Arisu:

Levantarse temprano es aburrido, ir a la escuela es aburrido, estar en clase es aburrido, escuchar a los profesores es aburrido ¡Estudiar es aburrido!

"Ser o no ser, esa es la cuestión..." narraba la frase el sujeto, alias, profesor de literatura, siguiendo con lo que seguía del texto. "Ser o no ser, esa es la cuestión..." ¿Ser o no ser qué? ¿Príncipe? ¿Recitador? ¿Escritor? ¿Poeta? ¿Treibolore? ¿Emo? ¿Furro? ¡Se más específico Hamlet!

¡Agh! La voz floja de este profesor no ayuda en nada, se nota que él tampoco quería venir a dar clases. Querido profesor, si no quería venir ¡Se hubiera reportado enfermo para que nadie tuviera que asistir a la primera hora de la mañana! Tengo que ser honesto, sus clases de literatura son interesantes ¡Cuando no habla con voz de traductor google y no tiene cara de culo! ¿Acaso no durmió anoche?

¡Ya sé! ¿Y si mejor nos habla de la odisea de su divorcio? Estoy seguro que eso nos animaría a todos.

... ¿Y si mejor salto por la ventana?

Soltando un suspiró, deje caer mi cabeza sobre el escritorio, pegandome en la frente; igual ni me dolió, me mantuve un rato así, y luego repose el lado derecho de mi cara sobre este mismo, encontrándome con el chico que se sentaba a mi lado.

Kauzomi Usaka, ese era el nombre del azabache de lentes que estaba a mi lado. Un chico frío como el hielo y callado como el vacío, alumno estrella, y por alguna razón, el más deseado de mi salón, y podrían decir ¿No estás exagerando? ¡Ja! Quisiera estar exagerando. Aunque suene poco creíble, todos en la maldita clase quisieran ser escupidos por él, ese cara de culo bien podría decir "Tengo a las perras haciendo fila", por que esa era la realidad, y no sólo tiene simps dentro del salón, también los tiene esparcidos por todo el instituto ¡Je! Pero que ironía, tal parece que poco le importa la atención que recibe, ya que ignora a todo lo que se mueve, menos a una persona.

No es envidia lo que siento, para nada, solo no logró entender como un tipo con cara de pocos amigos (creo que solo tiene uno), que parece estar enojado 24/7 y con un posible ego que le permite darse el lujo de ignorar a todos, puede atraer tanto a la gente, y la verdad me gustaría saber, por que... también me gusta el cara de culo.

Por supuesto no soy tan explícito como los demás ¡Dignidad ante todo, bich! No apesto a simp a diferencia de todos estos urgidos que comparten salón conmigo, pero eso no quita el hecho de que me sienta atraído por el de lentes desde hace ya un tiempo ¿Será por su lunar?

Bueno, después de todo asistir a clases no es tan malo. Tengo la suerte de tener una linda vista al lado mío.

... Y como siempre, ignora el hecho de que lo estoy viendo fijamente, y le presta más atención a acomodarse los lentes y mantener su vista sobre el libro de texto

¡Oye! ¡Prácticamente te estoy acosando! ¿No me vas a pedir que te deje de ver?.. Aunque pensandolo bien, el pobre recibe peores acosos de parte de sus simps, alias, "los testigos de Kazuomi", y le vale tres cuartos de verga, así que consideró que un chico observandolo sin cuidado alguno le ha de valer el doble de cuartos de ver...

-¡Ay! –grite, al sentir el golpe en mi cabeza, haciendo que me incorporada.

-¿Disfrutando dormir, Kiyotaka-Kun? –habló el profesor–. Hagamos algo, tú terminas de leer y yo me siento en tu lugar y duermo ¿Te parece?

-Eso sería injusto –me queje, acariciando mi cabeza.

-Injusto es que tú si te puedas dormir en clase y yo no. Presta atención.

Bufé, al mismo tiempo que el tipo que volvía al frente de la clase, para continuar con la lección. Podía escuchar como algunos en el salón se reían y miraba como otros me juzgaban con la mirada, pero el único que no reaccionó fue el tipo de lentes a mi lado, quien había empezado a escribir sobre una libreta, ignorando lo ocurrido.

¿Ni siquiera con ese escándalo sale de su burbuja?

... Rarito.

Observaba sentado en las bancas del patio, al chico de lentes que convivía con el que parecía ser el único ser inteligente sobre la tierra para él. Este ser inteligente es un chico que está en la clase 3-A de este año, el cual era otro cara bonita, codiciado por casi todo el instituto, aunque muy talentoso, he de admitir.

Así como el de lentes, este chico decidía ignorar al mundo y sus habitantes, dandose el lujo de formar un vínculo solo con las personas que llamaran su atención, y hasta el momento, solo una persona había logrado la atención del joven; sin contar al de lentes. Esto provocaba que todos los interesados en él, trataran de llamar su atención sea como sea, mientras ardían en celos, furia, frustración y confusión, ya que por alguna razón, no podían odiar a Kauzomi por ser el único cercano al de ojos azules.

Habían diversos rumores respecto a la relación que los dos azabaches mantenian, desde que eran hermanastros, hasta que estaban comprometidos, pero nada era confirmado, dejando su relación en el anonimato.

-¿Por qué a él si le habla? –Masculle, dandole un mordisco a mi pan de melón.

-Es tan lindo –Suspiraba embobado mi amigo.

-¿Qué tipo de relación tendrán?

-Sus ojos parecen zafiros.

-¡Eh! ¿Sonrió? Puedo jurar que Kauzomi-Kun sonrió. Jun-Chan ¿Viste eso?

-¿Cómo puede ser tan perfecto?

-... Junta-Kun, despierta. Luces como idiota y te escuchas peor.

-¿Qué escuchas qué? –Respondió, sin dejar de admirar al chico que estaba con Kazuomi-Kun.

Rodé los ojos, y acto seguido le dí un buen golpe en el hombro, logrando que reaccionara con un "Auch".

-¿Por qué me pegaste? –lloriqueo.

-Te estaba hablando –bufé–. Limpiate la baba.

El castaño se tocó la comisura de sus labios, y con las mejillas rojas, sacó papel de su bolsillo y se limpio–: ¿Qué me estabas diciendo?

-¿No se te hace raro que esos dos sean tan cercanos entre ellos, pero les pele la existencia de los demás?

-Quisiera decir que si, pero no. Por lo que sé, ellos han sido amigos desde la infancia, así que no sería raro que sean tan cercanos.

-Estás en el mismo salón que Saijo-Kun, dime ¿Alguna vez a comentado algo respecto a su relación con Kazuomi-Kun?

-Les habla a los del salón por cortesía ¿Por qué diría algo respecto a su relación con el maldito de Kauzomi-Kun? –contestó, con cierto enojo.

-Bueno, al menos Saijo-Kun les habla por cortesía, ese maldito conejo ni siquiera nos dirige la mirada –masculle–. Y dime ¿Has intentado entablar conversación con Saijo... ¿Qué tienes?

Con lágrimas en los ojos y con el ceño fruncido, soltó con frustración–: Les habla a todos por cortesía... ¡Menos a mí! Cada que lo saludo, saludo al viento ya que me ignora y me pasa de largo. Finge que no existo y siempre que me quiero acercar a él, se aleja o Kauzomi-Kun aparece y se roba su atención ¡Saijo-Kun me odia! ¡Y no sé por qué!

-Eh~ Tranquilo, debes estar exagerando, debe tener sus razones para ignorarte. Tal vez te ignora porque le gustas, y lo pones nervioso ¿No habías pensado en eso? –anime, aunque ni yo me creo lo que le estoy diciendo.

Sorbiendo por su nariz, contestó–: ¿Crees que le gusto?

-... Si.

-...

-...

-... No, la verdad no –No puedo mentirle. Antes de que volviera a lloriquear, Interrumpí–. ¡Pero yo qué sé! Mejor dejemos de hablar y comamos –exclamé, dandole un gran mordisco nuevamente a mi pan de melón.

No muy convencido, el castaño me siguió la corriente, y siguió comiendo.

Estuvimos un rato en silencio, hasta que note como el de lentes abría el bento en donde llevaba su comida. El humo rojo que salía de aquel recipiente hacía que todos alrededor salieran corriendo, llorando por el ardor en sus narices y sus ojos, a excepción del otro azabache, quien se limitó a frotar sus ojos un par de veces y luego tapó su nariz, sin alejarse de Kauzomi-Kun.

Rápidamente, una idea vino a mi cabeza, y balbuceando para mí mismo, me puse de pie y camine en dirección hacia la mesa de los azabaches.

Pude escuchar como el castaño me llamó, pero lo ignore al tener mi objetivo claro. Si puedo acercarme a él cuando los demás se alejan solo por su comida, entonces tal vez logre llamar su atención, de todas formas ¿Qué puede tener esa comida de malo? Deben de estar exagerando al salir corriendo de esa forma.

Mientras más me iba acercando, pude notar que estaban viendo algo en un teléfono, y esto me dio una idea para la excusa que pondría si me llegaban a preguntar el porqué de mi cercanía.

Con sutileza, me coloqué al lado de mi objetivo, y agachabdome para quedar a la altura de su cabeza, me acerque a su oreja, y solté–: ¿Qué estas viendo, chico del salón?

Mi cercanía con él no duro mucho, ya que logre entender porque los demás salieron corriendo al percibir la comida del chico ¡Esa madre no es comida, es fuego!

Sin poder evitarlo, puse mis manos en mis ojos, y me queje en voz alta–: ¡¡Ay, ay, duele!! ¡¡Me duelen los ojos con solo mirarlo!! ¡Oh! Esto fue del año pasado ¿No? –dije, al ver por un efímero momento lo que los azabaches estaban viendo, luego me seguí quejando–. ¿¡¡Qué demonios estás comiendo!!? ¿¡¡Algún tipo de veneno o algo así!!?

-Ruidoso –mascullo el de ojos azules, quien me juzgaba con la mirada.

-¡Ay, Saijo-Senpai! No me mire así, no es mi intención, es culpa de la comida –brome, intentando aclarar mi visión.

-¿Senpai? Considero que no soy mayor que tú –Se limitó a responder, con desinterés.

-¿Podemos ayudarte en algo? –Habló el de lentes.

No podía creerlo, Kauzomi Usaka me dirigió la palabra ¡Hm! Vamos a ver cuanto dura–: Note que estaban viendo mi presentación del festival del año pasado, y no pude evitar venir a ver de que se trataba.

-En particular, no te estamos viendo solo a ti. Y ante tu pregunta anterior, estoy comiendo curry normal –respondió, más frío que el hielo.

¿Curry normal? ¡Hm! Curry normal mis boxers, ni el diablo se atrevería a comer eso.

Mis respetos para Saijo-Kun ¿Cómo puede resistir la esencia de ese curry? ¿No tiene sensibilidad o qué?

-¿Quieres? –Preguntó el de lentes a su amigo, ofreciéndole una cucharada de aquella cosa a la que le salía humo rojo.

-Paso, no tengo hambre.

-Tienes que comer algo. Si te desmayas no te estaré arrastrando a tu casa.

-Si me desmayo, de todas maneras me arrastraras a mi casa –mencionó–. Mejor ofrécele al curioso a tu lado, probablemente quiera probar.

El de lentes me vio manteniendo su típica expresión de cara de culo, y acercando aquella cuchara con curry a mí, soltó–: ¿Aún sigues aquí?

Con el dorso de mi mano izquierda cubriendo mi nariz, tomé la cuchara con mi mano derecha y se la metí en la boca al chico de lunar.

-Vamos, no es como si te estuviera molestando –respondí, viendo como Kauzomi me seguía viendo de la misma forma, solo que esta vez, con una cuchara en la boca–. Pero si tanto te inquieta mi presencia...

Sin decir nada más enrolle dos de los mechones de su cabello con mis dedos, haciendo que estos quedaran parados como orejas de conejo, provocando que el de ojos azules se riera por lo bajo y que mi lindo gruñon frunciera más el ceño.

Silbando "estrellita donde estás", me fui alejando poco a poco de los azabaches, satisfecho de mi trabajo. No importa que a penas cruzaramos un par de palabras, estoy seguro que finalicé mi misión con éxito, fue más fácil de lo que pensé. Esto solo es la punta del iceberg.

¡Mn! Buena suerte para deshacerte de mi ahora, Usa-Chan~.

Continuará 🐰🦁