Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 41

Jungkook sabía que Taehyung era un hombre de gran fortaleza tanto física como mentalmente, para estar en ese lugar y haber hecho tantas cosas en su vida tuvo que serlo pero eso no lo exoneraba de preocuparse hasta sus huesos. Preocuparse por alguien no era algo dentro de sus preocupaciones o tareas ya que ni siquiera se preocupaba mucho por él mismo, sin embargo, era diferente con ese castaño que hacía segundos se había desmayado y ahora sostenía en sus brazos.

— K-Kook... — La voz del agente lo hizo mirar ese rostro con rastro de sangre y evidente cansancio, hinchado, maltratado. Sinceramente quería matarlos a todos pero ya no quedaba a quién matar, ya todos estaban muerto.

— Debo decir que estoy sorprendido por que no me llames convicto o Jungkook, debes estar realmente debilitado. — Intentó burlarse para sacarle una sonrisa sin tener mucho éxito. — Ya vamos a salir de aquí, tranquilo.

— ¡No! — Intentó incorporarse viendo que este lo estaba levantando en sus brazos, aguantando el dolor de su cuerpo cuando bruscamente se agitó. — Los ordenadores, las carpetas, hice que me trajeran a este lugar para conseguir todo lo que hay en esta oficina, aquí deben haber muchas respuestas y no me iré sin ellas. Si no maté a ese infeliz inmediatamente es porque necesitaba que me mostrara su guarida. Aprovechemos que aún tenemos el cuerpo para en caso de que algo necesite su huella o algo más.

— De acuerdo, yo me encargo tú permanece quieto. — Taehyung frunció el ceño incorporándose sin hacerle caso pero el pelinegro lo cargó y acostó en el sofá. — En estos momentos tú no das órdenes, agente.

La mirada contraria lo retó por uno segundos pero ciertamente no tenía muchos deseos o fuerzas para hacerle frente por lo que terminó asintiendo. Notando que estaba cubierto por una ropa que no era suya. Vio a Jungkook alejarse, con su corazón palpitando un poco más agitado de lo que debería en esas circunstancias porque no necesitaba adivinar para saber que puse su vida en la línea de fuego con tal de buscarlo, de defenderlo una vez más.

El recuerdo de las palabras de BamBam no se apagaban, seguían en constante reproducción en su cabeza. No fue el convicto el asesino de su hermana y aunque una parte suspiraba con alivio e incluso se alegraba, existía otra avergonzada.

No era un agente, no era de élite, simplemente resultó siendo un tonto peón que removió por el tablero al gusto de alguien más. Tenía que haberle sacado más información a ese cuerpo que seguía tirado en el suelo rodeado de sangre pero no pudo. En ese momento su vida dependió de un hilo y aunque una muerte fácil no era castigo suficiente para el hombre que le arrebató la vida a Yoori, fue la decisión que debió tomar.

Después de todo, él solamente fue quien apretó el gatillo, la idea no provino de él y la persona que orquestó todo eso era quien debía sufrir las consecuencias. Quienes fueran que estuvieran detrás de todo eso no iban por él sino por Jungkook pero se habían cogido el maldito culo con la puerta porque las cosas no le saldrían como querían, él no lo iba a permitir y su convicto tampoco.

+++

El movimiento de su cuerpo lo hizo abrir los ojos, no se dio cuenta en qué momento se quedó dormido pero nuevamente se encontraba en los brazos de Jungkook como si fuera un recién nacido. No le gustaba sentirse de esa forma, ese hombre lo hacía sentir débil cada vez que se ocupaba de él de esa forma y lo peor, era que no podía negar que le agradaba sentirse cuidado por él.

A pesar de todo lo ocurrido entre ambos, de que hubieron momentos en que quisieron terminar con la vida del otro y que incluso se odiaron ahí estaban, juntos en más de un sentido. Sus miradas se encontraron, la mortificación y preocupación eran evidente en los ojos del pelinegro. Ahora podía notar mejor lo que esos orbes ocultaban, lo que no decía con sus palabras. No importaba la expresión que mostrara, podía ver a través de ella.

Su mirada descendió, encontrándose con débiles moretones que evidenciaban la pelea que tuvo en aquella discoteca para buscarlo y se odió por ello. Lo puso en peligro, no le dijo nada precisamente para no involucrarlo pero debió saberlo mejor, que él no lo dejaría solo en esas circunstancias. Que el hombre que hacía días había intentado matar con acusaciones erróneas se expusiera por salvarlo lo molestaba.

La bata azul que cubría su cuerpo dejaba ver no solamente sus marcas sino también ese tatuaje que casi siempre ignoraba porque le resultaba demasiado atractivo. Su cuello, su clavícula y esa piel que parecía ser resistente a todo. Tragó seco y desvió la vista hacia el pasillo por el cual transitaban.

— Bájame, no estoy inválido y puedo caminar perfectamente, no es necesario que me lleves en tus brazos de esta manera, es vergonzoso. — Jungkook lo escuchó pero lo ignoró girando un poco su cuerpo para evitar que el castaño chocase con el marco de la puerta del baño. — ¡Convicto! — Suspiró frustrado al notar que no le haría caso.

Cuando llegó a la bañera de la habitación que estaba ocupando quien lo había estado llevando en sus brazos, fue colocado en el suelo con suavidad. Miró a su alrededor notando como la bañera estaba preparada con agua humeante y espuma. Olía bien, el olor del incienso invadía sus fosas nasales, pudo notar también una nueva muda de ropa sobre una pequeña cómoda junto a un albornoz blanco.

— ¿Qué haces? — Preguntó al sentir las manos del convicto sobre su camisa. — Y-Yo puedo hacerlo solo, gracias por traerme.

— Lo sé, puedes hacerlo pero lo haré yo. Quita tus manos. — Taehyung ensanchó sus ojos ante su respuesta, pensando en rebatirla pero las palabras que salieron de la boca de ese hombre se lo impidieron. — Pensé que iba a enloquecer cuando supe que te habías ido a encontrarte con BamBam solo. En mi mente hubieron muchos escenarios y en todos aquellos en los que no lograba salvarte, sentí morirme junto a ti, agente. 

— Jungkook...

— Estoy enamorado de ti. — Buscó los ojos de un castaño que no salía de su asombro porque no esperaba aquellas palabras. — Sé que quizás puede ser algo desconcertante pero solamente pensar que no iba a volver a ver tus ojos, tu actitud prepotente, que no podría escucharte una vez más me hizo darme cuenta de algo que hace mucho había aceptado pero no revelado. Te amo y no creo que las emociones por ti me hagan débil, todo lo contrario.

Lo desvestía lentamente, dejando que sus dedos repasaran algunos hematomas que sobresaltaban en su piel, recorriéndola lentamente a medida que la tela la iba revelando. Taehyung escuchaba sus palabras, sentía sus manos en él como si estas ahí pertenecieran y no podía creer estar así con él. El Liquidador, la leyenda viviente de la que todos hablaban y con quien lo mandaron a trabajar. Todos los testimonios sobre él lo mostraban como un monstruo y quizás no estaban del todo equivocados, sí podía a legar a ser uno, algo peor que un monstruo incluso pero ese no era realmente Jungkook.

Claramente el Liquidador era una parte de su vida, de su personalidad pero no lo definía no era del todo él. Un monstruo no guardaba esas emociones, no lo miraba como él lo hacía ni ponía su vida en riesgo por alguien más. Un monstruo, no hacía que el corazón y vida de otra persona revolucionara incluso desde antes de mencionar palabras como las que en ese momento decía.

Acababa de pasar por algo que lo había sacudido en su totalidad pero increíblemente quedaba en un segundo plano cuando esos ojos oscuros brillaban para él.

— Gracias a lo que siento por ti tuve la fuerza suficiente para reducir a los hombres de ese lugar a nada. Tengo muchas batallas que librar por mí, por mis padres y por toda la bola de corruptos maldecidos que me han tendido una trampa pero también por ti, por nosotros. Sinceramente espero tenerte a mi lado en cada una de ellas porque juntos podemos ganar esta guerra sin cuartel en la que nos han involucrado sin quererlo.

Constató que la temperatura del agua fuera buena porque aunque lo mejor para recuperarse sería sumirse en hielo, quería darle un baño caliente que lo ayudara a relajarse y dejar de pensar aunque fuera por unos minutos sobre toda la mierda por la que estaban rodeados.

— Yo te ayudaré en lo que necesites y espero que estés a mi lado también si así lo deseas. No podremos acabar con la corrupción o injusticia en general pero al menos sí con una gran red de hijos de... — Se calló, quería que se relajara y ahí estaba alterándose, alterándolo sin querer porque se iba exaltando a medida que iba descubriendo su cuerpo y pensando en todas las cosas que les estaba ocurriendo. — Ven aquí.

Lo ayudó a entrar en la bañera con lentitud y una vez que el castaño estuvo dentro, abrió su bata con parsimonia bajo la atenta mirada que lo estudiaba de pies a cabeza, regalándole una sonrisa que hizo que Taehyung mirase a otro lado.

Cuando entró a la cárcel para encontrarse con el Liquidador estaba lleno de odio, quería matarlo con sus propias manos. Una vez fuera se comportó como un agente que temía todo claro sin ser así, siendo ese mismo hombre que quería matar quien verdaderamente descubrió todo. ¿Cuán estúpido había sido?

— Deja de martirizarte... — Musitó una vez que estuvo sentado dentro, atrayéndolo hacia él. Con suavidad tallaba su maltratado cuerpo, deseando revivir a BamBam solamente para matarlo. — o tenías forma de saber que todo estaba siendo manipulado.

— Era mu trabajo y obligación el darme cuenta de todo el teatro montado por mi agencia, to tenía que... — Fue interrumpido por un delicado beso que se extendió por todo un minuto. — lo siento, Jungkook.

— No tengo nada que perdonarte.— Sonrió atrayéndolo nuevamente para un abrazo. — No llores, ahora al menos sabes la verdad de todo y estamos juntos en esto.

Esta vez fue Taehyung quien se aventuró a besarlo con necesidad, besaba esos labios con vehemencia deseando borrar todo rastro de lo sucedido entre sus brazos.

— Quiero hacerlo, necesito que lo hagamos. — Susurró entre besos.

— No es la mejor idea. Tu cuerpo necesita recuperarse, lo que ese hombre te hizo podría traumatizar a cualquiera, necesitas tiempo para curarte mental y físicamente.

— ¿Crees que fue la primera vez que tuve que vivir algo así? He estado encubierto muchas veces, estoy entrenado mentalmente para ese tipo de cosas, convicto. Ahora lo único que necesito es que borres de mi cuerpo y mente todo rastro suyo. Sólo tú puedes lograrlo, tus manos, tus besos, tú eres quien puede eliminar ese mal sabor y convertirlo en una mala experiencia más. — Sostuvo su rostro con sus comisuras elevadas, notando el desconcierto en el pelinegro. — Yo también, sobre los que dijiste hace un momento, yo también.

— De acuerdo pero primero bañémonos, curaré tus heridas y entonces... — Otro beso se posó en su boca impidiéndole continuar hablando. — El agua y jabón resecan más esa parte de tu cuerpo, puede hacerte daño, ya sabes que soy un tanto brusco.

Taehyung asintió, recostando su espalda al pecho contrario, su cabeza sobre su hombro, cerrando sus ojos y entregándose a la necesitada sensación de tranquilidad esporádica que estaba viviendo en ese momento. Bien sabían que la batalla recién comenzaba pero podían tomarse algunas horas o al menos un día para ellos porque luego de todo lo ocurrido, ambos lo necesitaban.

— Es la primera vez entre tus brazos que tengo la certeza absoluta de no estarme entregando a mi enemigo. Sin culpas o remordimiento porque ahora sé con certeza que no fuiste tú quien asesinó a Yoori y que no eres más que otra víctima. Sé que has cometido otros delitos y que sí has matado a muchas personas como lo he hecho yo, pero sé que no asesinas personas inocentes, que no está mal sentir esto que siento por ti. — Habló el castaño sin abrir los ojos, sintiendo la respiración del convicto sobre su rostro mientras este desplazaba sus manos sobre su cuerpo.

— No estoy tan seguro de eso, hay muchas cosas de mi vida que no recuerdo y no sé por qué no lo hago. Seguramente de las mujeres por las que me condenaron no he matado ninguna pero aunque eso es lo que siento, no tengo nada que respalde mis sospechas. Existen muchas cosas que me confunden.

— ¿Cómo cuáles?

— El hecho de que me todo mi caso fue creado y manipulado cada vez lo tengo más claro. Sé que me vendieron el día que me agarraron y que todo eso fue planeado durante meses, quizás años. De alguna forma parece que todo esto tiene una conexión con mis padres que todavía no tengo clara, no he contado con el tiempo suficiente para dedicarle a eso.

Permanecieron en silencio, bañándose mutuamente mientras intercambiaban algunas miradas. Por sus mentes corrían un sinfín de pensamientos que no sabían cómo exteriorizar o si era prudente hacerlo. Seguían siendo convicto y agente pero ambos hicieron muchas cosas parecidas, algunas en nombre de la ley y justicia, otras no tanto. No existía un bueno y un malo como Taehyung antes se lo planteaba, amos tenían de los dos y las cosas no eran simplemente blancas y negras.

— Yo descubrí archivos sobre tus padres en la agencia hace casi dos meses pero no sé muy bien de qué se trataba todo. Me pude dar cuenta que la política había metido sus manos y que lo más probable era que todo lo que te ocurría estuviese mezclado con ella. No sé nada de ellos pero había una carpeta con el apellido de tu familia. Al parecer estuvieron en una misión en el 2001 que incluía a los gobiernos de Canadá y Corea. También habían fotos de los últimos dos ministros del país. Quise abrir las carpetas pero evidentemente alguien las borró en el momento que las estaba viendo. Al parecer me vieron y...

Se calló al recordarlo, evidentemente había sido descubierto por alguien pero nunca se habló del tema, no le dijeron nada. Solamente había una persona que podría verlo haciendo algo y no informarlo, dejarlo irse sin más de la agencia y ese, era Jung Hoseok. ¿Por qué no lo pensó antes? Su superior tenía que haber estado al tanto no solamente sobre eso, sino también del caso de Yoori.

¡Infeliz!

— ¿Por qué no me lo dijiste?

— Sinceramente quería guardar la información hasta que pudiera utilizarla porque seguía desconfiando de ti a pesar de todo. — Jungkook asintió observando como Taehyung mordía sus labios con un semblante que denotaba preocupación. — ¿Qué ocurre?

— En dos días se me vence el plazo, es decir... — Se giró para observar al convicto. — Cuando me asignaron tu caso me dieron tres meses para lograr los resultados que necesitaban y aunque les hemos dado varias cosas, falta lo principal. Querían que acabáramos con la madre de los Durance, los hermanos que asistieron a la fiesta de Park Seojoon en donde nos colamos.

— ¿Qué significa eso exactamente?

— Cumplido el plazo de tres meses yo debía regresarte a la cárcel para que terminaras de cumplir tu condena. Yo esperaba para este entonces también tener las pruebas del asesinato de mi hermana que te incriminaran. Aunque ya estabas condenado a cadena perpetua, sentí que era injusto que no incluyeran el asesinato de Yoori. Sin embargo, ahora tengo claro una cosa. — Mencionó acariciando el rostro y pecho del pelinegro.

— ¿Qué?

— Todo es una mentira, ellos a quien necesitan eres tú, incluso que me reclutaran tenía que ver contigo, tú eres lo que ellos quieren y, cumpla con eso o no, te van a matar y de paso a mí también. Ahora todo tiene más sentido, si te entrego lo más probable sea que ni siquiera superes la primera noche allá dentro. Quedan dos días antes de que todos se vengan contra nosotros si no te regreso...

Jungkook mordió sus labios asintiendo, abrazando a Taehyung, buscando sus labios para besarlo. Aunque el contrario intentó resistirse debido a que lo que estaban hablando era importante, terminó dejándose llevar.

Los besos esta vez fueron mucho más intensos que los anteriores y no se centraban solamente en su boca sino también en su cuello, clavículas, en los pezones que el convicto devoraba mientras comenzaba a masturbarlo bajo el agua.

No iba poner en riesgo al agente, él tendría tiempo para planear algo pero no podría tenerlo a su lado, necesitaba concentración absoluta y por ello deseaba darle a sus cuerpos una merecida despedida. Sin resentimientos, reservas o malos pensamientos cohibidos, una entrega total entre ambos.

Le resultaba imposible no llegar a un orgasmo cuando las manos de Jungkook, sus besos y todo él se apropiaban de su persona. Apoyando la frente sobre su hombro y con su propia mano bombeando sobre el miembro del pelinegro, terminó por liberarse con la respiración agitada.

— N-No pienso entregarte. — Dijo con cierta dificultad, siendo apresado por los brazos de su convicto. — Sé que en estos momentos debes estar pensando en alejarme, puedo ver tu mirada pero no lo haré. No te entregaré y tampoco me alejaré de ti convicto, no lo tendrás tan fácil.

— Taehyung...

— ¿El Liquidador y el agente Kim, recuerdas? Tú y yo juntos somos la mayor amenaza para todos y por algo debe ser, si tanto temen de nuestra unión debe ser por algo. No pienso dejarte solo, convicto.

Jungkook asintió, sonriendo frente a sus palabras porque aunque no lo expresara verbalmente, le hacía feliz saber que existía alguien que lo quería sinceramente y que de ser necesario, estaría dispuesto a morir al igual que él. Su complicidad podría salvarlos aunque el camino para ello sería rocoso, lleno de obstáculos y muy difícil de superar, mas no imposible. Eran cómplices de su realidad, una que crearon para ellos pero que podían perfeccionar.

Entre ellos se daba la paradoja de dos seres que por las adversidades, injusticias, intrigas e incluso amor se convirtieron en uno y, no obstante, seguían siendo dos. Dos hombres que harían temblar a muchos que no los verían venir.

Los gobiernos y personas que estaban detrás de ellos instalaron una mafia aberrante con las manos preñadas de mucha más sangre que la de ellos mismos con su complicidad cómoda y muda que al mundo le ocultaban.

El agente abrió sus ojos varias horas después mirando a su alrededor sin encontrar a Jungkook. Preocupado de que este hubiese tomada una decisión precipitada como las que él había tomado, se vistió con rapidez y salió de la habitación en donde horas atrás había dormido juntos. 

El pasillo de aquel edificio supuestamente abandonado y en demolición estaba vacío, no había una sola alma caminando por ahí. Llegó al elevador y las puertas se abrieron dejando ver a los dos hombres armados que lo cuidaban, mismos que se inclinaron frente a él con repseto, permitiéndole entrar.

— Señor, nuestro jefe lo está esperando en el tercer piso. Nos pidió que se lo informáramos si aparecía por aquí antes de que él regresara. — Le informó uno de ellos haciendo que el alma regresara al cuerpo de Taehyung.

Asintió dejándoles saber que había recibido la información y permaneció en silencio hasta que las puertas se abrieron, permitiéndole descender. Su cuerpo evidentemente estaba adolorido pero era algo que podía aguantar sin problema alguno. Se guió por el murmullo para ubicarse, siendo saludado con respeto por todos los hombres con los que se cruzaba. Sin embargo, cuando finalmente encontró a su convicto, este estaba parado junto a otros hombres que no parecían ser de la organización, con uno de ellos coqueteándole descaradamente.

Su ceño se frunció ante esto, este sujeto lo estaba provocando y encima, tenía el atrevimiento de estirar la mano para tocarlo. Un extraño impulso se apoderó de él, llevando su mano hasta su arnés para sacar un arma y dispar contra aquel atrevido, viendo como la bala impactaba sobre su brazo y este lanzaba un grito de dolor.

— ¡El próximo irá a tu frente! — Exclamó ganándose la atención de todos, caminando con pasos firmes hasta Jungkook, parándose frente a él exigiendo tácitamente una explicación. — ¿Liquidador?

— Mi amor, este es uno de nuestros nuevos socios. — Musitó apretando sus dientes con molestia pero el castaño se limitó a encogerse de hombros restándole importancia.

— Que haga negocios entonces, no estamos aquí para catar cuerpos, no tenía que tocarte. — Jungkook cerró los ojos y suspiró. — Que alguien se lo lleve para curarlo.

El sujeto tenía deseos de gritarle, sacar su arma y también dispararle pero sabía muy bien que aquello desataría una regla que perdería y además, debía admitir que estaba tratando de acercarse al Liquidador aún cuando le dijeron que su pareja estaba dentro del edificio. Simplemente no se imaginó que fuera a aparecerse en la reunión y que tendría ese temperamento. Algo que tenía todo el sentido dado con quién estaba. Aceptó que lo llevaran a curarle la herida disculpándose tanto con Taehyung como con Jungkook.

— Bien, ¿en dónde estaban? Quiero estar al tanto de lo que estaban discutiendo.

🧡🧡🧡
Nuestro Tae es un peligro... 😂 Espero que hayan estado bien, nos vemos en el próximo capítulo.
Lored

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro