T2E21: La Cacería
Kai llegó corriendo al campo de batalla. Entre él y la trinchera en el patio interior del palacio de gobierno en la que Beckett debía encontrarse, se interponía una sola persona.
— Entonces era verdad. Sobreviviste.
Kai no sonreía como él. Nunca esperó tener que enfrentarse a su alumno, compañero y viejo amigo del dojang del profesor Sergei. Su rival tiró su arma a un lado y Kai hizo lo mismo. Ese malasangre se arremangó y Kai simplemente lo esperó. Los demás malasangres y miembros de Alba Dorada estaban lejos de esa entrada, pero ese en específico parecía haberse quedado esperando ahí.
— Mabel y Tavo te extrañaron mucho cuando te fuiste - Soltó Kai - No te preocupaste por ellos, tan sólo desapareciste... también traicionaste Alba Dorada. ¿Por qué?
— Quería progresar. Quería vivir, quería mejorar. No quería morir pobre.
— ¿Y por eso te uniste al Quincunce cuanto pudiste? Te fuiste con Ulises y Julieta.
— Y no me arrepiento.
Nathan soltó la primera patada, que Kai interceptó en el aire con una palma.
— A Mabel se le rompió el corazón. El profesor Sergei le tuvo que decir a qué te dedicas ahora.
El malasangre emitió un grito rabioso, tratando de patear el torso de Kai con toda la rabia del mundo. Kai era un estorbo para él. No podía dejarse ganar frente a él. Ya no.
— No debe haber ido muy lejos - Dijo Nessa, trotando a la misma velocidad que sus amigas, buscando a la última persona a la que habría pensado buscar.
Obviamente, no podía simplemente disculparse con Kai. Primero tenía que buscarlo porque aparentemente el zopenco estaba extraviado, exactamente como ella hacía casi dos meses, cuando Nahema la terminó.
Empezaba a hacer frío esa noche; Nessa se lamentó de no haber cogido algo más abrigador al ir con Khanna a casa de Kai. No podía evitar juguetear con su arma, un bastón metálico, mientras avanzaba.
Toph se detuvo frente a un local abierto; aparentemente, era ahí en donde Kai había estado por última vez antes de que su teléfono empezase a fallar.
— ¿Chicas? - Preguntó alguien a sus espaldas. Nessa estuvo a punto de estrellarle su bastón en la cabeza, pero Khanna bloqueó el golpe con un solo brazo.
— Es Jorge. Cálmate.
— ¿Qué hacen aquí? - Preguntó él, dándose cuenta de que las tres iban armadas.
— ¿Has visto a Kai? ¿De casualidad? ¿No? - Le preguntó Khanna, algo ansiosa.
— Acaba de irse. Ganamos un torneo y me pidió que le guardara...
— ¿Sabes a dónde fue? - Quiso saber Toph, cortándole el discurso de la forma más educada y formal posible.
— Eh... no, pero se fue hacia allá - Indicó él, señalando hacia donde estaba el lago, a tres cuadras de distancia de la tienda.
— ¿Había alguien cerca? ¿Un sujeto de chaqueta roja o algo así? - Quiso saber Toph, solamente por si acaso. En cuanto Jorge asintió, Nessa pudo notar que sus dos amigas se pusieron mucho más tensas que antes.
— Tenía un parche en el ojo. Se veía bastante cool.
Ni bien Toph le dio las gracias, las tres salieron a toda prisa hacia el lago. Nessa no pudo evitar pensar en el hecho de que la vez pasada, Nessa (y Kai también) habían ido a buscarla al lago. Ahora, ella acompañaba a Khanna (y a esa chica tan seria llamada Toph) a buscar a Kai en el mismo sitio. Era un paralelismo que, de ser eso una película, sería atribuible únicamente al poder del guión.
Si algo le pasaba al estúpido de Kai, Nessa tendría que arrastrar ese cargo de conciencia durante mucho tiempo; no necesitaba un segundo Kato (que además era parecido al primero) acompañándola cada que conociese a alguien. Sin embargo... ¿por qué estaba Kai en riesgo exactamente?
— Hay algo que no cuadra - Expresó Nessa - ¿Por qué estamos corriendo a buscar a Kai cuando uno de sus amiguitos dice que estaba bien hace apenas unos minutos?
Toph se cuestionó si revelarle a Nessa esta parte de la vida de Kai. Por fortuna, Khanna se le adelantó.
— Hace un mes, alguien intentó secuestrarme y me ayudaron a escapar. Le hicimos daño en un ojo y creo que... bueno. Ese sujeto está muy enojado con Kai.
— ¿Él... te ayudó a...?
Toph sabía que eso era parcialmente cierto y que Khanna estaba mintiéndole por omisión a Nessa, pero decidió que lo mejor era no corregirla: En realidad Kai había estado muy ocupado con Mei escapándose de unos malasangres mientras Hanna y ella misma, Toph, iban a buscar a Khanna.
— ¡Miren! - Señaló Nessa, cortando el hilo de pensamientos de Toph - ¿Ese es Kai?
Toph vio primero al de la chaqueta escarlata que a Kai, a pocos metros de él, tratando de perderlo sin apretar el paso; no tuvo dudas. Ese hombre de chaqueta color rojo oscuro, con un símbolo de colmillo en color blanco a su espalda y para el colmo, un arma blanca que parecía ser un machete.
Le dieron ganas de gritar para alertar a Kai, pero sabía que de hacerlo, solo lo distraería y el Cazador intentaría matarlo a él y a ellas también por ser testigos.
— Hay que acercarnos - Ordenó Toph - En silencio y sin que nos vea El Cazador.
— ¿El Cazador? - Preguntó Nessa - ¿Así se llama?
No obtuvo respuesta.
Cuando Khanna y Toph empezaron a bajar las escaleras hacia el lago, Nessa decidió que prefería seguirlas que quedarse sola ahí en donde estaba.
— Entonces... te has venido a entregar. Es tan honorable que parece falso - Dijo El Cazador, dejando que Kai lo viese de frente por primera vez, revelándole su identidad - Tu amiguita Khanna... realmente confía en ti como para apoyarte después de saber las cosas que hiciste. ¿Dónde consigues amigos tan leales? Incluso me dio en el ojo - Añadió, riendo amargamente.
— Nathan - Fue lo primero que alcanzó a decir Kai.
Era casi obvio como para que no lo hubiese considerado antes; Nathan entrenó en taekwondo con él hacía varios años. Estuvo en Alba Dorada y terminó uniéndose al Quincunce. El Muerto, otro traidor a Alba Dorada había logrado infiltrarlo en los malasangres y cuando ellos le ofrecieron mayores beneficios...
— En serio, le rompiste el corazón a Mabel.
— No digas ese nombre de nuevo.
Mabel era una chica que estaba colada por Nathan; el chico era alto, de tez blanca y rasgos atractivos, además de una personalidad extrovertida y algo bufonesca. De ese adolescente alegre poco quedaba; ahora era un agente de los malasangres en toda regla. Kai pudo ver en el hombro derecho de la chaqueta cinco puntos blancos.
— Hasta te ascendieron. ¿A cuántos tuviste que matar? ¿Quién manda ahora con los malasangres desde que Rose Valdez fue enviada a la prisión vertical.
— Rose Valdez sigue mandando. Los malasangres están aquí en Xalapa y no los han visto aún.
Kai supo que la conversación estaba llegando ya a su fin.
— Supongo que ahora vas a matarme, ¿no?
Nathan sujetó su machete y lo levantó para apoyarlo sobre su hombro.
— Espero que no te resistas.
Kai decidió hacer lo más bajo y sucio posible para evitar su muerte; se tiró al piso y antes de que El Cazador pudiese darle un machetazo, pateó la pierna derecha del malasangre para hacerlo perder el equilibrio.
Nathan intentó asestarle un machetazo, pero al perder el equilibrio, Kai obtuvo un par de segundos de ventaja para incorporarse y correr por aquél andador junto al agua. Si lograba ir al kiosco flotante...
— Si quieres sufrir, vas a sufrir - Declaró Nathan ni bien se hubo levantado. Kai estaba desarmado y corría a toda velocidad hacia el kiosco flotante en medio del lago, tratando de tomar distancia entre él y Nathan, quien sabía que si el mocoso se le escapaba ahora, sería imposible matarlo después. Ahora que ya se sabía su identidad, era el último chance que tenía.
Kai barrió los últimos dos metros de piso del kiosco flotante, sujetándose a un barrote de metal para evitar irse directamente al agua fría del lago; en donde habría estado hacía un segundo, el machete del Cazador quedó clavado, dándole otro par de segundos para escaparse.
En lugar de irse de la zona céntrica del lago, Kai solamente dio otra vuelta alrededor del kiosco y nuevamente, usó la misma barra para sujetarse mientras se tiraba al suelo, dando una vuelta de noventa grados antes de levantarse y seguir corriendo. Una vez más, Nathan asestó un tajo al aire.
Harto como estaba, decidió que a la siguiente no daría un tajo; cargaría directamente hacia Kai para evitar que volviese a írsele de las manos.
— ¿Qué pasa? ¡Andas muy torpe hoy! - Lo provocó Kai, acercándose al mismo punto donde dos veces antes se había burlado de él. Sin embargo, su chistecito no iba a funcionarle tres veces seguidas. Nathan empezó a saborear el momento; su jefe iba a pagarle muy bien por llevarle a Kai herido, aunque vivo.
Al ver que Kai volvió a barrerse para dar la vuelta agarrado del barrote, Nathan alzó su machete para darle de lleno en la cabeza. Sin embargo, algo falló; el barrote del que estaba agarrado Kai se rompió, separándose de los demás del lado de Nathan, dejando la parte frente a Nathan descubierta. Sin poder estrellarse contra el barandal, el Cazador perdió el equilibrio y, sin poder frenar, cayó de cara al agua.
Kai quedó colgando del barandal roto, intentando no caer al agua helada también, donde Nathan pataleaba para no hundirse mientras su cuerpo se estremecía por el choque nervioso que sufría al sumergirse de repente en el agua helada.
Escuchó pasos hacia él y se puso alerta, aunque poco podría hacer agarrado a un barandal roto, tratando de no caerse.
Entonces, el rostro amigo de Toph tratando de atraer el barandal al andador del kiosco se asomó, aliviando a Kai; lo había encontrado después de todo. Khanna apareció también y tiró de Kai a la orilla, consiguiendo salvarlo sin mojarle ni un pelo.
Cuando él se intentó incorporar, pudo ver a una tercera persona junto a ellas; era Nessa. A espaldas de Kai, estaba Nathan pataleando y frente a él, una persona que sin duda alguna preferiría tirarlo al agua.
— ¡Idiota! - Gritó Toph una vez se aseguró de que él estuviese a salvo, pegándole a palma abierta en el pecho a Kai repetidas veces -¡Idiota! ¡Idiota!¡ ¡Idiota! ¡Idiota! ¿Voy a estar bien? ¿Eso es lo que dijiste? - Reclamó ella - ¡Te descuidé unas horas Kai! ¡Unas horas y casi te mata El Cazador! Es que... ¿CÓMO SE TE OCURRE?
Toph estaba al borde de un colapso emocional; Kai nunca la vio tan visiblemente preocupada, prácticamente histérica. Todo por él (o mejor dicho, por su culpa).
— ¡Pudo haberte lastimado! ¡Tenía un machete Kai! ¿Cómo te ibas a defender?
— Aunque no lo parezca - Se defendió Kai - Tenía un plan. Pensaba hacerlo caer al lago y...
— ¿Y luego qué? - Preguntó ella, jadeando pero empezando a tranquilizarse, dominando su ataque de nervios - ¿Ibas a quedarte colgando ahí por horas? ¡Pues qué buen plan fue ese!
— Toph. Estoy bien. Me salvaste. ¿Podrías dejarlo así?
Toph volvió a pegarle a Kai, esta vez a puño cerrado.
— Idiota.
Solo entonces, Kai y Toph recordaron que Khanna y Nessa estaban justo al lado, viéndolos.
— Si quieren... podemos dejarlos solos, ¿verdad Nessa?
¡Nessa! ¿Qué mierda hacía ella ahí? Parecía que quería decir algo, pero...
— Te perdono - Soltó finalmente aquella chica - Por... no haberme dado dinero por lo de español. Sí. Ya vámonos Khanna.
— No me voy a mover de aquí - Dejó en claro Khanna. Parecía algo molesta, pero Kai no iba a ponerse a preguntar la vida de todas ahí.
— ¿Y si vamos a casa de una vez? - Sugirió él.
A Toph y a Khanna les pareció una gran idea.
Aunque les costó, lograron convencerla de acompañar a Nessa; Toph y Kai volverían a sus departamentos y, una vez las otras dos estuvieron lejos, Toph siguió regañando a Kai. Iba a obligarlo a decir a dónde iba siempre y tener encendido el GPS.
Cuando llegaron al edificio donde vivían, Kai ya había dicho "perdón" más de cinco veces.
"Bueno" pensó Kai "supongo que me lo merezco.
— Por cierto - Le dijo a Toph mientras subían las escaleras - Gracias por ayudarme en el lago.
— No iba a dejarte solo - Reconoció Toph - Eres mi amigo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro