció de repente frente a ellos con su característica sonrisa confiada.

-¡Harper! ¡Min Ho! -saludó con un tono casi exagerado.

-Hola, Stella -respondió Harper con un gesto cortés, aunque le pareció notar cierta intención en la forma en que Stella sonrió directamente hacia Min Ho.

-Min Ho, ¿ya viste el video que te envié? -dijo Stella, inclinándose un poco hacia él-. Fue muy divertido hablar contigo toda la noche. ¿Verdad?

Antes de que Harper o Min Ho pudieran reaccionar o siquiera responder, Stella les dedicó otra sonrisa, saludó con la mano y se alejó rápidamente, dejando tras de sí un silencio incómodo.

Harper se quedó quieta unos segundos, procesando lo que acababa de escuchar. Luego miró a Min Ho, arqueando una ceja.

-¿Cómo que hablaron toda la noche?

Min Ho levantó las manos en un gesto defensivo.

-Espera, no es lo que parece. Sólo hablamos un poco sobre el trabajo grupal, nada más.

Harper entrecerró los ojos.

-¿Un poco? Eso no suena a "toda la noche".

Min Ho suspiró, claramente frustrado.

-Te lo juro, Harper. Fue una conversación corta, y todo fue por el proyecto.

-Entonces, ¿por qué Stella lo diría de esa manera?

Él pasó una mano por su cabello, ya perdiendo la paciencia con la situación, pero rápidamente trató de calmarse al notar la mirada de Harper.

-No lo sé, probablemente quería molestar. Pero te aseguro que no hay nada raro, ¿ok?

Harper asintió, aunque claramente no estaba convencida.

-Hablaremos después de clases.

Antes de que pudiera dar un paso más, Min Ho la tomó suavemente de la cintura, obligándola a detenerse.

-No te enojes conmigo, Harper -le dijo con una mirada sincera-. Yo sólo quiero estar contigo, y no voy a dejar que alguien como Stella arruine eso.

Harper lo miró por un momento, tratando de decidir si las palabras de Min Ho eran suficientes para disipar sus dudas. Finalmente, soltó un suspiro pesado y lo miró a los ojos.

-Después de clases, Min Ho.

Él asintió, soltándola con cuidado mientras ambos continuaban su camino hacia la clase, aunque la incomodidad entre ellos se sentía como una sombra que los seguía de cerca.

Cuando Harper y Min Ho llegaron al salón de clase, ambos intentaron ignorar la tensión que había entre ellos tras la aparición de Stella. Sin embargo, al entrar y ver a un hombre parado al frente del aula, la atención de Min Ho se desvió por completo, su rostro se endureció, y murmuró para sí mismo:

-No puede ser...

Harper miró a Min Ho con curiosidad, pero antes de que pudiera preguntar qué pasaba, el hombre levantó una mano con aire teatral y exclamó:

-¡Buenas tardes a todos! Bienvenidos a la mejor experiencia que tendrán en su tiempo en KISS. Felicidades por colarse en una clase tan selecta. Ustedes son de los pocos afortunados que tendrán la oportunidad de aprender de mí... aunque tengo una noticia para ustedes.

Los estudiantes lo observaban atentos, con excepción de Min Ho, que cruzó los brazos con evidente desdén.

-Ser un representante exitoso no es algo que se pueda enseñar.

Min Ho murmuró en voz baja:

-¿Y entonces para qué es esta clase?

Harper tuvo que cubrirse la boca para reprimir una risa mientras trataba de entender lo que estaba sucediendo. El hombre continuó hablando sin notar la mueca de Min Ho.

-Todo se resume en confiar en su instinto. Y hoy... -hizo una pausa dramática, sonriendo con aire de grandeza-... hoy van a gana un lugar en voz avanzada, el programa más exclusivo que tenemos. Y también van a decidir a quién le vamos a cortar el micrófono.

Un murmullo recorrió el salón. Kitty, que estaba junto a Harper, levantó la mano insegura antes de hablar.

-Señor Moon, yo realmente no sé suficiente sobre canto como para ser una jueza efectiva.

El hombre giró hacia ella con una sonrisa condescendiente.

-Las opiniones más contundentes siempre vienen de cosas de las que no se sabe casi nada.

Kitty lo miró con incredulidad mientras Harper reprimía una risa nerviosa, y Min Ho murmuraba algo ininteligible entre dientes, claramente frustrado. La tensión en el aula se sentía mientras el Señor Moon extendía los brazos, animando a los estudiantes a prepararse para lo que prometía ser una experiencia impredecible.

La clase avanzaba mientras los estudiantes intentaban mostrar su talento en el escenario. Algunos cantaban bien y lograban mantener el ritmo, mientras otros desafinaban terriblemente. Unos cuantos, dominados por el pánico escénico, simplemente huían del salón antes de terminar. Harper observaba todo con una mezcla de asombro y nerviosismo.

Cuando finalmente llegó el momento de anunciar los resultados, el Señor Moon se paró al frente con una sonrisa altanera.

-Dae Kim, quien una aprobación unánime. Pero Min ho piensa que estuvo un poco desafinado.

Kitty lo golpeó ligeramente en el hombro con un dedo acusador.

-¿En serio?

Antes de que Min Ho pudiera responder, el Señor Moon intervino con una sonrisa de complicidad.

-Concuerdo con Min Ho. De hecho, él y yo compartimos opiniones iguales en todas las evaluaciones de hoy.

Min Ho levantó una ceja por la aprobación de su padre.

Luego, el Señor Moon se giró hacia Stella, mirándola con expectación.

-Stella, eres la única que votó a favor de Mihee. Explícame por qué.

Stella cruzó los brazos y miró al frente con algo de nerviosismo.

-No quería herir sus sentimientos.

Min Ho dejó escapar un bufido y dijo con calma:

-Es mucho más hiriente dejar que alguien sin talento crea que lo tiene.

El Señor Moon aplaudió mientras asentía con entusiasmo.

-¡Exacto! Este negocio no tiene espacio para los que endulzan la verdad. Si no puedes decir las cosas como son, no lo lograrás.

El timbre sonó en ese momento, marcando el final de la clase. Los estudiantes comenzaron a recoger sus cosas rápidamente, aliviados por el término de la experiencia.

Min Ho aprovechó el momento para tomar la mano de Harper antes de que nadie pudiera detenerlos. Sin decir nada, la guió hacia la salida. Harper entrelazó sus dedos con los de él, sintiendo una mezcla de ternura y determinación en su gesto.