IX. Dudas
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Ginny sabía que la utopía que estaba viviendo con el Doctor Cullen era más que perfecta. De cierto modo, eso la asustaba.
Un hombre tan perfecto como él solo podía existir en los libros, ¿caballeros totalmente dispuesto a cumplir la voluntad de su amada?, era irreal.
Pero aún con todo y las dudas, había algo que la empujaba a confiar tan ciegamente en sus palabras, algo que le impedía que se alejara demasiado de aquel rubio de ojos dorados y profundos.
Ginny no sabía si era por su falta de atención o solo era cosa del destino en si. Algo como las almas gemelas y ese montón de conceptos astrales que te leían en el tarot.
Porque, vamos, estar con él se sentía tan especial que dudaba que fuera algo que ella sintiera solo por necesidad carnal.
Lo que ella sentía junto a él era emocional, algo que llenaba su corazón en cada pequeño latido.
Ahora junto a él, en su auto, iban camino a casa de la menor para dar por finalizada la estupenda cita que él se encargó de preparar para ambos.
Y Ginny tenía esa sensación fenomenal en en su pecho.
Miraba con detenimiento al mayor conociendo. Memorizado cada pequeña características de su perfil masculino.
Ambos parecían haberse puesto de acuerdo para no hablar, pues ninguno alegaba absolutamente nada. Por lo que el silencio se volvió bastante relajante para Ginny, ocasionando que comenzará a bostezar del sueño.
Carlisle noto esto.
— ¿Tienes sueño?— la mira unos instantes y devuelve la vista a la autopista.
Ginny niega suavemente, pero sus pesados párpados se caen, revelado que en realidad está mintiendo.
— Puedes dormir, no te preocupes— acaricia suavemente su cabello para darle confianza—, prometo avisarte cuando lleguemos a tu casa.
— Está... bien...— susurra antes de caer por completo dormida.
Carlisle sonríe enternecido y acomoda el asiento para que así la chica descanse lo más cómoda posible sobre el respaldar. Toma una manta de los asientos traseros y la coloca sobre ella con una mano.
Toma lentitud al manejar para así darle mayor tiempo de descanso a la rubia mientras llegan a casa.
No mentiría, la mayor parte del viaje paso mirándola en cada oportunidad que tenía.
Ginny era tan especial para él.
No podía describir con palabras lo mucho que le llenaba el haberla encontrado, después de tantos años, al fin sabría lo que se sentía tener a alguien con quién compartir los mejores momentos de la vida.
Una profunda sensación de protección se instalo en él desde el día que la encontró. Cuidaría de Ginny tanto como fuera posible, la protegería de todo los males del mundo y la arroparia entre sus brazos para brindarle la protección que necesite dentro de ellos.
Sería el hombre que merecería todo de ella, lo haría.
Una vez llegaron a la estación cerca de la casa de Ginny, Carlisle decidió que era tiempo de despertarla.
— Hmm— la joven abre los ojos con pereza y mira a su alrededor perdida—, ¿Que?
— Ya llegamos a tu casa, pequeña— sonríe y aparta unos mechones rebeldes del cabello desparramado de la chica—, es momento de irte.
— ¿Dormí durante mucho tiempo?— bosteza mientras se acomoda en el asiento.
— No mucho, tranquila.
— Pero... ya anocheció— mira por la ventana—. ¿Que hora es?
— Apenas acaba de oscurecer, no te preocupes— tranquiliza— son las 7:01, aún no es demasiado tarde.
Ginny lame sus labios y suspira de alivio.
— Pensé que serían casi las 9, mamá me mataría si llego tarde— hace un ligero puchero.
— Pero estás llegando a la hora correcta, así que espero que no te lleves un regaño por mi culpa.
— Oh, no, no, no— niega—, está bien.
— Intentaré traerte lo más temprano que pueda la próxima vez— promete.
— No te preocupes, amo pasar tiempo contigo.
Carlisle sonríe estando de acuerdo y llega el momento de despedirse.
Ginny sale diciéndole cuánto disfruto la cita del día de hoy y que espera con muchas ansias la siguiente, lo cual pone muy contento al doctor y este le asegura que pronto tendrán otra más juntos.
La joven rubia se dirige hasta su casa con una sonrisa de oreja a oreja y entra por la puerta notando de inmediato que su madre aún no llega, lo cual deja más tranquila a Ginny.
Sube rápidamente las escaleras y corre a cambiarse de atuendo por uno más cómodo.
Esa noche transcurrió igual que todas las demás, con la excepción de que está vez Ginny no pudo parar de pensar en lo perfecto que era Carlisle y lo entusiasmada que estaba por comenzar a salir con él.
Solo espera que jamás se entere de la asquerosa mancha que hay en su pasado.
La mañana del día siguiente, Ginny noto que el cielo se encontraba mucho más despejado. El sol por fin de asomaba después de largos días de niebla densa, eso ponía muy feliz a la chica ya que significaba que podría usar ropa más descubierta y estilizada el día de hoy.
Llevo uno de sus mejores outfits planeados para días cálidos y salió de casa con toda la actitud. Recibió bastantes miradas aprobatorias de parte de muchas chicas en la entrada de la preparatoria, lo cual la hizo sentirse súper feliz.
Su día transcurrió bastante normal, con el cambio de que casi la mayoría de estudiantes estaban en la parte del campus tomando sol y jugando.
Bella, Jessica y Angela le hacían compañía en una de las mesitas de afuera.
— ¡Invite a Erick al baile y me dijo que si!— llegó sonriendo la de lentes.
— Te lo dije— se limito a decir Bella.
— ¿Erick y tú?— se sorprende Ginny—, eso es muy bueno, Ángela, no creí que él te atrajera de ese modo.
— Bueno, realmente no estoy tan segura de mis sentimientos, pero creo que me parece lindo— se ruboriza.
— ¡Dios, que ternura!— chilla Ginny y abraza a Angela con emoción—, espero que les vaya bien en el baile juntos.
— Gracias, Ginny.
— Los Cullen no vienen cuando hay bien clima— dice Jessica cuando nota que Bella no para de buscar a Edward—, él y la señora Cullen los llevan de campamento— cierra los ojos disfrutando de la vitamina d que le ofrece el sol—. Intenté hacer eso con mis padres y no funcionó— ríe.
— ¿La señora Cullen?— Ginny traga saliva creyendo haber escuchado mal.
— Si, la esposa del Doctor Cullen— habla Angela—, es una mujer muy linda.
— Quieren decir que está ¿casado?— titubea un poco en la pregunta.
— Decepcionante ¿verdad?— se mete Jessica—, igualmente los hombres como el están... muy lejos de nuestra liga.
— Si claro— niega Ginny fingiendo una sonrisa—, es demasiado mayor.
El corazoncito de Ginny se aprieta con fuerza y un nudo gigante de atora en su garganta sin intenciones de irse pronto.
Se levanta de la mesita rápidamente con la excusa de que necesita ir al baño y se encierra en uno de los cubículos.
Sus ojos se hace cristales por las lágrimas amenazantes por salir y suspira conteniendo algún chillido que quería escapar de su garganta.
¿Debía ser un error verdad?
Jessica y Angela seguro estaban jugando, si era eso.
Carlisle le había dicho que el no tenía esposa, era un hombre soltero. Quizás la chicas solo estaban suponiendo que él tenía esposa así como ella lo suponía en su momento.
¿Pero porque Angela sabe que ella es bonita?, ¿La vieron?
Ginny no puede evitar sentir un cúmulo de emociones negativas apoderarse de ella, no quería llorar, no quería.
Limpio sus ojos suavemente para que no notarán que había estado a punto de derramar lágrimas e intento calmar su respiración en ese momento.
No es que Ginny sea una exagerada, pero no podía evitar ser una sentimental de mierda y después de estar idealizando a un hombre como Carlisle durante todo el día, una noticia así le viene como bomba de agua a la cabeza, mucho más después de que el le dijera con mucha confianza que no estaba casado.
Es raro, el no portaba anillo.
¿Y si lo escondía?
¿Que pasa si Jessica y Angela tenían razón?
Ginny quedaría como una estúpida que creía mentiras de cualquier hombre mayor que se le acercara y Carlisle como un manipulador que se aprovecho de su vulnerabilidad.
Dios eso le había sentado tan mal.
Necesitaba calmarse y pensar mejor las cosas, ¿Y si decidía confiar en él?.
Necesitaba que Carlisle le desmintiera de nuevo en la cara que el estaba casado.
Porque Ginny comenzó a sentirse como un verdadero pasatiempo y las palabras que le dijo el día anterior se comenzaron a sentir falsas.
No quería, no Ginny no quería que un hombre tan bueno como Carlisle fuera de mentira, estaba tan confiada en que el decía la verdad.
Intento mentirse, algo dentro de ella le estaba comiendo la cabeza con la idea de que solo se estaba burlando de una jovencita porque quería pasar el rato.
Y ella era lo suficientemente estúpida como para creerselo.
Salió del baño aún con la mente hecha un revoltijo y fingió que realmente nada malo estaba pasando. Tomo su día con total naturalidad, Bella la invitó a Port Angeles a comprar vestidos junto con las chicas, pero decidió que sería en otra ocasión, ahora mismo solo pensaba en ir al hospital de Forks y aclarar al mil porciento sus dudas sobre el Doctor Cullen o si no le iba a ser muy difícil dormir.
¿Pero y si el la veía como una niña tonta e insegura?
No, no, no.
Tenía que ser madura y comunicarse, si, eso haría, comunicarse.
Dios, desearía jamás haber escuchado que Carlisle tenía una esposa.
Así su día no se hubiera desecho por completo en segundos como lo había hecho.
— ¿Estás bien?— me dice Bella mientras la lleva hasta su casa— Te noto bastante pensativa.
— Oh, si— niega con una sonrisa—, solo estaba pensado en lo lindo que sería poder tener más días así.
— Si, fue buen día— se encoge de hombros—. ¿Segura que no quieres ir a Port Angeles?
— No, no, tranquila— hace un gesto con las manos—, yo pedí mi vestido en línea, llegara en unos cuantos días.
— Ah, muy bien.
La charla con Bella está vez fue muy amena, Ginny no estaba en condiciones para hablar mucho, su mente se distrajo con facilidad en Carlisle durante todo el día, pero no de forma muy positiva.
La castaña la dejo en su casa y Ginny aprovecho para pensar un poco mejor las cosas mientras estaba recostada sobre su sofá.
¿Debería llamarlo o quizás verlo en persona seria lo mejor?
No sabía que hacer.
De pronto su teléfono suena, anunciando que tiene un nuevo mensaje en su buzón. Ella sabía, si, tenía que ser, era Carlisle quien la había escrito para preguntarle de su día.
Ginny no tenía ánimos para responder, pero sentía que de alguna manera tenía que hacerlo.
" Bien, ¿Y el tuyo?"
Claramente la chica estaba acostumbrada e enviar mensajes muchos más cariñosos que aquel y estaba segura de que el Doctor iba a notarlo.
Lo cual, inconsciente, era el punto al que Ginny quería llegar.
¿Acaso se estaba viendo muy infantil?
Suspira esperando que llegara otro mensaje del Doctor y así ingeniarselas para preguntarle sobre alguna relación conyugal.
Carlisle parece notarlo porque de inmediato le pregunta si estaba todo bien.
Ginny tiene un debate interno consigo misma sobre si debería decirle o no lo que está pasando por su cabeza en ese momento. Frustrada y llorosa le dice que quiere hablar con él sobre un tema en específico.
Carlisle le dice que hará todo lo posible por estar frente a la parada de autobuses en 20 minutos para hablar de lo que sea y ella se sorprende muchísimo de lo dispuesto que estuvo.
Estas son la clase de cosas por las que Ginny intenta no dudar sobre la palabra de Carlisle.
Ahora solo le tocaba esperar frente a la parada a qué su doctor llegará y así poder solucionar las cosas.
Solo tenía que ser un poco más madura y evitar llorar a toda costa.
lamento la demora, pero creo que tardaré un poco en escribir los capítulos debido a la falta de tiempo, tengo muchísimas responsabilidades académicas, dios, ya me quiero dar de baja de la uni. tengo clases a las 8 de la mañana y aquí me ven escribiendo webonadas porque sufro de insomnio ><
sin más que decir espero que les guste el cap y si es así dejen siempre sus opiniones, amo leer sus comentarios <3, dejen su estrellita para más actulizacionez <3
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