Moto
Nota: algo bien corto que se me ocurrió mientras hacia los otros capítulos.
Mei estaba mobiendose a gran velocidad por la ciudad, riendo a carcajadas mientras hacia maniobras solo para matar el tiempo, pero en un momento, una brillante estela de color rojo y negro paso a su lado, quedando a tres o cuatro metros delante de ella.
Podía ver la motosicleta de color negro y detalles rojos muy brillantes, el conductor usando un traje del mismo color que su vehículo y para su sorpresa, con la cara de un dragón estampado en su espalda. Podía darse cuenta que era un chico por su constectura física. Este se volteo a verla con el casco puesto y con un fuerte movimiento levantó su moto para que condujera con una rueda.
Se mantubo así por unos segundos hasta que bajo y volvió a mirarla, ella entendiendo y riendo, imitandolo sin mucho problema, el conductor hizo que su moto aselerara y así, empezó una carrera emocionante.
Esquivaban todos los autos con rápidos movimientos y mucha destreza, acelerando en los mejores momentos e incluso haciendo trucos como si nada fuera peligroso. Los dos se reían a carcajadas y la adrenalina no parecía querer abandonarlos, y cuando estaban por terminar la carrera solo aceleraban para que durara más, para Mei, ese fue uno de los mejores días.
Al final, se detuvieron antes del final de la ciudad y Mei gano solo por sentimetros, se quitó el casco y festejo, quitándose el sudor de la frente y riendo a carcajadas.
–¡Eso fue genial!– se volteo a verlo con una sonrisa, él solo descansando en su moto sin siquiera quitarse el casco –¡Eres exelente con la moto! ¡Jaja! ¡Nunca creí poder hacer una carrera así de la nada!– se acercó unos pasos, exajerado los gestos por culpa de la adrenalina.
–hace tiempo no hacía una carrera así– hablo él, su voz estando tapada por el casco pero Mei creyó poder reconocerla –pero te ví y creí que no sería mala idea– se quitó el casco y Mei jadeo.
–¡Crimson!– estaba usando Glamour, pero ya lo había visto con una apariencia humana y pudo reconocerlo.
–hola Mei~– sonrió y volvió a descansar en su moto.
–¡No puedo creerlo!– volvió a reír a carcajadas –¡No sabía que te gustaba ir en moto!–
–me encanta, es solo que con mis viajes no la uso muy seguido, suelo hacerlos a pie y usando mis poderes– se encojio de hombros pero sin dejar de sonreír.
–¿Y dónde dejas tu moto?– tenía curiosidad, pues si no se la llevaba tenía que dejarla en un lugar seguro.
–tengo un conocido que se ofreció a cuidar mis cosas después de que lo ayudara en algo y le dijera que era viajero–
–¡Genial! ¡Oye! ¡Hay que hacer esto de vuelta algún día!– salto con emoción, ya esperando que ese día llegará.
–seguro, me gustaría la revancha– sonrió, ya sintiendo que su amiga contaría a gritos la carrera a los demás, muy probablemente aria un en vivo la próxima vez que compitieran.
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