Una semana había pasado desde la catastrófica fiesta; la casa de verano de los Mancini había acabado hecha un asco, la mañana siguiente los empleados se la pasaron limpiando, corriendo borrachos e incluso descubriendo cosas algo...desagradables, sin mencionar a los propios organizadores que habían terminado sin ganas de mover ni un dedo.

Pero ahora era otra anécdota a contar, el grupo de amigos se encontraban en el patio de la casa, el aroma a limón invadía las fosas nasales de todos los presentes y los tonos verdes que poseía el lugar gracias a su vegetación era calmante a los ojos de cualquiera.

━ !Te lo digo enserio, hermano! ━ exclamó Francesco alzando los brazos ━ te pusiste a decir que Rosetta sería tu esposa si ninguno de los dos conseguía casarse antes de los treinta ━ continuó entre risas, dirigiéndose a Matteo quien estaba notablemente apenado.

Alonzo, al ser su hermano, cualquiera supondría que sentiría celos y actuaría como un hermano mayor haría con su pequeña hermana pero él no parecía sentir aquello pues la risa no dejaba de salir de su garganta e incluso tocaba su estómago, seguramente porque le dolía de tanto reír.

━ ¿Escuchaste hermanita? Ahora serás la señora Raggi ━ dijo mencionando el apellido de Matteo a duras penas, antes de que la risa le ganara.

La joven sólo volteó los ojos y mordió su labio inferior, apenada sobre lo que el grupo decía, aprovechó entonces su distracción y dejó una carta de color rojo en el mazo que estaba centrado en la mesa de madera en la que se encontraban, quedando solo una en su mano.

━ Uno ━ dijo antes de ocultar con malicia su última carta, acto seguido, el grupo de chicos estalló en quejas pues la chica de ojos claros llevaba ya seis partidas seguidas ganando.

━ ¿Cómo eres tan buena? ━ Alessandro, quien estaba sentado a su lado derecho y tenía en la mano más de doce cartas preguntó, a lo cual, la castaña le respondió con un guiño.

━ No es justo ━ habló entonces Lorenzo, quien había estado muy callado ante la anterior conversación de sus amigos ━ te voy a comer.

━ ¿Qué? ━ la castaña preguntó, creyó haber escuchado mal.

━ Que te voy a hacer comer ━ dijo el castaño mientras le mostraba una carta de 'más cuatro' y al llegar su turno, la colocaba, logrando así que la castaña se viera en la obligación de tomar cuatro cartas más.

━ Hoy si no me dejas con las ganas ━ anunció el joven de ojos claros.

━ ¿Cómo? ━ cuestionó Rosetta abriendo sus ojos como platos.

━ Que si todavía tienes ganas ━ preguntó ━ de otra ronda, después de esta, claro ━ aclaró Lorenzo quien miraba con curiosidad a la joven ━ como que hoy te falla el oído, ¿no?.

━ Un poco ━ afirmó la joven Mancini mientras asentía ligeramente con la cabeza y dibujaba en su rostro una cálida y discreta sonrisa.

Las cosas se habían puesto raras entre ambos desde la fiesta y Rosetta no sabía el porqué; antes los roces del castaño eran para ella algo normal y cotidiano, aquellos guiños y esas pícaras sonrisas que eran características de Lorenzo se habían vuelto ahora algo diferente, algo había cambiado, ahora cada tacto se sentía como fuego sobre su piel, mantenerle aquella profunda mirada era algo retador, pues siempre parecía tener el efecto de hacer que sus piernas temblasen y aquellos labios...la joven admitía que de vez en cuando los miraba con curiosidad y lamía los de ella preguntándose la sensación de ambos, juntos.

━ Te gané, bella ━ comentó con su acento Italiano el antes mencionado dejando su última carta en el mazo que había en el medio y al mismo tiempo guiñando un ojo hacia la castaña.

¿Por qué la castigaba de aquella manera? ¿Que no se daba cuenta de lo que aquellos actos tenían sobre ella? ¿No notaba como se le entrecortaba la respiración cada vez que le hablaba en su idioma natal? ¿Bella? Tonterías.

Rosetta decidió disimular su inquietud volteando los ojos y característicamente dando un golpecito en el hombro del joven, a lo cual este respondió dando una sonrisa discreta.

━ Okey, estoy harto de perder ━ dijo Matteo antes de agregar ━ esto no está funcionando, me están haciendo ver como un pendejo ━ comentó citando aquella frase icónica de la serie "Club de cuervos".

Todos rieron, sintiéndose similares a lo que el rizado había expresado.

━ Vamos a cenar hoy ━ dijo soltando un suspiro y lanzando su mazo de cartas a la mesa.

━ ¿Siempre estas pensando en comer o que? ━ preguntó Francesco con una sonrisa en la cara.

━ Così hai solo me per te, amore mio ━ soltó Matteo aquella frase que hizo a todo el mundo reír, a veces, aunque nadie lo platicara, el grupo sospechaba que sus actuaciones gays no eran tan actuadas y tal vez el rizado no les contaba algo.

━ ¿Y a dónde iríamos? ━ cuestionó esta vez Alonzo.

━ ¡Improvisemos!

🍋

Ahora todos se encontraban por aquellas concurridas calles, hoy era domingo y parecía que todo el mundo se había puesto de acuerdo para salir en el mismo día, las calles estaban repletas de gente y el sentirse asfixiado era algo normal.

El grupo de jóvenes intentó ir a un restaurante de buena fama pero, como ya se mencionó antes, estaba de casa llena, por ello ahora todos se encontraban buscando un nuevo lugar para cenar que fuera rico y estuviera bonito.

━ Okey lo encontré ━ dijo Alonzo mostrándole a sus amigos su celular en donde aparecía la dirección de un lugar "Fuoco" como decía ahí, tenía un buen exterior y las reseñas eran buenas así que los muchachos emprendieron camino hacia aquel lugar.

Pronto, los seis amigos llegaron al lugar, este tenía pinta de ser exclusivo pues en su entrada se encontraba el nombre del restaurante en letras plateadas y una fuente las salpicaba sobre una pared de mármol en color negro.

━ Buonanotte ━ anunció una señorita que se encontraba en el mostrador; era bajita, tenía su pelo recogido en una coleta alta, usaba unos lentes redondos color negro que resaltaban su pálida piel y portaba un uniforme negro con detalles plateado ━ Avete una prenotazione? ━ preguntó.

Alonzo se acercó a la chica y comenzó a coquetearle cómo hacía siempre para lograr entrar a lugares que lo necesitaban y siempre funcionaba pues en pocos minutos el grupo se encontraba ya en una mesa con vista al mar.

━ ¿Le prometiste una noche? ━ preguntó Rosetta a su hermano, quien estaba sentado a au lado derecho.

━ Nah ━ dijo dibujando una sonrisa discreta ━ se la ofrecí ━ se acercó un poco a la castaña, como tratando de que nadie escuchase lo que estaba a punto de decir ━ me dijo que era trans y que yo no era su tipo ━ abrió los ojos y puso una mano en su pecho, ofendido ━ creí que era el tipo de todos ━ continuó secando una imaginaria lágrima para poner dramatismo al asunto, cosa que hizo reír a Rosetta.

━ Entonces, ¿qué hiciste para que nos dieran la mesa? ━ cuestionó la castaña observando a su hermano detenidamente, buscando una respuesta.

━ Solo dije el nombre de papá ━ se encogió de hombros.

El padre de los hermanos tenía mucho poder, era un gran empresario que había trabajado muy duro para conseguir el puesto que ahora tenía y asuntos como estos eran ahora normales para los Mancini, incluso, hoy pagarían la seguramente cara cuenta con su tarjeta.

Por otro lado, Matteo parecía estar muy hambriento pues cada vez que pasaba un mesero por ahí con comida, el chico no podía evitar voltear la mirada y tragar saliva, específicamente, una langosta le llamó demasiado la atención y se arrepentía de no haber ordenado aquello para comer.

La cena finalmente llego, acompañada de shows con fuego y otras cosas extravagantes, los jóvenes enseguida atacaron sus platos y Rosetta no podía evitar pensar que parecían unos animales, una partecita de ella se apenaba de aquel comportamiento pero lo dejó pasar y continuó comiendo su corte de carne que parecía preparado por los mismos dioses del Olimpo.

Cuando todos terminaron pidieron brownies de postre y los hermanos Mancini pagaron la cuenta que por cierto había sido muy alta y en un dos por tres estaban fuera del restaurante.

El reloj marcaba las nueve con cuarenta y tres y los pies de Rosetta verdaderamente dolían; gracias a que el primer lugar que habían planeado no estaba disponible tuvieron que cruzar todo el centro para llegar al nuevo sitio y claro, los tacones rojo pasión que había escogido no eran los mejores para aquella circunstancia.

Lorenzo pareció notar la incomodidad de la castaña, quien caminaba lento y a pesar de haber retirado su calzado, seguía marchando de una forma graciosa.

No lo pensó dos veces antes de tomar a la joven de ojos claros en sus brazos y sonreír.

━ ¡'Enzo! ━ exclamó ━ bájame ahora, te lastimarás la espalda ━ lo regaño golpeando ligeramente al muchacho con su bolso.

━ Déjate consentir un rato, ¿quieres? ━ se defendió el castaño esquivando los golpecitos.

Rosetta suspiró pero estaba demasiado cansada como para hacer un drama innecesario y dejó que Lorenzo la cargara durante el camino.

🤍! OMG YA EMPIEZAN A SENTIR COSITASS

¿QUÉ OPINAN DE ROSETTA?

¿¿OPINIONES DE LA HISTORIA??

LOS LEO.

xoxo, k.