💞Capítulo 24💞
☆ Previamente ☆
Noel
conoció a
Los guardianes!🙇♂️🙇♀️
Venían del futuro y
ya lo conocían!!!
¿Pero cómo estos dos
ya conocía a Noel? 🤨
En año nuevo Ximena
contó como conoció
a Noel y...
qué lío!💫💫💫
Paola la hizo
recordar aquel día
que sus padres
murieron.😢
Pero Noel y Rodolfo
llegaron y ayudaron
a su amiga. 👬
¿Pero cómo Noel
encontró a Rodolfo si
Paola lo había separado
de Ximena?🙀
Y es Rodolfo del
futuro, el que ya
conoce o el del pasado❓
¡Descubrámoslo!
Nuestro dúo navideño
en San Valentín. 💞
Narra Rodolfo: Mi chico.
Salí del taller donde trabajaba, iba caminando por la baqueta, pensaba en él. Esos momentos que caminamos juntos. Llegué a casa y antes de entrar estiré mi camisa, sentía las mangas un poco arrugadas por haberme puesto la chamarra de cuero muy rápido.
Vi que mi papá estaba sentado en el sofá viendo un reality show, lo acompañé un momento. Hablamos de nuestro día hasta que sentí que me estaba quedando dormido. Él me tenía abrazado con uno de sus brazos. Me salí de su abrazo y con mis codos en mis piernas y mi cabeza apoyada en mis manos le dije que ya tenía sueño y me paré para ir a tomar agua fría a la cocina.
—¿Hoy no te verás con Valentín y Mary Louis? —Me preguntó a lo lejos—. ¿O tienen una cita hoy?
—Mary Louis sí, el Valentín se queda en casa, bromeó que se la pasaría flechando corazones. —Mi papá estaba distraído en el televisor, no rio, pero antes de que me fuera a mi habitación me respondió.
—Sal tú con él, feo no está. —me dijo bromeando.
—Yo tengo a mi chico en mi corazón, lo sabes. —le dije y él asintió, me sonrió y me deseó unas buenas noches.
Frente a mi cama empecé a vestirme con ropa más cómoda para dormir, me senté en la cama y agarré el móvil, apareció un holograma. Era un comercial de champú. Qué horror. Marqué su número y le dejé un correo de voz.
—Te dejé tus flores, feliz San Valentín, guapo. Sigues en mi corazón... —suspiré—. Te amo.
Me metí entre las sábanas y me acosté de lado viendo por la ventana el cielo oscuro lleno de estrellas. Hasta que se abrió un portal de color azul. Puff, un viajero del tiempo perdido. El chico salió expulsado de ahí y cayó encima del jardín, papá se enojará.
Debía ver esto.
Cuando salí al patio, mi padre ya estaba ahí viendo muy enojado al chico que aún no se paraba y, ya que estaba lo suficiente cerca para divisar bien quién era, lo vi, pues por supuesto que lo vi. Era un chico guapo de cabello corto y castaño. Qué bonita escena, ese chico entre todas las flores, esta imagen sí que tardaré en olvidarla.
—Necesitas dónde dormir, ¿verdad? —preguntó mi padre, no vayan a pensar que él invitaba a cualquiera dentro de la casa, él tenía un poder empático. Le era muy fácil saber si alguien era malo o bueno.
Mi papá le ofreció asilo a Noel. Aceptó dormir en el sofá y yo estaba sorprendido porque no lo mató por haber destrozado el jardín, quizá pensó que el haber caído del cielo y rebotar por todo el jardín fue castigo suficiente.
A la mañana siguiente vi que dormía y le dejé un café ahí preparado. Creo que estuvo muy agradecido conmigo porque fue a visitarme al trabajo, aunque claro que después descubriría que se trataba de otra cosa.
Recordaba muy bien, estaba buscando en mi casillero una herramienta, vi la foto de mi chico y cuando cerré el locker lo vi hablando con mi jefe. Me acerqué porque el tipo era muy problemático.
—Te dejo con tu visita, eh. No te distraigas mucho. —Mi jefe me dio una mirada de hombre amargado y se fue.
—¿Pasa algo? —Me dio curiosidad porqué estaba aquí.
—Bueno, me dejaste café y pensé en traerte tu lonche, no te preocupes, lo hizo tu papá. Yo seguro te mato por accidente con mi comida —reí por lo que dijo y agarré la bolsa que traía.
—Tengo una amiga que viaja en el tiempo, si me esperaras a que salga te llevo con ella. —Este me sonrió y asintió. Me contó que mi papá ya le había contado sobre eso, que esa era la otra razón por la que vino.
Vi que se quedó sentado por ahí junto a los demás clientes que esperaban sus autos, los que venían por pequeñas reparaciones. A la hora de mi comida le hice señas y se acercó, le invité a ir a comer conmigo a un parque cerca, podría hacerle pasar al comedor del trabajo, pero así hablaríamos mejor.
—¿Entonces ayer fue San Valentín? —me preguntó.
—Sí, ¿por?
—Es muy raro... primero, Navidad, luego Halloween, hace poco Año Nuevo y ahora San Valentín. —Se quedó pensando—. Es mucha coincidencia.
—Me tienes que contar luego de tus viajes, me da curiosidad, no siempre alguien del pasado cae en mi jardín. —Él parecía emocionarse, ya me estaba cayendo bien y si mi papá confiaba en él, pues yo también.
Nos sentamos en una banca y ambos empezamos a comer. Al parecer mi papá intuyó que comeríamos los dos porque había suficiente comida para él y yo.
—¿Vienes seguido a este parque? —me preguntó.
—Sí, antes solía venir más seguido, pero poco a poco se me olvida. —Me detuve pensando en lo que acababa de decir—. Me pone mal eso, pero al mismo tiempo no, es difícil de explicar.
—Cierto, olvidaba eso. —Casi susurrando me contestó.
—¿Cómo que lo olvidabas? —Me pareció extraño su comentario.
—Ah, nada, de todas maneras, si quieres hablar de eso puedes contarme, soy bueno escuchando y no conozco a nadie de esta época como para chismear tus secretos. —Sonreí por lo que dijo, me di cuenta de que me veía y entonces él evadió mi mirada, ¿lo puse nervioso?
Seguí comiendo lo que me había mandado mi padre. Me pensé en si contarle o no. Últimamente solo hablaba sobre esto con mi psicóloga, pero no lo había hecho con nadie más, tal vez si iniciaba con un desconocido que no volvería a ver nunca podría ser una buena idea.
O eso creía.
—Bueno, te diré. Ya tiene 2 años que mi esposo murió, aquí fue nuestra primera cita y vengo muy seguido aquí para recordarle. —Volteé a verlo y se le veía muy confundido. Dejó de mirarme y negó con la cabeza.
—¿Por qué no me contarías algo tan importante? —Seguía confundido y yo no entendía nada—. Perdona... ¿cómo era él? ¿Le querías mucho?
—Bueno, le dije que sí. —Recordar ese momento me sacó una sonrisa, él era bastante romántico.
—Ya, cierto, debiste hacerle muy feliz, se ve que eres muy buen partido. —De la nada me sonrió y parecía como si... ¿estaba llorando?
—¿Qué pasa? —Esperaba que la respuesta no fuera lo que estaba pensando, pero así fue.
—Nunca pensé que hubieras estado casado, yo nunca lo he estado, pensé que vendría aquí y tendríamos un beso épico, ¿sabes? Ni siquiera sé cuánto tiempo es lo correcto para salir con alguien más después de un esposo, de tu amor épico que ya tuviste, ¿qué hago aquí? Es que no me contaron nada. —Se dio un respiro después de toda esa declaración—. No es justo, por mi poder los sentimientos vinieron disparados, que difícil.
—¿Qué es difícil?
—De todo lo que te dije, ¿solo tienes esa pregunta? —rio un poco por la extraña situación, pero era cierto, había otras dudas en mi cabeza. Él era un viajero del tiempo, solo había una posibilidad, él me conocía ya. Yo aún le lloraba a mi chico, ¿cómo iba a hacer eso?
—Bueno, no sé qué decir. Me da miedo lo qué dirás —le confesé.
—¿Por qué?
—Me da miedo saber que en algún punto de mi vida lo olvidé... claro que quiero seguir adelante, pero me aterra la idea, sé que ya no está, me duele mucho, pero sigue en mi corazón, en mis pensamientos. A veces la habitación aún huele a él, pero si escucho que seguí adelante, que le olvidé para estar con otro... —Detuve lo que sea que estaba diciendo, me di cuenta de que lo estaba hiriendo y no lo había notado. Puff, Rodolfo, el pobre chico ya estaba llorando.
Me frustré un poco, casi estaba estirando todo mi cabello hacia atrás. Lo único decente que pude hacer fue darle unas palmadas en el hombro, excelente. Tenía un chico muy bonito llorando a mi lado. Casi había dicho que odiaba lo que sea que tuve... que tendría con él.
—Volvamos al taller, luego hablamos. —Propuse y él asintió y secó sus lágrimas con una servilleta que venía en la bolsa de la comida.
El camino de vuelta al taller fue muy silencioso. Me puse a pensar en cómo sería el Rodolfo que él conocía. Si todavía le lloraba a su chico, si aún abrazaba ese viejo suéter, claramente no lo hacía, el chico no sabía nada de mi chico.
Estaba arreglando el motor de un auto que habían traído ya hace tres días, era un problema, pero no tan grande como el que tenía con ese chico bonito ¿Por qué le decía bonito? No, no debía dejar que esto se me subiera a la cabeza.
Al terminar mi turno me fui a cambiar y me limpié rápido con unas toallas húmedas, quedé con mi amiga Ilse para ayudar a ese chico dentro de media hora.
—¿Listo? —le dije en cuanto vio que estaba listo para irme. Me esperó ahí en mi trabajo, no tenía mucho que hacer el chico en otra época que no era la suya.
—¿Para qué? —me dijo muy confundido.
—Para irte. Iremos con mi amiga Ilse, ella te ayudará a volver a tu tiempo. —le expliqué con prisa mientras salíamos de ahí.
—¿Ilse la morena de cabello rizado? —Conocía a Ilse. Oh no, las ganas que me entraban de matarla.
—Ya veremos. —Por su bien, ojalá que no, ¡la amistad!
Íbamos caminando y al mismo tiempo el sol se ocultaba y la luna salía. Era una luna llena, muy bonita, lo volteé a ver y esa luz que aún quedaba del sol hacía que su piel se viera muy bonita y sus ojos color avellana.
Bien, me gusta, pero físicamente. Que lo noté desde que lo vi ahí tirado entre todas las flores. Todo era meramente superficial, no era nada malo, era normal, ¿no?
—Es que todo es tal cual como tú me contaste. —Él me sujetó del brazo y me detuvo—. Dijiste que caí sobre las flores de tu patio, listo. Dijiste que tu padre confió en mí, lo cual era raro, listo. Dijiste que comimos juntos al día siguiente, que me llevaste a tu parque favorito, listo. Y ahora estamos en una noche con luna llena, justo como me contaste que fue tu primer beso conmigo.
—Esos fueron muchos detalles, que gran lista te di. —Volvía a tallar mi frente de la frustración, después mi cabello llevaba el castigo, no dejaba de rascar mi cabeza.
—No era una lista, era la historia de cómo te enamoraste de mí... eso decías. Claro que me ocultaste detalles. —Bueno, ahora estaba enojado el chico.
—¿Perdón? No sé por qué me disculpo. —Él me miró muy enojado—. A ver, bésame, veamos si es cierto lo que sentiré por ti, dale, bésame.
Sujete sus hombros y me acerque a él, pero entonces él puso su mano en mi pecho y me miró, realmente me miró y me sentí muy mal.
—Tú tienes mucho que resolver, creo que esta no es nuestra noche, no es nuestra luna llena, y definitivamente no es nuestro momento —Terminó de explicarme. Vaya, casi un treintañero y con la vida tan complicada.
—Noel y Rodolfo, el chiste navideño, ¿listos para salvar a Ximena? —Sí, de hoy en adelante odiaría a Ilse.
Bueno, mentira, aún le quería, pero ¡cómo me ocultó esto!
—Veo que me ocultas cosas, dijiste que nunca verías mi futuro y ya me conoces del futuro al parecer —me quejé—. Ah, yo no iré a ningún lado y no tengo ni idea de qué Ximena hablan.
—Bebé, no alterarás la línea del tiempo y no estoy preguntando, adiós. —Estupendo.
Un portal apareció debajo de los dos y caímos, literalmente. Noel sujetó mi mano con mucha fuerza. Ambos estábamos en la dimensión azul, Ilse no lo pensó bien, ¿cómo íbamos a estar aquí? Solo pueden hacerlo los que tienen el poder de estar en la dimensión. Los que viajan en el tiempo.
—Bueno me toca. —Noel levantó una mano y sus uñas empezaron a brillar de color morado.
—No te esfuerces, pronto saldremos expulsados. —Ya estaba molesto, yo no pedí estar aquí.
Él no me respondió, solo levantó su mano con la que me estaba sujetando y pude ver como sus uñas brillaban de color morado y las mías de color verde. Qué bonita manera de enterarme de que tenía el poder de viajar entre dimensiones, eso significaba el color verde usualmente, por eso podía estar en esta dimensión azul, en la que viajas en el tiempo.
—No encuentro nada... debes abrir un portal, ¿te dije que Ximena y yo somos de otra dimensión o algo así? —me explicó—. Bueno, después te contaré los detalles, solo que te has salvado de un apocalipsis. Aunque eso es aún más complicado.
—Okay, ignoraré lo último y sobre lo primero, no sé hacer eso —afirmé sin siquiera pensarlo.
—Bueno, sin saber nos estás manteniendo a ambos en esta dimensión. Te mostraré a la chica que debemos encontrar. —Cerró sus ojos y de pronto vi muchas de esas cosas que parecían espejos acercarse, me vi en las imágenes con Noel y otra chica.
—Dijiste que no encontrabas, que otra dimensión, que sabe qué. —Me estaba frustrando.
—Somos buenos en nuestro trabajo Rodolfo, hemos ayudado en muchas dimensiones —me dijo tratando de animarme a hacer algo.
Los tres íbamos de espejo a espejo, creo que estábamos ayudando a mantener la línea del tiempo. En la escuela nos enseñaron sobre estas personas, qué extraño era saber que mi futuro ya estaba escrito y sería esto.
—Él no podrá, déjenme les ayudo un poco. —Dos chicas se acercaron y yo les agradecí, pero entonces Noel se alarmó.
—Paola... ¿cómo convenciste a alguien con poderes de viajar entre dimensiones? —dijo cuando vio que la otra chica tenía uñas brillando de color verde.
—Bye, bye.
Entonces un portal verde nos succionó, la chica era poderosa, wow.
¿Pero a dónde nos mandó? Todo estaba oscuro.
Ya teníamos más de diez minutos en este lugar lleno de oscuridad, el suelo se sentía rocoso, quizá era una cueva. Noel no paraba de sollozar, seguro pensaba que no lo oía, de igual manera no había soltado mi mano. Bueno, yo también estaba asustado, no lo iba a soltar.
—Bien, ven acá. —Solté su mano para mejor darle un abrazo—. Distráete con algo mientras logro hacer funcionar mis poderes, cuéntame algo del futuro.
—Bueno, tú eres el del futuro, recuerda —me dijo con dificultad, seguro por haber llorado.
—¿Eres del pasado entonces? —Vaya, aún no podía creer que alguien del pasado conocía mi futuro. Bueno, también esta el hecho que es de otra dimensión, pero no entremos en detalles.
—No te puedo contar mucho igual, lo sabes. —Y de nuevo estaba molesto. Lo oía en su voz, aunque no podía verlo.
—Mira que ya me contaste que nunca te dije de mi chico, así que no te puedes enojar por no decirte de él si tu solito me dijiste que no lo hice, ¿Qué eso no alterará la preciada línea del tiempo? —Y eso lo hizo enojarse aún más porque arrumbó mi brazo y se alejó un poco de mí.
—No, ¿sabes qué? No acepto tu actitud y tampoco la mía. —Sentí como él se paraba y entonces vi el brillo morado en sus uñas—. Párate y toma mi mano, imbécil.
—¿Qué harás? Chido rudo. —Reí un poco.
—Bueno, me toca ser tu héroe, te salvaré de esta y me ganaré tu corazón, te enamorarás de mí, Rodolfo Guadalupe del Rosario Salazar. —Cuánto hubiera pagado por ver la expresión que tenía al decir eso.
—Ese no es mi nombre. —Me intentó corregir, y de nuevo pensé que ojalá poder ver su expresión.
—Te odio, pero te quiero. —Me hizo sonreír su pequeña declaración.
De alguna manera él hacía que piedras delante de nosotros brillaran, y así encontrábamos la piedra. A veces tropezaba y él se reía de mí, pero bueno, creo que me lo merecía un poco, no he sido muy amable con él. Ojalá ese brillo morado fuera más intenso para ver bien por donde caminaba, pero nada.
Poco a poco la cueva se iluminaba, así confirmé que era una cueva. Al fin pudimos ver una salida a lo lejos.
—¡Al fin! ¡Mi héroe! —Grité y oí un fuerte eco en la cueva seguido de las risas del chico.
Bueno, luego un fuerte rugido detrás de nosotros.
Un oso.
Y por supuesto que después los gritos de dos valientes héroes.
Y no sé qué hubiera sido de nosotros si no lo hubiera descifrado, pero se abrió un portal verde y mis uñas brillaron.
—Héroe, corre al portal. —Sin dudarlo los dos corrimos como locos.
Ambos estábamos ahora dentro de la dimensión verde, aquí se viajaba entre dimensiones. Yo tenía acceso a la azul porque es una dimensión más, pero los que tienen poderes de viajar en el tiempo no tienen acceso a esta dimensión. Claro, mi habilidad de viajar en el tiempo está limitada. Qué suerte que leí mucho sobre este poder de niño. Te amo Rodolfo del pasado.
—Te besaría, pero usted aún no me quiere. —Noel me miró y empezó a reír.
—No me hables de usted, siento feo. —Lo miré y él me sonrió.
—Bueno, me toca buscar la dimensión azul correcta, la de nuestra dimensión. —Se distrajo de lo que estaba pasando, gracias. Ya empezaba a sentirme culpable. Y entonces decidí hacer algo.
—Espera. —Cerré los ojos y pensé en un lugar y en un cierto momento—. Sígueme.
Ambos entramos a una dimensión, una que yo encontré, y en ella la luna se veía asombrosa, una luna llena enorme. Él me miró sorprendido, aún íbamos tomados de la mano, no nos podíamos soltar dentro de la dimensión. Quizá algún día pueda mantenerlo ahí sin tener que tomarlo de la mano, pero por ahora, así tocaba.
—Mira, no tiene que ser un beso, pero si te quiero decir que me pareces increíble, muy guapo y muy comprensivo. —Su sonrisa era lo único que podía ver—. Ah, también algo corajudo.
Me dio un golpe en el hombro y rio conmigo. Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla, pude ver que sus mejillas se tornaron un poco rojo, le abracé, y ahí fue donde pasó, supongo que después de todo aún había espacio en mi corazón, aún me quedaba vida por vivir.
—Esto me gusta más que lo que me contarás en el futuro. Ah, tenemos que salvar a tu futura mejor amiga ahora. —me dijo un poco apenado todavía—. Ups, perdón por el spoiler, olvidé que no te gustan.
—Que ayer fue San Valentín, pero aún así la pasé muy bien contigo y ahora una nueva mejor amiga. —Le sonreí.
—Feliz San Valentín.
—Feliz San Valentín.
Los dos nos fuimos a la dimensión azul. En un par de minutos ya estábamos ahí, el poder de Noel era muy útil, él podía ver muchas posibilidades de futuros, o sea que podía ver su futuro y a donde moverse, así logró encontrar la dimensión. Solo pensó en ella, en que en su futuro estaría presente y de pronto uno de los espejos con tonalidad verde se nos empezó a acercar, así nos fuimos de la dimensión verde a la azul. Cuando llegamos, Ilse nos recibió.
—Mis bebes, las malas los encontraron primero. —Tenía ambas manos apoyadas en sus caderas—. Me encargaré de llevarlos con Ximena, no se preocupen.
Ella nos abrió un portal y al cruzarlo nos vimos en una situación de contratiempo. Una pareja y su hija estaban a punto de ser arrollados por un auto y una chica se veía con la intención de salvarlos.
—Rodolfo, salva a la niña, yo debo detener a Ximena, me odiaré por esto. —me dijo y salió corriendo.
Noel estaba corriendo hacía ella, yo comencé a correr y en cuanto pude alce a la niña y salí de ahí corriendo, los padres voltearon a verme y luego notaron el coche. Creo que muy dentro de ellos entendieron que solo hubiera podido agarrar a la niña, no estaban precisamente muy cerca y... bueno, en verdad hubiera sido imposible.
Vi que Noel y Ximena se estaban levantando del suelo. Yo tenía enfrente a una niña muy asustada.
—¿Cómo te llamas pequeña? —pregunté, no se me ocurría algo más.
—Ximena, ¿Por qué mis papás están en el suelo? —Ay no. Cómo pude dejar que viera eso. La cargué y la puse de espaldas a esa escena. Dijo que se llamaba Ximena, se trataba de la misma, tonta línea del tiempo tan complicada.
—Todo va a estar bien, conocerás a un chico testarudo y a otro muy extraño en un par de años, ¿me dejas abrazarte? —le dije ya aceptando ese futuro, pero más que nada con una sonrisa para esa linda niña que aún estaba intentando ignorar eso horrible que acaba de pasarle a sus padres.
Me quedé con ella hasta que llegó la policía, en cuanto llegaron me alejé porque no podía darles mis datos, ¿cómo les diría que no tengo identificación de esta época?
Me acerqué a donde estaban Noel y Ximena hablando y pude escuchar un poco.
—Oye, no me vuelvas a decir burro en frente de él, ¿okay? Sé que dije que era mi novio, pero por el momento aún lo estoy enamorando, le estoy dando tiempo, mejor dicho. —El chico estaba hablando con bastante seguridad. A pesar de que él sabía que no me gustaba la idea de tener un futuro ya escrito, de saber que ahora quizá esté atorado con estos chicos, él respetaba que mi chico aún estaba en mi corazón.
Era un buen chico.
—No te rías de mí. Yo no soy bueno comiendo picante como tú. —Él me miró cerrando sus labios muy fuerte—. Anda ríe, tú también, ya te vi.
No me molestaba verlos reírse de mí, había algo en ellos dos que me hacía sentir feliz. Noel me dijo que éramos familia
—¿Está todo bien? —Escuché que Noel le preguntaba a Ximena.
Ella acababa de presenciar cómo sus padres murieron frente a ella por segunda vez, habían tenido un horrible accidente. Se veía que era una mujer muy fuerte, cuando me aseguré de que la Ximena del pasado estaba a salvo, me acerqué a ella y Noel, vi que, aunque ya no hablaban de eso, ella aún tenía un par de lágrimas, entonces se las limpió y nos trajo a comer tacos. Muy extraño, pero así fue.
De todas maneras, nos pidió respuestas, ¿por qué no salvamos a sus padres y a ella sí? Bueno, el de las respuestas era mi futuro novio.
—Mira... sé que piensas que tus padres eran unas personas increíbles, que te hacían muy feliz, que no hacían daño a nadie y que, si les hubiéramos salvado, nada malo harían, ¿qué cambio en la línea del tiempo harían dos seres tan maravillosos como tus padres, no? —Noel le explicaba—. Pero lo cierto es que, aunque no lo parezca, su tiempo aquí ya terminó y no importa si lo de hoy hubiera pasado mañana, o en un mes o un año, nunca se hubiera sentido como el momento adecuado, nunca estamos listos.
—¿Listos para qué? —Ximena le interrumpió resentida, odiaba que Noel tenía un poco de razón. Y yo también le odiaba un poco, sentía que esas palabras iban también para mí, pero en definitiva era el universo que ideo toda esta escena para hacerme escuchar ese discurso. Noel me había dado a entender que me daría espacio y tiempo.
—Para el final —respondió y le dio un abrazo— Y bueno, la línea del tiempo es bien ridícula, cualquier respiro de más y ya explotó un volcán.
—No debería reírme, tonto. —Ximena se apartó del abrazo y le pegó en el hombro.
—Jamás habrá una buena razón para la muerte, pero sí muchas para vivir el camino hasta llegar a ella. —Al fin me uní a la conversación—. Yo estoy feliz que uno de los escalones haya sido conocerlos a ustedes dos, protectores de la línea del tiempo intergaláctica, qué geniales somos.
—Que somos los guardianes, burro, ¿qué demonios significa intergaláctico? No tiene nada que ver, estoy segura. —Ximena ya estaba más distraída, ya habíamos discutido hace rato sobre nuestro nombre, empezamos cuando Noel nos explicó lo que haríamos con nuestros poderes y pues era tal cual lo leí en los libros de niño, cuidar que la línea del tiempo esté bien—. Por cierto, ¿cómo me encontraron?
—¿Recuerdas cómo nos separamos? —Noel le preguntó—. ¿Qué fue lo que pasó? No vi muy bien.
—Bueno, Paola nos separó y yo me desconcentré... saliste expulsado de la dimensión azul —le explicó.
—Bueno, cuando me di cuenta de eso, decidí buscar a Rodolfo, te dije que nos faltaba él, entonces pensé en él y antes de caer en uno de los espejos...
—Momentos —lo corrigió— así les llamo ahora.
—Bien, momentos —suspiró— pensé en él y con mi poder atraje uno de los momentos que viví con él, resultó ser el primero de todos que tuvo él conmigo. —Me miró y me sonrió, okay, su sonrisa me está ganando, pero eso no significa nada. Ese futuro novio...
—Luego me cuentan la parte romántica, sigue. —Ximena le interrumpió.
—Ya en el camino me di cuenta de que así debieron pasar las cosas. —Noel seguía explicándole—. La tonta de Paola tenía que hacer eso, para conocer a Rodolfo. Es difícil usar mi poder en ustedes, no sé cómo pasarán las cosas en sus vidas, porque ustedes viajan en el tiempo, y también soy nuevo usando mi poder.
—Ok, aburrido, me toca contarte la parte romántica. —Interrumpí.
Ximena suspiró y se quejó, intentó taparse los oídos.
—Estoy bromeando, por el momento solo somos futuros novios, yo le acabo de conocer, muy guapo y todo, pero le estoy checando las red flags. —dije y ambos rieron.
Noel solo me miró sonriendo.
Cuando los tres terminamos de comer, Noel accedió a mostrarnos ese final de la línea del tiempo que tanto teníamos que proteger, pero para eso necesitaríamos ayuda y era precisamente la de mi querida amiga Ilse y las inseparables, Nora y Mary Louise.
Así que no solo Ilse me ocultaba todo esto, también esas dos, me sentía traicionado, pero ellas ya sabían que odiaba saber el futuro. Al parecer todos mis amigos eran parte de esto y yo ni en cuenta.
Los tres estábamos en la dimensión azul, estábamos tomados de la mano por qué, si nos soltábamos uno podía salir expulsado, Ximena dijo que practicaría mantenernos a los tres aquí por separado, pero por ahora era mejor estar tomados de la mano.
—Hola, bebes. —Ilse nos llamó por detrás—. Aquí está mi equipo bello, somos dos telépatas y yo, viajera del tiempo.
—Hola, Rodolfo, creo que ya sabes sobre nosotras y pues nosotras ya sabemos casi todo de ti. —Nora me hizo saber y rio cuando vio que eso me molesto—. Bueno, nos toca mostrarles el final de la línea del tiempo, cada equipo lo ve... gracias a Noel, hay muy pocos como él.
Y vaya que el final de la línea del tiempo era dramático.
Pero eso es otra historia, ahora, había algo más que me estaba molestando. No sabía cómo preguntárselo así que esperé a que pasaran un par de misiones.
—Noel. —llamé su atención, los tres ya todo un equipo estábamos buscando como salvar la línea del tiempo—. Dijiste que nos conocías del pasado, eso lo entiendo, pero creo que no nos has explicado muy bien cómo fue que nos perdiste, quiero decir, a los del futuro.
—Oh, historia larga... Aunque ahora que lo pienso, yo conocí a Rodolfo y Ximena del futuro en navidad, así como ustedes conmigo, pero no en navidad verdad... entonces. —Noel se quedó pensando, pero eso fue una mala idea.
—¡Ahora! —Y ahí nuestra respuesta...
Paola y su nueva amiga atacaron y fuimos separados, Ximena y yo por un portal azul y Noel por uno verde. Demonios.
—¡Cuidado! —Grité, por si alguien estaba ahí debajo, recordaba muy bien como Noel llegó rebotando al jardín de mi casa. Eso me dejó pensando... debía hablar con papá.
Y sí, justo como lo predije, caí encima de un chico, de Noel. Reí en cuanto lo vi, el plan de esas dos falló, Noel encontró la forma de estar juntos. Pero entonces vi que algo faltaba en su mirada... algo que había visto mucho los primeros días que lo conocí y que en ese tiempo luché mucho por evitarlo.
Y era...
No me conocía.
No me quería.
Y eso me dolió hasta el alma.
Tonto chico, dijiste que me darías espacio y tiempo y, ¡mírame!
—¡Gritamos cuidado, ¿qué no oíste?! —Fue lo único que pude oír después de sentir a Ximena caer encima de mí.
Bueno, empieza la nueva aventura. Me toca ganarme su corazón.
18/09/2021
🌊🌊🌊
Feliz San Valentín Colombiano! jajajajajajaja así es, aproveché que allá se celebra para publicar este especial que tenía planeado ya desde hace meses.
Yo prometí un especial de San Valentín y aquí estoy :D
Gracias a todos los que leen y comentan, ya extrañaba estar por acá, me estaré esforzando por traerles actualización pronto! Los tqm!
Capítulo dedicado a la fan #1 de Rodolfo y Noel. 🖤 Chicagafass
Los dejo, el cap era muy largo, en la próxima nota les platico más. ♡
✌️✌️✌️
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