𝆘 04 𝆘
Salió de la habitación sigilosamente, como si fuera un espía. Miró a todos lados y una vez estuvo seguro que el pasillo estaba libre, avanzó escaleras abajo. A punto de pisar el último escalón escuchó voces provenientes de la sala siendo la de Hoseok la primera en reconocer, y finamente la del padre de este. Desde la posición dónde se encontraba no conseguía escuchar más que bajos murmullos, así que se aventuró a bajar; de igual forma tenía que bajar pues su padre le había notificado que ya estaba cerca y si o si tendría que volver a casa.
—Un caballero no tiene ese tipo de conductas, Hoseok —Jae Sang bufó pellizcándose el puente de la nariz. —Cada vez te desconozco más.
Hoseok permaneció en silencio con la cabeza gacha.
Hyungwon no tenía idea de lo que había hecho su amigo pero a juzgar por la mirada seria del mayor debió haber sido algo grave. No tanto pero si de una magnitud merecedora de una reprimenda.
—Lo siento, papá —el muchacho de piel blanca frunció los labios.
—A mí no me debes las disculpas, a quién deberías ofrecerle una disculpa es a los padres de Ryu.
El corazón de Hyungwon se detuvo y una y mil imágenes cayeron a su mente. Ryu era una víbora, desde el punto de vista de Hyungwon, y siempre se las arreglaba para meter en problemas a Hoseok mientras ella salía impune.
"Ryu no es capaz de hacer algo así"
No, él no iba a permitir que martirizaran a su conejito por culpa de la bruja de su novia. Ya después se las ingeniería para volver a estar molesto con Hoseok, su prioridad era salvar a Hoseok.
—Buenas noches, tío —inclinó la cabeza en respeto y se sentó en el brazo del sofá, muy cerca de Hoseok.
No miró al pelinegro pero sospechaba que tenía los ojos puestos del otro en él. Y eso lo hizo sentir 1% de bien.
—¿Qué hizo ahora este conejo tonto? —sonrió sacudiendo la cabeza para despejar su vista. El cabello no dejaba de crecerle y la pereza de ir a la peluquería crecía con ello.
Jae sang sonrió reposando su espalda en el sofá individual.
—Me da vergüenza incluso decirlo en voz alta.
—Papá, por favor...
El señor Lee movió su mano mandándolo a callar y Hoseok obedeció.
—Tu tía Hyo y yo salimos hace un rato a comprar tu regalo —Hyungwon sonrió enternecido. Él jamás les pedía regalos a sus tíos pero cada año obtenía varios regalos por parte de ellos, que curiosamente Hyungwon había deseado. Sospechaba que Hoseok se colaba en su habitación para investigar si necesitaba algo más sin pruebas no podía culparlo. —Escuchamos que estabas en casa y e pedimos a Hoseok que te hiciera compañía.
Hyungwon luchó para no mirar a Hoseok y afortunadamente lo logró.
—¿Pero? —Vagamente imaginó el rumbo de la historia y aunque no quisiera escuchar debía hacerlo, después de todo él preguntó.
Jae sang gruñó. —Se fue a la casa de Ryu entrando a escondidas y no conforme a eso protagonizó una escena bastante indecente para describirla.
—Oh... Vaya....
La mandíbula de Hyungwon se tensó. Más rápido de lo que le gustaría su mente recreó la posible escena y sintió una revolución en el estómago.
—Papá, ya te expliqué que fue un malentendido —se quejó Hoseok cubriendo su sonrojo con las manos. Hyungwon frunció el ceño con la ira apoderándose de él. —Ryu se tropezó y mojó mi camisa y por eso....
La gran mano de Jae se alzó en el aire y Hoseok calló.
—No tengo problema con que empieces tu vida sexual, ya eres mayor, pero hay lugares, tiempos, maneras.
Hyungwon no dijo ni una sola palabra. Su objetivo era salvar a Hoseok pero después de escuchar el problema, él mismo quería enterrarlo vivo.
—Bueno —Hyungwon aplaudió sonriendo. —Lamento mucho lo ocurrido y me encantaría quedarme a escuchar sus buenos consejos pero mi papá debe estar esperándome afuera.
Jae asintió.
Hyungwon abrazó a su tío y le dedicó una sonrisa vacía a Hoseok para luego irse. Sus intenciones de solucionar el problema con su conejito estaba peor que destruidas y necesitaba tiempo para reponerse.
—¡Eres patético! ¿Piensas llorar? —el niño de cabellos castaños soltó una escandalosa carcajada que debería haber llamado la atención de la gente, más nadie se detuvo a mirar al pequeño grupo de niños de entre nueve y diez años.
Hoseok mordió su labio inferior apretando con fuerza sus manos en puños.
—N-no... No voy a llorar —su voz sonó tan baja y rota que solo hizo reír a los demás.
Ryu sacudió la cabeza.
—¡Defiéndete! —gritó pataleando.
El pálido la miró bajo sus pestañas que poco a poco se pegaban entre sí por las lagrimas que luchaban por salir.
Soojin tocó la nariz de Hoseok y éste mordió su labio inferior conteniendo un sollozo.
—¿Ese es tu novio, Ryu? —preguntó mirando a la niña de coletas. Empujó a Hoseok riendo cuando lo vio tropezarse y caer sobre su trasero.
Ryu negó.
No muy lejos de ahí, del otro extremo de la acera, Hyungwon caminaba junto a su amigo Chang ambos con un helado en la mano, similar al que le habían quitado a Hoseok. Para Won no fue difícil reconocer a su hyung pero al verlo en el suelo rodeado de, por lo menos, cinco niños y una niña su pequeño cuerpo se llenó de odio.
—¡WONNIE! ¿¡Dónde vas!? —Chang gritó asustado, Hyungwon ya no caminaba a su lado sino que cruzaba la calle corriendo.
El chirrido de los autos y los gritos de Changkyun alertaron a los niños que intimidaban a Hoseok y Ryu.
—No es nadie, solo es el mocoso recogido de los señores Lee —dijo Dae, el principal agresor de Hoseok. Empuñó la camisa de Hoseok y lo levantó de un tirón. —¿No estás emocionado? Tu hermanita viene a defenderte.
Los amigos de Dae rieron a coro por el chiste del mayor. El cabello largo y lacio de Hyungwon lo hacían foco de burlas y casi siempre lo asemejaban con una niña. A Hyungwon no le importaba ese tipo de comentarios porque él amaba su cabello tal como era, pero a Hoseok le molestaba mucho.
—Wonnie no es una niña —gruñó. Golpeó la mano de Dae logrando que lo soltara.
Dae enarcó una ceja, sin embargo, no tuvo tiempo de responder.
En un arranque de valentía Hyungwon se lanzó sobre el niño que lo superaba en edad, altura y complexión. Ser pequeño y delgado traía sus ventajas y esa misma lección fue la que aprendió Dae junto a su grupo de pequeños brabucones. Claro que nadie se detuvo cuando molestaban a un niño rechoncho de diez años, sin embargo, las personas pusieron atención en cuanto descubrieron a un chiquillo debilucho hacerle frente a cinco jovenes idiotas.
Puede que haya terminado con una mejilla raspada y las manos sucias pero al menos consiguió ser respetado en el barrio por los niños más grandes. Cada vez que Dae pretendía molestar a Hoseok se aseguraba que Hyungwon no estuviera cerca o de lo contrario terminaba castigado por un mes y con alguna parte del cuerpo adolorida, ya fuera por una patada o mordida. La mayoría de las veces eran mordidas.
Lo evitó toda la mañana y estaba por conseguirlo también en la tarde de no ser porque el grandísimo idiota lo estaba esperando afuera del colegio.
—Hola, linda tarde —y con eso siguió de largo.
Hoseok lo cogió por el brazo impidiendo que siguiera caminando. —¿Dónde vas? He estado esperando por ti más de una hora, no puedes simplemente ignorarme.
Volteando el rostro en una expresión aburrida dijo;
—Yo no te pedí venir —Hyungwon quitó la mano que lo mantenía preso y retomó su camino.
Corrió detrás de él maldiciendo sus piernas cortas en comparación a las kilométricas de Hyungwon.
—¡Esto es patético! —exclamó tan pronto le dio alcance —eres patético. Tu enojo no tiene justificación.
Hyungwon no se molestó en mirarlo mucho menos en escucharlo. Sacó sus auriculares y acomodándolos sobre su oreja subió el nivel máximo de volumen, alejándose del sonido molesto que era la voz de Hoseok.
—Lo siento —susurró.
Se sentó junto al menor en la banca de la parada, sin embargo, Hyungwon se alejó hasta el otro extremo de la banca desviando su mirada.
—¿Puedes dejar tu papel y ponerme atención?
El enojo se incrementó al verlo sacudir la cabeza al ritmo de la música.
—¡Maldición Hyungwon!
—A mi tío no le gusta que digas groserías —dijo quitándose los auriculares.
Hoseok sonrió ladeando la cabeza.
—¿Ya vas a escucharme?
Hyungwon asintió. Iba a escuchar su discurso ensayado más no le daría el perdón que tanto esperaba.
—Soy consciente que pronto será tu cumpleaños. Lo tengo muy presente como cada fecha importante —explicó deslizándose más cerca del menor.
—Aja.
Tragó saliva porque ya había olvidado la disculpa que memorizó desde que salió de la casa muy temprano.
—Pero uno de mis amigos necesitaba ayuda para estudiar y la hora se me pasó —era una mentira a medias pero al ver la expresión de Hyungwon supo que no importaban las excusas que le diera, él no le creería. —Ayer me fui en la tarde cuando debía cuidar de ti porque Ryu me pidió ayuda con unas cajas que debía sacar del garaje y... lo que papá dijo ayer —Hoseok bajó la cabeza avergonzado —, es normal en una relación ¿no?
Y entonces lo miró.
Las emociones puramente plasmadas en su rostro lo decían todo.
El chico se levantó sonriendo apenas.
—No estás obligado a estar junto a mí. Que tus padres sean amigos de mi padre y que me hayan cuidado desde los tres años tratándome como un hijo más no nos hace cercanos, apenas conocidos —la expresión de Hyungwon nunca cambió. La calma y serenidad se mantuvo hasta el final. —Los tiempos en que íbamos juntos a la escuela y esperábamos que el otro saliera para volver a casa, terminaron. Ahora estamos en institutos distintos y si continúo visitando tu casa es por tus padres no por ti.
—Hyungwon entiendo que estés molesto pero todo lo que dices es totalmente absurdo —Hoseok frunció el ceño. —Somos hermanos, no importa si no compartimos sangre.
El menor asintió sujetando las correas de su mochila.
—No tienes idea de lo feliz que me hace no compartir sangre contigo.
—Basta.
Vio al autobús acercarse y lo tomó como su oportunidad.
—Fue un gusto haber compartido una etapa tan linda como la infancia pero ha llegado el momento de separarnos —dijo extendiendo su mano al frente. Estrecharon sus manos y Hoseok supo que esa era una despedida. —Suerte.
El hermoso joven subió al autobús sin mirar atrás y sin borrar esa bella sonrisa que había aprendido a admirar a través de los años.
Dos meses y dos semanas...
Debería darme vergüenza pausar la mayoría de mis historias ajajaj..... debería. Tengo otras historias con más tiempo sin actualización pero aja 🙃 todavía no es tiempo.
Buenas suerte y disfruten las vacaciones ✨✨
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