🥀 Capitulo 11.
Jeff y Barcode estuvieron juntos el mayor tiempo posible en esa fiesta. Después de su momento especial fueron interrumpidos por la abuela de Jeff, así que ambos tuvieron que bajar con los demás invitados, sobre todo Jeff ya que esa era su fiesta de bienvenida, sin embargo, se negaba a separarse del omega; si la gente rodeaba a Jeff para saludar y hacer charla tenía al omega en su campo de visión o, lo agarraba de la mano como si quisiera que no huyera. Bobo Jeff, Barcode nunca huiría de su lado. La gente rápidamente noto el cambio de Jeff, pues al entrar soltaba un aroma dulce porque estaba feliz sin embargo, una vez que bajo con el omega su olor se volvió uno territorial; más frío y denso casi palpable en el paladar. Cuando intentaban separarlos el alfa gruñía mientras que Barcode solo se pegaba más a él como si realmente estuviesen fusionados. Sus madres rápidamente se dieron cuenta que la parejita de niños había vuelto y esperaban que esta vez ya no se separaran. Mientras tanto ellos volvieron a conocerse, contaron lo que había sido de su vida después de ser separados, aventuras con amigos al igual que una tragedia o momento triste, finalmente llegaron al momento de contar sus recuerdos juntos
-Recuerdo que siempre que alguien tenía mi atención solías morderme.
Relato Barcode mientras le daba una cucharada a su vaso de helado. Los hoyuelos de Jeff aparecieron con una sonrisa ladina y ojos brillantes. Barcode sintió que desfallecía una vez más, todo en Jeff le encantaba, perdía el aliento solo con verle y su aroma, oh su aroma ni hablar de su aroma quería estar sobre Jeff a todo momento, como koala, nunca soltarlo. Algo le decía que había encontrado a su alfa después de tanto tiempo, pero no quería apresurar nada. No sabía lo que Jeff sentía y quería evitar un momento incómodo.
-Lo que sucedía es que eras el omega más lindo de la escuela, y lo sigues siendo, pero ahora el omega más lindo del mundo, de mí mundo.
Barcode quedo pasmado ante tal cumplido que logro poner su corazón a latir más fuerte, tenía suerte de saber controlarse sino su aroma delataría todo lo que sentía en ese momento y vio como las mejillas de Jeff tomaron un color rojo. Cuando soltó aquello no quería incomodar al menor siendo tan directo, quería tirarse al suelo y venerar a ese omega de orbes miel, quería poner su marca en su cuello dorado y llenarlo de sus cachorros, quería despertar a su lado cada mañana el resto de su miserable vida. Se visualizaba con Barcode en una majestuosa boda, digna del omega y cumpliéndole cada capricho que quisiera. Quería verlo con una panza redonda y despertar en medio de la madrugada para alimentarle y escuchar una lista de nombres. Quería que fuera Barcode Satur, quería que le perteneciera. A decir verdad, quería muchas cosas con el omega, sabía que era su destinado, lo sentía dentro de él. Toda la noche evito no hundirse en el hueco entre su cuello y hombro para aspirar tan dulce aroma. Estaba orgulloso de todo su autocontrol. Autocontrol que se iba perdiendo cada vez que veía sonreír al omega, justo como en ese momento que se había puesto colorado por aquel alago.
-Te mordía porque quería que fueras mío. El omega más lindo del colegio con la marca de mis pequeños caninos. Y me sentía malditamente orgulloso por eso. Hasta que un día tuve marcas rojas en la nariz.
Río al terminar la frase, nada había herido su orgullo como eso. Barcode volvió a sonrojarse ante tal mención.
-Fue un mal día, perdona. Pero me encantaba presumir tu marca a mis compañeras, mataba toda esperanza de estar contigo.
El tono de Barcode se había vuelto más atrevido y al alfa solo le hacía perder más el autocontrol.
-Pequeño omega celoso, me dejaba manipular por ti, para verte sonreír.
-Sonreía solo por ti alfa.
Barcode se tapó la boca ante tales palabras que para él eran muy atrevidas. Jeff perdió todo su autocontrol y se abalanzó hacia el cuello de Barcode, olfateando su aroma tan dulce y perfecto. Dando pequeñas mordidas y lamidas. Barcode tenía el cuello inclinado a disposición de Jeff soltando feromonas por lo que Jeff le hacía sentir, al sentir su aroma más fuerte el mayor dejo una marca pequeña en Barcode
-Omega se mío por siempre por favor.
Suplicó mientras lo tomaba en un abrazo que esperaba fuera correspondido. Barcode se aferró más al torso de Jeff por fin pudiendo inhalar de su varonil aroma que le hacía sentir calmado.
-Siempre fui tuyo alfa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro