T5E12: La tercera espina del Triskelion
Ya era jueves y los estudiantes no habían dejado de ir a diario al hospital en donde tenían internada a la profesora. Nessa había ido ya el día anterior, así que no le vio mucho sentido a ir también este día. Sin embargo, Mei y Khanna asistieron a la misma hora que el día anterior.
Mei seguía con ciertas dudas respecto a su pareja, pero desde que habló con Kai, era capaz de llevarlo de manera sana: además, aunque Khanna a veces lucía distante, seguía siendo tan amable y cariñosa con ella como al inicio. Eso le generaba mucha más confianza, aunque a veces, la hacía sentir mal porque sentía que era ella quien no tenía tanto compromiso como Khanna.
Claro, cuando empezó a salir con ella también tenía dudas, pero estar con Khanna sin duda saciaba el anhelo de afecto de Mei. La hacía sentir segura y, más importante, la hacía sentir feliz.
Su madre la ubicaba como una amiga más y por el momento, Mei no intentaba corregirla. Khanna tampoco hacía el esfuerzo, oliéndose los problemas que podrían tener, así que en realidad, el único lugar donde podían ser tan expresivas como les gustaría era la casa de Khanna: sus padres casi nunca estaban y, a decir verdad, pasaban más tiempo en el sofá viendo películas que en cama.
Habría seguido pensando en Khanna toda la tarde, pero cuando sintió que su novia apretaba su mano con algo de fuerza, Mei reaccionó y pudo notar a alguien que habría visto desde el primer momento si no estuviese perdida en sus pensamientos. Khanna debía llevar un buen rato viéndola, pero aún no intervenía, así que Mei tampoco lo hizo.
La chica en cuestión, vestida de enfermera, con cabello rizado al estilo afro, recogido con una liga, tez negra y con cara de haber sido recepcionista durante una década, estaba peleando con otra enfermera. Mei se dio cuenta enseguida de que esa chica no estaba ahí los días anteriores. Antes, había estado una chica bajita y escuálida, y antes de ella...
— ¿Hacemos algo? - Preguntó Mei en voz baja.
— No aún. Busca un sitio donde no te vean e infórmale a Kai con el comunicador.
Mei asintió y buscó el baño más cercano. Tan pronto como puso el seguro a la puerta, sacó el dispositivo del interior de su mochila, tecleando el nombre clave de Kai para mandarle un mensaje. Con algo de suerte, vendría pronto a ayudarlas por si aquella chica se ponía pesada. Tras escribir un "enfermera falsa en el pasillo de la maestra" y enviarlo, Mei rezó porque su mensaje fuera lo suficientemente específico como para que Kai no hiciera preguntas al llegar.
Al salir del baño, se encontró a su novia discutiendo con la enfermera grosera.
"No aún, dijo", pensó Mei, considerando por un momento que Khanna debería escucharse a sí misma más seguido. Por más que quisiera secundarla, prefirió observar atentamente por si escuchaba algo importante:
— No sabes con quién te metes - Amenazó la morena de rulos, apuntándole con el índice a Khanna, quien lucía tan enojada como podría estar, a punto de abrirle la cara a aquella enfermera falsa.
— Bueno, tú te metes con Julia Khanna, oficial del Alba Dorada, escuadrón Paraselene. Si no te mides, quizá vayas de visita a San José - Amenazó la chica, tentada de enviarla a la penitenciaría local.
La enfermera falsa entrecerró los ojos al reconocer "Alba Dorada" y "Paraselene" en la respuesta de Khanna. Mei olió los problemas, pero decidió no decir nada. Aún.
— Entonces Khanna, ¿no? El Nightstalker nos habló de ti. Nos habló de tus amiguitas. Un gusto. Creo que seremos rivales pronto, ¿no te parece? Algunos hablan del Gran Trabajo, pero a mí no me interesa. ¿Vas a morir defendiendo a tu precioso Kai? ¿Cuántas personas murieron por él? ¿Se lo has preguntado, Khanna? ¿Acaso les ha dicho lo que está por ocurrir, o es que el "increíble" Carlos Rivera le guarda secretos a sus compañeros de equipo.
Khanna enmudeció. La verdad, sí tenía sus dudas desde el incidente de Coatepec, aunque en su momento, decidió no preguntar nada. ¿De qué conocía aquella mujer a Kai?
— No me he presentado, ¿verdad? Niambi Shefet, del Triskelion. Con o sin Kai para ayudarlas, les recomiendo que no se metan en esto si no quieren salir lastimadas.
— ¿De qué hablas? - Preguntó Khanna. Volteando a ver a Mei para pedirle su ayuda, descuidó por un segundo a su interlocutora y, cuando ambas voltearon a verla, ya había desaparecido.
Mei volteó a ver a las esquinas del techo: no había cámaras ahí.
La habían perdido.
Esa noche, Khanna y Mei se quedaron a dormir en la sala común del club Paraselene, agotadas tras pasearse varias veces por el hospital: Nora Vera las había autorizado a pasar lista a todo el personal, pero fue en vano. Esa tal Niambi Shefet se les había escapado.
Kai estaba nervioso como nunca, ordenando a todos los cadetes disponibles en Xalapa que hicieran redadas preventivas, buscando a Niambi y a las demás miembros del Triskelion. En varias horas, no habían reportado ningún resultado, era como si de repente, Niambi, Noah y Tenebra hubiesen desaparecido de la faz de la tierra. Sin embargo, Mei pudo enterarse de cosas más que preocupantes: era un hecho que se había producido una fuga a la Prisión Vertical, otrora inexpugnable. Más de un sujeto peligroso se había fugado de las instalaciones después de masacrar a varios de los guardias durante la fuga.
A estas alturas, a Kai ni siquiera le molestó ocultarles el hecho: un video en el que un sujeto vestido con traje y sombrero de color blanco, como si se tratara de Michael Jackson en Smooth Criminal, caminaba en la plataforma del primer piso de la prisión vertical. A continuación abrió fuego al azar contra varios de los guardias. Al quedar tan sólo tres de ellos, le dio en la mano al que estuvo a punto de dar la alarma, impidiéndole pulsar el botón rojo en la pared. A uno más, le abrió un agujero en la garganta y al último, lo observó fijo antes de decirle "lárgate y diles que Arze estuvo aquí".
El video se cortó. El siguiente mostraba al mismo sujeto de blanco, saliendo a pie del pasillo principal de la Prisión Vertical, seguido de tres personas. A Mei se le heló el corazón al verlas: una de ellas era Niambi, a la que se encontraron antes. las otras dos eran parte del Triskelion, por lo visto.
Aún con tantas preocupaciones rondándole en la cabeza, Mei se las arregló para conciliar el sueño, abrazada de Khanna, quien se encargó de caer noqueada desde el primer minuto.
"Kai", pensó Mei, preocupada. "¿En qué nos hemos metido?"
A la mañana siguiente, todo era un caos. A primera hora, todavía de la madrugada, Kai decidió enviarles mensajes, tanto a través del comunicador como a través de sus teléfonos. Iban a reunirse en el club Paraselene a las ocho de la mañana, aprovechando una junta extraordinaria de todas las facultades para tener ellos su propia reunión.
Mei observó con cierto asombro que incluso Nessa acudiría. Algo preocupada, levantó a Khanna, haciéndola ver los mensajes de Kai. Khanna se centró en uno en específico, preocupada:
— La profesora murió envenenada anoche - Leyó Khanna, sintiendo que le habían quitado el aire de repente.
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