Min Yoongi.

Namjoon gritó que me detuviera cuando la gasolina corría por sus hombros y empapaba su cuerpo. Gritó piedad y volvió a prometerme un paraíso... pero no pude escucharlo bien, los deseos de verlo arder eran mayores, las ganas de quemar mis penas no me dejaban tranquilo.

Me suplicó con lágrimas en los ojos que me amaría de la forma en que yo lo hacía, pero mis sentimientos se habían mezclado con odio y arrepentimiento, si Namjoon me amaba de la misma forma que yo lo hacía ahora, ninguno de los dos viviría tranquilamente... en ningún momento. Volveríamos cada vez a lo mismo y la historia se repetiría una y otra vez.

Lo amaba, sí, pero no de la forma en la que lo hice hace años. El amor de los dos se había retorcido y agrietado, convirtiéndose en una enorme taberna oscura llena de veneno, veneno que, eventualmente, nos dirigiría hacia la muerte.

Y prefería su muerte sobre la mía.

Namjoon se había convertido en una serpiente para mí, una serpiente de dos cabezas. Una de ellas me decía que me amaba por sobre todo y que no importara lo que dijera o hiciera, me amaría hasta el final de sus días; la otra... la otra me recalcaba el hecho de que, en la vida de Namjoon, no sería más que un idiota enamorado de un idiota más grande que no me quería a su lado.

Y lo entendí, tarde, pero lo hice. Tal vez el amor me cegó en su momento y no logré ver la maraña que habíamos creado a nuestro alrededor. No vi a tiempo que nos estábamos haciendo daño el uno al otro. Daño que ahora intentaba remediar tirando el encendedor de Namjoon justo sobre la línea de gasolina que había llevado hasta afuera de la propiedad.

El fuego comenzó a extenderse rápidamente, y en dos parpadeos, todo se estaba incendiando...

—Lo lamento... —susurré—. Pero una cosa es amarte y otra, compartirte.

Admiré como el fuego se extendía frente a mí, sonreí mientras las llamas se hacían más grandes. Y no pude evitar soltar una carcajada cuando los gritos de Namjoon llegaron débiles a mis oídos. Un pequeño estruendo dentro de la propiedad me alertó de inmediato, razón por la cual saqué mi pistola y la cargué, lista para detonar. Si él lograba salir, le dispararía sin pensarlo dos veces.

Pero el pasar de los minutos me confirmó lo que ya sabía, él no podría salir por más que lo intentase. Pero, para mi mala suerte, un par de sirenas sonaron casi media hora después.

No me quedé a esperar si eran los policías o los bomberos. Simplemente corrí, sin un rumbo fijo, al principio, con un lugar en mente luego de un par de segundos.

La única a la cual podía recurrir, era la única que no podría vincularme con el paradero de Namjoon... Hyejin.

Pero el camino, por alguna razón, se me hizo extremadamente largo y tedioso. Eran las jodidas nueve de la noche, había demasiados autos en las calles.

Pero ella no cuestionó mi llegada. Me saludó como de costumbre y me pidió pasar. Ella realmente creyó que Namjoon estaba conmigo. Yo, le dije que no había estado en casa desde la mañana, ya que estuve con mi madre en el invernadero. Y sí, lo había estado, pero había pasado mucho tiempo desde que había regresado a casa. Pero eso, Hyejin no lo sabía.

—¿Cómo está Nayeon? —pregunté luego de que ella fuera a la cocina por algo de beber.

—Creciendo, fuerte y sana. No parece de dos semanas, es grande para su edad —dijo mientras yo me acercaba hacia el umbral.

—Ella se parece mucho a ustedes —sonreí genuinamente.

—No sabría decirlo, es pequeña todavía.

—Sí... lo sé.

Pero también era demasiado pequeña para darse cuenta de que yo era asesino padre.

Un par de días después, conmemorábamos a Kim con un funeral, sus restos fueron encontrados en mi propiedad, siendo yo el primer sospechoso de su muerte, pero la policía fue lo suficientemente inútil como para descartarme de la lista al presentar pruebas de mi ausencia en la "escena del crimen".

No tuvieron oportunidad de vincularme en ese momento, pero, para mi mala suerte, no fui retirado del foco de mira de los investigadores, dijese lo que dijese.

Hyejin me miró desde su asiento, con los ojos rojos de tanto llorar y yo, con cara de tristeza irremediable, asentí hacia ella.

Me preguntaba mi estado emocional desde la distancia, yo solo asentía ante cualquier persona y respiraba profundo.

Namjoon, según todos, era mi mejor amigo. Éramos más que inseparables, casi hermanos. Yo tuve que apretar los dientes y aceptar el título, aun cuando el que quería tener, lo tenía su prometida.

Miré hacia el suelo cerrando los ojos, recordando, apenas, los gritos de Namjoon al ser consumido por las llamas. Recordando el reflejo del fuego en la ventana del auto, el olor de la gasolina, lo nocivo del humo. Lo terapéutico que fue escucharle suplicar mientras cubría todo su alrededor de ese líquido inflamable.

Pero no sonreí, me controlé lo suficiente como para no hacerlo. Primero porque sabía que había un oficial de policía cerca, y segundo, porque no era el lugar apropiado para hacerlo ya que había demasiada gente.

Así que levanté la cabeza, fijando mi mirada sobre la foto rodeada de rosas de distintos colores.

Según Hyejin, Namjoon habría querido que sus flores favoritas llenaran el lugar, había rosas rojas, lilas, azules y fucsia, pero una flor resaltaba en todo momento, no importaba la dirección en la que se viese.

Un lirio había sido colado entre los ramos centrales; era un lirio blanco justo entre rosas rojas.

Un lirio que yo no había colocado, lirio que nadie había puesto, lirio que nadie se atrevido a quitar, por miedo a que fuese el mismo Namjoon quien lo hubiera dejado ahí.

Lo que ellos no sabían, era que, esa flor, representaba los vestigios de mi amor. Amor que había preferido verlo muerto a verlo con alguien más.

Lo extraño, fue que ese lirio se marchitó más lento que las rosas que habían llegado. No entendí la razón de su presencia, tampoco quise buscar sus explicaciones.

Namjoon estaba muerto, no había más razón que esa.

Y, aunque Hyejin fuese la razón principal de la muerte de Kim, ella no era culpable de la posición que había tomado con el tiempo.

Por alguna razón, ella me miraba como un apoyo emocional. Yo me había quedado a su lado, porque a ellas las sentía como familia...

No podría dañarlas, nunca en mi vida.

Hyejin era buena conmigo y con el tiempo la llegué a ver como mi hermana y, a Nayeon... a Nayeon la veía como a una hija.

Las quería proteger...

Proteger de amores como el de Kim, pero, a la vez, de amores como el mío... pero yo no me podría alejar; me dolía dejarlas... porque ellas eran las únicas que me recordaban a Namjoon.

Fin

｢1465 palabras｣

Hola. >///<

¡No pidan un extra, porque no habrá! ^^

¿Dudas, opiniones? ¿Cómo llevaron la lectura? ¿Qué les pareció?

¿Sabían que esta historia está desde agosto en borradores? Estaba planeada para ser insertada en la trama de "Sweet Revenge" como el capítulo final, pero sentí que no encajaba bien, así que la descarté.

Luego quedó como una posibilidad de ser enviada a alguna tienda de ideas de alguna de las editoriales en las que participo, aquí en la plataforma, pero no sabía si alguien la tomaría para desarrollarla como yo me la imaginaba.

Tampoco tenía un nombre o una estructura clara. La apodé: "la idea donde todo se va a la mierda desde el minuto uno", largo, lo sé, pero no podía (ni quería) delegarla a alguien más...

En septiembre, una plática con mi hermana y una discusión con mi madre me llevó a esto.

Como pocos sabrán, amo los lirios, son mis favoritos, así que, cuando discuto con alguien, sea quien sea, los imagino en mis manos, o pienso en estar en un jardín lleno de ellos, en varios colores. Así calmo tensiones, bajo tendencias y continúo con mi vida.

Ese día pensé: "¿Y si, con quien me peleara, me trajera lirios? Soy débil, así que probablemente le perdonaría al instante". Y eso nos trajo aquí, a una historia con una trama contradictoria. Tal y como somos los humanos; décimos una cosa, pensamos otra y sentimos otra completamente diferente.

Por esa razón, Lirios y Serpientes será, por un largo tiempo, mi historia favorita. Con faltas gramaticales y todo.

Sin más que decirles, mis amores, quiero recordarles que les llevo en mi corazón y, que su presencia aquí me hace inmensamente feliz. ^^

Besos babosos y sonoros para ustedes. >3<

FECHA Y HORA DE PUBLICACIÓN: Octubre 7, 2022. 3:08 pm, hora Honduras; 4:08 pm hora México.

Evita el plagio, cariño. ^^

©NazarethCerratho