Cuando Sana despierta siente sus piernas punzando por el dolor, se levanta como puede y se queja mientras intenta mantenerse de pie a pesar de lo horrible que ardían sus moretones.

Cojea un poco y se mete a bañar, mientras las lágrimas bajan por sus mejillas, ya que se le hace difícil mantenerse de pie, pero sabe que no puede faltar a la universidad. Al salir esparce crema para los moretones que tiene por todas las piernas y comienza a vestirse con unos jeans que, aunque eran incómodos, tapaban sus hematomas a la perfección.

En la cocina, su madre la saluda dándole un beso en la mejilla, le sirve su desayuno y entonces su padre entra, usa su traje para ir al trabajo, pero se ve molesto por la luz solar, Sana piensa que seguramente es debido a la resaca que lo aturde.

──Sirveme rápido, tengo el estómago vacío y me está matando este dolor de cabeza── Exige mientras se sienta frente a su hija.

Sana tiembla cuando intercambia miradas con él ──Otra vez tienes ese maldito olor a alfa── su voz molesta hace que el hambre se le vaya a la omega ──Sabes que me da asco sentir el olor de otra alfa── toma un sorbo grande de café caliente y se muestra satisfecho cuando su esposa pone frente a él su plato de comida.

Sana se apresura a comer, le es difícil no vomitar por la ansiedad y el miedo, pero necesita irse rápido para evitar más comentarios desagradables.

Cuando termina agradece, toma su mochila y sale cojeando hacia la universidad, mientras intenta superar el horrible dolor que se vuelve cada vez más incómodo.

Tzuyu la espera cerca de su casa para llevarla en su auto, así que la coreana suspira aliviada de no tener que seguir caminando por más tiempo.

──Buenos días Shasha── La alfa le da un beso en los labios y mejillas cuando se sube al auto.

──Buenos días Chewy── Sana está preocupada porque no quiere que su novia se de cuenta de los moretones en sus piernas, así que se obliga a sonreír y evita hacer algún gesto que indique dolor.

Cuando llegan a la universidad, Tzuyu estacionó el auto y se bajó para abrirle la puerta a su omega, quien frunció el ceño debido al dolor que la hizo tener que tragarse un quejido.

Sana maldijo cuando comenzó a cojear un poco y rezó a Dios para que Tzuyu no lo notara, pero era inútil, la taiwanesa ya estaba comenzando a sospechar de que algo no iba bien ──Sana, ¿Te pasa algo?── le preguntó mientras caminaban tomadas de la mano, Sana negó con la cabeza, intentando olvidarse del dolor.

Tzuyu no le creyó, pero no podía hacer nada si su novia no le contaba las cosas, así que suspiró resignada y siguieron su camino.

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Dos horas pasaron un poco fácil, pues estar sentada le quitaba el dolor, sin embargo, ahora tenía una hora libre, así que Tzuyu quería ir a desayunar algo, porque no había tenido tiempo de hacerlo en casa.

Sana caminó dándole la mano y disimulando el dolor que hacía punzar a sus moretones que se rozaban con la tela de los jeans. Cuando se sentaron en una banca, Tzuyu se levantó para comprar algo, mientras Sana se permitía relajarse un momento.

La japonesa sintió las ganas de llorar apoderandose de ella, pero sabía que no debía llorar ahí, tal vez cuando llegara a casa podría encerrarse para sufrir sin que nadie la moleste, ni se queje por ser tan molesta.

Secó las pequeñas lágrimas que se acumulaban en sus ojos y saltó en su sitio cuando Tzuyu se sentó frente a ella ──¿Qué tienes Sana? Te he notado mal desde que te recogí en la mañana── Dejó de lado su hamburguesa para tomar las mejillas de su novia ──Te amo y puedes contarme lo que sea, por algo soy tu alfa── acarició sus mejillas y le dio un beso en la punta de su nariz.

Sana decidió que le contaría, pero entonces Jihyo apareció junto a Dahyun, una omega que era amiga suya ──Hola chicas ¿Qué tal?── se sentó frente a ellas y sonrió en grande ──Son tan lindas juntas, aún no puedo creer que sean novias── Sana sintió un sonrojo apareciendo en su rostro, mientras que Tzuyu solo alzó la barbilla orgullosa.

Dahyun comenzó a platicarles lo que hizo el fin de semana, algo que Sana agradeció, pues la atención no se estaba centrando en ella y esperaba que Tzuyu olvidara lo ocurrido; funcionó un buen rato, pero cuando Tzuyu le pidió que la acompañara al baño, Sana sabía que no podría seguir ocultándolo.

Tzuyu cerró la puerta detrás de ellas y revisó los cubículos, intentando ver si había alguien ahí, así que cuando comprobó que todo estaba en orden, la omega tragó en seco, sintiendo como el aura cambiaba.

──Necesito que me digas lo que te está pasando porque quiero ayudarte Sana── La alfa se acercó a ella y la tomó por la cintura para evitar que escapara; posteriormente frotó su nariz contra el cuello de la omega, inhalando su olor a coco ──Me preocupa que te sientas mal, ¿Tiene algo que ver con el anticonceptivo?── su voz sonaba como la de una cachorrita triste.

La omega negó con la cabeza ──No es eso Tzu, estoy bien── le dio un beso en la frente y sonrió cuando la alfa ronroneó contenta.

──Estoy preocupada por ti, conejita── Besó su cuello, subiendo a sus mejillas y finalizando en los labios. Los atrapó entre los suyos, usando una sutileza que volvía loca a la japonesa, quien no pudo evitar estremecerse al momento en que una lengua tibia y húmeda se deslizó en su boca.

Tzuyu la recargó contra el lavabo, besando sus labios de forma hambrienta mientras la omega intentaba seguirle el paso.

Sana jadeó cuando la alfa tocó sus pechos por encima de la ropa, al mismo tiempo en que sus besos descendían por su cuello y hacia su escote ──Tzu, espera── Dijo con una voz ahogada y el rostro sonrojado.

La alfa negó con la cabeza ──Hueles muy bien, no puedo parar── La híbrida de lobo liberó feromonas que envolvieron a la conejita, dejándola impregnada de ellas.

──Tenemos clase e-en cinco minutos, Tzu── Recordó la omega, buscando liberarse de los hambrientos labios de la taiwanesa.

Tzuyu bajó sus manos hacia el trasero de la chica y dio un apretón, acercándola más a su cuerpo ──Me importa un carajo la clase── Susurró contra su cuello.

Sana la miró, detectando el sonrojo en su rostro, algo que la hacía ver adorable, pero al mismo tiempo sexy.

Entonces la pasión se vio frenada cuando la taiwanesa tocó las piernas de la omega, quien chilló de dolor y apartó a la contraria.

Tzuyu recobró el juicio, mostrándose confundida, pero sobre todo, preocupada ──Apenas y te toqué conejita, ¿Es por eso que estabas rara?── Preguntó aún algo agitada.

Sana asintió, sabiendo que no podría mentirle a su alfa ──No es la gran cosa alfa, no debes preocuparte, es una tontería── Mordió su labio inferior, queriendo restarle importancia a la situación. Sin embargo, Tzuyu no lo dejó pasar.

──Enseñame. ──Ordenó con su voz de alfa.

La omega se estremeció del miedo, pues por culpa de su padre le tenía miedo a ese tono, así que se bajó los pantalones con vergüenza.

Tzuyu se cubrió la boca, impactada por los moretones adornando los hermosos muslos de su novia ──¿Quién mierda te hizo esto?── Su ceño fruncido y la forma en que su mandíbula se apretaba, provocó que la omega llore.

──Papá...── Habló como pudo.

La alfa se acercó y la abrazó ──Lo siento por el tono tan agresivo, te amo mucho Shasha y me hierve la sangre de solo ver que ese salvaje te golpeó── Sana olisqueó el delicioso café y tabaco de la alfa, lo que la hizo sentirse más segura.

──Vamos en este mismo instante a ponerlo en su lugar── Su voz enojada hizo que Sana se preocupara, pues su padre podía golpear a Tzuyu.

──¡N-No! Él te hará daño Tzuyu── Se subió los pantalones y sintió las lágrimas bajando por sus mejillas. ──Puedo soportar esto, no es la primera vez que lo hace, pero no podría aguantar que te golpeara o algo peor── Abrazó a la taiwanesa, sollozando en su hombro.

Tzuyu correspondió al abrazo ──Entiendo lo que sientes mi amor── La miró directamente a los ojos ──Pero yo no puedo permitir que ese animal golpeé a mi novia y si es necesario que te saque de esa casa, pues lo haré── Habló decidida.