Tang se atragantó con unos fideos al ver cómo MK entraba a gran velocidad sobre su nube, y junto con él, el linze que tanto lo había ayudado a recuperarse. El de anteojos corrió detrás de Pigsy, dejando salir un grito poco digno de un hombre, mientras que el demonio observaba con los ojos bien abiertos al chico y el animal.

–¡MK! ¡En qué estabas pensando con traerlo contigo!– dejo salir el chef, señalando al peligroso animal con ambos brazos sin poder creer lo que veía.

–Es que él vino directamente conmigo– respondió lijeramente avergonzado, chocando sus dedos índices uno con otro, sin saber exactamente qué responder y mirando de reojo al linze, el cual estaba ajeno al problema y miraba la tienda de fideos entretenido –No quizo bajarse de la nube–

–¿Intentaste quitarlo siquiera?– pregunto el cerdo, mirando desconfiado al animal.

–Bueno...– comenzó, recordando que ni siquiera hizo amage a bajarlo –No creí que quisiera bajarse de la nube– se corrijio con cinseridad, pues lo había visto demaciado decidido como para intentarlo.

Pigsy se pasó la mano por la cara, sintiendo como el de anteojos temblaba tras él mirando al linze con miedo, estremeciondose al ver cómo el animal se volteaba a verlo y parecía sonreír, haciendo que Tang se desmayara.

–Lo llame Crimson– dijo el chico viendo cómo Tang se desplomaba en la silla, quedando con la cabeza colgando hacia atrás, eso se convertiría en un horrible dolor cuando se levantará. Sintió como el felino ronroneaba y dejaba salir una especie de gruñido como signo de que le gustó el nombre.

El cerdo al oír esas palabras supo que no podría quitarle a ese linze ni aunque le rezará a Buda, pues tenías que tener una muy buena fuera de voluntad para aguantar sus llantos cuando dejará de tener a su “mascota” y una fuerza bruta para siquiera asercarse al felino, que ya de por sí no dudaría en arrimarle un fiero zarpazo.

–¿Por que “Crimson”?– pregunto sin poder evitar la curiocidad, recordó que significaba “carmesí” en inglés, pero no entendía porque si era blanco y negro.

–Por sus ojos– respondió sonriendo al mirarlo devuelta, viendo sus hermosos ojos que le devolvían la mirada.

–...Mientras lo mantengas fuera de mi cocina y pidas un permiso legal para tenerlo estamos bien– dijo el chef viendo cómo el chico sonreía abiertamente.

–Gracias Pigsy– fue directo a abrazarlo, alegre de poder tenerlo, –Aunque creo que ya tiene dueño, párese muy bien cuidado– mientras escucha como el cerdo le da un punto a su lógica siente que se tensa de inmediato, el chico baja la vista y ve como Crimson se resfriega contra las piernas del demonio, notoriamente agradecido por dejarlo quedarse.

Pigsy se relaja después de unos segundos, cayendo en la cuenta que ese era una muestra de cariño y decide devolverla con unas torpes rascadas detrás de las orejas; el felino ronronea, mostrando su agrado hacia aquellas caricias.

MK concige que le den un permiso legal para tener de mascota a Crimson, por más que no tuviera licencia, consideraron que el famoso Monkey Kid debería de ser capas de domar semejante animal, pues considerando que acabo con LBD, debería de ser capas de cuidarlo.

Al menos MK creía que esa fue la lógica que usaron.

Todos se sorprendieron al recibir la noticia, a Tang le costó acostumbrarse ver al felino merodear en horas de cierre por la tienda, pero después de varios días logró mantenerse un poco más tranquilo. Quizás les guste conoser algunas experiencias de cada uno con el nuevo integrante.

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–Entonses, ¿Él te ayudo?– pregunto el domador de sombras, despues de resivir el mensaje fue directo a ver, sin creer realmente que MK decía la verdad; pero se llevó una gran sorpresa al ver al linze tan tranquilo sobre el regazo del chico.

–Sip– respondió él, escuchando como su nuevo amigo ronroneaba para seguir resiviendo más mimos.

–¿Y esa cosa no tenía dueño?– pregunto Red Son, extrañado por la sorprendente amabilidad del felino, no parecía tener absolutamente nada de salvaje, de seguro estaba mimado.

–Yo había subido muchas fotos de Crimson preguntando si era de alguien, pero nadie lo reclamo– respondió la chica dragón, acariciando junto con MK la cabeza del linze.

–Entonses decidí quedarmelo– hablo el chico orgulloso, escuchando esta vez un gruñido amistoso de parte de su mascota.

–¡¿Estás loco!?– grito el pelirrojo, resivinedo al instante toda la atención de los presentes –¿¡Tienes idea de lo peligroso que es!? ¡Mira si ataca a alguien! te estás metiendo en muchos problemas ¿¡Sabes siquiera como cuidar a esa cosa!?– escucho como Crimson bufaba en señal de estar ofendido antes sus palabras, pero en ningún momento hizo amage de querer atacarlo, solo se limito a ignorarlo.

–Lo tengo en cuenta Red Son, a demás que ya he estado investigando en internet todo lo que necesitan– respondió MK sacudiendo de un lado a otro su teléfono con un apequeña sonrisa.

Tang apenas podía hablar; sin siquiera estar seguro de ser correcto abrir la boca en esos momentos, tenía miedo de hablar y resivir un zarpado de ese animal.

–La verdad es que parece tener dueño– opino Sandy curioso mientras acariciaba a Mo, sin estar completamente seguro de que fuera callejero –¿Ya has pedido el permiso de tenerlo?– pregunto con curiosidad, estando seguro de que el chico sabia lo que hacia.

–Por supuesto– respondió MK sonriendo más al darse cuenta que Sandy lo apoyaba.

–No tienes licencia– agrego rápidamente Macaque, crusandose de brazos y moviendo su cola con ligera confucion.

–No, pero consideraron que soy capaz de tenelo sin problemas– el chico sonrió, tuvo que rogar, pero cuando se estaba rindiendo de pronto le fue extendido un papel con la autorización de poder conservarlo, el que se lo extendía miraba al animal con ojos grandes y casi desorbitados por el miedo, manteniendo su cuerpo tenso en un intento de no mostrar su temblor ante los fulminantes ojos del felino.

Macaque solo se limito a observar a Crimson con algo de sospecha, no era un animal cualquier, eso era un hecho.

MK en cierto modo se alegro que ninguno mencionara a Monkey King, sin querer realmente verlo o escuchar su nombre, eso le hacía recordar la pelea que habían tenido. Sinceramente estaba sorprendido por la falta de aparición del inmortal, ni siquiera se había molestado en buscarlo y reclamarle su falta de respeto, o las faltas seguidas a su entrenamiento, parecía haber desaparecido por completo.