Ya casi no me salen lágrimas y ahora espero fervientemente no haber despertado a sus papás con mis gritos, porque Sergio tendría que explicar que se quedó a dormir conmigo...

Bastante mala impresión causé ayer como para que empiecen el día descubriendo a su hijo acurrucado en la cama junto a su novia.

Soy una chica mala... en cierta forma.

—Deberías volver a dormir —le digo a Sergio —tienes que ir a la escuela mañana, ¿no? —veo el reloj 3:03 —bueno hoy.

—No te voy a dejar so...

—Puedo cuidarme sola —refunfuño.

Él me abraza más fuerte.

—No estoy diciendo lo contrario pero aun así...

—Por favor, ve a la escuela —mi voz suena a punto de romperse —quiero... Saber si Anna está bien —tengo la impresión de que ya sé que no lo está, pero no puede estar perdiendo clases por mi culpa —por favor.

Duda un momento.

—Está bien, ahora vuelve a dormir —finjo un bostezo, me alejo de él y me volteo.

—Yo... —sé que me está mirando —buenas noches.

Ni loca me volvería a dormir después de ese sueño, pero él tiene que descansar, no me importa que mis pensamientos sean mi única compañía lo que queda de la noche.