Primera parte
BaekHyun tarareaba mientras balanceaba de un lado a otro su peso y se arreglaba frente al espejo.
Una mañana como cualquier otra en la que él había decidido retocarse el tinte que hasta ahora estaba usando, pero dado que ChanYeol casi no lo dejaba salir de casa, ya habían pasado meses desde que seguía con la misma tonalidad en su cabello y poco a poco se había ido descolorando.
BaekHyun tenía ocho meses de embarazo, y para el jefe Park de la mafia de Seúl era de máxima importancia tener vigilada a su pareja las 24 horas del día, por lo mismo, no abandonaría la casa a menos de que llevara toda una escolta.
Ante eso, BaekHyun creyó más adecuado mandar a uno de su seguridad a comprar un bote de tinte casero para poder aplicarlo por su cuenta. No lo aplicaría desde la raíz, ya que su tono natural estaba regresando, y como justo lo quería negro, solo estaba ayudándose un poco a eliminar el remitente del rubio que le había quedado desde hace meses que había iniciado su embarazo. Tampoco era que fuera un gran problema, porque según lo que le había dicho su doctor, los tintes de ahora habían cambiado positivamente para el uso en el embarazo, y después del cuarto y quinto mes, ya era un poco más seguro teñirse nuevamente.
De cualquier modo, se podía decir que BaekHyun no era la persona más 'normal' que pudiera conocerse, así que algo como teñirse el cabello en el embarazo no era la cosa más extravagante que hubiera hecho en su vida.
ChanYeol no se había enamorado de él por su linda carita y delicadas manos, él lo había hecho porque en una misión que había resultado ser toda una trampa para su equipo, fue que lo vio ponerse en acción. Se veía al principio como un debilucho niño que no podía defenderse y del que su escolta estaba a punto de deshacerse, pero pronto lo único que se vio fueron tres de sus hombres en el suelo con una bala entre sus cejas, y ocho de estos con lesiones o perdidos totalmente en la inconsciencia.
BaekHyun era una máquina para matar que, como había vivido una mala vida dentro del prostíbulo dirigido por una mafia china, en el cual ChanYeol había sido emboscado, no pareció tener piedad alguna con nadie para buscar su salida aquella noche.
Sobre eso claro que el jefe Park se la había ofrecido en su intento por controlar a la fiera loca que todavía conservaba una pistola cargada en mano y un cuchillo en la otra, lleno de la sangre de sus hombres, con ropa desgastada, mugrosa, incluso rota y que exponía bastante piel del desnutrido chico de aquellos días.
BaekHyun había sido un chico sin hogar, tomado por las manos equivocadas al ser dejado en las calles, en donde terminó siendo abusado por muchos de diversas formas, pero aquella noche que el equipo de ChanYeol fue engañado para ir a tal prostíbulo en un plan de ataque sorpresa por unos de sus enemigos, encontró el momento perfecto para escapar y atacar ante cualquiera que se pusiera en su camino hacia la libertad.
Probablemente por eso no diferenció que los hombres de ChanYeol no eran ahí los malos, y no iba ChanYeol a decir que no se quejó por la pérdida en su equipo a causa de ese chiquillo, pero sin duda vio una joya en el mismo tan pronto la crisis terminó y se hizo de sus dulces palabras para evitar estar entre la lista de los caídos y salir sin problemas de la 'emboscada' con los conocimientos del niño que tenía un claro plan de escape.
Entonces, al final de la noche, acabó por llevarse al niño consigo (que en realidad no era un niño, sino un adulto bien camuflado en una figura solo un poco más pequeña) en un trato fabricado de manera improvisada para salvarse juntos. Eso antes de que luego descubriera que él iba a ser el amor de su vida.
Pero por supuesto que BaekHyun comprendió lo que era la vida de ChanYeol en cuanto aceptó llevarlo con él fuera de esa pocilga. No estaba aterrado en lo absoluto, pronto tomó lugar en lo que se trataba el negocio y cuando fue aceptada su confianza y merecido su puesto en la mafia, nadie se vio sorprendido de que sin más llevara un anillo de compromiso en la mano.
Esa mano que ChanYeol sabía cómo había asesinado de tantas maneras a infinidad de personas a través de los años que habían pasado de su primer encuentro. BaekHyun siempre denotaba una locura en sí al estar en su trabajo, parecía un verdadero sádico, pero había mucho más de lo que solo algunos veían. Sin embargo, para todos compartían algo similar entre ellos como ese juego de anillos que oficializaban el casamiento entre ambos.
Se podría decir así que el tiempo pasó. ChanYeol siempre supo lo rudo y loco que podría ser su pareja ante todo y lo amó más por eso, pero luego la posesividad llegó y con ella vinieron los caprichos. Su ahora querido esposo tenía más de una faceta que él poco a poco fue descubriendo.
No podía haberse enamorado más de él aun cuando había matado a Sandara solo porque una noche de juego intentó—al ya estar muy pasada de copas— deliberadamente sentarse en el regazo del jefe. Todavía le hacía sonreír acordarse de la forma en la que BaekHyun la jaló del cabello y la arrastró por el suelo, mientras escuchaba sus gritos desesperados hasta que la llevó a un cuarto desocupado de la casa y solo con otro par de gritos y súplicas más ante la realización de su error, todo fue callado con dos disparos.
No podía decir que fuera algo de lo que ahora BaekHyun se sintiera muy orgulloso, porque él tampoco había estado del todo en sus cabales ese día, pero ChanYeol tampoco estaba del todo bien de la cabeza a veces. El trabajo que tenían los obligaba a ver las cosas de forma diferente y en ocasiones a actuar como si fueran completos psicópatas. Cosas así a veces solo eran inevitables. Y con ellas se podría decir que las personas a su alrededor, sus mismos subordinados y negociadores comprendían un poco que con su mafia no se jugaba. Menos si ello involucraba al matrimonio Park-Byun, en todo caso.
Los hombres de confianza del jefe Park creían que, con BaekHyun, ChanYeol no podía haber encontrado mejor pareja. ¡Uno estaba tan loco como el otro!
Eran almas gemelas.
Así que los meses siguieron pasando, y luego de tantos episodios donde ChanYeol había reclamado territorio con BaekHyun y donde BaekHyun había establecido quién era el chico del jefe, otra emboscada surgió. BaekHyun había permanecido en casa a causa del malestar que últimamente había tenido.
En cambio, la mafia de Seúl, aquella noche, se había enfrentado al grupo que menos se había esperado a la puerta de sus negocios. Las fuerzas especiales de policía los habían detenido, y ante el mayor número de agentes, ChanYeol había aceptado entregarse a las autoridades pacíficamente.
En todas las noticias había salido. El jefe de la mafia de Seúl había sido detenido, los agentes involucrados en la misión fueron premiados, la población se había regocijado, pero BaekHyun...
BaekHyun no iba a dejar que encerraran a su esposo.
El plan surgió en seguida. BaekHyun reunió a todo contacto que tuviera para realizar lo que sabía que lograría el único propósito que tenía en mente: él sacaría a su esposo de la prisión más vigilada en Corea.
No fue tarea fácil, hubo sus percances, pero entre todo el escándalo propagado por su equipo y la huida de tantos hombres encerrados en aquellas celdas—entre ellos hombres de ChanYeol—, BaekHyun logró infiltrarse a la cámara tan alejada y resguardada de su hombre.
Ningún guardia iba a permitir que alejaran a ChanYeol de él por otro minuto. Él, ante todo, logró llegar hasta su esposo, y luego de un beso presuroso junto al 'sabía que vendrías por mí, precioso, tú no te quedarías de brazos cruzados' que BaekHyun recibió con todo y sonrisas, salieron entre más dificultades que vinieron en el camino.
A ChanYeol casi le habían disparado, ¡lo habían tirado! Pero BaekHyun no llegó hasta ahí para salir con las manos vacías, menos porque:
"ChanYeol, mueve tu trasero del suelo, no pienso abandonarte aquí ni salvarme por mi cuenta. Estarías dejando a tu hijo sin un padre."
Eso dicho fue suficiente para que ChanYeol se pusiera sobre sus pies para mirar a BaekHyun con sorpresa. Claro que aquella fue una gran motivación para salir de ahí cuanto antes, ambos sin más mínimos percances.
Park ChanYeol podría ser el criminal más buscado del país, pero también era un hombre que entre tanta locura amaba irremediablemente, y ahora se trataba del futuro-a-ser-padre más sobreprotector que se hubiera esperado.
Estaba contento con la noticia de la pronta llegada de su niña—de la cual ya sabían desde hace unos meses que sería una niña y seguía creciendo bien y de manera sana—, pero por lo mismo no había permitido a BaekHyun hacer algo más luego de la huida de la cárcel. A BaekHyun le habían obligado a permanecer en un tipo de arresto domiciliario a pedido de ChanYeol para su máxima protección, pero BaekHyun...
No se quejaba de ello. En este punto regresábamos a donde se podía decir que había disfrutado sus meses de tranquilidad en casa y mimos que ChanYeol le cumplía en cuanto regresaba del trabajo. Claro que se aburría y extrañaba la acción en el campo, pero al menos durante estos ochos meses se propuso a pensar por unos cuantos momentos que en realidad él pertenecía a una verdadera familia.
Una donde su esposo salía por la mañana a un trabajo tan común—como podría serlo de un aburrido oficinista, nada que ver con la pistola que siempre cargaba consigo—, él preparaba desayunos y comidas, se encargaba de parte del aseo de su casa—hasta que ChanYeol le pidió completo reposo para no extenuarse con sus actividades diarias y le consiguió más de un empleado doméstico—, arreglaba con tantos tonos pasteles, peluches, juguetes y ropita el cuarto de su niña y esperaba en la noche la llegada de su esposo para que lo besara, le hablara a su niña mientras acariciaba su vientre y hacía voces tontas para sacarle más de una sonrisa y terminara con un masaje a sus pies antes de volver a la cama.
Era una vida tranquila. Sin pensar en las amenazas de muerte de los tantos otros bandos opuestos al suyo, de los negocios arruinados y problemas con la mafia china y norcoreana, y persecuciones de la policía.
O eso era lo que BaekHyun creía mientras terminaba con su tinte casero y lucía lo que para él era un encantador negro brillante, de la misma manera que terminaba de delinearse los ojos—ya que, a pesar de que no saliera, él siempre contaba con la idea de verse bien ante todos—, y se sentaba al borde de su cama mientras apenas se había vestido y preparado para sus ejercicios de yoga diarios que por su cuenta había iniciado hace poco más de dos meses.
La llegada del bebé estaba cerca, BaekHyun lo sabía, había estado sintiendo algunos dolores las últimas semanas, su niña a veces pateaba con más fuerza de la que antes, pero él no le daba tanta importancia si consideraba que ChanYeol había estado más que ocupado últimamente, y todavía le quedaban poco más de tres semanas para la fecha establecida del nacimiento.
Suponía que todo esto eran esas 'falsas alarmas' que las otras madres decían tener en ocasiones. Solo que no sabía durante cuánto tiempo podrían seguir así las cosas.
Al menos, él contaba que su bebé todavía podría esperar. Tenía que estar aquí cuando su padre estuviera también presente, y con ChanYeol fuera de la ciudad por un negocio reciente, BaekHyun no esperaba que su parto se adelantara. No, a pesar de los más constantes signos, podría haber estado teniendo dolores por la noche que de vez en cuando lo despertaban y esa mañana no habían mejorado, pero pasaban con largos intervalos, así que dejaban a BaekHyun pensando que quizá aún no era nada que temer.
Como para que otro día pasara con calma.
"Muy bien, cariño," habló BaekHyun y posó una mano sobre su amplio vientre para hacer círculos como caricias que calmaran todo lo de ese día. Luego, se sentó en posición sobre su tapete de práctica. "El día de hoy vamos a hacer un par de estiramientos, ¿te parece? Veremos si con eso ceden los dolores."
Recibió una patada como respuesta, lo que le sacó una sonrisa. A pesar del dolor que a cambio recibió sobre tal acto, se preparó para hacer el mencionado ejercicio. Sin embargo, escuchó antes cómo su celular vibraba a su lado, en el suelo.
Sonrió de nuevo al ver el contacto de ChanYeol, por lo que contestó en seguida y puso el altavoz para poder hablarle, al menos hasta que vio que alguien entró a su habitación.
Sobre eso, con ceño fruncido, antes de darle saludo a su esposo, se dirigió hacia el hombre parado rectamente en la puerta.
"¿Se te ofrece algo?" el hombre no habló, siguió por otro minuto ahí parado, mientras lo veía directamente, en su traje oscuro que estaba consternando un poco a BaekHyun. Eso solo le hizo llevarse en un acto reflejo una mano a su vientre bajo, algo no se sentía bien desde este punto, porque él que recordara, los hombres de ChanYeol no solían traer trajes del tipo. "No llamé a nadie a la habitación, no necesito de su servicio ahora mismo, puede salir, me gustaría tener mi privacidad mientras hago mis ejercicios."
Pero no se movió, y BaekHyun esperó, mientras se preguntaba si esta era algún tipo de broma. Si fuera así, seguro que podría matar al idiota de la idea, porque hoy no estaba para estupideces de su equipo de seguridad.
"¿Acaso no fui claro o es que tengo que—?"
"El jefe se arrepentirá de todos sus errores ahora," BaekHyun abrió los ojos en ese momento, porque ese hombre no solo acababa de hablar en mandarín—el cual conocía a base de su terrible pasado en ese maldito prostíbulo del que logró escapar, y luego lo perfeccionó por los tantos negocios en los que ChanYeol y él se intentaron meter anteriormente, pero ninguno fue fructífero, ya que de una u otra forma todas las mafias chinas estaban conectadas y lo que ChanYeol había hecho cuando sacó a BaekHyun de ahí, más cómo BaekHyun había burlado todo lo involucrado en ese negocio, en definitiva, no habían terminado con los mejores tratos—, sino que sacó un arma, que de no ser por los rápidos reflejos de BaekHyun seguro habría dado contra su pecho limpiamente.
Sin embargo, BaekHyun no era tan rápido como antes, ni siquiera podía desplazarse bien en el piso, su vientre le impedía hacer tantos movimientos como quisiera, y ante lo mismo, el disparo de antes si no dio contra su pecho, sí llegó a rozarle un brazo. Con eso, un grito surgió de su boca y tuvo que forzarse a ignorarlo de momento para sacar del primer cajón de su buró la primera arma que sabía siempre tenía consigo.
Fue un rápido movimiento, en lo que su atacante reaccionaba de su fallido intento de homicidio—lo que pareció más que nada para BaekHyun como el tonto chico principiante al que enviaban a hacer la misión suicida—, pero consiguió tomar consigo un cuchillo que, al ponerse de pie ante el apoyo de su cama, alcanzó a lanzar al rostro de su atacante y le dio directo entre sus ojos.
Eso no fue todo lo que vino luego de la caída del maldito chino a la puerta, apenas se fue la adrenalina de sus acciones, un tremendo dolor le recorrió por el cuerpo, y no fue precisamente desde la herida en su brazo. Provino de su vientre, por lo que se dejó caer sobre sus rodillas con otro grito.
Ahí fue donde por fin escuchó algo.
"¡BaekHyun! ¿BaekHyun? ¡¿BaekHyun?! Maldita sea, ¡BaekHyun! ¿Dónde estás? BaekHyun..."
"C-ChanYeol," habló temblorosamente y cubrió su herida en el brazo al tomar su celular aún en el suelo. Lo acercó a él y sobre el dolor que volvió a atacarle, se escapó otro alarido que hizo a ChanYeol volver a llamarle con histeria por la línea. "Estoy bien, estoy bien, yo solo... ChanYeol, alguien entró a la casa. Un chino, un maldito chino entró en la casa. Lo eliminé, está muerto, pero... ChanYeol, no sé si haya otros, él no pudo entrar sin que seguridad lo detuviera. Pudo haberse infiltrado, pero nadie más ha venido para sacarlo. No sé qué está pasando, yo no lo sé, no-no sé..."
"BaekHyun, tranquilo, respira. Necesito saber las cosas de manera clara. ¿Estás herido?"
"¡No! No lo sé, solo... Solo una bala me ha rozado, pero eso no... no es..."
"Entonces, ¿qué sucede? Háblame, BaekHyun, estoy en camino a ti."
"¡El bebé! Nuestra bebé, ella... Creo que ya viene, no lo sé, me duele..." tal vez fue precipitado pensarlo o decirlo así con solo eso, pero BaekHyun no sabía qué hacer ante su ataque de impotencia. Ya no podía mantener su boca cerrada.
Por unos segundos, no hubo respuesta a eso y BaekHyun temió perder la conexión con ChanYeol, porque no se creía capaz de poder hacer algo más si ChanYeol no estaba con él pronto. El dolor en su brazo era mayor de lo que al principio había imaginado que sería, lo dejaba en el suelo, no podía moverse, casi parecía estar en shock y con otro dolor punzante que abarcaba gran parte de su vientre bajo no se dejaba descansar. Algo no se sentía bien.
"Maldición," finalmente se oyó, al momento en el que BaekHyun perdió el dolor en su vientre bajo, repentino, tal como había llegado y durado.
Estaba temiendo lo que significaba, porque él no podía ver venir a su hija, no importaba cuánto tiempo estuviera teniendo así, con estas señales, en estas circunstancias no podía imaginarse teniéndola pronto. Necesitaba atención médica, de recuperación, necesitaba a ChanYeol.
"Ok, muy bien, Baek, escúchame bien, estoy a dos horas de llegar a casa, pero ¿recuerdas bien los ejercicios que te dijo la doctora que hicieras cuando el día llegara?" BaekHyun asintió, a pesar de que sabía que ChanYeol no lo veía. Suponía que podía imaginárselo al cerrar los ojos como si realmente lo tuviera a su lado. "Empieza a hacerlos, ¿ok? Tan solo respira, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Cuenta cuántas inhalaciones se hacen ante el dolor. Amor, llegaré contigo lo más pronto que se pueda, he llamado a mis hombres para que vayan por ti y te atiendan. No te preocupes, nos veremos pronto, no me perdería por nada del mundo del nacimiento de nuestra hija."
"ChanYeol, pero no puedo moverme, no sé qué hacer, me duele y la niña... no sé, no..." apretó como pudo el celular en sus manos al respirar de manera ansiosa. Estaba empeorando la situación, lo sabía, pero había entrado en pánico, temía por muchas cosas ahora, y su herida sangrante no le dejaba más que preocupación por el efecto que podría tener en su condición. "Por favor, por favor, no te tardes, yo... Yo... tengo miedo."
Eso tomaría por sorpresa a cualquiera. Porque, ante todas las cosas que BaekHyun había experimentado y sobre lo que sea que hubiera pasado, él nunca había confesado tal cosa frente nadie. El miedo era natural para cualquiera, ChanYeol admitía que, al tener un puesto como el suyo, se podría tener miedo todos los días, más por su familia que por él mismo, pero BaekHyun...
BaekHyun era un mercenario, un asesino, torturaba a gente todos los días para obtener información, negociaciones, y las mutilaba como si fuera la actividad más gratificante de su vida. Pensar que estaba diciendo esto ahora era impactante.
ChanYeol lo entendía, él también tenía miedo, y sabía que esta vez ambos temían por lo mismo.
Pero aún era un shock por el que apenas se recuperaba.
"No temas, bebé, estaré ahí contigo en cuanto antes. Papá viene en camino."
BaekHyun por un segundo sonrió, escuchar a ChanYeol llamarse a sí mismo 'papá', fuera la circunstancia en la que se encontraba, siempre le sacaba una sonrisa. No podía mentir que él tenía el mismo anhelo de pronto ser llamado de la misma forma.
«Papi.»
Sin embargo, BaekHyun sabía que eso no podía ser todo, alguien abrió la puerta de nuevo y la azotó, ante lo que BaekHyun tuvo que levantar la cabeza desde su lugar en el suelo. Sin embargo, tarde supo que no eran los hombres de ChanYeol en su búsqueda. Menos cuando uno de los tres completamente vestidos de negro de los que habían entrado miró al hombre caído ante la puerta.
La mirada que el mencionado le devolvió le hizo saber que estaba perdido.
"¡Hijo de puta! Te acabas de perder de la facilidad de una muerte rápida. ¡Agarren a la perra!"
"No me toquen, ¡no me toquen!" exclamó débilmente, tan nublado por el dolor en su brazo como para poder hacer algún buen ataque.
Sobre su vulnerabilidad, los dos hombres tuvieron facilidad para atraparlo y jalarlo de sus extremidades para levantarlo. Lo dejaron exclamando un grito que él mismo se había arrepentido de mostrar con lágrimas a sus enemigos, y dejó caer su celular al suelo en cuanto otra ola de dolor en su vientre lo abarcó. Llegó más rápido de lo que se había imaginado.
"¡No, no! Suéltenme. Mi bebé, no le hagan daño a mi bebé, ¡no le hagan daño! Ella ya viene. ¡ChanYeol!"
"Jefe, esta perra ha entrado en labor de parto. ¿Qué hacemos al respecto?"
"Llévenla a la camioneta, dejen que él se las apañe por su cuenta, igual matamos a dos pájaros de un tiro de este modo. Nos desharemos del chico que se ha burlado de nosotros desde hace tanto y del engendro que se hizo del maldito jefe. Aprenderá con esto a no meterse con nosotros y pensar que puede burlarnos sin salir libre de sus daños. Andando, seguro la perra ya llamó a sus refuerzos, hay que abandonar el área antes de que lleguen. Carguen con el cuerpo de Yang también."
"Sí, señor."
"No, no, ¡no! ¡Mi bebé! Mi bebé, por favor, deténganse. Si quieren llévenme a mí, pero dejen que mi bebé esté a salvo. Tengo que traer a mi bebé, tengo que ponerlo a salvo. Creo que voy a romper fuente."
"¡Cállenlo de una vez por todas!"
Fue ahí cuando BaekHyun se inundó en la inconciencia y solo pudo rogar ante todo por el bienestar de su hija. No iba a dejar que le hicieran daño, pero no tenía forma de salir ahora de esta.
Despertó con un dolor impresionante que lo hizo agonizar en un grito en cuanto abrió los ojos y temió por lo poco que veía. Creyó que lo habían dejado ciego, pero era todo lo contrario. Él veía, solo que no había nada en el lugar en el que estaba, ni siquiera un haz de luz que se filtrara por las ventanas.
En cuanto entendió que debieron encerrarlo en un lugar recóndito del reciento que ahora se encontraba, dirigió por instinto sus manos hacia su vientre y se tranquilizó al sentirlo aún consigo, pero pronto algo más lo alarmó al darse cuenta de que un líquido acababa de mojar sus pantalones.
Estaba sudando en una habitación vacía de apenas dos por cuatro metros y no tenía idea de cuánto tiempo había estado inconsciente ni cómo eso pudo haberle afectado a su hija.
Solo tenía dos cosas en mente ahora: él debía salvar a su niña y luego llegar hasta ChanYeol de nuevo. No iban a separarlo ni a dejarse morir si eso significaba la victoria de aquellos chinos. Esos hijos de puta que ya le habían hecho daño antes, iban a morir en cuanto saliera de esta.
Sin embargo, la situación en la que estaba le imposibilitaba muchas cosas. Parecía que acababa de romper fuente en verdad, y no sabía cómo proseguir ahora.
"Parece que esa fue tu última contracción," escuchó una voz a su lado, por lo que se puso alerta, pero solo logró mirarle al no poderse poner de pie y ni siquiera tener un arma a su alcance.
Esperaba proteger a su niña en lo que podía, mas, extrañamente aquella voz le pareció tremendamente preocupada por la situación que él estaba pasando que no sabía si en realidad le consideraba como amenaza.
"Llevas cerca de hora y media aquí, inconsciente. Parece que ya estás listo por parir, amigo."
"¿Quién eres?" BaekHyun habló al respirar entrecortadamente por resistir ese dolor que persistió aun después de que su fuente se rompiera. Quizá era este un indicador de las mismas palabras de la voz recién descubierta. "¿Dónde estás y qué es lo que quieres?"
"Tranquilo, amigo, podría decirse que estoy a tu lado," hasta ahora BaekHyun no se había dado cuenta, pero entonces la tonalidad del chico le hizo notar algo. Él estaba hablando en mandarín y casi por instinto le había respondido de la misma manera, lo que solo quería decir algo obvio.
"Eres chino, perteneces al grupo de esos idiotas."
"Bueno, la parte de que soy chino y ellos unos idiotas, es cierta, pero yo ya no pertenezco a su grupo. Sé que hay poca luz aquí, así que entiendo que no puedas ver las heridas de los golpes que me han dado. Estoy aquí como tú, esperando a la muerte, seguro de inanición por ser considerado un traidor para el equipo. No estoy realmente arrepentido de ello, después de todo, estás en lo cierto, ellos son los idiotas aquí que nos han abandonado. Mi nombre es Zhang YiXing, pero para la mafia de Seúl soy conocido como Lay, el infiltrado que desgraciadamente descubrieron hace solo una semana."
"¿Lay?" repitió y se mordió el labio para evitar liberar otro grito ante lo mucho que se esforzaba por permanecer recto sobre su lugar como antes, pero había empezado a sentir la tendencia de poder pujar hace solo unos segundos. Y no, él no podía dar a luz todavía, no aquí y no de esta manera. No sin ChanYeol. "¿Trabajaste para la mafia de Seúl? ¿Para C-ChanYeol?"
"Sí, bueno, si no fuera para ese bastardo, ¿para quién más sería? Todos conocen ya al jefe, no me sorprende que tú también lo hagas. Aunque se puede saber cómo has terminado aquí y quién eres. Porque es evidente que has cabreado a alguien en serio allá arriba para que te dejaran así ahora, sin mencionar que no tienes el acento chino, lo que me hace creer que eres coreano, ¿no es cierto?"
"Si me han encerrado aquí de esta forma seguro es por una estúpida venganza contra la mala forma de perder que tienen estos idiotas de arriba. Mi esposo hace su trabajo como le corresponde, sin estafas ni engaños, ellos son los que lo han estafado, y si vienen por mí, esas escorias debieron pensarse mejor todo esto, porque yo no voy a permitir que me encierren de nuevo. Ya salí una vez de su pocilga, puedo volver a hacerlo, y seguro que mi esposo tampoco va a permitir que vuelvan a encerrarme."
"¿Tu esposo dices? ¿Eso quiere decir que...? ¡Oh! ¿Eres el chico del jefe? ¿Byun BaekHyun?"
"Ahora es Park," respiró ante la inmediata urgencia que tuvo de empuje. Creía que si seguía hablando evitaría el nacimiento tan pronto de su niña. No estaba listo, claro que no lo estaba, faltaban semanas para su fecha, faltaba la atención médica para su hija y ChanYeol a su lado para presenciar el momento. "Mi nombre es Park BaekHyun, y sí, soy el chico del jefe."
"Oh, joder, no tenía ni idea, ¡demonios! Esos bastardos en serio se la han armado ahora, ¿o no? ¿Es que son realmente suicidas? Porque traerse al chico del jefe en tales circunstancias..." BaekHyun inhaló sonoramente al pasar desesperadamente sus manos por el vientre, cosa que no pasó desapercibida por Lay, ya que era obvio que no podía de ninguna manera. "Oh, Dios, estás a punto de dar a luz. Tu bebé va a nacer ahora."
"¡No! No puede nacer, ella aún no puede..."
"BaekHyun... ¿le molesta que le llame BaekHyun?" el mencionado no respondió, lo que le hizo entender a Lay que no era momento de preocuparse por formalidades. "Ok, sí, bueno, BaekHyun, creo que es necesario que ponga de su parte para hacer el procedimiento más simple."
BaekHyun casi sollozó ante la idea, porque ya entendía lo que decía el chino junto a él que alcanzó a percibir se acercó poco más hasta donde estaba, quizá en una posición de apoyo.
"Sé que no está en condiciones de dar a luz, porque estamos encerrados en un cuarto sin iluminación, pero eso no quiere decir que su bebé no esté exigiendo las cosas de manera clara. Ella tiene que salir ahora, de lo contrario, podría morir como la peor circunstancia."
"¡No! No, mi bebé no p-puede... No puede morir, Lay, tú..." BaekHyun tomó la mano de Lay con fuerza lo que lo dejó desprevenido, pero al menos no fue rechazado ante su urgencia por recibir apoyo. Él la estaba ofreciendo. "Tú tienes que ayudarme, tienes que salvar a mi bebé, tienes... Haz lo necesario para que viva."
Lay intentó ver el rostro del chico que con tanto fervor le pedía aquello, podría no haber luz en ese lugar, pero él ya había pasado tanto tiempo ahí que podía decirse que se había acostumbrado a identificar las cosas de ese modo. Y lo que veía ahí en estos momentos, realmente lo sorprendió, no era lo que se hubiera esperado del chico del jefe.
Había escuchado tantas historias de esta persona, de cómo surgió desde lo más bajo y se posicionó en seguida en lo más alto. De los asesinatos que había hecho teniendo solo un cuchillo en mano, de la sangre que fácilmente derramaba, de su locura expuesta ante lo que era el sufrimiento de otras personas y su regocijo por escuchar los gritos de sus víctimas al ser lentamente eliminados.
Era mordaz, descrito como un psicópata, al igual que el jefe, solo que BaekHyun tenía sus caprichos y ChanYeol siempre se los cumplía. Pero ahora al tenerlo de esta forma no podía recordar más mínima cosa con respecto a la verdadera máquina de tortura que era el bajito en otras circunstancias.
Ahora solo era un pobre chico que rogaba por la vida de su hija aún no nacida, que lloraba de dolor en aquel encierro y parecía estar dispuesto a dar hasta su vida si eso significaba que la niña viviera.
Lay sabía que, si el jefe estuviera aquí, no le perdonaría el que, por salvar a su hija, muriera su pareja. Pero él no tenía opción ahora, tendría que actuar según se fueran llevando las cosas. Y esperaba, al menos, recibir buenos resultados de esto.
"Ok, ok, muy bien, tan solo espera. Voy a... Voy a hacer todo lo posible para cumplir con lo que me ha pedido. Solo necesitaré de su colaboración máxima ante todo esto, ¿me entiende, BaekHyun?"
BaekHyun no respondió, simplemente porque el dolor ya no se lo permitía. Lay actuó sobre aquellos actos al buscar entre lo poco que tuviera y que le hubieran dejado aquí para ayudar de una manera u otra al pobre hombre.
Terminó por rasgar el pantalón que en aquel momento tenía puesto y dejó ambas piernas flexionadas y abiertas ante lo que para él era la posición indicada.
Claro que Lay nunca había participado en un parto, mucho menos haberlo visto, pero tenía la vaga idea y esperanza de que lo que hiciera fuera lo correcto, y luego de modificar la posición de BaekHyun, él mismo se puso del lado contrario, preparado con lo que eran las rasgaduras del pantalón para recibir a la niña por nacer.
BaekHyun apenas sentía que respiraba, no podía aguantar el dolor por más tiempo.
"Muy bien, BaekHyun, cuando esté listo, solo haga lo que deba hacer, ¿de acuerdo?"
Asintió y lo hizo. BaekHyun creyó que estaba listo para dar a luz, así que se dejó guiar por sus instintos. Inhaló y exhaló como la doctora le había indicado para calmarse antes de comenzar a permitir que su cuerpo se encargara de lo demás.
Apretó ambos puños contra las paredes en la esquina del cuarto y deseó poder imaginar que al menos una de ellas podría estar tomando ahora la de ChanYeol, como sería si fueran una familia normal.
"Ok, muy bien, siga así, BaekHyun, comienzo a ver la cabeza."
Seguro que, en circunstancias normales, habría estado en casa, recibiría las primeras contracciones y llamaría a ChanYeol para avisarle de la llegada próxima del bebé, entonces él saldría corriendo del trabajo de oficinista al excusarse con sus superiores porque su esposo estaba a punto de dar a luz y todo el que lo viera lo felicitaría por pronto ser padre.
"Siga así, BaekHyun, vamos, tome respiraciones. Tan solo inhale y exhale. Inhale y exhale. Eso servirá para un mejor avance."
ChanYeol podría llevarlo de manera nerviosa y emocionada al hospital, lo habrían internado de emergencia y en cuanto la anestesia fuera aplicada y su cuerpo estuviera preparado, lo trasladarían a quirófano, donde varios doctores y enfermeras se encargarían de su caso.
Y ChanYeol estaría ahí mientras le tomaba la mano, le hablaba y le decía cosas bonitas para tranquilizarlo, quizá incluso al besarlo.
Gritó mientras en la parte superior del recinto comenzaron a escucharse movimientos, un par de disparos y diversos golpes que pudieron ser todo un caos para algunos, pero, por este lado, BaekHyun ni siquiera los habría escuchado. Seguía en su mundo, su fantasía, seguía pensando en poder salvar a su hija.
Lloró con el dolor que lo atravesó y se sintió cerca de desfallecer porque no estaba seguro de poder hacer esto. Pero solo pensar que su hija muriera a causa de su poca perseverancia le dio motivos para seguir adelante y acaparar el dolor con sus propios pensamientos.
Donde en otra vida, podría haber llamado a sus padres y a unos cuantos amigos para que pudieran asistir al hospital y traerle flores, globos, presentes que celebraran la llegada de su pequeña. Ella se vería amada por tantos.
BaekHyun gritó de nuevo, esta vez al pujar como Lay le había instruido.
"¡Sí! BaekHyun, continúe así, ella está saliendo, vamos, poco a poco. Falta sacar su cuerpecito, usted puede."
Y ChanYeol lloraría, lloraría junto a él en cuanto les anunciaran que ella había llegado, cuando comenzara a respirar y fuera limpiada para cargarla por primera vez entre sus brazos. BaekHyun la vería de manera cansada, pero orgullosamente la saludaría y le aseguraría que él y su padre la cuidarían. Porque era su más grande tesoro.
"Solo un poco más, BaekHyun, ya casi hemos terminado, ya casi..."
Y así serían una pequeña familia, que, quién sabe, quizá pudiera crecer pronto. Que tuvieran dos, tres o cuatro hijos más. Niños, niñas. BaekHyun siempre había querido tener una familia grande a causa de su abandono y solitaria vida que había llevado hasta ahora. Ansiaba tanto poder darle el amor que él no recibió a otras personas. Qué mejor que a sus propios hijos. Los suyos y de ChanYeol. Su familia.
Pero esta era la realidad. Esto era lo que ahora vivía, y si sabía había tanto sufrimiento al alcance de sus niños, dudaba fuera capaz de cumplir el sueño de esa inmensa familia ahora.
Dio un empuje más y finalmente lo sintió. Supo que la bebé había salido por completo, y podía recuperar parte de su estabilidad al luchar para saber por el bienestar de su hija.
Lay la había tomado entre sus brazos al cortar el cordón umbilical con el roto pedazo de cristal que había al menos conservado hace semanas como objeto de protección y quizá para un futuro plan de huida si al menos alguien hubiera bajado ahí para verlo.
Se alegraba al menos de que esa inútil pieza sirviera para darle vida a alguien más, pero en cuanto se encargó de acobijar a la niña dos temores le asaltaron en seguida. BaekHyun estaba sangrando, abundantemente, y no sabía si había una forma segura de acabar con la hemorragia ante lo poco que tenía, sin mencionar la segunda cosa, que incluso ante la debilidad, el cansancio y la posible reacción a la pérdida de sangre que BaekHyun tenía, se había dado cuenta con solo decir:
"Lay, mi niña, ¿por qué...? ¿Por qué no está llorando? ¿Por qué no se ha escuchado nada por su parte?"
Ese era el segundo problema. La bebé, la que apenas había logrado salir con todo el esfuerzo que su padre había hecho, no estaba respirando. Y Lay no sabía cómo actuar ante esto.
"BaekHyun, yo..."
"Dámela. Dame a mi bebé ahora mismo, quiero verla. Quiero verla por mi cuenta."
Por un minuto dudó, pero creyó que igual él se merecía conocerla, así que pasó de sus brazos lo que apenas se veía como un pequeño cuerpo formado de una niña a los de BaekHyun, solo para que este mismo lo cargara como a todo bebé debería cargársele y vérsele con esa adoración.
"Estás aquí. Estás aquí, bebé, por fin estás aquí," Lay sintió que se le encogía el corazón al oír aquello, podía escuchar cómo BaekHyun en su idioma también sorbía y resistía la salida de su llanto, a pesar de que su rostro ya se sintiera todo pegajoso por el sudor.
El cansancio estaba venciéndolo para cerrar sus ojos, pero él se había prometido no hacerlo. No, porque tenía que cuidar de su hija. Tenía que protegerla.
"¿Puedes verlo, mi amor? Te tengo al fin en mis brazos, después de todo este tiempo, por fin puedo verte conmigo. Tienes una piel tan suave, es igual a la mía. Y tus ojos," su mano recorrió el filo de pestañas formadas y recubiertas por algo del líquido protector, pero pudo tan bien identificarlas con ese mínimo gesto. "Tus pestañas y tus ojos son como los de tu papá, son como los de ChanYeol. Sacaste mi nariz y mis labios," y según lo fue mencionando, tocaba cada parte para identificarla y sentir algo picar al borde de sus ojos. "Sin embargo, tus orejas... no podía esperar nada más, los Park son predominantes en ese gen. Tienes las orejas de tu padre. Eres su viva imagen ante todas luces. Eres hermosa, hija."
La inclinó hacia él y le dio un beso en la frente al comenzar a arrullarla, a pesar de que sabía ella ni siquiera lo escuchaba. Ni siquiera estaba respirando.
"BaekHyun-ssi, yo..."
"Shh, guarda silencio, Lay. Mi niña está durmiendo."
Lay no habló, entonces entendió que era lo mejor, sin embargo, no sabía cómo resolver ninguno de los dos problemas ya expuestos.
BaekHyun seguía sangrando, pero estaba tan distraído con su niña que no parecía siquiera darse cuenta de su problema entre piernas.
Para su suerte, algo había llegado para sacarlo del apuro.
Alguien.
"¡BaekHyun!" patearon la puerta y rompieron el cerrojo, lo que solo así les dio total libertad y algo de luz del exterior.
Sin embargo, para Lay fue la suficiente para reconocer los tantos hombres que bajaron. Y al propio jefe Park en persona que corrió en dirección al hombre que ubicó ya reclinado en la esquina, incluso al verse despeinado, desarreglado y sucio.
Si YiXing no reconociera el olor a sangre, seguro pensaría—ante la aún poca luz del lugar— que podía ser solo algún tipo de mugre, pero lo reconocía, y estaba muy seguro de que nada de esa sangre le pertenecía a él. En lo absoluto.
"BaekHyun. BaekHyun."
"ChanYeol... Estás aquí," BaekHyun habló débilmente al apenas vislumbrar una sonrisa, cosa que a Lay le dio claridad de su estado.
Estaba débil, muy débil. Ya había perdido mucha sangre.
"Sí, cariño, sí, estoy aquí. Vine por ti, ya estoy aquí."
"Bien. Muy bien. Así estamos todos. ChanYeol, nuestra niña, ¿puedes verla? Ella es hermosa, se parece a ti."
Lay sabía que ChanYeol había visto desde que entró lo que en sus brazos BaekHyun cargaba con tanta protección, pero solo seguro hasta ahora notaba lo obvio. La niña no tenía vida.
"Sí, es hermosa, Baek. Es nuestra niña."
Y aun con eso, fuera o no un mercenario, sabía que ni él podría resistir las lágrimas. Volvió la cabeza y evitó verse mientras estaba llorando.
En la puerta podían verse dos figuras más, impresionados sobre lo que ahí pasaba. Sufrían la misma pena que él sobre lo que ahora presenciaban.
"Yo tenía razón, Yeol, ella sacó tus orejas, es un gen muy fuerte. Por eso, ganando la apuesta, he decidido ser yo el que le dé un nombre. Lo estuve pensando por mucho tiempo, tenía una lista, pero me he decidido por uno: SoYeon. ¿Qué te parece SoYeon? Es un nombre hermoso, como ella."
"SoYeon. SoYeon se llamará entonces, Baek. Park SoYeon," le aseguró y se acercó luego de sorber y besarle la frente a su esposo, por lo que pasó una mano por la diminuta cabeza de su hija. Ella en serio era hermosa como BaekHyun decía.
"Pero ¿qué es esto? ¿Park ChanYeol está llorando? Nunca creí que ello fuera posible. Debe ser la conmoción del suceso, ¿no? No te preocupes, Chan, tendremos nuestro tiempo para amar a SoYeon, verás que será la niña más feliz en esta tierra."
"Baek..."
"Shh, ya no llores, Yeol, despertarás a la niña."
Y se tragó sus sollozos, se tragó todo sentimiento al apenas darse cuenta de las circunstancias. Había otro hombre cerca de su esposo, él mismo con lágrimas en los ojos, se le hacía conocido. Lo miró, como si preguntara qué debería hacer ante esto.
"Yeol," le llamó BaekHyun antes de que pudiera oír respuesta a su pregunta indirecta y le prestó total atención a su esposo. "Nuestra niña. Carga a nuestra niña, yo... Quiero dormir un rato, estoy muy cansado."
"¿Baek?"
"Estoy muy cansado, Yeol. Nuestra niña..."
"BaekHyun, espera. BaekHyun, ¡BaekHyun!"
"Ha perdido mucha sangre, jefe," Lay finalmente habló en su mismo idioma al saber que ya era hora. "No está en buen estado. Tienen que tratarlo en seguida."
"¿Qué ha pasado? ¿Qué demonios les ha pasado?"
"Yo solo... Yo solo intentaba ayudarlos."
"¿Y qué has hecho? ¿Qué hiciste ante todo esto?"
"Yeol, la niña. La niña, vas a despertar a la niña."
"Baek, Baek, escucha. Escúchame bien, mantente despierto, no cierres los ojos. BaekHyun, escucha mi voz, ¿sí? Con ella mantén tus ojos abiertos, ¿puedes oírme? ¿BaekHyun? ¡BaekHyun!"
"No, Yeol, no... tan solo quiero descansar un poco."
"No, Baek, no es tiempo de dormir, no... BaekHyun, ¡por favor! Resiste, ¡abre los ojos! ¡SeHun! Ayúdame a sacarlos de aquí ahora mismo."
"La niña. Yeol, la niña. Cuida a nuestra hija."
"BaekHyun, por favor, no..."
"Cuida a nuestra hija, ChanYeol."
"¡BaekHyun!"
BaekHyun conoció pronto la inconsciencia de nuevo luego de eso y tarareó en su cabeza una canción de cuna ante el incesante y repentino llanto de niña.
Entonces todo ahí había desaparecido.
BaekHyun despertó una vez más con el frío pitido de una máquina que había conocido tantas otras veces, pero que sabía ahora eran razones muy diferentes.
Estaba en el hospital, eso lo sabía, siempre eran las mismas paredes, el mismo techo, la misma cama y habitación cada que tenía una emergencia con respecto a su salud o, más que nada, cuando algo había salido mal en una misión y, para qué mentir, con la locura de BaekHyun, eso sucedía muchas veces porque tenía un instinto casi kamikaze.
ChanYeol tenía sus contactos por el país, y el hospital era casi completamente suyo, así que no tenía mínimos problemas de darle una habitación propia en la zona más privilegiada del lugar sin que fueran un escándalo para la sociedad—después de todo, siempre era necesario el pasar desapercibidos.
Sin embargo, a pesar de que había reaccionado en seguida sobre sus alrededores, él no recordaba qué había pasado antes de encontrarse ahí.
«Estaba en casa, estaba haciendo mis ejercicios diarios. Y entonces me atacaron los chinos... mis antiguos captores... ¡Mi bebé!»
Instintivamente se llevó ambas manos a su abdomen, y lo descubrió plano o más de lo que antes lo tenía, sin más mínimo recuerdo de la presencia de su niña.
«No, no, yo protegí a mi bebé, yo la salvé, yo la resguardé del daño de esos hombres... La cargué, la cargué entre mis brazos... Ella...»
"M-M-Mi..." su garganta se sentía rasposa, parecía que no había tomado agua en días.
Tenía la máscara de oxígeno en su rostro, un brazo parecía tener poca facilidad para moverse, suponía que le habían conectado al suero y estaba vendado del roce de la bala que ahora también recordaba. La sonda marcaba sus pitidos y no dudaba de que hubiera otra para retener sus líquidos, sin embargo, fuera el tiempo que hubiera estado inconsciente él entendía que alguien debía estar al pendiente de él.
Y ese alguien le había escuchado proferir mínima sílaba y sus sollozos.
"BaekHyun."
Entonces una imagen ante él se alzó e hizo sombra a la luz que se filtraba por las persianas para darle una imagen que fue casi intolerable para BaekHyun.
"C-Chan-Y-Yeol."
"Tranquilo, BaekHyun, estoy aquí. Estoy aquí, mi amor, y no me iré de tu lado," BaekHyun alcanzó a ver cómo una mirada agobiada se instalaba en los ojos de su esposo. Aquellos detalles inyectados en sangre que le trajeron más recuerdos de lo sucedido.
Entonces, comenzó a llegar la realización a sus pensamientos en cuanto más veía las cosas. ChanYeol había llorado, tenía ojeras bajo sus ojos, y tenía predispuesta una silla junto a él. Le acariciaba su mano, la misma que él seguía teniendo sobre su abdomen cubierto por sábanas, pero aun con todo, él no veía por ninguna parte a su niña.
«ChanYeol está aquí. ChanYeol dijo que no me dejaría, ¿eso significa que mi bebé...? Mi bebé...»
"¿Quieres que llame a un doctor para que te revise?"
BaekHyun conocía esa rutina.
Siempre que terminaba aquí cuando recuperaba la consciencia, si ChanYeol no había sido afectado y desde que su relación había pasado a ser algo oficial, se presentaba junto a él y no permitía que nadie más lo viera hasta que él se lo pidiera solo para confirmar que no hubiera más daños.
Solían quedarse hablando sobre lo que había pasado en la misión, lo que pudieron hacer mal y cómo terminaron las cosas luego de que a él lo hubieran atacado. A veces solo se miraban y con ello se decían lo tanto que estaban preocupados por el otro como lo mucho que se amaban. Y a veces, cuando la energía había vuelto antes de lo previsto, podían dejar de lado sus heridas y compartir besos hasta llegar a una zona más apasionada que volvían la recuperación más increíble que BaekHyun pudiera tener en la vida.
Sin embargo, sabía que, aunque ChanYeol quisiera mantener las cosas en calma por otro momento y hacerlo parecer tan normal como siempre, él no podría sentirse tranquilo hasta que le dijeran las cosas de frente. Y él se lo debió haber esperado.
"ChanYeol," reunió fuerzas para hablar con determinación, a pesar de que aún no fuera capaz de sentirla—más porque sabía que ChanYeol no se la permitía—, puso todo de sí para hacer entender su claridad en una mirada. Estaba decidido a recibir lo que con esto viniera. "¿Dónde está mi bebé?"
"BaekHyun."
"ChanYeol," le advirtió y vio cómo ChanYeol comenzaba a usar aquella tonalidad desconfiada. Para BaekHyun, ChanYeol creía que él era muy frágil, que, a pesar de la actitud que tenía para sus misiones, no toleraría las malas noticias sin un filtro, y quizá estaba en lo cierto, pero también era cierto que era terco y no planeaba dejar que ChanYeol le ocultara algo cuando de su bebé se trataba. "Dime."
"La bebé," ChanYeol tomó su mano nuevamente, unió sus dedos y se relamió sus labios, dijo: "Está bien, Baek. Ella está aquí."
"¿Vive?"
Y por unos segundos, ChanYeol lo miró, entre una respiración a otra, mientras sentía que su corazón se detenía.
"Vive, por poco," hasta ese momento.
Dejó escapar un suspiro, cerró los ojos y le agradeció a todo lo que pudiera por no haber fracasado en su tarea. Había protegido a su bebé, la había cuidado y verdaderamente estaba a salvo.
«A salvo.»
"¿Qué fue...?" respiró una vez más y tomó fuerza suficiente para continuar hablando. "¿Qué fue lo que pasó?"
"Te secuestraron, Baek, ¿recuerdas eso?" asintió, y ChanYeol comenzó a hacer círculos sobre su mano como caricias.
Él estaba más angustiado de lo que BaekHyun podría en estos momentos, se culpaba de lo que a su bebé y a él pudo haberles pasado. Pero BaekHyun no pensaba así por ningún motivo.
"Bien, entonces solo tengo que decirte que lo único que supe luego de aquello es que lo que sea que te hicieron esos bastardos, ayudó a complicar tu parto prematuro. Rompiste fuente y aquellos malditos ni siquiera lo tomaron en cuenta, tenían su posible plan de matarte a ti como a la niña de una sola forma. Claro que pagaron por su fallido plan de venganza, según ellos por la burla que les hicimos, pero yo no dejaría que ninguno de esos hombres siguiera respirando cuando pusieron en riesgo tu seguridad y la de mi—"
"ChanYeol," lo cortó al ver su ceño fruncirse de manera tan severa que estaba seguro de que no tardaría en enfadarse con solo recordar los sucesos para alterar su control y explotar en algún momento.
BaekHyun conocía su furia, su poco estable temperamento, y justo ahora él no necesitaba de la explosión de su esposo que bufaba como toro por la habitación. No necesitaba detalles de la muerte de aquellos chinos ahora mismo—quizá en un rato—, por el momento, solo deseaba saber de su bebé, era lo único que le importaba.
"Nuestra bebé..."
"Sí, claro, yo..." ChanYeol respiró, como BaekHyun le había enseñado ya hace tiempo al concentrarse solo en él y contar hasta diez para poder retener su ira. Cuando estuvo listo, volvió a mirarlo. "En cuanto escuché hablar mandarín a aquellos hombres en la llamada, tuve una idea de por lo que iban, y activé tu rastreador para dirigirnos directamente a donde sea que te llevaran."
Claro, su rastreador, otro juguete que BaekHyun había recibido desde el anuncio de su embarazo. Era un punto fácil, así que ChanYeol había prevenido todo aquello al ubicar uno en el arete de su oreja. Cosa que todos los días usaba y hasta ahora nadie había sospechado que tenía.
"Por suerte, te llevaron a una ubicación más cercana de lo que quedaba la casa a donde yo me encontraba. Me llevé a cuantos hombres pudiera, entramos a la fuerza y fuimos en tu búsqueda. Los chinos podrían haberse esperado nuestra llegada, pero quizá no tan pronto considerando que su plan era secuestrarte cuando yo estuviera fuera, dándoles tiempo hasta que yo me enterara de tu desaparición como si no creyeran que diariamente te tendría vigilado."
"¿Y la bebé?" BaekHyun sentía urgencia por saber sobre lo que a su niña le había pasado, apreciaba que ChanYeol quisiera explicarle las cosas más a fondo, pero él tenía que llegar al punto clave pronto.
Notó cómo ante su nueva mención, ChanYeol frunció el ceño. No debió ser fácil si de esa forma reaccionaba.
"Cuando llegué contigo, ya había pasado más de una hora desde que te secuestraron, quizá incluso tres o cuatro, pero no fue tarea fácil entrar a su complejo cuando parecía que, aun con nuestro ataque sorpresa, ellos nos superaban en número. Fue todavía más difícil sacarle la información al bastardo del líder de este grupo en cuanto a dónde te habían encerrado. Estabas en una cámara de tortura, a metros bajo tierra del lugar donde yo estaba, eso ni siquiera era un sótano. Y cuando bajamos, te escuchamos gritar, hasta que pudimos llegar ahí, y tú estabas así, cansado, pálido, tembloroso, pero sostenías algo entre tus brazos. Nuestra bebé estaba ahí, le diste a luz en ese lugar arriesgando tu vida por la de ella. Pero no respiraba. Nuestra niña," ChanYeol se mordió el labio al sacudir la cabeza y hacer notar cómo sus ojos se cristalizaban.
BaekHyun recordaba aquello, no había escuchado llorar a su bebé, pero parte de él en ese momento no había pensado en esa posibilidad. Ahora tan solo entenderlo le causaba un conflicto interno que empeoraba viendo a ChanYeol al borde del llanto mientras intentaba miserablemente calmarse al respirar hondo y contar del uno al diez en voz alta, sin ver a BaekHyun directamente a la cara.
Él no sabía cómo reaccionar verdaderamente, la idea de casi perder a su bebé le aterraba, pero sabía ahora que estaba bien, así que solo pensó que debía mantener fuerte a ChanYeol para que continuara, después de todo, él casi temió porque hubiera perdido no solo a una persona que amaba, sino a dos. Apretó su mano lo más que pudo para transmitirle su apoyo.
"Tú estabas diciendo muchas cosas en ese momento, no veías lo que estaba pasando. Entendí que estabas tan débil como te veías. Apenas perdiste la consciencia, me dijeron que estabas perdiendo mucha sangre, y no pensaba dejar que mis dos personas más preciadas perdieran su luz el mismo día. Pero apenas te dejaste ir, nuestra niña, SoYeon," la mención del nombre que él le había dado a la niña dio un pequeño orgullo a BaekHyun que esperaba ChanYeol viera. "Comenzó a llorar, ella estaba llorando, estaba respirando. Fue como... como..."
"Un milagro," a pesar de que BaekHyun no lo hubiera preguntado, ChanYeol había asentido, y al dejar ir sus lágrimas, continuó:
"Ordené a mis hombres que te sacaran de ahí y contactaran a nuestro interno en el hospital. Teníamos que llevarte pronto, antes de que fuera demasiado tarde. Para ti y para SoYeon. Contuvieron la hemorragia, lograron estabilizarte y en cuanto a SoYeon, también la han internado. Ella está bien, Baek, estable, pero no podrá regresar a casa pronto. La han puesto en incubadora, con la asistencia de un respirador, sus pulmoncitos todavía no estaban bien desarrollados. Razón por la cual ella no respiró en cuanto tú la tuviste. Sufrió de un pequeño traumatismo, que por suerte se pudo contener en cuanto la atendieron aquí. Pasó unos minutos sin respirar, pero ella es una luchadora al igual que su padre. Por su cuenta, logró sustentarse, y así lo ha hecho hasta ahora, ella sigue luchando por su vida. Pero ella está aquí, con nosotros. Y no voy a permitir que ninguno de los dos me falle. Los necesito conmigo, Baek, porque te amo," ChanYeol volvió a tomar una gran inhalación, y luego exhaló un débil sollozo al dejar caer unas lágrimas que a BaekHyun le partieron el alma. "Y nuestra niña es tan hermosa."
"ChanYeol."
No hubo más qué decir luego de eso, ChanYeol se inclinó al lograr abrazar y ocultar su rostro en el hombro de BaekHyun mientras se dejaba llorar otro poco. BaekHyun quería decir que había acompañado a su esposo en el sentimiento, pero parecía que había algo más que le obstruía el liberarse de tal forma ahora. Quizá seguía en shock después de lo que le había pasado. O tal vez aquella paz inexplicable en él acababa de asentarse tan profundamente que le hizo ignorar todo dolor externo a lo que ya había pasado.
Porque algo era cierto para él, y eso era que su bebé estaba a salvo, mientras luchaba, pero estaba ahí. Y ChanYeol seguía aquí, a su lado. No podía estar pidiendo nada más que eso.
BaekHyun permitió que Lay lo condujera por el pasillo en cuanto pidió salir por segunda vez en ese día de su habitación al saber que el hombre se lo impediría a menos de que él llevara la dirección de su silla de ruedas. Aceptó de buena gana y no tuvo más opción de cualquier modo.
Había pasado apenas una semana de lo que ChanYeol había denominado como 'cuarentena' a su recuperación. No se quejaba, porque, aunque realmente no hubiera sufrido daños tan graves luego de su parto prematuro, se sentía más tranquilo de saber que se encontraba ahora en un mismo recinto que su bebé.
Era una facilidad poder ir a visitarla con solo moverse de una zona a otra. No tenía libertad completa, apenas hace tres días le habían dejado salir de cama para ir a verle por su cuenta.
Solo que ChanYeol lo apoyaba en todo lo que hacía, y le otorgaba ese gusto de cumplir caprichos que, para su lujo, todos en el hospital tenían que otorgárselos. Por ende, tenía permitido solo una visita por día con su niña, pero al ya mencionar el regreso de su actitud caprichosa y necia, con eso no iba a quedar satisfecho después de un tiempo.
Lay tenía su historia. Luego de demostrar junto al propio testimonio de BaekHyun cómo él le había ayudado en aquella celda y recordar ante todo que si había estado ahí era por verse como traidor para los chinos al darles su información a los coreanos. Por eso ChanYeol le había promovido en su puesto y lo adentró al grupo de sus hombres de confianza, sobre lo que, entre toda su gratitud, como primera tarea le encargó la seguridad de BaekHyun dentro del mismo hospital, y al menos hasta que regresara a casa.
BaekHyun lo agradecía, después de todo, Lay realmente había demostrado su lealtad al hacer todo lo posible por salvarle a él y a su hija, y BaekHyun de alguna manera le había agarrado cariño en menos de 24 horas al chino. Chino que sabía hablar coreano, a pesar de tener sus equivocaciones y un acento gracioso.
BaekHyun igual comenzó a llamarlo su 'salvavidas', porque era como aquel objeto que había logrado literalmente salvarle-la-vida, aunque Lay se negaba a afirmar que él hubiera hecho mucho para ese momento, pero eso ya no importaba.
El chico del jefe lo quería, y al quererlo ya no había vuelta atrás para el hombre. Era pertenencia de BaekHyun. Como su muñequito, que a pesar de que le pidiera cuidarse ante todo lo que hacía dentro de su recuperación—cuando ChanYeol no estaba y ellos dos quedaban solos—, nunca escuchaba y solo le pedía que le ayudara a hacer sus pequeñas 'travesuras'.
Entre ellas, esta misma.
Estaban saliendo por segunda vez en el día solo porque BaekHyun creía que fue injusto el hecho de que el tiempo de convivencia que tenía con su hija se hubiera acortado porque un estúpido médico—en palabras de BaekHyun— le hubiera pedido regresar a su habitación para medir sus signos vitales y hacer pronóstico de su estado.
Sabía que ChanYeol no tardaría en venir, seguro que incluso ya estaba en camino, pero eso no evitaba que BaekHyun siguiera insistiendo en poder darse una escapada al área de maternidad para volver a ver a su niña, y regresar—según sus cálculos— antes de que ChanYeol llegara. Era como si nada hubiera pasado.
O eso esperaba Lay, porque temía perder su puesto y la confianza que había generado en el jefe en tan solo una semana. Pero ¡tampoco era como si fuera tan fácil negarse a lo que BaekHyun pedía! Al menos él había insistido en llevarlo hasta ahí en la silla de ruedas, y el reciente denominado 'papi' había aceptado.
Le dio su privacidad en cuanto llegaron al cunero de la zona intensiva donde se encontraba su hija. No era como si fuera permitida la entrada a cualquiera, pero nadie parecía decirle que no a BaekHyun cuando todos sabían de quién se trataba. Por eso fue auxiliado para usar sus batas e intensivas protecciones para entrar al área, y luego entró por su cuenta junto a su silla para poder acercarse del todo a su hija.
Lay se quedó haciendo guardia en la puerta, mientras rogaba porque al jefe lo asaltara el tráfico antes de llegar a su destino.
Mientras tanto, BaekHyun se acercó por su cuenta hasta la incubadora donde seguía descansando su niña. Ciertamente había sido triste tener que verle rodeada de tantas máquinas el primer día que le permitieron visitarla, pero al menos había entendido que aquellas mismas servían para su pronta recuperación. Y si las cosas así continuaban, quizá dentro de otra semana podrían quitarle la sonda que proporcionaba su alimentación para permitir que el mismo BaekHyun fuera el que ahora le proporcionara leche.
Él estaba ansioso porque así fuera y le permitieran cargar en sus brazos de nuevo a su niña. El respirador era otra cosa, quizá lo necesitaría por otro mes y al menos hasta que la propia 'cuarentena' de BaekHyun terminara.
Era una niña muy pequeña, si bien había crecido adecuadamente en su gestación, ese mes que le había faltado para cerrar el ciclo hacía una gran diferencia para lo que se mostraba ahora. El pañal que tenía le quedaba enorme, y el gorrito rosa con orejitas que ChanYeol se había encargado de traer de casa luego de que se los hubieran concedido le tapaba más que su cabecita al caerle hasta la frente.
Pero siempre resaltaban sus orejas de cualquier vestimenta. BaekHyun las adoraba y sonreía de solo verlas.
Quizá Chen podría burlarse lo que quisiera de cómo se parecía a Yoda, pero para él su nena era la delicadeza más hermosa de todas.
Aun cuando ni siquiera hubiera abierto sus ojos.
Extendió una de sus manos para dejarle reposar contra el cristal. No les permitían el contacto directo a causa de los tantos tubos que sobresalían de su cuerpecito y que podían moverse con un toque, pero para BaekHyun esto era más que suficiente en cuanto a su niña se refería.
"Hola, dormilona, volví el día de hoy, papi está aquí de nuevo de visita. ¿Me extrañaste, preciosa?" quizá no hubiera contestación, solo recibía el constante pitido de las máquinas y el respirador, pero él creía que su niña realmente apreciaba su presencia. "Yo también te extrañé, mi bebé, lamento no haber pasado el tiempo suficiente contigo por la mañana, es solo que el idiota de aquel médico no entiende lo que es la privacidad entre un papi y su hija."
Acarició el cristal como si fuera la propia piel de su hija, con una sonrisa que desapareció en cuanto se dio cuenta de algo.
"Tú no digas 'idiota', no es una buena palabra, no aprendas a decirla," y volvió a tener una sonrisa en cuanto vio un mínimo reflejo de su hija ante aquel comentario. "¿Te cuento un secretito, cariño? En realidad, me escapé con Lay de mi cuarto a pesar de la advertencia de tu padre al decirme que no podría salir más de una vez de mi habitación al día, y eso sería de aquí a allá en todo momento. Es solo que lo hice para poder verte, no me aguantaba las ganas que tenía para poder cerciorarme de que estuvieras bien, menos cuando todavía tendría que esperar otro maldito día para así hacerlo—tampoco digas 'maldito', es otra mala palabra."
BaekHyun suspiró al medir su tiempo y tener en cuenta lo que le llevaría regresar a su cuarto. Sabía que no le quedaba mucho aquí, no si quería salir librado de regaños, pero le era tan difícil que al apenas haber llegado ya tuviera que volver a irse y dejar a su bebé en esta fría y solitaria sala.
"Lamento si esta es otra visita muy corta, pero, como te he explicado, nadie debe saber que salí, mi amor, y más que nada, yo vine aquí para revisar ante todo que estuvieras bien, así que ya habiéndolo hecho, creo que es momento de que me retire," el pitido de las máquinas junto al zumbido del respirador fue lo único que se escuchó mientras BaekHyun veía a su hija, y asimilaba lo que eran sus propias palabras. "Te quiero mucho, mi amor, y sabes que yo estaré aquí para todo momento que me necesites, no voy a permitir que nadie te vuelva a hacer daño. Solo... solo recupérate pronto, ¿de acuerdo? Así saldremos de aquí y yo... yo te podré enseñar la bonita habitación que te he preparado en casa. Bueno, tu papá fue el que más hizo ahí, pero yo fui el genio detrás de todo ese trabajo, tenlo por seguro. Y así también conocerás a tantas personas. Al tío SeHun que, aunque es bastante idiota, seguro te gustará porque es un mal necesario en la familia. Y el tío KyungSoo, quien ya ansía conocer a la que denominó su ahijada, aunque no le hemos dicho que así sea oficialmente. Si no lo quieres, eso podemos detenerlo. El tío KyungSoo dijo que él te preparará muchos postrecitos para cada uno de tus cumpleaños. Seguro que serás una niña mimada por todos. Y ya no se diga de Chen y Xiumin, te doy permiso si quieres de odiar al tío Chen, de todas maneras, él siempre está tocándole las narices a tu padre, seguro que él tampoco tiene problema con que lo ignores. Aunque él intentará lo posible para que hagas lo contrario, ya sabrás lidiar con ello a su tiempo. Lamento si tienes en realidad muchos tíos, es solo que desde el incidente con la perra de Sandara, muchas mujeres no se han querido volver a acercar a mí, y gracias a Dios, o por el bienestar de ellas mismas, tampoco a tu padre."
BaekHyun se encogió y maldijo por lo bajo al volver a decir una grosería frente a su niña, pero no tenía más remedio, si consideraba la casa en la que viviría y la gente con la que estaría, SoYeon terminaría diciendo 'hijo de puta' como primera palabra.
ChanYeol seguro que conmemoraría ante todo el momento. El simple pensamiento le sacó una sonrisa, aunque, de pronto, otro poco más lúgubre inundó su mente y no pudo evitar decirlo en voz alta ante la escucha de su hija.
"En realidad, ninguno de los que he mencionado es realmente parte de tu familia. Lamento hacértelo creer así, es solo que, por la cercanía, es fácil ver a los amigos como una segunda familia. Yo en realidad no tengo padres o hermanos de sangre que presentarte como abuelos o tíos respectivamente, quizá no entiendas eso en este momento, y es mejor que así sea. En cambio, con respecto a tu padre... Digamos que es complicado el asunto. Es probable que solo conozcas como familia de sangre a tu padre y a mí. Pero no importa, porque no necesitas nada ni a nadie más para sentirte profundamente querida. Nosotros te proporcionaremos todo lo que necesites. Yo te protegeré, no pienso abandonarte por ningún motivo. Te lo prometo, mi vida."
Se inclinó para besar el cristal que le dividía de su niña y le importó poco si eso era totalmente inútil al considerar que no lo estaba haciendo directamente con ella, BaekHyun igual mostraba su cariño para con ella del modo que podía.
Se sentía tranquilo así.
"BaekHyun."
Ante el inesperado llamado, BaekHyun levantó la vista y supo desde mucho antes reconocer la tonalidad de aquella voz para esperarse que no fuera Lay.
Precisamente, ChanYeol estaba ahí, parado, a la entrada de la sala, con mitad de sus protecciones ya puestas, junto a un YiXing muy avergonzado que casi se ocultaba detrás de la espalda del jefe, pero suponía que no podía culparlo de su propia fechoría.
"Lo lamento," aun así lo oyó decir eso y agachar la cabeza de manera sumisa, como si alguien fuera a golpearlo de hacer lo contrario. "Intenté advertirle antes, es solo que usted estaba muy ocupado, apenas había entrado y para cuando busqué hacer algo, el mismo jefe me había detenido. Se quedó para observarlo en la puerta mientras pasaba algo más de tiempo aquí adentro..."
"¿Me estabas viendo desde hace un par de minutos?" refutó BaekHyun en seguida cuando entendió lo que Lay quería decirle, lo que causó que ChanYeol le dedicara a Lay una mirada amenazadora, seguro por haber revelado tal 'secreto'.
Luego, con otra mirada hacia BaekHyun, él decidió huir con el permiso silencioso de su pequeño jefe. Cerró la puerta detrás de él, antes de que BaekHyun volviera a centrar su atención en ChanYeol una vez más.
"¿Desde hace cuánto que me estás observando sin que me diera cuenta?"
"Se suponía que tú debías estar en tu habitación ahora mismo, BaekHyun," se acercó a él en solo dos zancadas, con toda su altura como una amenaza para la baja posición que BaekHyun tenía, pero él no se sentía mínimamente aterrado o amenazado. Por favor, lo que nadie sabía en su relación era que en realidad él domaba a ChanYeol.
Solo que ni él mismo se daba cuenta de ello.
"Contaba con que llegaras más tarde," se encogió de hombros, como si no le fuera una molestia ni vergüenza, lo que dejó solo a ChanYeol con un ceño fruncido. "Estoy aquí por mi cuenta, no castigues a Lay porque en realidad él es una víctima de mis caprichos."
ChanYeol resopló, al menos para eliminar parte de su ceño fruncido, pero BaekHyun iba muy en serio, no planeaba traerle problemas al chino cuando sabía que para muchos seguía a prueba.
"Ahora responde tú, ya sabes que yo igual no iba a estar encerrado todo el día en esa habitación como tú quisieras."
ChanYeol suspiró de nuevo, igual sabía que su esposo no tenía remedio. Ni autoridad que le exigiera.
"Llegué aquí apenas cuando empezaste a decirle a SoYeon que no dijera 'perra' porque era una mala palabra. Aunque seguro que describe a Sandara Park con todas sus letras."
"No tiene remedio, seguro que la primera palabra de SoYeon ni siquiera va a ser 'papi'," se quejó BaekHyun en voz baja, lo que le dio a ChanYeol solo un ceño fruncido como generador de su respuesta al no entender mucho, pero tampoco se dejó explicar en cuanto decidió por su cuenta zanjar el tema. Estaba más interesado en otras cosas. "¿Y cómo es que terminaste aquí, de cualquier modo? Quiero decir, sí, tú vienes a visitarme, pero no habrías tenido en cuenta que estaría fuera de mi cuarto en cuanto llegaste. A menos de que hubieras llegado mucho antes de lo que yo habría estimado y supusieras mi ubicación en seguida, lo cual... ¿fue ese el caso?"
"No precisamente, yo... en realidad, cuando llegó al hospital para verte, siempre vengo a revisar qué tal está SoYeon y le hago compañía por unos minutos antes de irte a buscar como tú sabes," ChanYeol podría mostrarse un poco avergonzado de mostrar tal sentimentalismo y preocupación por su hija porque sabía que era otra forma de ver su vulnerabilidad.
Y para el tosco hombre que era, seguro que tal imagen no le convenía, solo que a BaekHyun aquello le pareció sumamente tierno. Era un gusto que al menos ChanYeol demostrara cierta humanidad en sus actos, más cuando de su niña se trataba. Sonrió enternecido, antes de que el mismo ChanYeol prosiguiera.
"La verdad es que hoy quise venir para verla una segunda vez porque traje algo conmigo para ella."
Sacó de su elegante saco unas pequeñas botitas tejidas que a BaekHyun se le hicieron tan tiernas, por lo cual estaba seguro de que terminaría gritando de emoción si no fuera porque en realidad no quería llamar mucho la atención. Ya había entrado él sin el permiso de nadie aquí, ChanYeol solo traía puesto el cubrebocas como la única de las protecciones obligatorias que para entrar en el área se requerían, y aunque tuvieran la costumbre de pasarse las normas por las narices, al menos creía que en cuanto a lo que significaban las visitas a su hija, definitivamente debería ser un poco más cuidadoso.
Sin mencionar que seguro el alarido de ternura que se contuvo de liberar pudo haber despertado a su pequeña, y si ella estaba ahora pacíficamente dormida, era mejor así mantenerla.
"¿Llevabas eso en tu saco desde hace aproximadamente cuánto tiempo?"
"Desde que salí de casa luego de regresar al dejarte aquí en tu chequeo matutino. No tienes idea la vergüenza que me hizo pasar, hoy tuve que cerrar un negocio con los japoneses y cuando iba a sacar el sobre de intercambio, se cayó uno de estos en la mesa. Tuve suerte de que a Yuta en realidad le pareciera divertida la cosa y me felicitara a cambio por el nacimiento de mi hija. El bastardo te manda saludos, espera a que pronto te recuperes para que regreses en seguida al campo."
"Sí, bueno, quizá eso tarde otro poco, porque luego de mi cuarentena," respondió y tomó de las manos de ChanYeol una de las botitas para sentir la suavidad con la que estaban hechas y recordarles como el regalo que les había hecho SuHo en su improvisado baby shower de hace un mes de todo esto. "Me dedicaré algo de tiempo a la maternidad. ¿Debería decir paternidad? Suena extraño considerando que soy hombre, pero yo fui quien la parió, de cualquier modo."
Resolvió eso con un minucioso ceño fruncido.
Apenas sintió el movimiento que hizo ChanYeol a su lado, mientras miraba aún las botitas en sus manos y sonreía con gusto de ya imaginárselas puestas a SoYeon, en serio que sería una niña consentida, ella iba a obtener de todo cuando de ahí saliera.
"BaekHyun, ¿acaso te causa una molestia el que SoYeon nos tenga a ti y a mí como familia?" pero la pregunta de ChanYeol definitivamente lo desconcertó, por lo que volvió en seguida su mirada hacia la ubicación de su esposo y lo encontró ahora acuclillado frente a su silla para colocar ambas manos en los reposabrazos de esta. Tenía una cercanía tan íntima con él que desde hace un tiempo no sentía, a pesar de todo por lo que habían pasado.
Suponía que se debía a que ChanYeol estaba intentando tomar sus distancias desde el punto en el que se había quebrado ante él y llorado en el primer día de su consciencia como para querer retomar esa figura fuerte y ruda que desde siempre había tenido. Solo que BaekHyun conocía muchas más cosas de las que él se imaginaba.
Se relamió los labios antes de responder a eso, sabía que estaba abordando el tema porque había escuchado todo lo que le dijo a SoYeon cuando creía estar solo. Pero quizá era tiempo de dar explicaciones.
"No es que me moleste el que nuestra familia sea pequeña, porque en realidad no lo es, se lo he dicho a SoYeon y tú lo has escuchado. Ella tiene a muchos otros hombres que se pueden considerar familia a pesar de que los vínculos sanguíneos no existan. Es solo que..." suspiró al reunir valor y poner sus ideas en orden para explicarlo. "Quería dejar claro que SoYeon tendrá una familia y el amor suficiente con nosotros a pesar de todas las circunstancias. No pienso hacerle lo que mis padres me hicieron a mí al abandonarme, y no pienso permitir que nadie le cause el daño que tú y yo tuvimos que pasar a causa de nuestras familias. Porque, aun con todo lo que somos y en lo que estamos metidos, somos distintos de lo que fueron esas personas. Nosotros la amamos, y esta es como una promesa que pienso cumplir todos los días, porque, así como me comprometí contigo a amarte y respetarte, aguantarte y seguirte a donde fueras toda la vida, pienso amar y hacer sentir amada a SoYeon por el resto de mi vida."
ChanYeol sonrió, aunque con el cubrebocas casi no se viera, y tomó las manos de BaekHyun junto a las botitas que aún sostenía para besarlas antes de dar un par de caricias luego de que se inclinara y besara también la nariz de su esposo. BaekHyun sabía que esa era la manera simple y silenciosa de ChanYeol para confirmarle que estaba con él y haría lo que se dijera.
Después de todo, lo que el chico del jefe quería, se hacía.
"Yo hablaba más que nada para recordarte que no siempre podemos ser una familia pequeña," comentó el alto, luego de unos minutos, con algo que BaekHyun abrió mucho los ojos y se carcajeó limpiamente al entender la insinuación en labios de su esposo. "Siempre se pueden añadir otros cuantos más."
"Tú solo quieres mantenerme cautivo, bastardo," y le besó, sin el cubrebocas, como antes.
"Me atrapaste," ChanYeol se rio también y volvió a besarlo. "Yo quiero verte cargando en brazos a mis niños."
"Creo que me gusta esa imagen, jefe."
Sacudió la cabeza, porque BaekHyun era irremediable, aunque siempre sabía cómo regresársela.
"Empezamos cuando quieras, pequeño jefe."
Aquí termina esta primera parte del mini-fic. Probablemente no tenga una muy buena narración o muchas cosas se dejaron pasar y se llevaron muy rápido porque en parte era necesario para no extenderme más de lo que ya...
Y porque debo admitir que esta historia la tenía guardada desde hace mucho tiempo entre mis libretas, no era algo que pensaba subir antes y no me preocupé demasiado por su desarrollo, pero mediante fui avanzando con ella, decidí sacarla a la luz porque pensé que no podía desperdiciar tal trabajo que sí me tomó rato escribir 😅
La segunda parte y las demás confío en que están mejor desarrolladas que esta, y me basé más en ellas para escribir la descripción de la historia en realidad—ahí veremos a un BaekHyun más activo de lo que aquí, así que espero que me acompañen hasta el final, que prometo esta vez no se extenderá tanto... Lo mencioné ya en la descripción, pero les vuelvo a decir aquí, la historia tiene alrededor de 4-5 partes, algo largas, pero serán todas las que habrán ^^
Otra aclaración, si han llegado a leer algunas de mis otras historias, seguro se darán cuenta que a pesar de manejar el mpreg en casi cada una de ellas, no siempre pongo las mismas cosas, como que BaekHyun sea llamado 'papi' en lugar de 'mamá', o que puede lactar, tener un parto natural o no, etc... Eso lo hago más porque creo que dándole variedad puede hacer diferente la historia, a veces es aburrido leer siempre lo mismo en los mpreg, así que sí intento darle un ligero cambio 😬
Esta historia tendrá MUCHO mpreg, así que decidí aclarar eso solo por curiosidad que pudieran tener—o no— algunos ;;
De verdad, tiene DEMASIADO mpreg, así que espero puedan relajarse un poco, porque ya me tocó ver tantos comentarios con respecto a la posición de BaekHyun que parecen no haber comprendido esta advertencia. También la historia es algo repetitiva en ciertos aspectos, pero espero que de cualquier modo les guste, sepan que hice este trabajo con esmero (hasta donde cabe) y que es una de mis pequeñas joyitas, aunque no tenga la mejor calidad 😅
Pd: cambié los separadores. No me gustaban mucho los otros, y aunque estos sean más grandes, siento que son más bonitos y mejores—espero no les moleste. Esta parte ya está corregida hasta lo que mis ojos pudieron ver, algo de la la redacción y secuencia también la he modificado, intenté borrar y cambiar todos los errores de dedo que por ahí vi (aunque siempre se me escapa alguno) y creo que ahora he hecho un mejor trabajo del que en un inicio, de la misma manera que añadí solo unas poquitas cositas que no creo que den un giro muy grande en la historia, así que espero que ustedes puedan disfrutar mejor de esta historia~
Gracias por leer hasta aquí 💙
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