Ambas van corriendo, Tzuyu está un poco desorientada pero aún así sigue a Nayeon.

—¡Ya casi llegamos!—exclama ella.

—Ya me puedo imaginar a dónde vamos, ¿no es algo peligroso?

—No arruines la diversión, Tzuyu.—responde Nayeon, se detiene y comienza a caminar.

—Recuerdo cuando Jihyo me comentó, que vino aquí para su primera cita con Sana, y ambas se tuvieron que ir, porque escucharon un llanto de bebé.—cuenta y Nayeon evita reír, ya que fue ella quien hizo ese tipo de broma.

A medida que se iban acercando al lugar, se escuchaba el sonido de las corrientes de agua.

—Disculpa cómo te hablé orita.—dice Tzuyu.

—No te preocupes, entiendo que esto te asuste un poco.—Nayeon agarra ambas manos de su amiga y la mira a los ojos, Tzuyu solo le sonríe, y la coreana solo mantiene distancia para no incomodarla.

—Esto no es una etapa.—susurra Tzuyu.

—¿Qué? ¿lo de tu fobia?—pregunta ella.

—No.—contesta.—No es una etapa lo que siento por ti.