T2E13: Altibajo
Querer llevarse bien con todos estaba bien, pero ser aceptado por Nessa ya era avaricia.
Kai decidió no darle más tareas gratis como lo había estado haciendo; más por su salud mental que por ser mala persona. Además, Khanna no podría convencerlo de lo contrario a sabiendas de que Nessa era bastante oportunista, frívola y despectiva cuando de él se trataba.
Como de costumbre, varios de sus compañeros y amigos estaban en la biblioteca gracias a las tareas e investigaciones que les dejaba el profesor Davriel en cada clase. Pese a ser uno de los docentes más exigentes que Kai había conocido, no le pesaba hacer las tareas ni odiaba la asignatura (como sus compañeros).
Khanna se había rendido hacía media hora y dormía sobre dos sillas al fondo del pasillo, usando un libro abierto para taparse los ojos; Kalea, Mei y Nessa anotaban varios conceptos que necesitaban para sus esquemas y en la mesa donde estaba Kai, Xany, Hanna y Jorge intentaban terminar sus fichas de trabajo sin mucho éxito.
— No sé cómo pasaré el semestre - Se quejó Xany, visiblemente abrumada; era una chica lista, pero frecuentemente sentía que no daría la talla. Jorge, por otro lado, intentaba ayudar a Hanna, quien no parecía necesitar mucha ayuda, pues se le daba bien esa materia.
— No te puedo decir que no te preocupes - Le dijo Kai, terminando su penúltima ficha - Pero sí que te ayudaremos.
— Es que me siento estúpida por no poder hacerlo sola.
— ¿Crees que yo lo hago por mi cuenta? Si la mitad de ustedes no me ayudara ni estuviese aquí haciendo tarea conmigo, probablemente ni siquiera habría empezado.
Xany gruñó tiernamente mientras reproducía su firma de manera inconsciente sobre la esquina de una de las hojas de su libreta. Kai pudo ver que la firma de Xany asemejaba la cara de un mapache, pero decidió no preguntarle al respecto.
Ni diez minutos pasaron cuando Kai terminó sus fichas; Xany se exasperó y dejó caer su cuerpo sobre la silla como si estuviese muerta.
— No seas dramática - Se rio Kai - Anda, puedes llevártelas a casa para hacerlas allá - Le ofreció él, dándole las fichas de trabajo que había hecho.
— Ay no, no podría - Se echó hacia atrás Xany - No quiero aprovecharme de...
— Tú no me las pediste, yo te las estoy dando; toma.
Xany decidió no discutir más y abrazó a Kai antes de recoger sus cosas y marcharse.
— Gracias cielo - Susurró antes de marcharse.
Lo primero con lo que se topó Kai fue la mirada burlona de Jorge.
— ¿Qué?
— Le gustas.
Jorge le debía estar tomando el pelo; no por ayudar a Xany en las tareas y que ella se pusiese algo tensa significaba que Kai le gustaba, sin embargo, no habría manera de convencer de lo contrario a Jorge, así que decidió no darle más cuerda al asunto.
— Creo que Hanna no necesitará de mí, así que... - Se despidió Jorge - Supongo que los veo en la clase de las 12.
Eso dejó a Kai a solas con Hanna; realmente no habían estado juntos mucho tiempo y ahora que lo pensaba, se sentía algo extraño, como si Kai estuviese fuera de lugar. Sin embargo, cuando intentó ponerse de pie para irse también, Hanna lo detuvo.
— ¿Te irás con Nessa? - Preguntó directamente, sin intentar suavizar aquella acusación maquillada como duda.
Aunque Kai le contestó que pensaba ir a comer algo, Hanna decidió que no había tenido suficiente.
— Pareciera que me odias... que te aburrí. ¿Es eso? ¿Prefieres a Nessa antes que a mí?
Las voces al interior de Hanna estaban más fuertes que nunca, sus mil matices vibrando como una sinfonía discordante, sincopándose unas a otras en un intento por ser la que más alto resonase.
"Te va a mentir", "Te tiene lástima", "Das pena", "Eres odiosa", "Nadie te quiere", "Solo le estorbas" eran algunos de los pensamientos que arañaban la mente de Hanna, bullendo y atropellándose entre sí y pasándole por encima al raciocinio de la chica también.
— ¿Qué? ¿Por qué piensas eso?
"Ahora te dirá que todo te lo estás inventando", "Va a fingir que no es verdad", "Te quiere ver la cara de estúpida" murmuraron ahora las malditas voces.
— Ahora solo pasas tiempo con las demás, ¿y yo qué? ¡Pensé que éramos amigos!
— Lo somos pero... Hanna, ¿estás bien? Me estás asustando - Balbuceó Kai.
"Eres un monstruo. Te desprecia. Le das asco".
— Ahora solo pasas tiempo con Nessa y con... esa Mei. Ya ni siquiera te esfuerzas en estar con Khanna y conmigo. De seguro Mei te dijo que...
— ¿Qué le dije? - Preguntó Mei, quien había escuchado la primera vez que Hanna dijo su nombre, queriendo saber qué es lo que iba a decir Hanna sobre ella.
"Lo arruinaste", "Te equivocaste", "Eres una inútil", murmuraron las voces antes de desvanecerse y abandonar a Hanna un rato.
— Mei no tiene nada que ver - Interrumpió Kai - Con quién paso o no mi tiempo es asunto mío - Espetó a Hanna, quien había empezado a temblar - Además, Khanna me pidió que intente llevarme bien con Nessa porque ambos somos sus amigos.
— Entonces... - Balbuceó Hanna - ¿Todo está bien?
Desafortunadamente, Kai negó con la cabeza, algo aterrado por la actitud de Hanna en ese instante, retrocediendo hasta posicionarse al lado de Mei, quien observaba la escena sin terminar de entender lo que ocurría.
— Creo que es hora de distanciarnos un poco, ¿sí? No quiero pelear con nadie.
Y Hanna solamente pudo ver cómo su primer amigo en la facultad tomaba su distancia y se iba.
— Creo que deberíamos incluir a Mei y a Khanna en esto - Sugirió Kai apenas entró al departamento de Toph, habiendo acabado las clases del día.
— Es buena idea.
— No, espérame - La interrumpió Kai - En serio creo que podrían ser de ayuda; Mei ya sabe lo de los malasangres desde el accidente...
— Kai...
— Y a Khanna casi la secuestra El Cazador quien sea que sea.
— Kai...
— Además, lo estuve pensando y si sigo fingiendo que nada pasó en La Ciudad, seré un irresponsable y mucha gente aquí lo pagará y no puedo...
— ¡KAI! - Gritó Toph - Aprende a aceptar un sí - Añadió algo más relajada - Me parece buena idea, en serio. No tienes por qué darme tantas explicaciones. Confío en ti.
Lo último no lo dijo con el tono neutro de siempre, sino con una calidez poco común en ella, como si estuviese mostrando sus sentimientos con tan solo tres palabras; Kai aún no sabía cómo reaccionar a ello, pero no se quejó. Para ser justos, no reaccionó exageradamente a ello tampoco; pensó que eso solo iba a alterar más a Toph.
— ¿En serio?
— No sólo porque Gavin me lo haya pedido, ¿sí? Si vamos a llevarnos bien estos cuatro años, lo menos que puedo hacer es confiar en ti.
Kai suspiró; ella tenía razón. Para ser justos, ella solía tener razón casi siempre.
— ¿Quieres que te cuente cómo estuve saliendo con una chica con la que al final las cosas no funcionaron por culpa de mi ex y al final tanto la chica con la que estaba saliendo como mi ex terminaron traicionando Alba Dorada? - Preguntó Kai.
— Tampoco exageremos con la confianza, ¿sí? - Se rio Toph. Cada vez que se reía, sonaba menos artificial que antes - Vayamos poco a poco.
Toph le ofreció la mano a Kai; no importaba si ya lo había cubierto cuando volvió a La Ciudad sin decirle a nadie más hacía aproximadamente un mes ni que lo hubiese ido a recoger de la carretera en la madrugada. Este pacto de confianza se sentía mucho más real.
— Gracias por cubrirme en mis estupideces - Sonrió Kai, sintiéndose el ser humano más estúpido y afortunado del mundo en ese momento.
Lo que Toph no le dijo era que precisamente esas estupideces le habían dado un nuevo propósito; desde que corrió, inundada de adrenalina tras encontrar a Khanna el fin de semana pasado, una parte de ella que antes no conocía había despertado. La parte racional de Toph no lo consideraba algo malo ni peligroso.
Sin embargo, le permitía entender mejor a Kai.
Por eso podía confiar en él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro