Alexandria se mantenía en Paz como todos los días, aunque al principio me aterraba la idea de tener nuevas personas entre nosotros ahora disfrutaba mucho de su compañía. En especial de Daryl quien no era el hombre rudo y de mala mirada que aparentaba, de hecho se había ganado mi aprecio convirtiéndose en alguien importante para mi y Louis.

—Sabes... Todo ese tiempo que pasé mientras mi padre trataba de rescatar a su novia me hizo pensar que, nunca sería importante para nadie.—Aquella tarde me había quedado con Daryl hablando sobre nuestros pasados, pude lograr conocer un poco más del grupo gracias a él, incluso me hablo sobre Merle aquel que fue su hermano.

—Te equivocaste Lily, ahora eres importante para muchos.—Habló con su tono de voz de siempre.—Eres parte de nuestra familia.

Por primera vez me había sentido segura con un hombre adulto luego de mucho tiempo, se había ganado toda mi confianza desde la vez que le conté sobre mi abuso, aquel día me abrazo y me dejó llorar desahogándome.

—Gracias Daryl.—Le mostré una sonrisa amable pues ya era tiempo de irme a casa pues Carl había insistido en quedarse con Louis.

Luego de una despedida caminé hasta llegar a la casa que compartía con los Grimes, al entrar estaba Carl leyendo un comic mientras Louis reposaba en su pecho y Judith estaba sentada jugando con muñecos.

—Hola Judith.—Me arrodillé frente a ella acariciando su cabello, pronto mi vista se dirigió a Carl.—Lamento haberte dejado tanto tiempo a Louis, espero no te haya molestado.

—Es muy tranquilo, de hecho.—Sonrió de lado pasándolo a mis brazos.

—Vamos bebé.—A penas se sintió lejos de los brazos de Carl comenzó a llorar.—¿Por qué no vuelves a dormir, cariño?

Comencé a caminar por toda la habitación moviendo al pequeño en mis brazos pero era imposible, cada vez estaba más despierto, a mis espaldas escucho una ligera risa proveniente de Carl.

—¿Está todo bien?—Pregunta estirando un poco el cuello para ver al intranquilo Louis.

—No se que le haz hecho a mi hijo.—Hice un puchero.—Te quiere más a ti que a mi.

—No es cierto.—Se burló mientras se acercaba a mi.—Mi madre decía que cuando era niño odiaba dormir, así que cantaba para mi, creo que a Louis le agradaría si le cantas un poco.

Noto el brillo en sus ojos y sé que le cuesta hablar de su madre, ella no está aquí, así que supongo que falleció. Y nunca fui de hacer muchas preguntas, tampoco lo haría ahora, si Carl quería contarme sobre su madre, lo haría, lo comprendo.

—Ugh, tengo pésima voz.—Comenté.—Además no conozco ninguna canción de cuna.

—Te enseñaré una, luego.—Miró de reojo al bebé.—Sus ojos son iguales a los tuyos, pero su cabello, ¿Su padre era castaño?

Me quedé callada un momento recordando aquel hombre, el miedo me invadió, no iba a permitirme llorar.

—N-No lo recuerdo...

Carl hizo una mueca ante mi respuesta, ya imaginaba lo que pensaba, "¿No recuerda el color de cabello del padre de Louis?" La mayoría pensaba que lo había tenido con un novio y prefería que lo creyeran así, me daba pena hablar del tema.

—Lily.

—Iré arriba, Louis debe dormir.—Interrumpí rápidamente antes de comenzar a subir las escaleras.