ㅡ Buenos días, ¿mí...? ¿Qué hacen en pijama? ㅡ Lalisa sólo rozó sus labios con los de su esposa y le sirvió un plato de hot cakes, haciendo que esta la viera más confundida ㅡ. ¿Por qué los hot cakes? Hoy no es fin de semana, es jueves.

ㅡ Lo sé mi amor, pero llovió. ㅡ Jennie la vio, alzando su ceja, preguntando por más motivos ㅡ. Desde ayer no ha parado de llover y la escuela ha dicho que era opcional llevar a nuestras bebés a la escuela, elegí la opción de no llevarlas.

ㅡ ¿Y tú? Tu empresa no me llamó para decirme que podía elegir el llevarte o no. ㅡ Unas manos cálidas por su cintura, un beso en su hombro, y sostuvo su vientre, riendo.

ㅡ Me dieron el día, los pronósticos dicen que lloverá durante todo el día y mañana, ¿quieres construir un fuerte con cobijas? ㅡ Jennie se acercó a besar sus labios y antes de que ella respondiera, dos vocesitas respondieron por ella.

ㅡ ¡Sí! ¡Hay que hacer que Chocolate sea el cuidador de mami Jennie y mamá osito! ㅡ Una colgándose en las piernas y otra de los hombros de la alfa, hicieron reír a la mayor, viendo cómo la castaña las atrapaba y las abrazaba a las dos.

Entrecerró sus ojos, y notando que estaba tambaleando al cargar a sus dos niñas de cinco años, sonrió malévola.

Las bromas no iban a faltar, y aunque siempre se enojaba cuando HyunKi y MoonByul le hacían una broma a Lalisa, eso no le quitaba que ella le podía hacer una.

Así que se acercó a ella, sonrió, y con su meñique, movió el hombro de la menor, haciéndola caer junto a sus hijas.

Y antes de que la otra la tumbara con ellas, Jennie sacó más su vientre crecido, haciendo un puchero.

ㅡ ¿Vas a tirar a tu...? ¡Tonta osa! ㅡ Antes de que terminara su frase ya estaba en el suelo, chocando su espalda contra el pecho de la otra, y varias risas.

La omega acarició su vientre, es una acción que llevaba haciendo desde que se enteró sobre su embarazo, que no fue cuando vomitó frente a Lalisa, y lamentablemente, tuvo que volver a tener una semana llena de sexo con su esposa para poder buscar un bebé, es algo que realmente se acostumbró a hacer.

Y al parecer también su esposa, porque sus manos viajaron a su vientre, la vio, y besó su mejilla, haciéndola reír. Su rostro serio y enojado se esfumó.

ㅡ ¡Vamos a construir tu fuerte de sábanas, mamá osa!

ㅡ ¡Vamos, mamás ositas! ㅡ Y antes de que se levantaran las esposas para alcanzar a sus hijas que se deslizaban sobre la madera, ellas se vieron, rieron, y se besaron, sintiendo cómo sentían una gran calidez en sus corazones.