𝙂 𝘼 𝙑 𝙄

Deslizo el dedo por la pantalla del móvil mientras reviso los billetes de avión. Los acababa de comprar y tenía exactas 4 horas para llegar al aeropuerto a tiempo para el check in.

Le mando captura a Pedri por si acaso, ya que él me acompañaría, quedó con un amigo suyo.

Justo el timbre de mi casa suena.

Apenas abro la puerta, recibo un beso en la boca y ella entra.

Para algo estaban las cámaras, pero nunca las reviso. Mala mía.

—¿Qué haces aquí?

—No contestas mis mensajes y te extraño —Tatiana hace un puchero. —Hace 2 semanas que no se nada de ti

Creí que era obvio al no contestarle.

Estaba bueno el sexo, pero no soy tonto, sé que llegó el punto en el que ella también quiere algo serio. No sé porque las chicas tienen que ser tan pesadas con ese asunto.

Yo voy a mi ritmo, y si ella no quiere lo mismo que yo, pues adiós.

Me rodea el cuello con sus brazos y pega su pecho con el mío. Intento con todas mis fuerzas de ignorar sus tetas frotandose sobre mí.

Me da una primer lamida en el lateral del cuello pero la aparto.

—Basta, no tengo ánimos. Tienes que irte

—Eso se puede arreglar —me sonríe traviesa y seductora a la par.

En un parpadeo, se quita el top verde y la mini falda blanca quedando desnuda frente a mí. Tatiana tenía la bendita costumbre de no usar ropa interior y no es una queja en lo absoluto.

Hago una lenta evaluación de su cuerpo que ya conocía muy bien.

Las marcas de bikini sobresalen en su piel bronceada. Y ahí abajo estaba blanquita.

Soy débil y me dejo llevar por la lujuria. La jalo del brazo, atrayendola hacia mí y estampo nuestras bocas. Ella de inmediato me sigue el beso al mismo ritmo desenfrenado.

Mis manos bajan a su culo y lo aprieto y manoseo a mi antojo.

Subimos hasta mi habitación sin dejar de tocarnos.

Me desabrocho los pantalones mientras ella se encarga de ir subiendo mi camiseta.

Una vez mi ropa esta tirada en el suelo, ella se recuesta en la cama, y comienza a tocarse frente a mis ojos. Jadeando, acaricia sus grandes tetas, y una mano va bajando por su abdomen poco a poco hasta llegar a su vagina.

Gime mientras sus dedos se mueven en su interior sin despegar su mirada de la mía. Eso me prende aún más y mi miembro palpita necesitado de placer.

No pierdo mas el tiempo y voy directo por el condon.

—Vamos Gavi, te quiero aquí —presiona su mano sobre su centro para luego llevarse los dedos cubiertos por sus fluidos a la boca.

Me apresuro a colocarme el condon en mi polla y la penetro con violencia. A ella se le escapa un gemido ahogado cuando aún seguía chupandose los dedos.

La mano que tenía en la boca la lleva a mi nuca y siento su tacto húmedo.

La embisto una y otra vez hasta correrme, y a los segundos ella también.

Salgo de su interior y me deshago del condon.

Luego, me coge del cuello y me besa tumbandome a su lado en el colchón.

—No sabes cuánto necesitaba esto —sus ojos brillan en deseo.

Se sube encima de mí y continua con los besos apasionados. Sus pezones duros frotandose contra mi pecho piden atención y se los doy.

Aprieto y acaricio cada uno de sus pezones para después comermelos. Dejo mordidas en ellos y los chupo sin cansarme.

—Me encantas —jadea, su mano en mi mentón me obliga a verla y junta nuestras bocas.

Mis manos suben y bajan por su espalda pero siempre terminan regresando a su culo.

Ella mueve sus caderas y se restriega sobre mi miembro duro. Cierro los ojos fuerte sintiendo nuestras partes rozarse entre sí.

Se echa un poco para atrás, sus manos comienzan a acariciarme ahí abajo, justo como sabe que me gusta y no tarda en complacerme con su lengua.

Mi parte favorita sin duda.

No me toma mucho tiempo correrme de nuevo, esta vez en su boca. Ella traga todo lo que puede, el resto escurre de su mentón, y sube a besarme. El ácido se mezcla con nuestra saliva.

Acomoda mi brazo para ella y se tumba a mi lado de forma cariñosa, ambos regulando nuestra respiración.

Sus dedos se enredan en mi pelo que estaba mas largo de lo normal, ya necesitaba un corte. Su tacto es tan suave y delicado que mis ojos se van cerrando sin querer.

Lo primero que hago al despertar es buscar mi móvil en la mesita de noche, reviso la hora y veo las 4 llamadas perdidas de Pedri. Respiro profundo al ver que aún estoy a tiempo para el vuelo y le contesto los mensajes a mi amigo.

Me quedé dormido y eso que no tenía sueño.

Me reincorporo en la cama, y veo a Tatiana aún desnuda frente a mi armario admirando el vestido rosa de Ceci, lo había colgado afuera para no olvidarlo. La rubia le quitó la cubierta que me entregaron en la limpiaduria y estaba tocando la tela con brillo.

—Y este vestido? —me pregunta al ver que ya desperté. —Estos ya no se encuentran, ¡no me creo que me lo hayas comprado!

—Es de una amiga —freno cualquier atisbo de emoción.

¿Ceci y yo amigos? Quería muchas cosas con ella menos una simple amistad.

—¿Qué amiga? —su tono de voz cambia por completo y se por donde va la cosa.

—No la conoces

—Gavi, tú no tienes amigas —espeta furiosa dando pasos hacía donde estoy. —¿Quién es la zorra?

—No tengo porque darte explicaciones —respondo cansado. —Tú y yo no somos nada Tatiana, no vengas con el derecho a reclamarme algo y lo mejor es que ya no nos veamos

—Gavi -

—Vístete —me levanto de la cama y voy al baño a darme una ducha rápida.

Cierro con llave para que no se le ocurra entrar.

Ya vestido, salgo del baño, Tatiana esta sentada en el borde de la cama también ya vestida, esperándome.

Cogo el móvil y sin decir nada bajo hasta la cocina con ella pisandome los talones.

Me fijo en la hora, quedaba 1 hora exacta.

—Gavi, no puedes terminar lo nuestro

—Desde que nos conocimos sabías que solo era sexo casual y accediste encantada —le recuerdo.

Cogo una botella de agua y doy un buen trago ante su mirada de niña regañada.

—Prometo no volver a hacer una escena de celos, pero sigamos con esto

—No tenemos nada —vuelvo a dejar en claro.

—No tenemos nada, solo sexo —repite pero esta vez esboza una sonrisa inocente. —Por mí esta bien

Mantengo la mirada sobre ella, no le doy tantas vueltas al asunto y así lo dejo.

■ 𔓘 ■

Estaba de pie frente a la amplia puerta de acero.

15 minutos aquí afuera y nadie abría aún.

Sujeto bien el vestido en mi mano izquierda que se me resbala, mientras cojo el móvil y la llamo solo para escuchar el buzón de voz, otra vez.

—No hay nadie Gavi —me dice Pedri. —Mañana vienes

Todo indicaba que las mexicanas no estaban. Tal vez debí haber avisado que vendría. Lástima. Igual si no es hoy, mañana será.

Le asiento a Pedri y nos vamos. Él ya traía prisa por llegar con su amigo y comenzar a beber, que hace mucho no nos divertimos.

▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄

Feliz año nuevo 2025~!! ♡

Ya termine boy without a car, así que este año actualizare mas seguido, pinky promise 🤞