⻝ ┇ ❝dos.
Lalisa antes de llegar a lo que era el hotel Honeymoon había llegado a una farmacia a comprar varios alimentos para lo que iba a ser "la gran semana".
Compró nueve cajas de condones, bebidas y unas cuantas frituras. Había llegado a comprar sushi, y una bebida alcohólica para ella. Llamó a "La señorita pasiva" para saber si quería algo, pero ella solo le respondió de mala gana, y le ordenó que se apresurara a llegar al hotel lo antes posible. Rodó los ojos y se encaminó lo antes posible en tomar el próximo camión para llegar a la lujosa zona donde se encontraba el hotel.
Suspiró.
Comprar los condones no había sido nada fácil. Ella siempre se apenaba de tener que comprarlos aunque la cajera ya sea su amiga. Ver a la gente hacer un gesto exagerado cuando veían las cajas –que variaban de 6 a 11–, y tener que pagarlos le dolía. Sus compañeras sexuales le daban el debido dinero para comprar toda la protección sexual. Solo Lalisa era tímida.
Compraba sushi en un lugar barato y de confianza, y solo era eso.
Veía por la ventana el cambio de la sociedad y veía el cambio de las calles, los carros, y hasta de las personas. Lalisa solo torcía la boca.
Llegó hasta el hotel, y veía lo estúpidamente intimidante que era. Era tan alto, y tan ancho. Tragó saliva mientras entraba, decía el hombre de Jennie, y el señor. Botones la dejaba pasar sin preguntarle nada sobre las bolsas.
Los viejos moteles no la dejaban entrar con bolsas que no fueran condones o pastillas.
Subía y subía sin parar, hasta llegar al ultimo piso. El señor la dejó, y Lalisa solo tocó la puerta.
ㅡ ¿Eres la señorita Lalisa Manobal? ㅡ Una voz se escuchó pegada a la puerta, era bajita, como si fuese alguien inseguro. Soltó una pequeña risa ㅡ. ¿Por qué se ríe?
ㅡ Porque soy alguien que viene a asesinarla, grrrr. ㅡ Gruñe y siente que alguien abre la puerta, que sólo es Jennie jalándole la camisa para que entre.
ㅡ De lo único que me asesinaras será de una mamada. ㅡ Agarró las bolsas que cargaba Lalisa y la sentó en esa silla que estaba frente a la tele. Le entregó una hoja y una pluma ㅡ. Firma ahí, dice que no le contarás a nadie sobre este encuentro.
ㅡ Ya firmé algo antes, ¿no puedo dejar de firmar cosas?
Jennie torció los ojos.
ㅡ Solo firmaste un mísero papel, cállate y comienza a poner tu nombre allí. ㅡ Se sienta frente a ella, saca el sushi y empieza a comer, mientras Lalisa solo la veía con un poco de recelo. Vuelve a leer con profundidad y solo era un contrato hecho a mano.
ㅡ ¿Esto siquiera es legal?
ㅡ Tengo experiencia haciendo eso, fírmalo ya. ㅡ Mastica el trozo de pescado que tenía en su boca. Lalisa la mira con una lagrima imaginaria. Firma, con una ceja alzada, y se para buscando comer de su propio sushi. Jennie le aparta la caja, agarra un trozo y se lo acerca a su compañera ㅡ. Di aah.
ㅡ ¿Para qué?
ㅡ Para darte de comer antes de coger.
Muy vulgar. Lalisa sonrió y abrió la boca mientras aceptaba el alimento que le brindaba la señorita Kim.
ㅡ Tener intimidad, Kim.
ㅡ ¿Quién le dice así? ¿Los ingleses? ㅡ Acaricia la mandíbula contraria y esta se le acerca.
ㅡ Yo.
Jennie traga saliva y sienta a Lalisa, como lo hizo con anterioridad, bruscamente en la silla, mirándole.
ㅡ No mordidas, no marcas, ni nalgadas, no masoquismo, ya lo sabes.
Baja hasta el pantalón y baja el cierre, queriendo sacar el miembro de la menor.
ㅡ Lo sé, señorita Kim.
Lalisa afirma mientras le sonríe.
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