Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

T1E20: Cuenta regresiva


Al salir de la última clase de esa misma semana, Kai sintió que por fin podría respirar un poco (en sentido metafórico al menos). Fue una semana algo dura, empezando por el lunes, cuando tuvo un ataque de pánico tan fuerte que lo dejó inútil, balbuceando necedades y con Khanna sosteniéndolo en un incómodo abrazo express con tal de que el chico no se rompiera el cráneo contra el piso.

Kai pasó la tarde del lunes con el doctor, en compañía de Toph (a quién sorprendentemente no la echaron del consultorio). Tras tener que explicarse durante más de diez minutos seguidos, por fin vino la parte de recetas y recomendaciones. Ahí es en donde Kai sacó un papelito que decía que por eso ya había pasado y el doctor asintió, deteniendo sus explicaciones y entregándole la receta.

— Así que - Le había dicho Kai a Toph al salir del consultorio - Ahora ya sabes que estoy tan loco como parezco.

— Has sido muy fuerte al aguantarlo tanto tiempo - Lo tranquilizó ella - No tienes por qué fingir que eres fuerte y si te faltan fuerzas... bueno, puedes confiar en mí.

Kai sonrió. Toph realmente era un poco más humana de lo que le parecía hace dos meses. Realmente había estado esforzándose en esto de empatizar con las personas y se notaba; no era una empatía falsa y ensayada. Lo estaba diciendo de corazón.

— Aprecio eso - Le hizo saber Kai.

Acto seguido, su cuerpo se estremeció un poco y sucedió lo impensable; Toph extendió su mano para agarrar la de Kai quien, sorprendido por aquella acción tan impropia de Toph, no habría esperado nunca contacto físico directo de su parte.

— Disculpa - Apartó la vista Toph, a punto de retirar su mano.

Kai se lo impidió, apretándola.

— Disculpe usted señorita - La interrumpió Kai con aquella expresión burlona que lo caracterizaba la mayor parte del tiempo - Si me suelta antes de llegar a la farmacia, correría el riesgo de caerme.

— Idiota - Lo había golpeado Toph sin aplicar fuerza alguna - Anda, vamos por tus medicinas.


Kai seguía pensando en qué tan trastocado lo dejó volver a La Ciudad como para haber sufrido un ataque de pánico al día después de volver (aunque el hablar en público de su pasado en Xalapa había tenido bastante que ver también).

— ¿Notaron que Nessa no vino a clases hoy? Es la primera vez que falta - Mencionó Hanna.

Ella y Khanna estaban ahí con Kai, comiendo en la cafetería tras la última clase, esperando un rato antes de irse.

— No me fijé - Contestó Kai cuando claramente notó que su autoproclamada némesis y hater número 1 no había llegado a la escuela por primera vez en el curso.

— Ella nunca falta - Puntualizó Khanna.

— Es verdad - Añadió Jorge, quien últimamente tenía la mala costumbre de aparecerse en donde sea que lo hiciese Hanna, sin importarle mucho si la conversación era más o menos lo que se llama "privada".

— Te voy a poner un maldito cascabel - Le alzó la voz Kai con visible irritación - ¡Ni yo soy tan silencioso!

Jorge no era precisamente un chico delgado; Kai se preguntaba cómo le hacía para aparecerse siempre sin avisar y escuchar los asuntos privados de Kai. De hecho, la paranoia de Kai lo hacía preguntarse a cada rato si Jorge no era un espía o algo por el estilo, aunque casi enseguida se tranquilizaba y se decía una y otra vez a sí mismo que eso no era posible.

En cuanto Toph se acercó a la mesa, Kai encontró la excusa perfecta para dejar a Jorge con Julia y Hanna. Despidiéndose rápidamente de ellos, corrió hacia su amiga para ir a casa juntos como solían hacer siempre.

Ya en casa y después de cenar ambos en el departamento de Toph (que por cierto, era mucho más limpio que el de Kai), él se quedó un rato más. Xany había cancelado la ya tradicional salida a comer café con churros esa noche, así que él iba a pasar un rato con Toph, quien de todos modos no pensaba salir ni ese ni otros viernes por la noche. En palabras de la chica, "eso no era muy su estilo" y para Kai, eso era totalmente aceptable.

— Sigues bastante tenso - Intuyó Toph.

— ¿Te puedo contar algo? Es algo... algo serio.

Toph asintió, corrigiendo su postura y entrelazando los dedos de ambas manos.

— Cuando fui a La Ciudad... ¿Recuerdas a Ezra Saucedo, no?

— Sí, lo nombraste tu sucesor en la fiesta en casa de Amelia - Mencionó Toph para hacerle saber que sí lo recordaba.

— Fui a verlo al llegar. Tiene noticias un poquito preocupantes. Varios viejos miembros de Alba Dorada desertaron, tienen una recluta que les mintió sobre su estado de salud y a las afueras de la ciudad, intentaron matar a Lucy, una amiga que...

— Era de mi grupo, sí - Completó la frase Toph - Lucy es la que exhibió a Gwen, tu exnovia. La que nos dijo a todas sus amigas que Gwen te había ocultado para seguir ligando con otras personas, con esa otra chica, por ejemplo.

Toph se detuvo, pero Kai no se había incomodado por aquél vergonzoso episodio de su vida. Sí, su vida amorosa había sido un total desastre hasta la fecha.

— Esa Lucy se encargó de la situación - Explicó Kai - Pero casi descubre a un amigo que se supone que está muerto. Las cosas se han descontrolado un poco desde hace pocas semanas. Estuvo todo calmado antes de que me fuera y un poco después, pero ahora... me da miedo que Ezra no pueda con todo eso.

Toph se cambió de sofá y se sentó al lado de Kai para poder abrazarlo. Había aprendido que los abrazos hacían a Kai sentirse seguro, así que intentaba hacerlo tanto como le era humanamente posible.

— Apenas conocí de vista a ese Ezra, pero creo que será bastante capaz. Tiene la misma mirada que tú y tu mismo entusiasmo, pero está mucho más fresco que tú. Además, no está solo, Kai. Tú lo estuviste al inicio, pero ahora todo Alba Dorada lo apoya.

— Creo que tienes razón, pero el lunes, cuando me dio el ataque de pánico, pensé seriamente en volver a La Ciudad para pacificarla.

— Espero que no lo hagas - Le hizo saber Toph - Realmente espero que te quedes aquí y vivas con la paz y tranquilidad que deseabas. Al menos, si todavía quieres vivir en paz como me dijiste.

Kai aún recordaba las primeras palabras que se dijeron ambos cuando se encontraron en el autobús rumbo a Xalapa.


— Oh, hola - Saludó ella - ¿Te sientas aquí? - Preguntó.

Kai asintió silenciosamente y ella le hizo espacio para dejarlo pasar al asiento de la ventana. 

Ambos suspiraron.

— ¿Y qué piensas hacer ahora? - Quiso saber Toph.

— No lo sé. Seguiré adelante y veré cómo resolver lo que vaya saliendo, supongo - Le contestó Kai, sin tener una idea fija de lo que haría ahora.

— Como en tus diarios. Como siempre.

— Como siempre.


Toph recargó su pequeña cabeza en el hombro de Kai mientras él pensaba en aquella noche en la que supo que él y Toph estarían el uno para el otro en la universidad. Habría seguido así un buen rato, pero el teléfono de Kai comenzó a vibrar.

Era Khanna. Kai le contestó sin prisa, pero sin tardar demasiado.

— ¿Sí?

— Nessa no volvió a casa esta noche y no contesta al teléfono. Su madre me llamó para preguntar si se encontraba conmigo.

Hubo un corto silencio incómodo en la llamada hasta que Khanna dijo las palabras que Kai ya se veía venir desde que Khanna le explicó la situación.

— Necesito que te hagas el héroe una vez más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro