Primo
-¿Tienes que ir?
-Si fuera por mí me quedaría
viendo Freaky Friday contigo, pero debo ira buscar a Yeosang.
JiMin hizo un pronunciado puchero mientras soltaba finalmente la chaqueta de su novio.
JungKook iba a recibir a su primo
en el terminar de autobuses ya
que el mayor iba a ser para una
convención o algo así, y como él
vivía allí era su "deber" recibirlo,
alimentarlo y mandarlo a la calle
de nuevo.
O al menos es lo que su madre le
pidió esa mañana.
一Estás siendo malcriado de nuevo.
JiMin estaba sentado en el sofá cual indio, lleno de mantas y de brazos cruzados, además de estar vestido aún en pijamas siendo que pronto serían las doce del mediodía, su vista clavada en la televisión aunque realmente no la estaba viendo, solo hacía más notorio su ceño fruncido y labios abultados. JungKook estaba estático en su lugar listo para buscar al rubio que posiblemente ya se había perdido por completo, sin embargo se había detenido cuando JiMin tomó el borde de su chaqueta e intentó convencerlo de abandonar a su familiar para ver películas con él otro rato más.
- JiMin...
El mayor no respondió.
- Minnie.
Nuevamente el silencio.
-Mi amor.
Y más silencio.
JiMin finalmente miró al menor cuando este luego de acercarse, se agachó frente a él para estar a una altura similar y juntó los labios de ambos en un pequeño beso.
-¿Te vas a molestar por eso?
El castaño en lugar de responder se dedicó a mirarlos bonitos labios de su novio, diciendo indirectamente lo que quería, y Taehyun -como buen novio que era-, no le iba a negar unos cuantos besos a JiMin.
Así fue como el pelinegro besó
repetidas veces al castaño hasta
que finalmente este ltimo quitó su
ceño fruncido.
-No te voy a contar lo que ocurra
en la película.
El de ojos color miel rió divertido.
-Si, mi señor -respondió en un
tono un tanto burlón para luego
besar una ûtima vez al mayor-. Ya
vuelvo.
El menor sonrió para su novio y se levantó de su lugar, posterior a eso comenzó a caminar hasta la puerta y desapareció poco después por ella.
-¡Ponte un suéter! -Regañó el
mayor al ver como la chaqueta del
azabache se había movido un poco, dejando su hombro al descubierto.
(...)
JungKook no recordaba a su primo tan intenso.
-Esto es muy wow -repitió por
quinta vez el mayor mientras
subían el ascensor del edificio,
mirando a todos los lados del
mismo como si fuera algo
completamente nuevo.
-Hyung, es solo un elevador
-Suspiró JungKook-, usted también
vive en un edificio con elevador.
Yeosang ignoró por completo
al chico a su lado y continuó
admirando cada rincón del
ascensor como si realmente fuera
algo nuevo.
-¿En serio vives acá? -Interrogó
el mayor una vez más cuando las
puertas metálicas se abrieron y un largo pasillo de baldosas claras y paredes pulcras se dejó ver, debe ser carísimo el alquiler,- ¿Tienes roommate o algo?
El menor ignoró la pregunta, cansado de responder cada una de ellas, dedicándose a caminar directo hacia la puerta del departamento doscientos treinta y nueve, siendo seguido de cerca por el mayor quién seguía preguntando cosas como niño pequeño luego de comer chocolate.
Manteniendo como podía su paciencia, JungKook abrió el panel de códigos e introdujo el correspondiente, la puerta se dejó
abrir instantáneamente, haciendo
que el rubio soltara otro "wow' que hizo a JungKook rodar los ojos.
El departamento del Jeon menor
y JiMin no era nada del otro mundo realmente, simplemente era bastante lindo y organizado gracias a ellos mismos, y el alquiler no era tan caro realmente.
Pero claramente no le diría eso al
intenso rubio a su lado.
Entraron al departamento poco
después, JungKook esperaba
encontrarse con el castaño que
tenía por novio aún hecho una bola de mantas en el sofá de la sala, pero no fue así, aunque un bolw con unas pocas palomitas continuaba en la mesa de centro.
-Ya vine -anunció el alto azabache
mientras se sacaba los zapatos al
igual que su primo.
-Sabía que tenías un roommate.
El de ojos más claros volvió a ignorar a su pariente a la vez que caminaba hasta la habitación principal, en busca de su novio.
- JiMin-ssi -llamó de nuevo al no encontrarlo en ningún lado.
Probablemente fue a comprar alguna golosina.
Se encogió de hombros al obtener
una posible realidad de parte de su mente y regresó a la sala de estar, lugar donde el rubio invitado ya se había colocado cómodo en el sofá, incluso comiéndose las palomitas restantes mientras observaba la
pecera tras el sofá que tenía una
pequeña serpiente rosada en su
interior.
-¡¿Tienes una serpiente?!
Paciencia JungKook, la familia es
familia no objetivos de homicidio.
-¿Cuánto tiempo te quedarás?- Inquirió el azabache, sonando grosero, pero importándole casi nada.
-Hasta mañana.
El menor asintió convencido.
-¿Tu roomie es lindo? -Preguntó de repente el mayor, girando su cabeza para mirar expectante al menor.
-¿Para qué quieres saber?
Yeosang miró con una ceja alzada a su pariente.
¿Acaso ese enano le había
respondido ácido?
Antes de que pudiera decir algo la puerta frente a ellos se abrió. Los dos Jeon presentes pasaron su vista al origen del ruido, viendo como un atractivo castaño que vestía casual entró con una expresión animada.
-Hola -saludó JiMin a su novio,
sonriente, luego pasó su vista hacia el rubio del mismo apellido-. Hola Hyung, mi nombre es JiMin, es un gusto finalmente conocerlo.
El mayor de la pareja hizo una
reverencia y -luego de quitarse los
zapatos- entró a su hogar para ir
hasta la cocina y dejar las compras que había hecho, tarareando una canción cualquiera en el proceso. Cuando JiMin había desaparecido de la vista de ambos, Yeosang se levantó de repente y se acercó apresurado hasta el azabache, asustándolo por lo repentino.
-Necesito su número de teléfono.
JungKook abrió sus ojos en grande y frunció su ceño, ese desagradable y molesto burbujeo en el estómago haciéndose presente de nuevo por la forma descarada en la que el mayor había solicitado aquello.
Dios protega el alma del rubio.
(...)
Los tres chicos se encontraban en sillón principal de la sala, mirando una película con un par de chucherías y refresco que el castaño de apellido Park había comprado antes. Yeosang y JungKook estaban a los costados del sofá mientras que JiMin estaba en medio, cosa conveniente para esta historia.
Una película americana romántica para nada extraordinaria se estaba transmitiendo, y luego de mucha insistencia el castaño había logrado convencer al menor de verla con él. Era cliché, trillada, de bajo presupuesto y tenía una puntuación horrible en el noventa por ciento de los sitios web en donde era ofrecida, sin embargo JiMin estaba realmente
emocionado por verla, tanto así
que logró cambiar la opinión de su preciosa pareja para finalmente mirarla juntos, sonriendo victorioso al creer que él lo había convencido de hacerlo.
Cuando realmente lo que convenció al de ojos color miel fue la cercanía de su primo con su novio, aunque no es algo que deba narrar.
No sabemos cómo, pero hubo
un momento en el que el brazo
del rubio pasó por detrás de los
hombros del castaño quién noble no
prestó atención ya que realmente
estaba concentrado en la película.
JungKook por su parte, si lo notó.
Entonces luego de unos minutos,
Yeosang comenzó a sentir como algo se arrastraba por su brazo, al principio no le prestó atención, pero en cuanto JungKook habló su piel se puso pálida como algun trozo de papel.
-¿Dónde está Aengdu? -Preguntó JungKook con inocencia, mirando
la pecera detrás suyo como si
realmente desconociera el paradero de su mascota.
Entonces un golpe sordo llamó la
atención de los otros dos presentes, quienes al voltear vieron como el invitado estaba en el suelo, completamente inconsciente y con una pequeña serpiente rosada saliendo lentamente de la manga
de su camisa.
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