Nessa no podía negar que le producía cierto placer ver a Kai tan bajoneado: es decir, ya no lo odiaba como antes, incluso había aprendido a estar tranquila en su presencia (un gran reto), pero, secretamente, todavía se regocijaba un poco al verlo así. Quizá tanto "heroísmo" le estaba cobrando factura después de todo.

Cuando Mei se fue a casa, Kalea y Nessa se quedaron un buen rato inspeccionando los archiveros: algo sobre actividad Malasangre a las afueras de Xalapa, otro poco de "Las Lunas de Jonsu" (sea lo que sea eso) comerciando ilícitamente en las ciudades del pacífico, algunos criminales de bajo nivel y a qué prisiones fueron transportados... nada del otro mundo.

— ¿Entonces no te preocupa ver a Kai así? - Le preguntó Kalea.

Al lado de Nessa, Kato la miró con los brazos cruzados. Aún era frecuente que se le apareciera así como así. Ni siquiera dijo nada, pero Nessa ya sabía qué hacer.

— No es eso, es que...

— Nunca vas a admitir que te gusta, ¿cierto? Lo que sea que tenga, lo está consumiendo por dentro, Nessa. Deberíamos...

— No se lo cuenta ni a Mei ni a Toph, ¿qué te hace pensar que nos lo dirá a nosotras?

Era un buen argumento. Después de eso, Kalea dejó de insistir (otro día volvería al ataque) y siguió ordenando las carpetas y añadiendo documentos a uno que otro expediente.

— Aunque no sé cómo pueden confiar en alguien que nunca nos ha contado toda su historia. Es como colaborar con un desconocido.

— Ya deja eso por la paz - Le aconsejó Kalea - Nos pagan bastante y es legal, ¿qué te preocupa?

Khanna tocó a la puerta de Kai la tarde después de aquella noche de películas. Como al resto, le preocupaba su amigo, aún si se esforzaba en aparentar que todo estaba bien.

— Kai, ¿estás ahí? Amigo, ábreme, ¿sí? Quiero saber si estás...

La puerta se abrió a la mitad y del otro lado, una perfecta desconocida contempló a Khanna antes de abrir por completo.

La chica era morena, de estatura promedio (un poco más bajita que Khanna), bastante delgada y desgarbada, con ropa casual (Khanna diría que ropa de dormir, más bien) y con lentes grandes y redondos. Su cabello, largo, lacio y negro, colgaba por debajo de sus hombros y su expresión de cansancio, si bien no era intimidante, sin duda no invitaba a interactuar con ella.

— Khanna, ¿no? Kai me habló mucho de ti. Gracias por ayudarlo todo este tiempo.

Khanna se quedó inmóvil afuera del departamento. Si bien, aquella chica sabía de ella, Khanna no podía decir lo mismo.

— ¿Qué esperas? Pasa o se va a meter el frío.

Khanna cerró la puerta tras de sí. Aquella chica morena estaba contemplando el tablón que había en el departamento, con un desorden de papeles y tachuelas clavadas por todas partes.

— Disculpa, ¿quién eres?

— Amelia Hardeen, de Copa Escarlata. Mucho gusto.

— ¿Dónde está Kai?

— Ocupado en una pequeña misión.

— ¿Sabes si volverá pronto?

— Haces muchas preguntas.

Khanna guardó silencio. Entonces, Amelia cogió un pedazo de papel y, con un marcador negro, escribió "Acapulco" en él y con una tachuela, lo clavó en un extremo del tablón, para después usar un par de ligas para unirlo a "Sak", una etiqueta que acompañaba a una fotografía, y a "Jonsu", lo que sea que significara eso.

— Vine porque estaba preocupada por Kai - Explicó Khanna - Parece que no come ni duerme y...

— No parece. Realmente ha estado estresado estos días, pero se niega a darse un descanso. Cree que esta ciudad se va a colapsar en cuanto decida tomarse un día libre.

— Creo que hemos hecho un buen trabajo estas semanas.

Amelia se encogió de hombros y siguió trabajando en el tablón. En la etiqueta que ponía "Prisión Vertical", puso otra barra en el contador que ponía "intentos de fuga". Después, movió la fotografía de Nahema (la Nightstalker) ahí, junto a donde estaban "Caleidoscopio" y "Cazador". Había un gran número de fotos clavadas junto a la de la prisión vertical, a decir verdad.

— ¿Qué es todo esto? - Quiso saber Khanna, a sabiendas de que Amelia ya la había regañado por preguntar mucho.

— Estoy poniendo algo de orden en el tablero de Kai. Realmente cree que hay algún misterio, que va a descubrir quién es el patrón misterioso que envió a tantos agentes suyos a Xalapa. La verdad, aún no lo sabemos a ciencia cierta: Alba Dorada se hizo de muchos enemigos en el pasado.

Amelia no parecía muy interesada en conversar, así que Khanna dio por perdido aquél intento de conversación y se dirigió a la puerta para irse. Antes de tocar el pomo, Amelia alcanzó a decirle "cierra bien cuando te vayas".

No era una persona realmente agradable, pensó Khanna.

Jorge aterrizó en la mesa donde Kalea y Mei almorzaban para soltarles la noticia. Mei no estaba particularmente interesada al principio, pero eso no detuvo a Jorge, quien, con más emoción de lo normal, empezó a contarles sobre una chica linda con uniforme de Alba Dorada merodeando por la facultad en la mañana.

— En serio, vestía de rojo y negro en vez de los colores normales. Nadie se le acercó para preguntar quién era, pero se veía importante, ¿saben? Era morenita, un poco más alta que ustedes y con cabello negro, lacio y... también era muy delgada, como esas modelos de revista. No sé, como la consejera Maya, pero Maya es blanca y...

— Jorge, ya entendimos - Interrumpió Kalea - Una chica bonita, ¿y qué?

— ¡Es de Alba Dorada! ¿Y si es una nueva maestra o algo por el estilo?

Mei aún recordaba a Alyssa Pendragon, la última "agente especial" de Alba Dorada. Si bien no era desagradable y jamás interactuaron directamente, a Mei le daba un aire de chica presumida. No veía por qué la nueva agente especial sería diferente.

No había terminado de hablar Jorge cuando los comunicadores de ambas: Kalea y Mei, vibraron, indicando que tenían un nuevo mensaje: la remitente era "Amelia Hardeen" y las citaba en el refugio del Paraselene en diez minutos.

— ¿Cómo sabe que estamos en el campus? - Preguntó Kalea en voz alta, contemplando el "urgente" al final del mensaje.

— Quizá sea el horario, ni idea - Contestó Mei, recogiendo sus cosas para dirigirse al puente que daba directo a la biblioteca.

Con Kalea intentando seguirle el paso (pese a ser más grande que ella), Mei recorrió los pasillos de la biblioteca hasta encontrar el librero falso que daba al Club Paraselene, escondrijo que habían habilitado para pasar las tardes ahí. Al detenerse frente a él, notó que Khanna había llegado recién, y que Nessa venía unos cuántos metros detrás de ellas. Al empujar el estante, pudieron ver a Toph sentada al interior, conversando con alguien.

Mei avanzó con confianza, creyendo que estaría dentro con Kai, pero no era así: la chica que había descrito Jorge, con su uniforme rojo y negro, estaba ahí de pie. Khanna la reconoció, por lo que se sobresaltó un poco al verla, pero nadie más tenía idea de quién...

No, de hecho, Mei sí la había visto antes, en uno de los archivos que le mostró Kalea: si ella era Amelia Hardeen...

— Bueno, parece que ya llegaron todas - Sonrió Amelia, como si la hubiesen obligado a convocarlas - Como saben, Kai ha estado algo estresado últimamente, pero se le pasará.

— ¿Dónde está él? - Quiso saber Mei, interrumpiéndola.

— Lo convocaron a la Ciudad Dorada, en Angelópolis. Volverá entre hoy y mañana, solo tuvo que ir a resolver un par de asuntos aburridos, nada importante - Contestó Amelia - Lo que deben saber es que Alba Dorada está pasando por un momento algo tenso. El Nightstalker logró filtrar información nuestra y especulamos que habrán ataques en varias partes del país. No debería ser nada grave, pero por si acaso, hemos acelerado los procesos de reclutamiento. Las pruebas doradas se estarán realizando cada mes y medio, los cadetes de la academia tendrán licencias provisionales...

Mei se perdió en algún momento de la explicación. ¿Era esto lo que les ocultaba Kai? ¿Habría una especie de ataque masivo en todo México y eso lo tenía tan tenso? Por otro lado, era evidente que Alba Dorada estaba algo desesperada reclutando nuevos agentes por todas partes, incluyendo a muchos jóvenes universitarios que necesitaban solventar sus gastos.

Simplemente, era demasiado para procesar de una sola sentada, pensó. Amelia siguió hablando, explicándoles de protocolos y planes de acción, de directivas y programas que estaban por abrirse, pero su atención estaba en otra parte.

Con razón Kai estaba tan alterado últimamente.