El cumpleaños de Beomgyu había llegado, Beomgyu dormía plácidamente al lado de Soobin... otra vez, pero ya no tenía miedo de que su Amo le haga daño, estaba seguro que Soobin no le haría nada mientras dormía, ¿Cómo lo sabía? simplemente lo sentía.

Soobin cocinaba sopa de algas en silencio en la cocina, su mamá siempre hacía sopa de algas para el desayuno en su cumpleaños, era algo muy tradicional.

También hizo el pedido de un pastel de chocolate, descubrió a fascinación de Beomgyu por el chocolate el día anterior cuando le invitó un cuadrito de chocolate amargo, los ojitos de Beomgyu se abrieron y fue como si brillaran por haber descubierto tal sabor, se notaba que le encantaba.

Y no solo eso, envolvió los regalos que le había comprado, la ropa y el peluche además de pedir permiso en la universidad para poder estar todo el día con Beomgyu, probablemente nadie lo acompañaba en sus anteriores cumpleaños así que decidió que lo acompañaría todos sus cumpleaños desde ahora.

También pensó que talvez Beomgyu quería salir así que reservó la cena en un restaurante, no estaba seguro de hacer eso... ya que no sabía que cosas le gustaban a aquel adolecente.

Terminó de alistar la mesa y se sacó el mandil, solo esperaba que a Beomgyu le gustara, apenas sabía algunas cosas.

-Beomgyu~- movió delicadamente el cuerpo del jovencito, el sueño de Beomgyu es muy ligero así que despertó rápidamente.

-Buenos días amo... ¿e-es muy tarde? ¿Dormí de más? lo siento, es por que dormí tarde, yo--

-Feliz cumpleaños, Beomgyu- su sonrisa era pura sinceridad, por lo que Beomgyu no se sentía asustado.

-¿Di...disculpe, Amo?- ¿Ésto era real? nunca habían celebrado su cumpleaños, para Beomgyu era un día mas en el calendario, la misma rutina de todos los días. 

-Es tu cumpleaños ¿verdad? me lo dijiste hace tres días- ofreció su mano para ayudar a Beomgyu a levantarse, el menor dudó pero finalmente aceptó.

Todo estaba tan bonito, todo se veía muy lindo; acababa de despertar y sentía que por primera vez le importaba al menos un poco a alguien, aunque solo era una persona, sentía como si fuera el centro del universo.

-A-Amo... usted no tenía que...- ni si quiera sabía qué decir, todo era tan nuevo.

-Espero que te guste, es la receta de mamá- se refería a la sopa de algas.

Beomgyu mostraba una linda sonrisa mientras comía, era inevitable mostrarla, estaba muy feliz y conmocionado por lo que estaba pasando.

Beomgyu terminó la sopa de algas y se levantó juntando los platos para ir a lavarlos, pero su sonrisa no se borraba.

-Deja, yo lo hago- Soobin sonrió sosteniendo los platos que anteriormente Beomgyu había juntado para ir a lavarlos él -Es tu cumpleaños, no tienes que esforzarte.

Beomgyu se encogió en su lugar viendo como Soobin lavaba los platos que se supone el lavaba, Beomgyu pensó que eso era todo, que no  habrían mas sorpresas, pero al parecer no terminaba ahí.

Soobin terminó de lavar los trastes y corrió hasta el armario de su habitación, de donde sacó los regalos envueltos y los escondió en su espalda antes de volver con Beomgyu.

Se colocó en su enfrente y le entregó los regalos, ni él mismo sabía por que estaba tan nervioso.

Uno de los regalos era grande y cuadrado, donde venía la ropa y el otro era igual o más grande con una forma un tanto amorfa -Para tí- esperó a que Beomgyu tomase los regalos y se sentó en una silla enfrente del cumpleañero.

Beomgyu dudó en abrirlos, pero Soobin le hizo una seña diciendo que si puede hacerlo.

Tímidamente abrió el envoltorio del regalo cuadrado, estaba pesado, luego del envoltorio halló una caja de cartón sin ningún diseño grabado, abrió la caja encontrándose con que esta estaba llena de ropa cuidadosamente doblada y perfumada, miró a Soobin con una sonrisa que cada vez se hacía mas grande, no pudo controlarse más y lanzó un muy pequeño gritito dejando la caja a un lado abrazando a Soobin voluntariamente por primera vez, se aferró al cuello del peligris, sin esperarse ser correspondido.

-¿Te gusta?- le había comprado muchos conjuntos de ropa, de una gran variedad de colores y estilos para que Beomgyu tenga un guardarropas completo.

-Claro que me gusta, amo.

-Espero que te guste el otro- se refería al conejito de peluche envuelto en papel de regalo.

Beomgyu se separó con una sonrisa, aquel regalo con forma indefinida  era tan grande que no podría rodearlo con ambos brazos, algo nervioso sacó el papel de regalo descubriendo al gran y blanco peluche de conejo,  este tenía las patitas delanteras como si esperara un abrazo de Beomgyu el cual no negó, abrazó al suave peluche de conejito con aroma a flores, realmente lo amaba.

-Amo... realmente no sé cómo agradecerle, si hubiera algo que pueda hacer por usted..

-No me pidas permiso cuando quieras hacer algo, ni cuando no quieras hacerlo, pídeme algo si quieres y por último; descubre lo que te hace feliz.

Se supone que Beomgyu tenía que hacer algo por Soobin, pero parecía como si este le estuviera dando otro regalo.

-Amo... yo... gracias- siguió abrazando al lindo conejito de peluche, era el primero que tuvo en toda su vida.

-Saldremos un rato, ¿Te ducharás primero tú o yo?.

-Lo haré rápido, Amo, muchas gracias nuevamente- se levantó para después agarrar una toalla y dirigirse al baño.

Ahí fue cuando Soobin actuó, sacó del refrigerador la torta de chocolate y le colocó 17 velitas, las encendió y admiró su trabajo, estaba feliz por que Beomgyu estaba feliz.

Beomgyu salió de la ducha 5 minutos después de que Soobin termine de armar su torta de cumpleaños, su cabello estaba un poco mas rizado y sus pestañas se veían un poco mas largas.

-Feliz cumpleaños a ti- Soobin estaba con el pastel en sus manos y con un conito de cumpleaños en su cabeza - Feliz cumpleaños a ti- siguió cantando procurando no apagar ninguna de las 17 velitas encendidas -Feliz cumpleaños al amado Beomgyu~ Feliz cumpleaños a ti- acercó el pastel al cuerpo de Beomgyu -Sopla tus velitas.

Lo hizo sin dudar, deseando antes algo de eso.

Deseo poder protegerte como tú me proteges a mi.

Cami~