La vida de los híbridos era difícil, tenías que cazar o ser cazado, esa era la regla de los carnívoros, pero lastimosamente para la mayoría de los herbívoros, que eran presas, su regla era "huye o muere"
Tan cruel ver cómo cada vez menos híbridos habitaban el centro de el bosque, algunos huyendo y otros muriendo.
Era tan triste que a veces, Mash, el híbrido conejo no puede evitar pararse en sus pensamientos por tal vez horas, porque Lemon la híbrida ardilla que vivía a un lado de su madriguera ya no lo había soportado más, sabía que al ser pequeña y débil en cualquier momento podría ser asesinada o peor aún, forzada a emparejarse.
Por qué la caza no solo era motivo de alimento, también de reproducción y los animales más débiles eran más vulnerables a ser comidos o violados.
Tampoco podía evitar que unas lágrimas escaparan de sus ojos al recordar a Abyss aquel híbrido de lechuza que cada fin de semana lo visitaba para tomar el té en su madriguera, pasaban horas platicando y jugando cartas, comiendo panecillos con crema, tan a gusto, sintiendo la compañía del otro. Hasta que un día nunca volvió, desapareció del bosque y no importaba que tanto lo buscaba nunca lo encontraba. Lo primero que pensó después de casi un mes de su desaparición fue "está muerto" y aunque sonara cruel esperaba que asi fuera, prefería que su amigo descansará pacíficamente después de haber tenido que pasar un momento por ese espantoso dolor llamado "ser tragado vivo" a qué en esos momentos fuera el juguete de apareamiento de un híbrido más fuerte, sin escapatoria.
Aunque en una parte de su mente y de su corazón rogaba y esperaba que ninguna de las dos opciones fueran verdad, esperaba que su amigo estuviera feliz y gozando de la vida en algún lugar tal vez lejos de ahí, volando libremente y que en algún punto regresará y se encontrarán de nuevo, se estaba mintiendo, pero aveces prefería quedarse en la ignorancia.
A veces no podía evitar preguntarse si algún día también podría acabar como muchos de los híbridos que anteriormente vivían y se paseaban por el pequeño río cerca de ahí, pero que ya no estaban, siendo tragado o abusado.
Y es entonces que cuando esa cosas pasaban por su mente prefería hacer algo más productivo y evitar meterse más miedo innecesario.
Salía por leña para la chimenea o por agua al río, le gustaba bañarse muy amenudo y relajarse, dormir y juntar comida antes de que el invierno llegará.
Estaba en otoño y eso solo significaba que la temporada de apareamiento estaba cerca, y entonces tendría que esconderse en su casa hasta que el peligro pasará, la temporada de caza era más fuerte en estas fechas y debía de tener más reservas o suministros de todo tipo, haci que sin esperar más salió de su madriguera con dos cubetas de madera para poder acarrear agua del río hacia su hogar.
Afortunadamente el río no se encontraba lejos estaba al menos cinco minutos caminando de su casa hasta este y como era fuerte no tenía problemas en hacer cien viajes de agua. Tomaba tiempo pero así no le faltaría agua por al menos dos meses.
Cuando iba casi a la mitad se paró en la orilla del río para descansar un poco, se limpio con su antebrazo el sudor de su frente y miro el agua cristalina correr, derrepente le dio una sed tremenda y con cuidado se arrodilló a la orilla para poder beber del agua.
Todo iba bien hasta escuchar el crujido de las hojas cerca de ahí, volteo rápido hacia el origen del sonido y vio un par de ojos dorados, sin pensarlo siquiera su cuerpo se movió solo, dio la orden a sus largas y gruesas piernas de correr lo más rápido de pudiera, su corazón iba a mil y aunque su rostro neutro no reflejará miedo, realmente lo sentía muy vivo.
Hasta que su cuerpo fue estampado en un árbol a algunos metros, lo había alcanzado, ya no había escapatoria.
Su cuerpo tembloroso y el sudor escurriendo de su cien por el miedo y nerviosismo, realmente esperaba que no le doliera cualquier cosa que le haga el híbrido más grande.
Volteo un poco hacia atrás tratando de identificar a su depredador y lo único que pudo ver fue una larga cola felina, una pantera, genial, un depredador de depredadores, ahora estaba seguro de que sería la comida de alguien.
-Si me vas a comer mátame primero- Mash fue el primero en romper la tención, se había resignado y esperaba que al menos el carnivoro fuera decente como para hacerle caso a su petición, aunque sabía que no era así.
-Y quién dijo que puedes darme ordenes- la voz de el felino era gruesa y ronca que provocó un escalofrío de puro miedo en el conejo, aún más cuando repentinamente sintió una lengua áspera comenzar a pasar por la piel de su cuello -Realmente no te quiero comer, al menos no de esa forma- pronunció de forma seductora casi terminando en un ronroneo, pero que encendieron una alarma roja en Mash.
Desesperado sabiendo las intenciones del otro híbrido comenzó a forcejear para liberarse de el agarre que el felino tenía en el, siendo inútil, parecía que su fuerza era mucho menor comparada con la de el híbrido de pantera.
Comenzó a temblar aun más cuando sintió como la pantera con solo una de sus manos empezó a bajar sus pantalones, sintió como estos callerón hasta sus tobillos y el aire frío rosando con su piel expuesta solo lo ponía más nervioso empezando a acelerar su respiración.
Las mano libre de el felino comenzo a toquetear toda la piel disponible notando lo tersa y perfecta que era, ese trasero redondo y esponjoso no hacia más que provocarle y el temblor de el joven debajo de este lo ponía excitado, sabía que tenía miedo pero no por eso iba a parar.
El sonido de una nalgada resonó en el lugar y Mash exclamó sorprendido y adolorido por el golpe en un lugar sensible, pero aún más sorprendido por qué su entrepierna estuviera reaccionando a los estímulos, y eso solo significaba una cosa, su temporada había llegado.
Era una clara señal de que si terminaba siendo violado, lo disfrutaría.
Entonces el miedo creció más y las lágrimas se acumularon en sus ojos, estaba acabado. Repentinamente sintió como el felino aflojó el agarre en todo su cuerpo pero antes de que Mash hiciera algo este se encontró de dolor por los dientes de la pantera clavándose ferozmente en su cuello, sintió como la sangre caliente escurría por este y su visión se nublo por la sensación de ardor. Lo hizo para debilitarlo aún más, ya no podría escapar, el dolor era sofocante y era suerte que esa parte de su tierna piel no se desprendiera.
Cuando la pantera se aseguró que el conejo estaba lo suficientemente adolorido y sorprendido como para darle un problema, tomo con sus grandes manos la fina cintura de el herbívoros y masajeando con sus pulgares se deleitó de la textura suave y firme de esta, bajo su toque más y amaso el trasero esponjoso para momentos después separarlo y darle una excitante visión de la entrada rosada y hinchada de el conejito.
Paso su lengua por sus labios remojando los, se veía tan apetecible. Tanteo con dos de sus dedos los bordes hinchados de la entrada y comenzó a meterlos.
Mahs se sobresalto por la repentina intromisión, sus piernas empezaron a temblar casi debilitando se, el ardor por el roce de los dedos en su agujero no era preocupante a comparación en como su cuerpo correspondía a su toque con pequeños espasmos y gemidos que soltaba sin querer, pero de repente sintió algo diferente, algo líquido salir de su entrada, los dedos de el felino al darle embestidas ya no dolían y en cambio parecía que se adentraba con más facilidad y con ello el sonido de un chapoteo indecente. No sabía que diablos pasaba con su cuerpo.
Y tampoco sabía que le pasaba al tipo que lo tenía sometido, pero algo era seguro, lo peor que pensó que podría pasarle realmente estaba pasando. Ahora solo sería un juguete de apareamiento para el carnivoro que se encontraba abusando con sus dedos su agujero. Le pareció mucho mejor morir en ese instante y lo ubiera hecho si no fuera por la corriente excitante que paso por cada parte de su cuerpo, sus largas orejas blancas se crisparon y un gran gemido escapó de sus labios. Lo comenzaba a disfrutar, depronto el estímulo que estaba recibiendo ya no le parecía suficiente pero aún con el poco razonamiento que tenía callo el instinto de pedir aún más de esa sensación.
Un segundo gemido salió al de nuevo recibir el fuerte estímulo, los largos y gruesos dedos de ese híbrido habían encontrado un punto en su interior que lo hacía delirar de placer.
-Vamos conejito, gime más para mi- le susurro con esa voz ronca y seductora en el oído. Estaba tan ensimismado en las sensaciones que no supo en que momento se acercó lo suficiente para hacer eso.
-Idiota, ¿Que demonios crees que haces?- sus palabras no salieron tambaleante tratando de demostrar que lo que ese felino le hacía no le afectaba, la realidad era que sentia como se estaba derritiendo de placer y odiaba a su cuerpo por esto.
-Aparearme contigo- le respondió de la manera más estoica posible, como si realmente no importará mucho lo que hacía en esos momentos, como si ese acto indecente fuera como salir a pasear. -creo que es muy obvio-
Mash gruño bajo se estaba cabreando por las palabras de el tipo detrás de él, le jodía saber que realmente el híbrido no tomaba en cuenta que estaba siendo obligado a hacer eso.
-Creo que eso es muy o-obvio- volvió a decir tratando de que las palabras no salieran cortadas por los gemidos que también quería salir. -imbecil, yo no soy una hembra-
La pantera no le respondió, en su lugar sintió como esos largos dedos salían de su trasero, apareció una sensación de vacío en su interior notando lo a gusto que estaba con algo jodiendole el culo. Y eso lo enojo aún más. Trato de soltarse nuevamente apesar de aún sentir bastante dolor por la mordida que casi le arranca la cabeza. Igualmente el otro híbrido lo aplastó aún más fuerte hacia el árbol. La corteza del árbol rozaba incomoda y dolorosamente su rostro y pecho por la posición, pero eso quedó en segundo plano al sentir como algo más grande se abría paso en su interior.
Esta vez el dolor fue mucho más intenso, podría jurar que el tamaño de esa cosa era una 5 veces más grande que los dedos que anteriormente se encontraban en el.
¿Realmente iba a suceder?
¿Realmente iba a ser violado por un depredador? La respuesta fue "si" inmediatamente al sentir como el miembro de este se adentraba completamente de una sola estocada. Un grito escapó desde lo más profundo de la garganta del conejo y por reflejo tiro su cabeza hacia atrás con los ojos en blanco por la fuerte sensación.
La pantera no espero a que el otro estuviera acostumbrado a la intromisión y sin esperar más empezó con fuertes y salvajes embestidas. Mash no podía hacer otra cosa mas que gemir y clavar sus uñas en el tronco del árbol donde se encontraba empotrado tratando de detenerse para no caer.
El sonido de pieles chocando, gemidos y respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba en ese lugar, un ritual de apareamiento salvaje, en donde el más puro instinto animal tomaba el control.
Para ese entonces Mash ya no estaba consciente de si mismo, parecía que el instinto y el calor de la temporada al fin habían tomado el control, y lo último en que pudo pensar antes de perder la razón fue en que su vida pacífica se había terminado.
~Mmmh~ gemidos y suspiros solo podían escapar de los labios de Mah y estos sonidos solo podían incitar y darle más estímulo al híbrido pantera que abusaba ferozmente de su cuerpo ~Ngh~ la saliva se desbordaba de más comisuras de los labios de el conejo por la sensación de placer.
Las embestidas nunca pararon, Mash sentía que ya había pasado una eternidad recibiendo los estímulos que la pantera le daba, no podía controlar su cuerpo y parecía que a este le encantaba ser la puta de un carnivoro, sus orejas largas se encontraban caídas en modo de sumisión y esa colita negra esponjosa no paraba de moverse de un lado a otro gustosamente por ser tomado.
Embestida tras embestida, Rayne nunca paro, con sus manos acariciaba cada parte de piel expuesta, metía las manos debajo de la camisa de el Mash y tocaba cada rincón, jugaba con sus pezones torciendo los y jalando los llevando a otro nivel las sensaciones. Repentinamente Mash ya no pudo seguir sosteniéndose de el árbol y antes de que terminara cayendo en el piso la pantera logro detenerlo y sujetarlo, sin embargo Rayne seguía marcando fuertes embestidas, un vaivén rudo, entrando y saliendo de la ya maltratada y rojiza entrada de Mash.
-Sabes- comenzó a hablar Rayne, sin embargo Mash no podía concentrarse más allá de el placer. -Hay un rumor en este bosque y quise comprobarlo- Mash pudo sentir la respiración entrevortada y caliente de el felino golpeando con su cuello y otro espasmo recorrió su cuerpo. -el rumor dice que los conejos son extremadamente lacivos, y vaya que no miente. Cuando apenas y te había tocado tu cuerpo no pudo resistirse y ahora no paras de mover tus caderas pidiendo que te folle más rápido- El híbrido pantera miro atentamente las reacciones de el conejo, ese cuerpo tembloroso con la piel perlada por el sudor, los gemidos que no paraban de salir de su boca y el claro sonrojo que se extendió toda su cara y que no podía esconder, ese pequeño y esponjoso pompón negro que hacía de su cola no paraba de moverse de gusto, le estaba gustando el aparearse con el, y eso fue como una caricia a su ego.
Repentinamente las embestidas de la pantera se empezaban a hacer más fuerte y rápidas, ya estaba en la parte final, en cualquier momento terminaría y a juzgar por como el híbrido conejo gemía sin control tampoco le faltaba mucho.
Otros minutos más de un vaiven rudo y sonidos lacivos del apareamiento. Mash fue el primero en correrse fuertemente con un gemido que más bien parecía un grito, manchando el pasto en el piso y un poco de la corteza de el árbol donde se sujetaba. Las paredes de el conejo se contrajeron apretando fuertemente el miembro de Rayne quien sin aguantarlo vacío todo en el interior de Mash.
Las respiraciones agitadas de los dos, el cansancio por el acto y el olor a sexo en el aire fue lo único que quedó. Rayne se separó un poco de Mash para poder recuperarse de su orgasmo, sin embargo el cuerpo de Mah se encontraba tan cansado que cayó de rodillas en el suelo.
Después de unos segundos y ya con la ropa arreglada Rayne se acercó a Mash quien ahora se encontraba recostado en el pasto tratando de recuperar energía y sin aviso tomo el cuerpo de el conejo cargándolo estilo princesa. Mash no dijo nada no tenía fuerza tampoco para forcejear y tampoco tenía la mente completamente clara aun como para saber que estaba pasando.
-Vamos a casa, continuaremos la temporada allá- le informo aunque sabía que el conejo no lo escuchaba. Comenzó a caminar alejándose de el río y adentrándose en el bosque perdiéndose entre los gigantescos árboles.
Durante todo el camino Mah había permanecido dormido, no fue hasta que llegaron fuera de lo que suponía era el hogar de la pantera que se despertó, podía sentir que aún seguían cerca de el río pero bastante alejados de el anterior lugar donde antes se encontraban.
Con los ojos entreserrados aún por el sueño, logro ver a duras penas una gran cabaña, podía ver el techo de esta llena de una capa de cedum que crecía en este dándole un aire muy lindo, aunque parecía ser un lugar frío. Lo comprobó cuando el tipo que lo cargaba comenzó a caminar hasta la puerta y después adentrarse al lugar, era solitario, con muebles de madera pintados de color oscuro, además de la humedad que la planta en el techo producía haciendo que el lugar se sintiera húmedo, eso de seguro es problemático en invierno.
Había un cama grande en la parte más apartada de el lugar, y la pantera aún con Mash en brazos se dirigió allá. Recostó al Omega en la mullifa cama llena de cobijas hechas con pieles de animales y por supuesto llenas de el aroma natural de el felino.
La comodidad yel cansancio hicieron de las suyas y en pocos minutos Mash volvió a quedarse dormido.
Rayne no perdió el tiempo y sabiendo que ahora debía adaptar el lugar para dos personas salió en busca de todo lo necesario, ya era otoño y casi sería invierno hacia que en lo que el conejo despertara el se encargaría de proveer lo necesario.
Se la paso toda la tarde y mitad de la noche cortando leña y casando animales, por supuesto también consiguió vegetales para poder alimentar a su ahora pareja y con la piel de los animales que había matado hizo aún más cobijas para que no pasarán frío. Esto era solo por el momento aún tenía un poco más de tiempo para seguir recolectando suministros.
Cuando regreso a la cabaña en la madrugada no se sorprendió de ver a el híbrido conejo aún dormido, el también estaba cansado hacia que retirando la mayoría de sus ropas y estando lo más cómodo posible se metió entre las cobijas de la cama moviendo un poco al otro chico para que pudiera entrar y acomodarse. Paso uno de sus brazos por la cintura desnuda de el conejo y lo atrajo a su cuerpo para entrar en calor y ya completamente cómodo cerro sus ojos para poder dormir.
Mash abrió lentamente los ojos por los rayos del sol que entraban ligeramente por una especie de ventana en el techo que se encontraba cerca de donde estaba durmiendo, aún podía sentir su cuerpo caliente y estaba seguro que en un rato más su celo se apoderaria de todos sus sentidos, pero de eso se preocuparía más tarde ahora que esta con la mente despejada su mayor preocupación era el enorme híbrido de pantera que se encontraba acostado aún lado de el y que abrazaba su cintura. No sintió cuando llegó, estaba tan cansado por el simple hecho de que estaba entrando en celo y el haberse apareado con un depredador.
Al parecer se movió demasiado porque sintió la mirada penetrante de el otro híbrido a sus espaldas, había despertado.
-B-buenos días- murmuró Mahs saludando a el más grande, que más podía decir estaba prácticamente secuestrado y seguro que si escapaba no tardaría en encontrarlo, en pocas palabras:
Estaba jodido.
El otro no respondió solo se digno a mirarlo fijamente y en una acción rápida movió su enorme brazo de su cintura para poder colocar el dorso de su mano en la frente de el conejo, algo que extraño a éste.
-Sigues teniendo fiebre- la ronca voz mañanera de el depredador hizo erisar a Mash.
-Si, bueno el celo se está presentando, pero no es nada de que preocuparse- Sinceramente ya no sentía el miedo que hace unas horas había sentido, si la pantera se lo quisiera haber comido ya lo habría hecho mientras dormía, pero realmente ahora le tenía nervioso el hecho de tener que emparejarse con un depredador.
-Si bueno, no tenemos que preocuparnos de eso, en el momento en que empieces a ponerte excitado yo estaré aquí para satisfacer tus necesidades- eso avergonzó un poco a Mash y también lo alertó, nunca había captado lo que conllevaba ser pareja de un felino tan grande, porque realmente nunca se lo imagino.
Aunque esa práctica de robar híbridos débiles ya tenía algunos años, aún no podía entender el porque hacían eso, había hembras grandes, depredadoras que podían llevar de mejor manera un emparejamiento y que podrían dar cachorros. Podía tal vez esperar eso; que fueran al menos hembras pero parece que con cualquier híbrido se conformaban.
-Acaso eres idiota- hablo sin pensar Mahs, aunque la pantera ni siquiera se inmutó por el insulto -Realmente este emparejamiento no nos va a llevar a ninguna parte, podemos satisfacernos mutuamente pero nunca podré darte cachorros- suspiro.
El carnivoro se quedó callado con cara sería, como siempre, pero después hizo una mueca de desconformidad, y luego parecía pensar algo.
-Pienso que te estás equivocando- para ese entonces aún seguían hechados en la cama matrimonial y a Mash se removió un poco para poder deshacer el abrazo que el otro híbrido mantenía en su cintura. -Las hembras de nuestras razas ya no están haciendo bien su deber, es por eso que nos están orillando a emparejarnos con híbridos herbívoros y débiles.
Rayne por fin desistió del abrazo y dejo libre al conejo para que los dos pudieran sentarse y continuar la conversación. -Ya no son tan fértiles como hace algunos años, peor aún, parece que hemos perdido el interés por las hembras de nuestras especies. Por eso se hizo el trato entre manadas, teníamos que salir a buscar otras opciones para salir adelantes, aunque claro que eso solo se trato entre las manadas más fuertes. -lo último lo dijo riendo y Mash se empezaba a enojar.
-pero hace algún tiempo alguien se emparejó con un híbrido de lechuza, un macho. Fue un accidente pero al momento de preguntarle al lobo el por qué lo hizo, el dijo que olió una fertilidad muy grande, una parecida al de las hembras, se mantuvo en observación varios días a la lechuza y después de un mes se presentaron síntomas de embarazo, actualmente parece ser que van para la cuarta camada. Pero ese no es el tema- pareció pensar un poco lo que estaba apunto de decir y chisto la lengua -El tema es que nos dimos cuenta que no importa si eran hembras o machos, mientras fueran de una raza débil eran capaces de engendrar, fue como un milagro para todos, por qué al fin podíamos dejar de preocuparnos por el número de integrantes en las manadas y continuar con nuestras vidas, todos pensaron que al fin servirían para algo más que solo ser comida.
Así que esa era la razón, vaya razón, algo en Mash explotó, realmente los depredadores era una mierda, la peor mierda de todas, solo por eso eran casados en mayor número, todos desaparecían mientras el se quedaba solo, eran egoístas y no lo pudo soportar, si pensarlo alzó su puño y en un movimiento rápido estrelló en la cara de el híbrido pantera, logro deseuqilibrarlo pero no pudo hacer que cayera de la cama.
-Realmente eres un estupido, creíste que no aria nada mientras tú escupes mierda de los más débiles, eres una basura- apenas terminó de decirlo y en menos de un segundo ya se encontraba derribado de nuevo en la cama mientras el más grande estaba arriba de el con las manos en su cuello apretándolo con rabia buscando ahorcarlo.
-No te quieras lucir conejito- su rostro que estaba a centímetros de el suyo mostraba lo molesto que estaba, aparte de la línea de sangre saliendo de su nariz por el golpe de entes también se notaba las venas marcadas en su cuello por el enojo. Inconciente Mash tembló más por el miedo -Que te haya escojido para ser mi perra no te da derecho a levantarme la mano o siquiera la voz, tienes suerte que vayas a ser la madre de mis cachorros, los conejos puedes dar camadas de 6 a 10 gazapos y además en poco tiempo, así que no servirás más que para ser una máquina de crías, y si en algún momento me aburro pues no hay problema, la carne de conejo es tierna y deliciosa.
Soltó el cuello de el conejo con enojo y chisto la lengua para pararse de la cama y con un suspiro trato de calmarse viendo como el chico en la cama tocia descontrolada mente y respiraba desesperado tratando de enviar suficiente oxígeno a sus pulmones.
-Ni siquiera me tengo que preocupar porque sean conejos, los genes depredadores son mucho más fuertes que los comunes haci que tengo la fortuna de saber que la mayoría de mis cachorros serán leopardos más o menos puros- se hacerco nuevamente a Mash haciendo que esté aún agitado tratara de escapar de el, sin embargo la pantera se lo impidió y lo atrajo hacia su cuerpo, tomo el mentón de este y lo forzó a un beso desesperado. -asi que apúrate a entrar en celo para poderte preñar.
¿Cuanto tiempo había pasado? 2 días, no podía saberlo desde aquella discusión con la pantera este no había dejado de abusar de el, ¿Realmente podía llamarse haci? Parecía que su cuerpo lo disfrutaba que inconscientemente pedía más.
Cómo en estos momentos, el depredador lo tenía en cuatro arremetiendo de forma violenta su entrada que para ese entonces estaba escurriendo de esperma y fluidos que su propio cuerpo produce, ya no podía aguantarlo más, era como en un bucle, la pantera lo tocaba y el se negaba a cooperar, después sus instintos tomaban el control y terminaban apareandoce por horas hasta que el terminaba desmayado y cuando despertaba se repetía todo de nuevo.
~Ngh~ intentaba aguantar todo lo posible aquellos lacivos sonidos que querían capar de su boca, sin embargo la pantera gruñía molesto y las embestidas se volvían más duras tratando de que perdiera el control.
La cama en la que se encontraban se mecia violenta por la fuerza que provocaban el vaivén y podría jurar que si seguían así terminaría por romperla. De repente sintió un tirón en su estómago y un chillido escapó de sus labios, otro orgasmo se aproximaba, pudo sentir como el miembro grande de el otro híbrido tocaba sin parar aquel lugar que lo enloquecía y sin poder aguantarlo más de su miembro salieron disparados hilos de espeso semen caliente, y después de otros minutos de embestidas también sintió como era llenado por el mismo líquido caliente pero de este híbrido que no hacía más que follarlo. Ni siquiera había comido en todo este tiempo hacia que prácticamente se moría de cansancio y hambre, ¿Así o más insensible podría ser un ser vivo?
Ya no sentía una fiebre brutal como hace algunas horas hacia que podría confirmar que su temporada ya estaba culminando, generalmente siempre duraba de 1 a 2 semana, pero está vez con compañía había durado mucho menos.
Pudo sentir como el miembro de la pantera salía de el y aquel líquido que lo había llenado escurría por sus muslos, después de todo su agujero de encontraba tan estirado por todo el trabajo duro. Finalmente se tiró con la respiración agitada en la cama y haciéndose bolita trato de descansar y no llorar por el arrepentimiento que lo golpeó, también sintió como el otro sujeto a sus espaldas se acomodaba a su lado en la cama y suspiraba pesado para después voltear a verlo, pero no le prestó atención y simplemente lo ignoro. Este se acercó nuevamente a el y de una forma delicada acerco su mano a su cintura y la acaricio, bajo hasta estar a la altura de su vientre y enterró su rostro ahí oliendo esa parte como si buscará algo, un aroma o señal de algo, y finalmente sonrió con orgullo. Algo en esa sonrrisa le aterro, una mal presentimiento.
-Despues de un gran esfuerzo viene una gran recompensa- menciono con una sonrisa de oreja a oreja y después subió su mirada para mirarlo fijamente -Felicidades seremos padres- lo dijo con entusiasmo para después empezar a repartir besos en su abdomen.
Al parecer el híbrido pantera era bipolar.
Habían pasado al menos 1 mes desde que fue secuestrado por el otro híbrido, le resultaba inquietante lo bien que se había adaptado a su nueva vida, realmente no hacía nada diferente a lo que hacía cuando vivía solo así que había sido fácil, al menos en algunos aspectos, a otros realmente no podía acostumbrarse por más que lo intentará, como a cocinar carne para la pantera o ser sumiso ante este.
Las primeras veces que le cocino este término tirando la comida que le preparo por qué según el "yo no como vegetales", además de un regaño espantoso. Al principio no pudo estar de acuerdo con poder ser la ama de casa y después de que se negara a lavarle y cocinarle recibió una cachetada y un montón de gritos por lo inútil que era, "no te mato a golpes solo porque estás gestando a mi cachorro" fue lo que le gritó con tanto enojo antes de salir furioso de la cabaña no sin antes dar un portazo tan fuerte que pudo creer que está se podría caer de su lugar.
Era terrorífico vivir así.
Ahora había aprendido a no llevarle la contraria sabiendo lo impulsivo que era, así al menos lograría seguir vivo.
La pantera le comento en el almuerzo que este día tendría una revición médica, se aseguraría de que realmente estuviera embarazado, aunque estaba casi 100% seguro de que si lo estaba esos mareos y ganas de vomitar eran una prueba.
Por eso era que ahora tres hombres se encontraban sentados en la pequeña sala de la cabaña. Carpaccio Luo-yang era el médico que se había especializado en embarazos de híbridos masculinos y que se levantó cortando el ambiente incómodo para dirigirse a dónde estaba Mash.
-Bien, pregunto ¿tiene algún síntoma o molestia?- el conejo asintió en silencio esperando otra acción de parte del médico -¿Cómo cuál...?
Mash no estaba captando completamente a dónde quería llegar el peligro rojo enfrente de él pero después de la última pregunta supo que estaba preguntando por lo de el supuesto embarazo que el aún no aceptaba, ahora estaba seguro que no le está preguntando sobre si tenía una molestia por vivir al lado de ese animal que estaba sentado a su lado, perqué el realmente tenía muchas molestia por el simple hecho de que este esté sentado a su lado.
Se trago los millones de insultos que tenía como opinión personal sobre el híbrido pantera y hablo por primera vez en todo un mes -Tengo muchos mareos y náuseas, hace apenas una semana he comenzado con los vómitos mañaneros pero nada que no pueda aguantar- hizo una pausa pensando en algo más -Oh y también tengo más sueño que el de costumbre.
El médico asintió conforme ante la información y anoto todo lo que el conejo le dijo en una libreta de bolsillo.
-Por los síntomas es muy probable que se trate 100% de un embarazo pero eso no lo podemos saber sin una prueba de embarazo confiable- Mash realmente quería que los síntomas que presentaba fueran de un cáncer y no de un embarazo, apenas y tenia 20 años de edad, era joven creía firmemente no estar preparado para ser ¿Mamá? Y establecerce con una familia, mucho menos con la bestia con la que compartía casa.
-recomendaría una ecografía pero eso solo se consigue en una manada citadina y eso esta un poco lejos además de que tenemos prisa, pero no hay de que preocuparnos traje pruebas confiables que traje de mi última visita a la ciudad- la voz de Carpaccio era muy sueve y parecía casi un susurro, no expresaba emociones pero aún así le daba una especie de calma a el híbrido conejo, vio como este se acercaba a el maletín que había traído consigo y saco un paquete con lo que debería ser la prueba de embarazo, se hacer o de nuevo y le tendió el paquete al conejo.
-se supone que debería hacerse con la primera orina del día ya que está llega a contener más de la hormona GCH pero realmente no influye mucho en el resultado final suponiendo que ya casi estás en el segundo mes- el conejo asintió no muy seguro de que era lo que le explicó el médico pero se levantó de su lugar y después de que le explicarán cómo hacerce la prueba camino hasta desaparecer detrás de la puerta de el baño.
Los dos hombres en la sala se quedaron viendo sus caras de manera incomoda, eran cuñados pero nunca habían mantenido una conversación más alla de un saludo o algo con trabajo. Rayne también era médico pero especializado en pediatría, amaba a los niños y era por eso que le hacía tanta ilucion tener uno propio, apesar de forzar a la otra parte. El mismo pudo confirmar el embarazo de Mash pero era complicado entablar una plática con el haci que tuvo que recurrir al otro médico para que las cosas no fueran tan "explosivas", después de varias discusiones ni siquiera los buenos días se daban, habían empezado con el pie izquierdo y la mayoría de la culpa era de la pantera.
Pero estaba seguro que con un cachorro de por medio su relación podría ser más llevadera e incluso podrían ser una familia completa.
Esperaron por al menos 5 minutos a que el híbrido conejo saliera de el baño, tenía las orejas caídas y lágrimas en sus ojos, parecía que le acababan de dar la peor noticia del mundo, y tal vez si lo fuera.
-¿Que salió?- pregunto el médico acercándose al pelinegro, este le extendió la prueba y al recibirla pudo leerla, no expreso nada pero al ver qué su cuñado se acercó y trataba de ver el resultado le entrego al prueba a este.
La pantera al tener el objeto en sus manos casi con desesperación se fijó del resultado, en la pantalla de la prueba estaba completamente resaltando el "embarazada"
No puedo evitar sonreír como un niño por el resultado favorable y entusiasmado se volteo a mirar a el conejo esperando la misma reacción de felicidad en el, pero no estuvo ni cerca de imaginar ver cómo el otro híbrido lloraba en silencio mientras apretaba sus puños en clara frustración, y ahí pudo caer en cuenta de algo, nadie podría alegrarse de ser violado y después enterarse que estaba embarazado. Aún así, se molestó.
-¿Acaso no estás feliz?- la voz dura y grave hizo que el conejo temblará en su lugar y lo volteara a mirar -Tendremos un cachorro ¿puedes por lo menos sonreír por la noticia?- el pelinegro se lo pensó bien en su responderle o no y al cabo de unos segundos asintió en silencio y sonrió apenas, la sonrisa más forzada que los otros dos vieron en su vida.
-¡Carajo!- la pantera sentía que el conejo solo quería joderle la vida, y ya estaba empezando a sentir como su sangre hervía de enojo. -Eres mucho más inútil de lo que había pensado.
-Tranquilízate Rayne- el pelirrojo ya sabía de el mal carácter que se cargaba su cuñado así que trato de calmarlo antes de que las cosas se salieran de control -Debes comprender que el...-hizo silencio esperando a que Rayne le diera el nombre de el híbrido conejo, pero este no le contesto. -¿Cómo se llama?- pregunto está vez ya si rodeos.
Rayne siguió callado y solamente subió sus hombros desconociendo de el asunto con desinterés. Luo-Yang quería estrellarle su puño en la cara.
-Joder Rayne nunca había conocido a alguien tan pendejo como tú- la expresión seria con la que lo dijo hizo que la situación se volviera cómica y Mash no pudo aguantar una ligera risa que llamo la atención de los otros dos.
-Me llamo Mash Burnedead- dijo acercándose a Carpaccio y cortésmente extendió su mano en saludo mientras hacia una reverencia. Le agrado solo un poco el médico por el insulto que le dio al idiota de la pantera.
El pelirrojo sonrió discretamente y recibió el saludo. Rayne se mostró molesto por la interacción tan amable e "íntima" de los otros dos y en dos movimientos deshizo el agarr de manos y jalo a Mash a su lado, algo por lo que esté mostró incomodidad.
-¿No te basto con llevarte a mi hermano?- dijo en tono grave casi como un gruñido, marcando territorio. -¿Ahora también quieres llevarte a mi pareja? No puedo comprender que de fantástico tiene una simple hiena.
El último comentario molesto a los otros dos y antes de que Carpaccio hablara Mash hablo defendiéndolo.
-Lo que pasa es que el comprende a la perfección que yo no quiero estar aquí con un sujeto tan insípido como tú, en lo que llevamos de conocernos no me ha obligado a nada como tú lo hiciste desde el minuto uno, y además me trata como un ser vivo y no como una prostituta. -Realmente le había dicho todo lo que pensaba, sintió como un gran peso se quitó de sus hombros y pido respirar a gusto nuevamente, aunque sabía que el carnivoro estaba enojado ya no le importaba.
-Maldita perr...- ni siquiera pudo terminar de insultar al conejo cuando el pelirrojo se interpuso en medio de los dos y lo tomo de los hombros.
-Nadie quiere robarte a tú "pareja" y yo solo estoy aquí como un favor que me pidió Finn- sabía que su cuñado en cualquier momento querría golpear a Mash ya sea ahora o cuando el se fuera, haci que primero tenía que apaciguar la situación. -Piénsalo un poco, Mash tiene razón, si tal vez lo trataras más como una persona que como una incubadora no sería tan desobediente y si te comunicaras más que con golpes y gritos tal vez también podrían llegar a tener una relación más amistosa.
Rayne se calmo, pero solo un poco, sabía que la hiena tenía razón aún así seguía molesto por la actitud y las palabras de el conejo, y tal vez también un poco herido.
-ahora me tengo que ir, yo también tengo un embarazo que cuidar en casa- dijo con el típico tono de susurro y se alejo de la pareja para poder recoger todas sus pertenencias y guardarlas en el portafolio. -Dentro de mes y medio traeré un equipo de ultrasonido, es muy necesario por aquí, a si que les enviaré un recado cuando tenga todo listo para que Mash asista a su primera consulta prenatal y tener un orden.
Mash asintió aún incómodo y disconforme, ya no podía salir de esa situación, además, aunque no estuviera del todo feliz no significa que no sienta cariño por aquella vida que crecía dentro de el.
Se despidieron los dos de el pelo rojo y cuando ya no sintieron su presencia un silencio incómodo se instaló dee nuevo en la casa.
Esto iba a ser muy difícil.
Era difícil, extremadamente difícil, su periodo de gestación iba a ser de 5 meses y el ya iba en el 4, pero era una tortura.
Ya habían pasado casi tres meses desde la primera vez que Mash conoció a Carpaccio y su primera cita prenatal completa fue hace 2. Desearía nunca haber asistido.
En esa cita se hizo su primer ultra sonido dando a la increíble (terrible) noticia de que se encontraba gestando 5 cachorros, no eran conejitos obviamente, 5 cachorros de leopardo se encontraban en su interior, en ese momento se quiso suicidar pero por obvias razones Rayne no se lo permitió.
Era difícil en primera porque su cuerpo no estaba apto para poder parir crías de un carnivoro, al menos no uno tan grande, cuando apenas cumplió los dos meses su vientre ya había crecido como si tuviera casi los cinco, entonces era correcto decir que podría morir en el parto. Eso no pareció molestarle mucho a Rayne quien casi podría jurar que quería saltar de alegría por la gran camada que había logrado formar y ni siquiera se inmutó cuando Luo-Yang le advirtió sobre el riesgo de este embarazo.
Abrió mucho los ojos por la sorpresa de la noticia y enseguida se había levantado de su lugar para festejar en silencio con unas gran sonrisa. El médico le había dicho que era bastante predecible su reacción ya que los leopardos podían parir camadas de 4 cachorros pero era extremadamente raro, eran contado con los dedos de una mano los casos, así que lo más común eran las camadas de 1 a 2 cachorros.
Luo-Yang les había dado una plática sobre la importancia de que ahora se llevarán bien, Mash necesitaría de toda la ayuda y apoyo de Rayne, pero ahí está el otro punto por el que el proceso era complicado. Rayne y Mash no se comprendían en nada, no hablaban más allá de lo necesario y apesar de dormir juntos en la misma cama parecía que se repelian mutuamente. No se llevaban bien.
Entonces el proceso fue mucho más difícil de lo que ya era, porque cuando cumplió los tres meses ya no pudo hacer absolutamente nada más que comer, dormir y sus necesidades básicas, entonces Rayne tenía que hacer todo para mantener lacasa estable, además de ayudarlo mucho, como a ir al baño, bañarse o levantarse de la cama en donde la mayor parte de el día se la pasaba echado.
Entonces para ese cuarto mes se encontraba igualmente tumbado en la cama repleta de cobijas, era abril asi que
Hacía calor, mucho calor pero eso realmente no afectaba a Mahs, no cuando su molestia más grande le impedía concentrarse en las demás. Tenía los pies hinchados y esa enorme barriga no contrastaba para nada con su cuerpo pequeño, parecía una enorme sandía con extremidades que estaba apunto de explotar, no podía cambiar de posición ya que era incómodo y además su pecho se hizo más abultado reparsndose para la lactancia, lo cual lo hacía doloroso, mucho más cuando su cuerpo producía leche a grandes cantidades por la cantidad de cachorros.
Pero eso ahora no importa mucho. Quería carne, carne cruda y lo más fresca posible, su principal antojo consistía en eso, "carne", carne cruda, cocida, freida, con verduras, al vapor, cualquier preparación de la carne le parecía la mismísima ambrosía. Paso de ser un animal completamente herbívoros a uno con dieta omnivora.
Era por eso que Rayne no estaba en casa, porque apesar de no tener una buena comunicación Mahs no podía aguantar los antojos y terminaba molestando sin para hasta que Rayne se lo conseguía.
Carne.
-¡Puja!, ¡Puja!, ¡Tu puedes!- esas voces se le hacían tan lejanas ante el inmenso dolor que sentía, sentía que en cualquier minuto podría partirse a la mitad, quería verdaderamente rendirse y mejor morir a seguir en este sufrimiento.
Hace minutos o horas, realmente no sabía, había escuchado un llanto agudo y se sintió aún más aliviado cuando un segundo llanto resonó poco tiempo después, y haci hasta dar con el cuarto.
Sería mucho más fácil haber parido en su forma animal, claro si se tratarán de conejos, pero por el tamaño de las crías la mejor opción fue que tuviera que recibirlos en su forma humana. Algo mucho más doloroso.
Ahora el problema era que el quinto cachorro parecía no querer salir de su casa temporal y eso solo hace que Mash se sintiera aún más preocupado, ya no por el si no por el miedo de que algo malo le sucediera a su bebé, el instinto materno había aparecido en el y aunque al principio le había sorprendido el pensar en dar su vida con tal de que sus hijos estuvieran bien, ahora ya no, estaba seguro de que aria lo posible por ver bien a sus cachorritos.
Su vida había sido extraña, realmente nunca se preocupo por alguien más que sus amigos y su difunto padre, nunca conoció un cariño distinto al fraternal, uno romantico, y estaba casi seguro que tal vez nunca lo sentiría, mucho menos con alguien como Rayne a su lado. Pero ahora sentía otro tipo de amor, uno maternal que surgió por aquellos seres que ni siquiera había visto en su vida y si por ellos necesitaba quedarse con el híbrido pantera, entonces lo aria.
El dolor lo puso a delirar sobre su vida. Regresando a la realidad podía ver muy borroso, solo captaba la luz y al médico que le daba palabras de aliento además de otra persona en la habitación no estaba seguro de quién era pero al menos no se sentía solo. Paso otro rato que se sintió casi eterno de dolor y sufrimiento, gritos, sudor y lágrimas y al fin pudo sentir como un alivio tanto físico y emocional se colaba en su cuerpo cuando escucho por fin el quinto llanto un poco más débil que los anteriores.
Y después de un suspiro profundo su visión se hizo oscura callendo inconciente.
Abrió los ojos molesto por la luz que me metía en el cuarto donde se encontraba, pero no los cerro simplemente por la curiosidad al sentir peso extra encima además de una fuerte succión en sus pezones, miro hacia abajo y casi se le sale una lágrima por la imagen de dos cachorros de leopardo chupando con insistencia tratando de apaciguar su hambre.
Después de apreciarlos unos minutos recordó algo y miro a todas direcciones buscando a sus demás crías, suspiro aliviado cuando su mirada se poso no muy lejos de ahí en un rincón, en una cuna grande se podía ver un poco a los otros tres cachorros durmiendo tranquilamente, aprecia que ya habían comido lo suficiente.
La puerta se escuchó abrirse y de ella entro Carpaccio con el rostro serio como ya era costumbre.
-que bueno que ya despertaste- se puso a un lado de la cama de Mash donde este se encontraba con sus cachorros -Tienes ya un día inconsciente por todo lo que pasaste, si un parto es muy doloroso no imagino el tuyo que fue el doble de complicado-Mash permaneció con el rostro serio y ignorando al médico llevando toda su atención a sus pequeños bebés que se removieron incómodos, el conejo los acomodo mejor en sus brazos hasta ver qué estos se acomodaban para poder seguir comiendo.
-Los cachorros se encuentran muy bien de salud- siguió hablando apesar de saber que Mash no le daba mucha atención -el quinto fue el más complicado y el más débil, aún así lo suficientemente sano por lo que no necesito de cuidados especiales. Tratamos de que los cachorros absorbieron todos los anticuerpos y vitaminas que el calostro les administra el primer día de lactancia, así que tuvimos que hacer que comieran aunque tú estuvieras inconsciente- en la última parte Mash si puso su completa atención, sobretodo por la salud de sus cachorros.
El conejo solo asintió en silencio y siguio viendo a sus bebés que se preparaban ya para dormir.
Carpaccio se quedó viendo a la madre y sus cachorros en silencio, los dos despertaron de su ensoñación cuando la puerta de la habitación fue nuevamente habierta, de está entro un chico con una bandeja de comida, Finn Ames, el hermano menor de Rayne el estupido que lo preñó, Mash ya lo había conocido unos meses atrás y sorprendentemente este no era un estupido como su hermano, a Mash le agrado y se hicieron amigos. Finn estaba emparejado con Carpaccio y juntos abrieron una pequeña clínica en el bosque donde habitaban, y a diferencia de Mash y Rayne ellos lo habían hecho por amor y no por obligación, el respeto mutuo y la comunicación fluida entre ellos hacia que algo dentro de el conejo sintiera envidia, de la buena obviamente.
Recuerda que la primera vez que conoció a Finn, este se disculpo por lo que le hizo su hermano, se arrodilló y pego su frente al piso mientras lloraba, Mash quedó tan sorprendido. También recuerda que cuando llegó Rayne, Finn lo regaño tanto mientras le daba golpes, el mayor no hizo nada para detenerlo y Mash se dio cuenta del gran cariño que esté le tenía a su hermano menor, era su debilidad.
Sin embargo nunca recibió una disculpa de parte de Rayne.
-Te traje comida Mash- dijo sonriendo Finn mientras dejaba la charola en la mesita que estaba aún lado de la cama -Me tenías tan preocupado, pensé que tal vez no lo ibas lograr por todo el tiempo que tardaste en el último cachorro- la voz se le entrecortaba y tenía lágrimas en los ojos, de repente Mash sintió su pecho cálido por tener a alguien que se preocupe por el.
-los bebés al fin se quedaron dormidos, hemos que llevarlos a la cuna para que puedan descansar a gusto- hablo el pelo rojo quien se había quedado en silencio dejando que los dos amigos tuvieran su tiempo. Mash se negaba a soltar a los bebés pero al final Finn lo pudo convencer. Ya con los cachorros en la cuna Mash se pudo acomodar mejor para poder comer algo, mentiría si dijera que no tenía hambre.
-Son cinco machos y el peso rondo por el 1.200g el más pequeño peso 900g pero apesar de todo no presentaron mayores complicaciones, tiene que alimentarlos muy bien para que puedan desarrollarse completamente.
-esta bien, muchas gracias- concordó Mahs agradeciendo por toda la atención que la pareja le daba. Tenía que prepararse para una maternidad muy extendida.
A la semana siguiente pudo ser dado de alta por el médico, le dijo que tenía que comer muy bien y también le dio varias recomendaciones para la crianza como madre primeriza.
Dos de sus cachorros son panteras negras y otros dos son leopardos dorados, el quinto y más pequeño es un leopardo blanco a lo cual se le hizo extraño. Finn le dijo que su madre es una leopardo dorado mientras que su padre fue un leopardo de las nieves, así que no había mucho a discusión, Finn era un leopardo dorado mientras que la única excepción fue Rayne naciendo como Pantera negra, cosas extraña pero tampoco muy sorprendente.
Cuando regreso de nuevo a la casa que compartía con Rayne sus instintos se activaron a mil pensando que no estaba seguro ni el ni sus cachorros con alguien como la pantera ahí. Muy encontra de todo pronóstico Rayne se porto muy tranquilo y sobreprotector con los cachorros cuando Mash le permitía sujetarlos un poco, después de todo Mash no podía con cinco cachorros a la vez así que tuvo que resignarse a que el otro le ayudara, parecía que el depredador era un buen padre.
Su relación ya no se puso tan problemática y parecía que Rayne estaba dispuesto a cooperar, aún les faltaba avanzar pero al menos con los bebés en medio sabía que todo iría bien.
-perdon- hablo Rayne quien estaba sentado al lado de Mash, cada uno sostenía a un cachorro mientras que los otros tres se encontraban en la alfombra de la sala jugando entre ellos. El mayor Renald, el segundo Damien, el tercero Víctor, el cuarto que se encontraba con Rayne, Aymé y el más pequeño que cargaba Mash, Luc. -Por todo.
Mash no lo miro pero sabe perfectamente a lo que se refiere, nunca fue una persona rencorosa pero aún con sus cinco cachorros ahí no sabe que pensar de Rayne. En las últimas semanas han llevado un buen cambio, Rayne ya no le gritaba, y se an vuelto un poco más comprensibles el uno con el otro, pero no podrían llamarse una pareja, o familia por completo.
-No te preocupes- Rayne lo miro con sorpresa, realmente el híbrido conejo casi no le dirigía una palabra, solo se limitaba a asentir o negar a lo que sea que Rayne le dijera. -Eso ya no importa, no es como que podamos volver al pasado y comenzar todo de otra forma-
Después de eso los dos se quedaron callados, no era un silencio incómodo, más bien familiar, algo a lo que los dos ya se habían acostumbrado. Se quedaron viendo como los tres cachorros en la alfombra de piel jugaban, y de repente Luc se empezó a mover impaciente, había despertado de su siesta. Mash lo bajo a el piso y este de inmediato gateo con todas sus fuerzas hacia sus hermanos para poder incluirse al juego.
En días como esos Mash se sentía más completo, en paz. En un inicio nunca pensó formar una familia, no desde que su padre murió cundo el tenía 16 años, pero ahora tenía una, no fue de la mejor manera pero la tenía y al menos la tranquilidad de no estar de nuevo solo era suficiente para evitar que escapara o se infiera en el odio por su captor.
No sabe si en un futuro pueda perdonar a Rayne, tal vez nunca lo haga pero está seguro que mientras sus hijos estén con el ya no hace falta escapar, después de todo el no sabe cazar y necesitan de su padre depredador para poder aprender a valerce por si mismos.
Por el momento está bien así.
¡Hola mis pollitos de colores! Espero y les haya gustado.
Final abierto por qué realmente no se que poner. Esta historia ya la borre como 3 veces porque no me gustaba como quedaba, está fue la que más me convenció y como siempre no se si algún día la vuelva a tocar y corregirla.
La idea era una "reproducción salvaje" que no se si logré representar bien. Estuve investigando muchas cosas sobre animales, como; temporadas de reproducción, crías, y hábitos relacionados a alimentación, etcétera, etcétera.
También pude investigar sobre embarazos animales, días de gestación y por supuesto embarazos humanos, para lo de los quintillizos tuve que buscar varios artículos médicos relacionados ya que es muy, pero muy extraño esta condición, de hecho ya es raro el hecho de tener gemelos ahora imagina cinco.
El espermatozoide se debe de dividir en dos ya Destro de el óvulo o en raros casos se debe a un espermatozoide con dos cabezas, jajajajaja eso es para los gemelos, pero aplica para los trillizos, cuatrillizos y así sucesivamente, entonces ya la idea de lo extraño que es.
También pude agregar un poco sobre el "Calostro" es algo que me da risa, no la función si no la palabra, me resulta "extrañamente cómica" que incluso entre mi grupo de amigos tenemos una broma sobre eso y un amigo que tiene pectorales pronunciados por el ejercicio.
También el hecho de que las panteras son de hecho leopardos o jaguares pero con una concentración alta de melanina "hipermelanismo" y de hecho se les llama pantera negras ya que el término, "Panthera" se le da a todo aquel de la familia de felinos grandes.
Los leopardos de las imágenes de arriba son Saaya, una pantera negra, y Cleopatra, una leopardo, del bosque de Kabini en Karnataka, en el sur de la India. Son apodados 'la pareja eterna'.
Han tenido cachorros, algunos de los cuales ahora son adultos.
...
Ahora otra cuentio, mi otro One-Shot Mashle "LOCKED" ya a sido eliminado por Wattpad por ser reportada. No lo comprendo ya que me metí a varias de las políticas de la aplicación y realmente no vi algo tan grave, de hecho hay muchas historias que superan con creces a las mías, ¿A alguien de aquí le gusta el yaoi de Tokyo revengers? Entonces pueden buscar en mis listas "el secreto de Sano shinichiro" un Fic que realmente me dejó con un sabor amargo de boca y me perturbó. De igual manera no digo ni justifico las acciones de esta historia, realmente me perturba y da miedo que realmente pasen cosas de este índole en la vida real. Pero no se metan con mis escritos, por favor, si simplemente no te gusta estas en todo tu derecho de salirte y no votar, incluso mi puedes mandar un mensaje sobre lo que no te gusta o me puedes escribir algo como "te voy a demandar" o ese tipo de cosas que me decía mi abuelo con deficiencia senil, pero no la reporten porque realmente hay un trabajo duro...bueno no en todas, tengo una historia en última lista que lo explica jajajaja.
En fin, después de este Fic sigue "DOMINACIÓN" de LancexMash con temática Dom/Subverse del cual ya quería escribir algo de esto desde hace mucho tiempo, ¡Esperen la!
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