Louis entró a su habitación dando un portazo, Harry se sobresalto un poco al oírlo, pues estaba muy concentrado haciendo tarea y normalmente se perdía entre sus pensamientos.

Vio al omega ojiazul sentarse en su cama, con una almohadilla encima de sus piernas y viendo a un punto fijo. Olfateo en el aire y descubrió ese aroma dulce y amargo, estaba triste.

— ¿Que tienes? — le pregunto el rizado, dejando el lápiz.

— Nada — Bajó la mirada y jugó con sus deditos.

— Te oí gritar hace rato... ¿Nate te molestó de nuevo?

Louis asintió y ladeo su cabeza cuando sus lágrimas empezaron a salir, quería esconderse entre los brazos de Harry y que lo cubriera con ese rico olor tan suave para tranquilizarlo, pero eso no pasó.

— Uhm, ya — El rizado volvió a tomar el lápiz y se giró para seguir escribiendo, eran problemas de hermanos, no tenía por qué meterse, aunque no negaba que le molestaba ver a Louis llorar por culpa de ese alfa.

— Harry...

— ¿Mh?

Louis carraspeo su garganta para aclararla y aumento el movimiento entre sus dedos.

— ¿A ti te gusta alguien?

El omega rizado dejó de escribir y se volvió a girar, despreocupado, pero algo extrañado por la pregunta.

— No. No tengo tiempo para pensar en alguien.

— Ah, si si... Tienes razón en eso, la escuela es pesada y así.

Ambos se quedaron en silencio unos segundos, por que Harry siguió en su tarea. Louis alzó una ceja.

— No me vas a preguntar a mi? — Dijo Louis, ansioso.

— No tengo por qué.

— Si, tienes razón.

Harry rodó los ojos, Louis era tan molesto a veces. Así que se vio obligado a preguntar.

— ¿Y a ti? ¿Te gusta alguien?

Louis no dudó en asentir, y sus ojitos zafiro parecieron brillar más.

— Si, pero Nate dice que nunca se fijaría en alguien como yo, y tiene razón, pero me molesta que lo diga.

Harry hizo un sonido de molestia y torció los labios.

— No le hagas caso... Eres muy bonito — Eso último lo dijo bajito, Louis no lo escuchó.

— ¿Quieres que te pinte las uñas? Puedo ponerlas rosas esta vez.

Eso si le gustaba a Harry, Louis le pintaba las uñas muy lindas, y se las decoraba con brillitos a veces, pero si le decía que sí, luego no podría quitárselo de encima.

— Hoy no, Lou, aún las traigo bien.

El ojiazul asintió y decidió recostarse por completo en su cama, poniéndose sus audífonos para escuchar música.

El rizado lo miraba por encima de su hombro y lo escuchaba tararear las canciones con una voz muy linda, también lo veía con sus mejillas rosas por el rubor y sus ojitos un poco rojos por el llanto.

Se puso de pie y sólo fue a sentarse a su lado, dándole la mano a Louis en un gesto reconfortante, el ojiazul sonrió y dejó un besito en sus nudilllos, sacándole un bajo gruñido al omega rizado.

— Puedes pintarlas Lou.

— ¡Si! Te quedarán muy bonitas, ya verás — Corrió por los barnices y los puso todos en la cama, tomando dos tonos de rosa diferentes para empezar a aplicarlos en las uñas del rizado.

No hablaron demasiado, solo Louis concentrado en ointarle las uñas y Harry embobado viendo las facciones del ojiazul, con discreción, pero sin perder detalle de sus muecas y gestos.

Es muy bonito.

—... Y se te ven muy lindas, es que tienes un tono de piel muy bonito, todo te queda perfecto.

Harry salió de su trance y parpadeó, viendo sus uñas terminadas.

Les había puesto diamantina en las uñas meñique y le soplaba despacio.

Louis se enderezó y lo miró a los ojos, con una sonrisa ladeada.

Harry no podía negar que el omega le atraía más de lo que quería.

La noche había caído muy rápido para el gusto de Louis, él quería pasar más tiempo con Harry pero el rizado tenía que irse, iba a llover y no quería mojarse y terminar con una gripe molesta.

— De verdad Hazzie, puedes quedarte, mi papá no se molestará.

— Es que no quiero quedarme Louis, también tengo una casa, gracias.

El omega más bajo no dijo nada más y solo entrelazo sus manos esperando que Harry terminará de guardar sus cosas.

— Ya me voy, te veré en la escuela — Dijo, colgándose la mochila en los hombros y saliendo de la habitación del ojiazul.

Louis lo siguió por toda la sala hasta llegar a la puerta, la lluvia ya se oía afuera y olía a tierra mojada, hubiera sido muy lindo para Louis si pudiera quedarse viendo películas con el omega rizado toda la noche.

— ¿Quieres un suéter? ¿Llevas dinero para el autobús? — Preguntó el menor, con prisa.

Harry suspiró y tomó el picaporte de la puerta.

— Si Lou, todo bien, te veré luego.

Louis intentó abrazarlo como despedida pero apenas y llegó a rozarle los hombros cuando él omega ya se había ido.

Se sintió triste por que no quería que Harry se enfemara o le pasara algo por ser noche, pero no le quedaba otra alternativa, su amigo era muy difícil de tratar.

— ¿Se fue Harry? — Escuchó la voz de su hermano a sus espaldas y soltó un gruñido.

Paso por su lado tratando de ignorarlo para ir a su habitación, pero su voz lo detuvo un segundo.

— ¿Sigues enojado? — Preguntó Nate con burla — Solo te dije la verdad.

— La única verdad aquí es que eres idiota — Subió las escaleras.

— Si, y también que esa preciosura de omega no se fijaría en otro omega, menos como tú.

Louis sintió la rabia en su interior, pero la única manera en la que lo demuestra es llorando, así que eso hizo, solo que se lo permitió hasta que se encerró en su habitación.

— Si soy bueno para Harry — Murmuró para sí mismo, mientras se limpiaba las lágrimas y se ponía su pijama — Estúpido Alfa.

Terminó de vestirse a duras penas y se recostó en su cama, la lluvia seguía afuera, estaba aumentando, y sólo esperaba la llamada de Harry indicándole que había llegado bien.

Pasó un rato y sólo miraba su ventana, las sombras de las ramas de fuera se movian y le provocaban sueño, parpadeaba despacio apuntó de quedarse dormido, hasta que un trueno lo hizo sobresaltar.

A él no le daban miedo los truenos, sólo lo tomó por sorpresa, pero conocía perfectamente a alguien al que si le daban miedo.

Y ahí estaba, apareciendo por la llamada entrante en su teléfono.

— Hazz, ¿llegaste bien? — Preguntó apenas respondió.

No oía demasiado al otro lado, sólo silencio y pequeños tartamudeos.

— H-hola Louis, todo bien.

Otro trueno se escuchó, y junto a él, un quejido al otro lado de la línea.

— ¿Tienes miedo?

— No, ¿Quién le teme a los truenos?

El ojiazul rodó los ojos con una sonrisa y cuando el cielo emitió su tercer trueno, Harry sollozó.

— Puedo cantarte. — Ofreció Louis.

Harry tardó en responder, parecia querer negarse, ¿pero quien podría?

— Si, eso estaría bien.

Louis comenzó a cantarle una canción de cuna, la misma que su madre le cantaba antes que se fuera.

Harry soltaba pequeños sonidos al otro lado, y Louis supo que se había quedado dormido, hubiera querido estar ahí para abrazarlo y calmarlo con su olor, pero también se sintió feliz, pues Harry había decidido llamarlo a él en medio de su miedo para sentirse a salvo.

— Te amo Hazz — Murmuró, antes de quedarse dormido también.

[...]

Esta fic como que me gusta y a la vez no por que no me gusta hacer sufrir a ninguno, aunque sea  un poquito :')

¿Que piensan de esto? 💗