Acto 1.
Se puede decir que la mayoría de historias tienen inicios convencionales, o muy románticos. ¿Le dirán normales?, si, algunas personas así los clasificarían. El mío fue poco convencional, nada romántico, y si. Nada normal.
Susan era una chica muy introvertida, pero cuando se enojaba se volvía extrovertida. Y quizá su forma de ser fue lo que me atrajo. La primera vez que la vi, aunque me pareció linda, no le tome mucha importancia. Quiero decir, ¿por que lo haría? Recuerdo haber estado sentado en el salón de un amigo, solo quería hacer tiempo por haber llegado tarde a clases. Y sabía que él esa hora la tenía libre, así que solo la aproveche ahí, a parte no quería aburrirme. Después de un rato hablando con él sentí un empujón en mi espalda.
— permiso. —oí bajito su voz, así que decidí voltear a verla antes de dejarla pasar. Y en ese mínimo Segundo que la vi pude aprenderme sus facciones, su cabello y su forma de hablar. Porque era tan raro, es decir, su cabello estaba poco más abajo de sus hombros, si, pero estaba totalmente despeinado. Su rostro era lindo, pero no se arreglaba, se veía bastante descuidado. Y, ¿su forma de hablar? Cada cierto tiempo se trababa y por nervios tartamudeaba. Era un completo desastre, yo seguí en lo mío. Hablando con mis amigos.
— bueno, Susan, el es Nicolás.—dijo Luciana, una amiga poco cercana.— se me había olvidado que aquí estaba.—Susan me dio la mano, de forma muy formal. Eso me resultó bastante tierno.
— mucho gusto, soy Susan. ¿Y tú eres?—en ese momento me sorprendió mucho lo que me dijo, pero también me causo mucha gracia. Quiero decir, le acababan de decir mi nombre. Por lo que me puse a reír, y quizá de una forma algo burlona, como nerviosa. Pero eso no pude arreglarlo, vi su cara cambiar. Sus mejillas las infló, y sus ojos se pusieron lloroso.— ¡Bueno! ¡Yo tampoco quiero conocerte! — dijo muy molesta, se fue mirando el suelo pero de manera muy rápida. No entendí porque se enojo por algo tan simple como eso, pero como no la conocía y seguro no la volvería a ver siquiera.
— es algo distraída, ¿Sabes?, y poco social.—dijo Luciana alzando una ceja .— y es bastante tímida, sé más amable con ella.—yo solo pensaba "«¿enserio me dices eso a mi?, ¿no viste que ella fue la que se ofendió por algo simple?»", pero simplemente solté un suspiro frustrado.
— bien.—solté, siendo honesto. No tenía muchas ganas de hacer más grande esta plática. Salí del lugar a mi clase y me quede pensativo, "«¿cuál es su problema? Ni siquiera hice nada malo.»", me costó concentrarme en mi clase. Pero decidí ignorar ese sentimiento, digo, me sentía algo frustrado solo porque una amiga me llamó la atención, uno. Dos, por algo que ni siquiera hice mal.
Recuerdo que al salir de mi ultima clase la volví a ver mientras ambos esperábamos el bus. Ella miraba sus zapatos, jugaba con sus dedos, y cargaba una enorme mochila. Pensé en hablarle, pues quizá debía disculparme. No la conocía y quizá para ella mi trato era grosero. Pero pasó un bus y ella subió, poco después subí a la ruta que me dejaba en mi destino, pero seguía algo pensativo.
Al llegar a casa, escribí mensaje a Lucí.
«¿Acaso fui grosero?»
Solo me faltaba mandarlo, pero seguía algo confundido. Lo borre y mejor me puse a hacer mis deberes. Más tarde hablé con mi madre mientras cenábamos sobre su día, no recuerdo bien las cosas. Solo que había discutido con mi tía de una forma algo fuerte. Pero como siempre discutían, no le tome tanta importancia. Justo cuando me duchaba me llego un mensaje de Gil, un amigo algo cercano.
«¿Mañana irás a las retas?»
No sabía si responder que si, o que no. Siendo honesto quería ir porque odiaba estar en casa. Pero, tenía dos pies izquierdos para jugar soccer, y eso me quitaba muchas ganas. Pero finalmente solo respondí:
«Si, nada más dime donde.»
Vi su contacto, y debajo aparecía escribiendo..., ¿que tanto escribía? A parte, el solía escribir rápido. Entonces si me preocupe.
«Bueno, nos veremos en la escuela. De ahí nos vamos. Por cierto, Luci me hablo de que hoy conociste a Susan, ¿que te pareció ella? LOL.»
Entonces solo pensaba: «¡oh! ¡Genial! Seguro le dijo que hice sentir mal a esa niña.», resoplé en mi desespero, y sin saber que responder me frustre. Así que respondí sin pensar, daba igual.
«si, bueno. En realidad, solo se que la hice llorar. No hay mucho por decir, ¿Sabes?»
Al rato vi que solo lo vio y ya no respondió, siendo tarde solo me duché y me fui a dormir. Aunque no tenía mucho sueño, y duré horas y horas dando vueltas en mi cama. «Mañana será un mejor día, mañana será un mejor día, mañana será un mejor día...» fue lo último que pensé, y lo que me hizo quedarme dormido.
Desperté, como de costumbre, porque me quedé dormido y mamá llego a gritarme, y mientras me ducho, desayuno y lavo mis dientes, escuchaba a mamá gritarme un gran discurso de que si sigo así me ira mal en mi futuro. Llegue a mis clases, tan aburridas como interesantes. Cuando llego mi profesor de antepenúltima hora y empezó a hablar debo admitir que me estaba quedando dormido ahí mismo, solo viendo el reloj de mi celular. Esperando que dieran las cinco de la tarde. Que se terminaran ya mis clases, cuando estaba ya a nada de dormirme escuché un "es todo por hoy, tengan un excelente fin de semana. Nos vemos el lunes.", eso me despertó por completo. Mire la hora, y solo me faltaba una hora para entonces. Mire fuera del aula, por la puerta ahora abierta. Y vi frente a mi aula a Luci con Susan. Ella estaba riéndose con Luci, y me entretuve demasiado mirándola, que no me di cuenta cuando inicio mi clase y cuando termino.
— Nico, Nico.—sentí que me daban zapes y mire con molestia a mi agresor. Era Kevin, un compañero de mi aula, y el único al que a veces le hablaba.— hace quince minutos la clase dio fin.—dijo en tono burlesco, mire fuera del aula, ya no estaban ni Luci ni Susan. ¿Desde hace cuanto? Quizá me imagine todo eso.— note que miraste afuera toda la clase. Pensé que veías a tus amigas, pero se fueron cinco minutos después de que las miraste, y aún seguías mirando fuera con cara de idiota. ¿Todo bien en casa?
—me levante ya después de recoger todas mis cosas, y simplemente le di un empujón.— no digas tonterías, y ya vámonos de aquí.—tome mi mochila, y mientras hablábamos de camino a la entrada recibí una llamada. Era Gil. Así que conteste.
— ¡llevamos ya veinte minutos esperándote afuera! ¡¿Cuando te vas a dignar a salir de ahí?!—me grito, por lo que tuve que alejar la bocina de mi teléfono de mi oreja.
— ¡ya voy! ¡Y no me grites!—respondí de la misma manera, y colgué. Cuando salí de la escuela, Kevin se fue en rumbo a su casa. Mientras, yo me quedé con Gil.— ¿era necesaria esa llamada? —le pregunté, y el solo se burló.
— bueno, tal vez. ¿O estabas muy ocupado?—yo solo mire que detrás de él estaban Luci y Susan, ¿Por qué estaba Susan?, digo, Luci lo entiendo. Pero... ¿Susan?— conozco esa mirada, es desaprobadora. ¿Que te está molestando?
— bueno, ¿que hace ella aquí?—dije susurrándole. El me miro de forma burlona, conozco esa mirada.— ¿que? ¿Por qué me miras así?
— ella dijo que quería conocerte mejor, y como sabía que no accederías te hablé de retas.—dijo riéndose, me gusta conocer personas. Pero con ella tuve un mal comienzo, y no tenía ganas de más de eso. Mucho drama para alrededor de quince minutos, no imagino más de eso.— Susan, el es Nicolás. El me dijo que también moría por conocerte.—yo solo le di un golpe, note que ella rió por eso.
Decidimos ir a un parque cercano y empezando a hablar con ella, la idea de conocerla me empezó a gustar.
— ¿y qué pasó ayer? ¿Enserio lloraste?— pregunté de manera, quizá, algo imprudente. Pero ella, simplemente, se sonrojó.
— me cuesta conocer personas nuevas.—me miro con una sonrisa tan linda que hizo mi corazón parar una milésima de segundo. En ese momento no sabía por qué.— pero, contigo, me siento muy cómoda.—dijo recargándose en mi, yo solo respondí abrazándola. Y quizá fue rápido, pero en ese momento me di cuenta que me gustaba, y quizá por eso evitaba el pensar en ella. Pero no le evitaba la mirada. Algo dentro mío me decía: «Da todo, se que puedes enamorarla. Ella ya te dio señales.» y otra parte me decía «todo saldrá mal, no te abras con ella. Te lastimara.», pero lo único que me hizo querer intentarlo fue ella.— dame tu celular.—dijo, literalmente arrebatándomelo y haciéndome desbloquearlo.— toma. —dijo dándomelo.— registré mi número, mándame mensaje. Para agregarte yo. Así podríamos platicar más.—¿eso significaba que yo le gustaba o algo así? Para mi cabeza fue un SI, LE GUSTAS. INTÉNTALO. TU PUEDES. pero, a ciencia cierta... pudo haber sido amigable conmigo. Nunca supe que pensaba en esos momentos, solo miraba su manera de actuar, y me guiaba por mis pensamientos, y mis sentimientos.
—listo.—dije al mandarle el mensaje, ella me sonrió emocionada.
— ¡bueno! ¡Debo irme a casa! Ya es muy tarde.—dijo, separándose de mi. Vi la hora, ocho y media. Si que habían pasado las horas.
— yo te acompaño.—le dije, jamás me imagine que ese sería el inicio de la mejor, y a su vez, la peor decisión de mi vida. Mi vida jamás había tenido tanto drama, hasta ese momento.
La monotonía terminó, ya no sabía que vendría. Y solo me quedaba esperar. ¿Y yo como iba a saber que ocurriría?
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