- Alphüber -
Es una organización de villanos de mi historia "TWS"
Un aclaración, TWS se única en el año 2050, para que se den una idea
Los Homo Superior o "Alfas" son las personas que tienen poderes o habilidades sobrenaturales
Funciona como un régimen pseudo Nazi, ahora les diré la historia de origen de su líder:
Raymond Weber "Mustard"
Raymond Weber nació en el 2017 en Berlín, Alemania, en una familia de clase media. Su padre, un historiador obsesionado con el nazismo, le inculcó desde pequeño la idea de que la grandeza solo se lograba a través del poder absoluto. Sin embargo, en la sociedad del siglo XXI, el verdadero poder no estaba en la política o en la economía, sino en la sangre.
Desde los cinco años, Raymond entendió que era inferior. En la escuela, vio cómo niños de su edad comenzaban a manifestar habilidades sobrehumanas: una niña que controlaba el fuego, un chico que podía leer mentes, otro que podía mover objetos sin tocarlos. Al principio, pensó que él también despertaría su don tarde o temprano. Pero los años pasaron, y nada cambió. Raymond era solo un humano normal en un mundo de dioses.
El desprecio y la humillación no tardaron en llegar. Los niños Alfa lo veían con lástima o burla, y los adultos lo ignoraban. Para los Alfas, él no existía. Raymond creció en el silencio de su insignificancia, alimentando un odio cada vez más grande.
Dedicó su vida a la ciencia, convencido de que la inteligencia era la única arma que podía hacerle frente al dominio de los Alfas. Ingresó a la Universidad de Múnich a los 15 años, especializándose en química con un enfoque particular en la toxicología y el estudio de gases. Si no podía derrotar a los Alfas con fuerza, los destruiría con conocimiento.
Durante la década de 2040, Weber se convirtió en un genio en su campo. Su trabajo revolucionó el estudio de gases venenosos, creando compuestos nunca antes vistos, capaces de matar en segundos sin dejar rastro. A los 25 años, ganó el Premio Nobel de Química, un reconocimiento que lo colocó en la élite científica. Sin embargo, en su interior, Weber no sintió orgullo, sino resentimiento.
El mundo lo veía como un simple humano con talento, pero nunca como un Alfa. Nunca como un dios.
Fue entonces cuando comprendió su propósito: si no podía nacer como un dios, entonces debía convertirse en el único que los controlara.
Weber comenzó a moverse en los círculos políticos de extrema derecha, presentándose como un defensor de los derechos de los Alfas. Utilizó su inteligencia y su labia para atraer a empresarios y militares descontentos con el equilibrio de poder mundial. En secreto, desarrolló un suero basado en sus estudios de gases, capaz de modificar la biología de los Alfas, debilitándolos o incluso anulando sus poderes temporalmente.
Con esta tecnología en sus manos, se convirtió en un aliado indispensable para la élite Alfa. Los poderosos querían su conocimiento, pero no sabían que él los estaba estudiando, aprendiendo sus debilidades, preparándose para el momento adecuado.
Durante estos años, Weber también tuvo una breve relación con una mujer japonesa, con quien tuvo un hijo, Hiroto Kayama. Pero para él, ni la mujer ni el niño significaban nada. Solo eran una distracción en su camino hacia el poder. Cuando Hiroto nació con habilidades Alfa, Weber sintió asco. Su propio hijo era uno de esos seres a los que tanto odiaba.
Decidió dejarlos atrás, enviando dinero para su sustento, pero sin involucrarse en sus vidas. Para él, la única familia que importaba era su futura nación.
A los 28 años, Weber estaba listo. Fundó el Movimiento Nacionalista de Superioridad Alfa "Alphüber" y lanzó su campaña política con un discurso radical:
"Los Alfas han sido divididos por la política y la burocracia de los humanos normales. Nosotros somos la verdadera raza dominante y debemos gobernar sin restricciones."
Los Alfas, cansados de ser controlados por leyes humanas, lo apoyaron en masa. Utilizó el miedo, la propaganda y la manipulación para ganar influencia en el parlamento alemán. En 2049, fue elegido Canciller de Alemania.
Con el poder en sus manos, abolió la democracia en menos de un año y se autoproclamó como el Führer Alfa.
La primera orden de su régimen fue la creación de campos de concentración para humanos normales, justificándolo como una medida de "seguridad nacional". Luego, estableció la Guardia Élite "Los Sables Blancos", una fuerza militar compuesta por Alfas leales que eliminaban a cualquier opositor.
Pero lo que nadie sabía era que, detrás de su máscara de líder Alfa, Raymond Weber seguía siendo un simple humano.
Él había logrado lo imposible: convertir a los dioses en sus sirvientes.
Y mientras ellos se creían invencibles, él ya tenía listo su siguiente plan para convertirse en el verdadero Dios de los dioses.
Movimiento Nacionalista de Superioridad Alfa (Alphüber)
El Movimiento Nacionalista de Superioridad Alfa (Alphüber) es una organización supremacista que cree firmemente en la superioridad de los Alfas sobre los humanos normales. Para sus miembros, la evolución ha demostrado que los individuos con habilidades sobrenaturales son la nueva cúspide de la humanidad, mientras que aquellos sin dones son un vestigio del pasado, una especie obsoleta que debe ser erradicada o sometida.
Alphüber basa su ideología en principios de fuerza, orden y pureza genética, afirmando que los Alfas no solo merecen el dominio del mundo, sino que tienen el deber de gobernar para establecer una sociedad "perfecta", libre de la debilidad de los humanos comunes. Esta creencia se refuerza a través de la propaganda y la educación dentro del movimiento, moldeando la mente de sus seguidores para ver a los no-Alfas como seres inferiores.
Alphüber opera como un régimen totalitario altamente organizado, con una estructura jerárquica diseñada para mantener un control absoluto sobre sus seguidores y expandir su influencia a nivel global.
El Líder Supremo
En la cima de la organización se encuentra Raymond Weber (Mustard), quien es visto como el guía absoluto del movimiento. Su palabra es ley, y cualquier traición o desafío a su autoridad se castiga con la muerte o la reeducación en los centros de adoctrinamiento. A pesar de no poseer poderes, su carisma y manipulación le han permitido consolidar su liderazgo, manteniendo su secreto cuidadosamente oculto.
El Consejo de Pureza
Es el círculo más cercano a Raymond, compuesto por los Alfas más poderosos y leales al movimiento. Son los encargados de aplicar las políticas del régimen, diseñar estrategias de expansión y mantener la lealtad del pueblo mediante propaganda y represión. Dentro del Consejo, se establecen las normas sobre quién es considerado un Alfa "puro" y quién debe ser eliminado.
La Guardia Élite "Los Sables Blancos"
Es la fuerza militar más temida de Alphüber. Compuesta exclusivamente por Alfas con habilidades de combate excepcionales, esta unidad se encarga de ejecutar las órdenes de Raymond, sofocar cualquier rebelión y liderar incursiones contra los humanos normales y grupos opositores como Pax Tenebris.
El Ministerio de Propaganda y Adoctrinamiento
Alphüber no solo conquista con la fuerza, sino también con la ideología. Este ministerio controla los medios de comunicación, difunde información que refuerza la idea de la superioridad Alfa y manipula la historia para justificar su régimen. Las escuelas bajo su control enseñan desde la infancia que los humanos comunes son una carga para la sociedad y que solo los Alfas deben gobernar.
Los Campos de Reubicación y Experimentación
Bajo el pretexto de “proteger la sociedad Alfa de la degeneración”, Alphüber ha creado campos de concentración donde los humanos normales son llevados para trabajos forzados o experimentos destinados a descubrir cómo los Alfas han evolucionado. Algunos científicos dentro del movimiento buscan formas de convertir a los humanos en Alfas o eliminarlos completamente.
Expansión y Dominio
Alphüber comenzó su dominio en Alemania, donde Raymond Weber ascendió al poder mediante un partido político extremista que prometía restaurar el orden y la gloria de la nación bajo el liderazgo de los Alfas. Con el tiempo, su influencia se expandió por más regiones de Europa, conquistando regiones estratégicas y eliminando a los gobiernos que se oponían a su supremacía.
La organización busca expandirse aún más, estableciendo alianzas con Alfas poderosos en otras partes del mundo y erradicando cualquier resistencia. Sin embargo, grupos como Pax Tenebris representan una amenaza constante, al igual que héroes y guerrillas que buscan detener el avance del régimen.
Los gobiernos del mundo que aún no han caído bajo el control de Alphüber intentan resistir, aunque muchos han sido debilitados por la falta de unidad y por la infiltración de seguidores del régimen supremacista en sus filas.
El Futuro del Movimiento
Bajo el liderazgo de Raymond Weber, Alphüber sigue expandiéndose, pero las amenazas internas y externas podrían ser su ruina. Hiroto Kayama, su propio hijo, busca venganza y podría ser el catalizador de su caída.
Mientras Mustard siga en el poder, Alphüber representa una de las mayores amenazas en la historia de la humanidad, con el potencial de cambiar el mundo para siempre bajo el yugo de los Alfas.
Hiroto Kayama: "Ketchup"
Hiroto nació en Tokio en 2036, criado únicamente por su madre. Nunca conoció a su padre, solo un nombre en papeles y dinero que llegaba mensualmente, suficiente para vivir bien, pero sin un solo gesto de afecto.
Su madre, una mujer fuerte y cariñosa, siempre le dijo que su cabello rojo era una herencia de su padre, aunque nunca hablaba de él con alegría. "Eres mi pequeño sobre de Ketchup", le decía con una sonrisa cada vez que lo veía jugar. Para ella, Hiroto era todo lo que tenía, y para él, su madre era todo su mundo.
Desde pequeño, Hiroto demostró ser especial. A los tres años, sin saber cómo, llenó una habitación de oxígeno puro, haciéndola brillar con una intensidad sofocante. Su madre lo observaba con orgullo, su hijo tenía el potencial de ser algo grande.
Pero Hiroto no se sentía diferente. Para él, su vida era simple: su madre, su escuela, su pequeño apartamento en Tokio. No necesitaba más.
Hasta que su padre decidió aparecer.
Era una noche lluviosa cuando un hombre tocó la puerta de su casa. Hiroto, de solo 14 años, abrió sin pensarlo. El rostro pálido, el cabello rojo, la mirada afilada. No necesitó que su madre dijera nada para entenderlo.
Era su padre.
Raymond Weber entró como si la casa le perteneciera, con una presencia dominante que hacía sentir el aire más pesado. No lo abrazó, no sonrió. Solo lo miró de arriba abajo con desdén.
Se presentó como su padre, le explicó su visión de un nuevo mundo, donde los Alfas gobernarían sobre los humanos inferiores. Le habló de poder, de supremacía, de cómo su sangre lo hacía especial.
Pero Hiroto no sentía orgullo, solo asco. Nunca estuvo presente, para el era solo un desconocido que irrumpió en su casa. No dudo en rechazarlo.
Raymond no se inmutó. En lugar de insistir, sonrió. Una sonrisa vacía, carente de cualquier rastro de humanidad.
Luego, todo se volvió sangre.
Antes de que pudiera reaccionar, Raymond lo golpeó en el rostro con una fuerza brutal. Hiroto cayó al suelo, aturdido. Intentó levantarse, pero su padre ya estaba sobre él, atándolo a una silla con una facilidad aterradora.
El siguiente golpe vino con una nudillera metálica.
Hiroto sintió el impacto en su ojo izquierdo, un crujido seco y el dolor quemándole el rostro. Intentó gritar, pero Raymond no se detuvo. Uno, dos, tres golpes más. El mundo se volvió borroso, pero en la neblina del dolor, aún podía ver la sombra de su padre sonriendo.
"Eres débil, al igual que tú madre" le murmuró Raymond
"No hay espacio para los débiles en mi nuevo mundo."
Hiroto levantó la mirada justo a tiempo para ver cómo su padre sacaba un revólver. Apuntó a su madre, que estaba en el suelo, aterrada.
Y apretó el gatillo.
El estruendo fue ensordecedor.
Hiroto no pudo hacer nada. No pudo moverse, no pudo salvarla. Solo vio su cuerpo desplomarse mientras la sangre se esparcía por el suelo.
Luego, Raymond dejó caer el revólver a sus pies.
"Si dejas de ser débil, te estaré esperando"
Y sin decir más, se marchó.
Hiroto se quedó allí, con la sangre de su madre aún caliente en el suelo, con la pistola de su padre a su lado, con el dolor latiendo en su ojo destruido y con un solo pensamiento en la mente.
"Voy a matarlo"
Desde esa noche, Hiroto tuvo un nuevo propósito.
La persona que era murió junto a su madre.
No era un héroe. No quería salvar a nadie. Solo quería venganza.
Podría unirse a los héroes y capturar a su padre legalmente o ir por el rumbo del crimen y hacerlo ilegalmente.
Todavía no ha decidido. Pero hay algo que sí sabe.
La pistola sigue en su mano.
Y la próxima vez que vea a su padre, no dudará en usarla.
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