LINTERNA VERDE CH 2
CAPÍTULO DOS: LA DURA REALIDAD DE UN HÉROE
Era una noche como cualquier otra en Metrópolis. Los ciudadanos de bien dormían plácidamente en la comodidad de sus hogares para, como de costumbre, reponer fuerzas y seguir ejerciendo sus labores al día siguiente para mantener la prosperidad de su amada ciudad.
Pero a la vez, los malhechores aprovechaban el manto nocturno para hacer sus fechorías.
-Lo logramos, compadre. ¡Mira todas estas joyas!- un par de ladrones salieron de una joyería y se quitaron sus pasamontañas para poder admirar el botín.
-¿Sabes cuánto nos podrán dar por esto?- su socio sostuvo un collar de oro y diamantes.
-Diez años en una cárcel estatal, tal vez cinco por buena conducta.
Ambos se tensaron cuando alguien respondió esa pregunta. Lentamente se giraron para ver al responsable que era nada menos que Lincoln, que descendía del cielo con los brazos cruzados dedicándoles una sonrisa de burla.
-Incluso menos si ahora mismo se rinden y no oponen resistencia alguna- continuó bromeando.
-¡SUPERMAN!- aterrados, desenfundaron unas pistolas para dispararle, pero de nada les servía porque esas meras balas de plomo solo se embutían contra su cuerpo no haciéndole el más mínimo daño.
-¡¿AHORA QUÉ HACEMOS?!- retrocedieron con piernas temblorosas.
-Darse por vencidos y pensar en llamar a un buen abogado sería lo más sabio que podrían hacer ahora- siguiendo burlándose, el peliblanco avanzó hacia ellos aún levitando en el aire.
-¡ESO JAMÁS!- montándose en un auto, emprendieron la retirada pisando a fondo el acelerador.
Kal-El no hizo algún movimiento para detenerlos y permaneció en su lugar cerrando los ojos para negar con la cabeza susurrando: "¿Cuándo será el día en que aprendan?"
-¡JA, JA, LO PERDIMOS!- reían totalmente seguros de que se salieron con la suya.
Euforia que no les duró nada porque sin previo aviso una enorme mano hecha de energía verde sujetó el carro manteniéndolo en el aire ya no pudiendo ir a ningún lado.
-¿Iban a alguna parte?- la responsable de eso fue Lana, mejor conocida, como Linterna Verde e hizo que esa manota arrancara el techo del auto para sujetarlos e inmovilizarlos con cadenas y grilletes creados con el poder del su anillo.
-Con cuidado, no los aprietes con mucha fuerza. No querrás dejarlos como pasta dental gastada- aconsejó el último Kryptoniano con vida todavía manteniendo ese humor que por lo general usa al momento de tratar con delincuentes de poca monta.
-Y con estos ya llevamos 20 esta noche- celebró la rubia luego de amarrar contra un poste a los ladrones, casi se sentía como si estuviera jugando algún tipo de videojuego.
-¡POOMM!- tiempo para festejar no había porque a lo lejos se produjo una explosión.
-Eso provino del banco principal de Ciudad Metrópolis...- informó Lincoln parándose a su lado y usando su súper visión para ver a la lejanía y a través de los edificios como una banda de delincuentes sacaban bolsas de dinero de ese lugar.
-¡A trabajar se ha dicho! Pero esta vez déjame a mí darles el saludo- con toda emoción, la blonda emprendió rumbo hacia el lugar de los hechos seguida de un risueño Lincoln, que casi se sentía como un hermano mayor que es arrastrado en los juegos de algún hermano menor.
(...)
-El Dúo Dinámico lo Hace de Nuevo- leyó Chandler Luthor el encabezado del periódico del día siguiente que hablaba sobre lo que Superman y Linterna Verde hicieron en la noche -es increíble como un par de payasos disfrazados que detienen a unos vulgares criminales se llevan todos los aplausos y opacan las noticias de verdadera importancia- le dio vuelta a la página para ver otro anuncio en dónde lo mencionan.
-Solo son la moda del momento, cariño- quiso calmarlo Lola, qué a su lado, recibía un masaje en los pies mientras le aplicaban pediquiur y peinaban su largo y sedoso cabello dorado debido a que están en un Spa en dónde recibían todo tipo de atenciones.
-Si no fuera ya suficiente con ese asqueroso alienígena dando vueltas por ahí y metiéndose en dónde no lo llaman, ahora aparece esa otra estúpida que en un mes también ha metido las narices en dónde no le incumbe- el pelón dijo esto más para sí mismo que para su pareja y tiró a un lado el periódico para que le quitaran la peluca y le hicieran un masaje en su calva cabeza.
-Verás que cuándo anunciemos al público nuestro compromiso, ese par pasará a la historia- afirmó la gemela de Lana y tomó de su Martini.
Una bella y aclamada pilota que se cree la máxima sensación poseedora de un ego del tamaño de un planeta junto con un magnate que ante el ojo público es un ejemplo de eficiencia mientras que en secreto es una mente criminal responsable de los actos más nefastos que se hayan visto alguna vez en Ciudad Metrópolis; sin dudas forman una pareja de lo más peculiar.
Son tal para cual.
(...)
-¿Puedes creerlo, Villa Chica? ¿Quién hubiera pensado que el pelonchas de Luthor algún día iba a sentar cabeza? Y mejor aún, con la queridísima "Princesa Rosa"- dijo Ronnie a Lincoln cuando vieron el encabezado del periódico perteneciente a otra editorial diferente al Daily Planet.
-Pues se me hace una linda unión. Se parecen tanto en muchos aspectos- aunque trató de bromear, el albino sabía muy bien lo que Chandler es capaz de hacer y se preguntaba si su prometida sabía de los negocios sucios que él hace o vivía feliz en la ignorancia.
-Yo digo que solo duran un mes. ¿Oigo apuestas?- ahora fue Zach el que intentó bromear y varios de sus colegas le siguieron el juego e incluso uno afirmó que solo durarían una semana.
Ronnie les dijo que no perdieran el tiempo en eso y que debían ponerse a trabajar, y aunque Kal-El quería reír por esa tontería, su sentido del deber le impulsaba a decirle a alguien de lo muy perjudicial que sería la unión de Lola y Chandler.
(...)
-A final de cuentas, parece que tú si serás la primera en volverte madre, hermanita- Lana soltó una pequeña risa triste al estar sentada en la cima de un edificio al leer ese encabezado llevando puesto su uniforme de Linterna Verde.
-No es un juego, Lana- advirtió Lincoln parándose detrás suyo y teniendo el ocaso a sus espaldas -Lex está lejos de ser el arquetipo del hombre ideal y es en realidad alguien muy peligroso. Si tu hermana no sabe en verdad la clase de tipo que es, entonces su vida correrá un grave peligro una vez que diga "acepto" en el altar- lejos de asustarse, su amiga ahora expresó una risa irónica.
-Es que no conoces a mi hermanita tan bien como yo. Si él no es lo que ella cree que es o llega a lastimarla de algún modo, entonces experimentará en carne propia la frase: "Ni el Infierno puede causar la misma furia que la de una mujer despechada" porque créeme, cuando ella se enfurece es capaz de desatar el apocalipsis- el héroe de la S hizo una mueca no sabiendo si exageraba o si lo que decía no estaba lejos de ser verdad.
-De todas formas, te recomiendo que la vigiles y a Lex. Si ves que hará algo que la pueda exponer a algún peligro, debes informarle enseguida y decirle la clase de persona que es en verdad para que lo deje antes de que le suceda algo que le repercutirá para siempre.
-Descuida, Superman. Estaré pendiente para que ese Cocoliso no le salga con mano negra a Lola- afirmó y se colocó su antifaz para iniciar con la jornada nocturna de patrullaje.
(...)
Pasaron los días y cada vez estaba más cerca el momento en el que Chandler y Lola unirían sus vidas en la santidad del matrimonio, generando muchas expectativas en los ciudadanos que se preguntaban cómo serían de ahora en adelante las de dos de los solteros más aclamados de todos.
-Mira a esos pobres parásitos- refunfuñó Lola acompañada por Chandler dentro de una limosina cuando llegaron al aeropuerto para dar otro de sus espectáculos acrobáticos, solo que esta vez, habían reporteros, periodistas y fanáticos de diferentes ciudades que los esperaban tal y como lo haría una multitud al recibir a famosos actores y actrices en la Alfombra Roja.
-No te amargues, preciosa. Dales el honor de recibir saludos de nuestra parte- poniéndose unas gafas negras, el magnate fue el primero en bajarse y caballerosamente le ofreció la mano para que saliera y dejara al descubierto su elegante y despampanante vestido rosa.
Eso solo agitó más las aguas y los espectadores, especialmente los hombres, quería ir a tocarle aunque sea una hebra de pelo y eran contenidos a duras penas por los empleados de seguridad. Otras personas gritaban su nombre y les tomaban fotos, en especial los reporteros que intentaban hacerse un espacio para hacerle, aunque sea, una pregunta.
-¡SEÑORITA DELISLE, SEÑORITA DELISLE! ¡¿Es cierto el rumor de que este será su último acto acrobático?!- pudo hablarle uno de los periodistas.
-No son solo rumores, cariño, es la verdad- hizo que se derritiera con el beso que le mandó.
-¡¿Pero por qué ahora?! ¡¿Por qué no antes?!- quiso saber ahora otro.
-Pues digamos que como dentro de poco sentaré cabeza al ser la Señora Luthor ya no tendré tiempo para eso una vez que me vuelva madre y forme mi propia familia- respondió dándole un tierno beso a Chandler y luego sonreír ampliamente a las cámaras.
-O sea que como de poco contraerás nupcias con tu "Príncipe Encantador" que te dará todo lo que quieras en bandeja de plata ya no te verás en la necesidad de trabajar para ganarte el pan de cada día como el resto de nosotros, ¿Correcto, guapa?
Tanto Lola como Chandler cambiaron drásticamente sus expresiones de prepotencia por una de enorme molestia al reconocer esta voz y se giraron para ver a Ronnie que les dedicaba una de esas sonrisas maliciosas y desafiantes acompañada, como de costumbre, por Lincoln y Zach que les tomó una foto para tener grabada por siempre las caras que ahora tenían.
-Santiago... ¿Qué pasa contigo? ¿Celosa de que pude ganarme el corazón del Don Juan al que desechaste sin misericordia alguna?- la rubia no iba a morderse la lengua para contraatacar.
-¿Y se supone que debo arder de los celos y del coraje por alguien que luego de su Luna de Miel deberá limpiar los platos, lavar el piso y tener siempre bien planchada la ropa para cuando llegue su hombre trabajador luego de un arduo día de trabajo? Claro, a menos que contrates a alguien que haga todas esas molestias por ti y te la pases comiendo helado ante la TV al punto de que ya no te quedará la ropa que ahora mismo usas- imposible les resultó al albino y al pelirrojo contener su risa por tal broma que hizo que la pilota se pusiera roja de la ira.
-Ronnie, Ronnie- intervino Chandler al que le dio cierta gracia la situación -tú ya tuviste tu oportunidad conmigo y la desperdiciaste. No te desquites con el actual amor de mi vida que una vez le ponga el anillo tendrá todo aquello que rechazaste, y por favor, no hagas ahora una escena en la que me pidas una segunda oportunidad- trató de devolverle la humillación que le causó a su prometida.
-Primero te crecerá cabello antes de que me vean pedirte de rodillas para que regresemos. Y hablando de lo que rechacé, ¿Ya le dijiste a tu encantadora pareja sobre las investigaciones que el FBI está haciendo sobre esa banda de lavado de activos que supuestamente trabajaba a la sombra de LexCorp? Porque estoy segura de que con el dinero que eso produjo sería suficiente para comprar un anillo tan costoso como el que ella ahora mismo usa tu noviecita, ¿No?
Ya también ardiendo del coraje, Chandler le pidió a Lola que siguieran moviéndose para no tener que aguantar tales acusaciones que le siguieron dando mucha risa a Zach y a Lincoln, aunque este seguía preguntándose si Lola sabe de los negocios sucios del pelón y está con él por el dinero y comodidades que le puede ofrecer o si realmente lo amaba sin importar que clase de persona es.
Una hora después, se realizaron los últimos preparativos para el espectáculo. Como siempre pasa, la muchedumbre estaba de lo más ansiosa por ver las acrobacias que Lola haría con su avioneta sintiéndose dichosa por presenciar este último espectáculo de su parte.
-Que comience esto de una buena vez para poder irnos. Luego de esto tenemos que ir a cubrir como inauguran el nuevo Centro Comercial y otras cosas de mucho mayor interés- apuraba Ronnie cruzada de brazos y moviendo de arriba abajo el índice derecho.
Lana no está muy lejos, de hecho, estaba en los mejores asientos junto con Chandler usando un elegante vestido verde adecuado para la situación porque al ser la gemela de Lola, obviamente no podía ser dejada de lado y debía ver el último gran acto de parte suya.
Aunque aprovechaba lo cerca que está del multimillonario para examinarlo de arriba abajo preguntándose si todo lo que Superman le dijo es real y si su hermana correrá peligro al estar a su lado, por lo que no pudo evitar fruncir el ceño teniéndole mucha desconfianza.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando al fin inició el espectáculo y su gemela prendió motores y su avioneta comenzó a moverse. Al ser este el último show de su parte, intentaría hacer algo digno de conmemorarse y su intención sería escribir en el cielo con el humo de su vehículo las palabras "Princesa Rosa por Siempre"
Todo iba bien tal y como se esperaba, pero entre tantas exclamaciones y gemidos de asombro, Kal-El pudo distinguir con su súper oído ciertos comentarios no muy loables.
-Con todos estos ricachones aquí idiotizados por las maromas que esa preciosa hace, nadie nos descubrirá cuando robemos todo lo que sus lindos autos poseen- con su visión de Rayos X notó como unos ladrones escondidos entre el público se retiraron con discreción rumbo al lugar en dónde fueron estacionadas las limosinas y demás elegantes automóviles.
-Este... ¿Me disculpa, Señorita Santiago? Debo... ir a regar las flores- fue su excusa para retirarse haciendo que la latina le dedicara un comentario burlón.
Siendo este el peor momento para ir a luchar contra las Fuerzas del Mal.
Todo iba bien en el cielo y Lola ya había escrito la primera mitad del enorme anuncio, incluso se tomó la enorme molestia de crear unos cuantos corazoncitos.
-Ahora a dejarlos a todos con la boca abierta al hacer cuatro giros sucesivos- presionó unos interruptores en el panel de controles dispuesta a realizar esas maniobras.
Inesperadamente, el motor de su aeroplano comenzó a expulsar humo negro al mismo tiempo que produjo el sonido de metal rompiéndose y piezas desencajándose.
-¡¿PERO QUÉ DIABLOS...?!- desesperada, volvió a tocar los controles intentando resolver el problema y toda la arrogancia que había tenido se transformó en un desmedido terror.
Uno que se potenció cuando el interior de la cabina fue inundado por ese humo que le hizo toser desesperadamente hasta que comenzó a gritar porque comenzó a producirse un incendio que lentamente quemó su traje de aviadora.
-Oigan... es idea mía, ¿O el avión de la Señorita Delisle está botando fuego?- preguntó Zach a Ronnie y a sus colegas camarógrafos y demás miembros de la prensa.
-¿Cómo dices?- la pelinegra le quitó su cámara para poder mirar mejor la avioneta al enfocarla con el lente de aumento abriendo enormemente los ojos al notar como se quemaba.
-¡OH DIOS MÍO, EL AVIÓN DE ESA IDIOTA SE ESTÁ INCENDIANDO!
Su aviso cambió drásticamente el humor de las personas, que al igual que su aclamado ídolo, entraron en pánico y comenzaron a gritar sin saber que hacer para evitar que sucediera la peor de las catástrofes llegando incluso a gritar el nombre de Superman para que hiciera una de sus milagrosas apariciones en el momento correcto a la hora correcta.
Lana no era excepta al caos colectivo, de hecho, era la más aterrada por lo que llegara a pasarle a su gemela y miró desesperadamente de un lado a otro sin saber que hacer; si tirar a la basura su identidad secreta y usar su poder de Linterna Verde para ir a salvarla no importándole que todos sepan que es la nueva heroína de Ciudad Metrópolis o aparentar las apariencias y limitarse a gritar pidiendo que alguien o algo la ayudara.
Sus instintos de hermana le impulsaron a hacer lo que hizo a continuación.
-¡Espero no arrepentirme de esto!- miró su anillo y extendió hacia arriba el puño derecho.
Ahora todos, especialmente los más cercanos a su posición, quedaron ciegos por instantes cuando ella brilló de color verde dando paso a su traje de Linterna Verde haciendo que más de uno abriese enormemente la boca por la impresión.
-¡NO PUEDE SER! ¿La hermana de Lola es esa heroína?- Luthor se sintió un completo estúpido porque literalmente tuvo en su narices a la segunda defensora de la ciudad que cree que es de su propiedad.
-¡VOY POR TI, LOLA!- no prestándole atención a las miradas que se posaron en ella, Lana fue a salvar a su gemela volando a toda velocidad antes de que fuera demasiado tarde.
-¡AAAHHH OOOAAAHHH AYUDA, AYUDA, POR FAVOR, AYUA!- gritaba en agonía la otra rubia porque el fuego dentro de la cabina comenzó a quemarla, especialmente el lado derecho de su cuerpo, y su bonito traje rosa no le ofrecía ningún tipo de protección.
Y por si no fuera eso suficiente, su avión se dirigía directamente hacia los espectadores y esta vez no sería una falsa caída en picada para dejar sorprendido al público.
-¡LOLA!- pero Lana actuó justo a tiempo y creó dos enorme manos verde, una sujetando el dañado vehículo volador y con la otra arrancó el techo para tomarla -¡DESCUIDA, ESTOY AQUÍ CONTIGO, HERMANITA, ESTOY AQUÍ CONTIGO!
Lo primero que hizo al aterrizar fue dejar con cuidado en el piso el avión, al que ya había mojado con agua verde para apagar el fuego, y sin demora le quitó el quemado y humeante traje y el casco a Lola para que pudiera respirar.
Perdiendo el color en su bella cara al ver el fatal estado en el que ahora mismo se hallaba.
-No... mi hermana... no...- se despojó de su antifaz para corroborar que lo que ahora mismo veía era real y no un producto de su mente amante de las historietas -¡NO, NO, NO!- comenzó a traspirar desesperada al no saber que hacer.
Dejando caer lágrimas en el que alguna vez fue el lindo rostro de la pilota, cuyo perfil derecho sufrió quemaduras tan graves, que ya no tenía parecido alguno con el otro perfil.
-¡SEÑORITA, SEÑORITA!- sin darse cuenta, fue rodeada por la muchedumbre y los flashes de las cámaras no se hicieron esperar.
-¡¿USTED ES LA HERMANA DE LA SEÑORITA DELISLE?!
-¡¿CÓMO SE VOLVIÓ LA NUEVA HEROÍNA DE CIUDAD METRÓPOLIS?!
-¡¿ES CIERTO QUE SUPERMAN LA HA APADRINADO ENSEÑÁNDOLE TODO LO QUE SABE?!
-¡¿TIENE IDEA DE QUÉ LE PASÓ AL AVIÓN?!
Estas y muchas más preguntas la bombardearon, y sin que nadie se percatara, solo le sumaban más presión que no iba a tardar en hacerle estallar como un volcán en erupción.
-¡MALDITA SEA, YA CÁLLENSE!- gritó furiosa como pocas veces lo ha estado haciendo que todos enmudecieran por la forma en que intensificó su aura esmeralda -descuida, hermana, enseguida te llevo al hospital- cargó a Lola y se la llevó volando dejando a todos con sus dudas sin ser respondidas generando solamente más preguntas.
-Ummm... interesante... muy interesante...- Chandler se frotó el mentón pensativo, y a pesar de lo que acaba de pasarle a Lola, fue capaz de sonreír de medio lado.
Los engranes perversos dentro de su cabeza comenzaron a girar y maquinar grandes planes a futuro en dónde Linterna Verde tendrá mucho que ver si tiene éxito.
¿Y qué estaba haciendo Superman mientras que todo ese fenómeno mediático ocurría?
-Muy bien, iniciemos con el auto de la parejita del momento- el líder de los ladrones quiso saquear la limosina en la que Lola y Luthor habían llegado.
-Disculpen, pero no creo que sean los valets indicados para esos automóviles- ni siquiera pudieron ponerse los pasamontañas cuando el Kryptioniano descendió a sus espaldas.
-¡¿TÚ?! ¡¿Cómo es que siempre estás en el momento indicado para estropear los planes de los nuestros?!- demandó saber el maleante en jefe retrocediendo con piernas temblorosas.
-Cuestión de suerte, bueno, de mala suerte para los de su tipo- tan característico de su parte, se les acercó despacio después de dedicarles una inocente y tonta broma.
-¡PUES HASTA AQUÍ SE TE ACABÓ LA SUERTE!- uno de ellos lo atacó por atrás pegándole en la nunca con un bate de beisbol con tanta fuerza que lo rompió.
-Oye, me despelucaste- esa agresión no le hizo el más mínimo rasguño al peliblanco que giró lentamente la cabeza hacia atrás para dedicarle una sonrisa que le heló la sangre.
-¡TODOS CONTRA ÉL!
Con barras de metal, manoplas, puñales y demás armas cuerpo a cuerpo lo atacaron de todas las formas que podían, pero sin importar que tanto hicieran, no lograban hacerle un solo rasguño y él solo se limitó a permanecer quieto en su sitio manteniendo los brazos cruzados esperando a que se cansaran.
-¿Y bien? ¿Ya tuvieron suficiente?- río cuando se detuvieron exhaustos por tal labor infructífera.
-¡ERES UN HIJO DE...!- con una navaja, el líder le apuñaló el ojo izquierdo, pero el filo se rompió en varios pedazos apenas tuvo contacto contra él que únicamente parpadeo sin borrar su sonrisa socarrona haciendo que se tragase un nudo que se le formó en la garganta.
Antes de que pudiera hacerle nuevamente mofa, pudo escuchar con su agudo sentido auditivo la conmoción que ocurrió en el espectáculo que hacía Lola y al alzar la cabeza vio como Lana se alejaba a enorme velocidad rumbo hacia la ciudad.
-Algo... algo grave a ocurrido.
Al haberse distraído con esos maleantes no pudo percatarse de la calamidad hasta que fue demasiado tarde, y luego de noquearlos de meros golpecitos en el cuello, fue tras su compañera esperando que nadie haya salido lastimado.
(...)
-Esta locura no puede estar pasando en verdad...- sujetándose los costados de la cabeza, Lana caminaba de un lado a otro delante de la sala de urgencias en dónde operaban a Lola.
Afuera del hospital se había reunido una multitud que hace un escándalo comparable al que harían los fanáticos del futbol en el estadio cuando su equipo logra una anotación. Una gran porción exigía saber cómo se hallaba su "adorara estrella" y la otra porción quería corroborar si su gemela es en verdad la más reciente súper heroína de la ciudad.
-No quiero imaginarme el caos que está hecha su cabeza ahora mismo- comentó Zach tomándole fotos. Solo a él, Ronnie, Lincoln (Ya usando sus ropas naranjas de periodista) le permitieron ingresar al lugar junto con reporteros de alto calibre para cubrir la noticia.
-Ella habría sido toda una ególatra y creída de primera clase, pero no merecía sufrir por lo que acaba de pasarle- dijo con mucho pesar la latinoamericana.
-Lana...- Lincoln le dedicaba una mirada de también mucho pesar a su amiga justiciera.
Tan solo lleva alrededor de un mes usando el uniforme de Linterna Verde y ya ha experimentado en carne propia lo que es que un ser querido esté en peligro de muerte. Aunque no fue por culpa de alguna acción de parte suya en el cumplimiento del deber, eso no le quitaba lo trágico a alguien que luego de vencer a su primer gran enemigo tenía todo el entusiasmo del mundo en ejercer la labor que se le ha conferido; incluso peor porque ahora todos sabían su verdadera identidad.
No muy lejos Lex y la que parecía ser su asistente también están a la expectativa.
-¿Quiere que la investigue y sepa todo de ella?- le preguntó.
-No, descuida, Cristina. Esto es algo que debo hacer yo mismo- afiló la mirada otra vez sonriendo.
-Familiares y amigos de la Señorita Delisle- habló un doctor saliendo del quirófano.
-¡¿Cómo está mi hermana?! ¡¿Se pondrá bien?!- antes de que los miembros de la prensa también lo bombardearan con un millar de preguntas, Lana fue la primera en acercársele.
-La Señorita Delisle está estable y fuera de peligro, al menos, por el momento- sonrió aliviada.
-¿Pero...?- Ronnie le instigó a seguir sabiendo muy bien que no todas serían buenas noticias.
-Desafortunadamente el lado derecho de su cuerpo sufrió de graves quemaduras de las que nunca podrá reponerse y necesitará de tratamientos especiales por el resto de su vida. Lo lamento tanto.
La expresión de Lana volvió a ser una de total desesperación y se llevó una mano a la frente intentando procesar tan demoledora noticia no pudiendo hacer nada más que soltar lágrimas de desdicha e impotencia, porque por más poder que ahora posea, no le sirve de nada para ayudar a una de las personas que más ama.
Lincoln la vio fijamente tentado a palmearle el hombro y dedicarle algunas palabras de apoyo, pero eso sería muy sospechoso de parte suya e incluso podrían descubrir que es Superman. Miró de reojo a Chandler, qué a modo de expresar su descontento, cerró los ojos soltando un pesado suspiro sin sobreactuar o exasperarse de alguna manera.
Así que luego de mantener a raya, otra vez, a la prensa, fueron al cuarto en dónde está Lola. A Linterna Verde se le estrujó el corazón al verla ahí postrada en la cama, cubierta con una blanca sábana desde el cuello hasta los pies, conectada a un respirador y máquinas que monitoreaban su pulso.
No podrá ver el resto de su cuerpo, pero con tan solo mirar las vendas y gasas que tiene en su perfil derecho le basta para hacerse una idea del enorme sufrimiento que siente por dentro y que le esperará de ahora en adelante y que podría haberse ahorrado si hubiera actuado enseguida en vez de preocuparse por su identidad secreta.
-Mi hermanita...- con cuidado acarició su cabeza cuyo cabello que antes resplandecía como el Sol ahora está marchitado como los arboles de un incendio forestal.
-Disculpe, ¿Es la hermana de la Señorita Delisle?- le preguntó una mujer acercándosele con un hombre de duro semblante.
-Sí, así es. ¿Quién quiere saberlo?- quiso saber no girándose para verlos al seguir sobando a su gemela dejando que unas lágrimas cayeran sobre su rostro.
-Soy Maggie Sawyer, Investigadora principal del Departamento de Policía de Ciudad Metrópolis y él es mi compañero, el Investigador Dan Turpin- se presentó mostrando su placa -y queremos hacerles unas preguntas sobre lo que acaba de pasarle a su hermana.
-Oigan, denle un descanso a la pobrecita- intervino Lincoln porque no le parecía muy correcto que la interrogaran ahora cuando está pasando por un momento tan difícil.
-Es por algo que descubrimos en su avioneta que podría serle de interés- las palabras del otro investigador bastaron para que Lana detuviera su acción y se girase para mirarlos.
-¿Qué es lo que saben?- no lo preguntó, exigió saber con notable hostilidad.
-Acompáñenos, por favor. Esto es algo que hay que tratar con toda la discreción posible- de modo indirecto, la Investigadora le dijo a Ronnie, Lincoln y demás miembros de las prensas que esto sería una charla que no les era de su incumbencia y que no debían meterse.
Todos tenían que retirarse, pero Chandler pidió un momento a solas con Lola siendo acompañado únicamente por su ayudante.
-Es una pena. Realmente eras una mujer muy bella, Lola...- también acarició el quemado cabello de su prometida -en fin. Cristina, llama a los encargados y diles que la boda se cancela- su semblante de pesar no le duró mucho y se retiró del lugar con toda calma manteniendo los brazos cruzados tras su espalda.
Revela lo muy poco que realmente quería a la mujer con la que estuvo a punto de casarse.
-¿Qué tienes realmente en mente, Luthor?- quiso saber ella mientras hacía la dichosa llamada.
-Un plan que si tiene éxito me ayudará de todas las maneras que puedas imaginar, en especial, a deshacerme de ese impertinente de Superman- arqueó una ceja preguntándose que se le ocurrió.
(...)
-¿Qué piezas vitales del motor de la avioneta estaban en mal estado?- Lana no pudo creer lo que el par de investigadores acaban de decirle.
-Efectivamente. Nuestros especialistas descubrieron que muchas partes del motor de la avioneta eran de mala calidad, tanto así, que prácticamente era una bomba de tiempo voladora.
-Y por lo que sabemos, usted era la principal mecánica en darle mantenimiento al vehículo de su hermana teniendo muchos años de experiencia en reparación de todo tipo de aviones. ¿Cómo no se dio cuenta de eso antes?- recibió una mirada inquisitiva del Investigador Turpin.
-Bueno... yo... en realidad he estado muy distante de eso. Desde que su avión anterior fue destruido por culpa de ese alienígena llamado Sinestro, no he podido estar al tanto del que ha piloteado desde entonces debido a... ya saben, por estar patrullando la ciudad en mi calidad de héroe- miró su anillo que brilló levemente, casi como si le reclamara por echarle la culpa de ese descuido de su parte.
-Por lo que he tenido que dejarle las labores de mantenimiento y reemplazos de piezas a los demás mecánicos del aeropuerto. Eso significa qué... qué si yo hubiera estado al pendiente de que todo estuviera en perfecto estado, nada... nada de esto habría ocurrido.
Si antes ya sentía una gran culpa por no haber actuado enseguida para ayudar a Lola, ahora ese arrepentimiento se vio multiplicado por mil al caer en cuenta de que si hubiera realizado la labor que se supone debió haber hecho, Lola estaría bien.
-Dios Santo... ¡¿CÓMO PUDE LLEGAR A SER TAN ESTÚPIDA?!- los investigadores retrocedieron asustados cuando golpeó una pared con tanta fuerza que la reventó creando un temblor.
-¡CONTRÓLESE!- ordenó la Investigadora Sawyer llevando una mano a la pistola que tiene en la funda al lado derecho de su cintura.
-¡¿CÓMO QUIEREN QUE ME CONTROLE SI POR MI CULPA ELLA...?!- iba a enloquecer por la enorme culpa que comenzó a crecer en su interior.
-No es tu culpa, Lana- pero justo cuando estaba por estallar, apareció Lincoln, de nuevo vestido como Superman, entrando por el agujero en la pared que ella creó.
-¿Y a este quién lo llamó?- el Investigador Turpin lo vio de mala manera.
-¡¿Cómo qué no es mi culpa?! Si no hubiera desperdiciado el tiempo deteniendo a todos esos imbéciles, ¡Habría podido verificar que esos otros idiotas hicieron bien su trabajo en el avión de Lola!- su aura esmeralda se incrementaba desintegrando el suelo que la rodeaba.
-Lana- para calmarla, el albino le puso una mano en el hombro -no puedo decirte que entiendo el dolor por el que estás pasando ahora porque nadie cercano a mí ha resultado herido por algún descuido mío, pero lo que sí puedo decirte es que no te puedes echar toda la carga de la responsabilidad encima. No fue error solo tuyo, sino el de otras personas también y cuando varias personas se equivocan, es inevitable que un inocente pague los errores de todos.
No será precisamente el ser más sabio de todos, aún por más poderoso que sea, pero al menos intentaba suavizar el duro golpe emocional que sufre alguien de buen corazón que no merece pasar por la clase de tormentos que ahora mismo siente la heroína de ropas verdes.
-Dile eso a mi hermana, ¿Cómo podré verla ahora a la cara? O peor, ¿Qué dirá ella cuándo sepa que por mi culpa y la de los otros idiotas está como está ahora?- agachó la cabeza ya menos exasperada y desviando la mirada.
-Aunque también deberá preocuparse por sí misma y por los más cercanos a usted. Ahora que todos saben su verdadera identidad... ¿No tiene familiares que puedan correr peligro por culpa de los maleantes que quieran cobrarle venganza por lo que les ha hecho?- quiso saber Maggie.
-No, no. Nosotras dos no tenemos más familia porque mamá murió por culpa de un accidente de tránsito cuándo teníamos 15 años y papá pocos años después de que nos graduáramos de la universidad. Solo hemos sido ella y yo en todo este tiempo...- contestó y se secó las lágrimas.
-Entonces les recomendamos que la cuide mucho a partir de ahora, porque con lo que ha hecho en todo este mes, habrá una larga lista de fantoches que querrá ajustar cuentas pendientes- Dan no fue muy sutil al decirle esto, porque quiso que entendiera la gravedad del asunto.
Lana volvió a mirar su anillo al comprender no solamente la enorme responsabilidad que es ser un súper héroe en el mundo real, sino los porvenires que le traerá el camino que ha decidido seguir y que le afectaran de diversas maneras tanto a ella como a los que aprecia.
(...)
Los días pasaban, pero los ánimos calientes de los ciudadanos no mermaban en lo más mínimo y todavía estaban deseosos por saber del estado de salud de Lola y también conocer más sobre su gemela súper héroe.
Ella se negaba a dar entrevistas o contestar preguntas al permanecer a toda hora al lado de su gemela para verificar que estuviera bien, aún si eso significaba que debía dejarle toda la responsabilidad de cuidar la ciudad a Superman.
Extrañamente, Chandler había contratado no solo a los mejores doctores para que la atendieran como según él se debía, y no solo eso, sino que también contrató a un pequeño grupo de escoltas para que cuidasen a Lola y así tuviera tiempo para sí misma y para las demás personas.
Un gesto que ante los ojos del público era de lo más noble y con el que decía lo mucho que en verdad ama a la pilota, cuando en verdad todo eso era parte del plan que ha puesto en marcha.
Ahora mismo ella la acompañaba sentada en una silla. Su cabeza subía y bajaba de súbito al luchar contra el impulso de no quedarse dormida teniendo unas profundas ojeras que son un claro ejemplo de su falta de descanso por estar al pendiente de su hermana.
-No es sano que sigas con esto- tuvo un sobresalto cuando alguien le puso una mano en el hombro, siendo el propio Luthor que la miraba con una bien fingida expresión de preocupación.
-Ah... es usted... ¿Qué desea?- preguntó y se sobó la cara con ambas manos.
-Hablar contigo un momento, claro, si lo deseas- solicitó ofreciéndole un vaso de plástico lleno de café al esbozar una sonrisa de medio lado.
-Eh... muchas gracias- dudosa aceptó la bebida y tomó un poco -y... ¿De qué quiere hablar conmigo, Señor Luthor?- lo vio con desconfianza recordando las advertencias de Superman.
-No seas tan formal. Puedes llamarme Chandler o Lex o como prefieras, Lana- dijo con humildad -¿Si puedes hablar conmigo un momento?
-No... no creo que pueda. Debo permanecer junto a Lola para ayudarla cuando despierte.
-Has estado junto a ella sin despegarte ni una sola vez en estos días. No creo que pase nada si te tomas un descanso, además, también debes dedicarle algo de tiempo a ti misma y a tu salud- estaba refiriéndose a que casi no ha comido nada y se le notaba lo hambrienta y sedienta.
Lana quiso objetar, pero su estómago rugió como león, así que desvió la mirada apenada. Por lo que no le quedó más opción que aceptar hablar con él en otro lugar para recargar fuerzas que no pueden ser reemplazadas por el poder de su anillo.
Así que fueron a la cafetería del hospital, aunque más bien parecía servicio de restorán fino por el modo en que los trataban (Todo lo que puede lograr el poder del dinero)
-Déjame decirte que admiro lo que has hecho por Lola, eres toda una hermana de verdad al estar pendiente de ella a cada segundo. Me habría encantado hacer lo mismo, pero por desgracia, mis deberes me consumen tiempo que quisiera poder usar para verificar que esté bien.
-No hace falta que lo haga... Lex. Yo puedo encargarme de todo lo que ella necesite.
-De eso no me cabe ninguna duda. También es digno de aplaudir la labor que haces como heroína y lo que has logrado en poco más de un mes. Eres el ejemplo perfecto de que alguien que comienza desde lo más bajo puede llegar a la cima si se lo propone- muy confundida quedó por los halagos que él le dedicaba, no es el ególatra inhumano que Lincoln le dijo que era.
-Pues... gracias, aunque en verdad, se me dio ciertas ventajas que nadie más posee- volvió a mirar su anillo, a lo que Chandler arrugo el entrecejo.
-Sé que esto puede llegar a ser algo descarado de mi parte, pero, ¿Cómo lo logras? ¿Cómo es que puedes crear cosas de la nada? No eres un extraterrestre como Superman, ¿Cierto? ¿Es que acaso sufriste algún tipo de accidente que te otorgó esa clase de habilidades que nadie más posee o algo parecido?- ya tenía sospechas de que ese anillo era la fuente de su poder, pero debía corroborarlo.
-No, para nada. Si puedo hacer lo que hago se debe a este anillo de poder, que me fue conferido por una raza de pitufos alienígenas líderes de una organización de policías espaciales llamada Linterna Verde. Debió haber visto mi cara cuando vestí por primera vez ese uniforme- río un poco sin despegar la mirada del arma que antes le perteneció a Abin Sur.
-¿Y cómo funciona exactamente? ¿No tiene ningún límite y puedes hacer con él lo que desees?
-Bueno, en verdad...- estuvo a punto de decirle que debe recargar su anillo con la linterna que le entregaron y que mientras más fuerte sea su voluntad, más poderosas serán las cosas que cree, pero se detuvo al recordar con quién charlaba ahora mismo -es que... es algo que aún no sé como funciona en verdad. Sigo sin comprender todos los secretos que esta cosa tiene- terminó por decirle una verdad a medias.
-Entiendo...- Luthor se percató de que ella no le contaría todo lo que sabe así de fácil, pero antes de que pudiera decirle algo más, Cristina se le acercó y dijo algo al oído -¿Tiene que ser ahora? Ah... bien, fue un placer hablar contigo, Lana, pero el deber me llama.
-Pero si lo deseas, podemos seguir hablando otro día- sacó de su bolsillo una tarjeta y se la entregó -también puedes contarme todo lo que Lola necesite y si puedo hacer algo más para ayudarle, ¿Te parece bien?- nuevamente sonrió del modo más sincero que podía.
-Sí, sí. Lo tendré en cuenta, Lex- accedió todavía renuente y vio la elegante tarjeta que le entregó cuando él comenzó a alejarse con el mismo porte que usó cuando se fue del cuarto de Lola.
-¿Cómo marcha su plan de enamorar a la hermana de Lola?- quiso saber su asistente.
-Va como viento en popa, Cristina. Verás que en un mes ella será la nueva adquisición con la que llevaré a LexCorp a nuevos horizontes, que me ayudará a deshacerme de ese estúpido alienígena, ¿Y por qué no? Ocupar el lugar de su hermana a mi lado- hizo una pequeña risa de seguridad.
Sin dudas es la representación del lado más oscuro de la humanidad al ser capaz de aprovechar las desgracias ajenas para su propio beneficio sin importar a quién lastime en el proceso.
Lo que él y Lana ignoraban, era que Lola comenzó a despertarse removiéndose ligeramente en su cama soltando uno leves gemidos.
-Que pesadilla tan horrible... soñé que en medio de mis acrobacias mi avión se encendió y me estaba quemando viva y...- dejó de hablar al percatarse en dónde se hallaba.
Por segundos no comprendió lo que pasaba, hasta que el aún fresco dolor de sus lesiones le hizo reaccionar y comenzara a traspirar llevándose la mano derecha a su perfil quemado percatándose que toda esa parte de su cuerpo era recubierta por vendas y gasas.
-¿Qué significa esto...? ¿Qué fue lo que me pasó?- comenzó a entrar en pánico y se palmeó en todas partes y miró su mano vendada que ya temblaba por la desesperación.
Hasta que se vio en un espejo quedando paralizada al saber que medio cuerpo parecía una momia.
-No... no es verdad... esto no puede ser verdad...- con dificultad se puso de pie y fue hasta el cristal para verse mejor casi cayendo debido al dolor de sus lesiones.
-No es verdad... ¡NO ES VERDAD, NO ES VERDAD, NO ES VERDAD!
Presa de un desmedido terror, se arrancó los vendajes con tanta fuerza que también se extirpó algunos trozos de su piel quemada casi sufriendo un infarto al contemplar como el que antes fue todo su bello ser ahora estaba mitad deforme e irreconocible.
-Ah... ah... ¡AAAAAHHHHHH!- sujetó los costados de su cabeza soltando un grito con la potencia de la turbina de un avión jumbo que resonó por todos los rincones del hospital.
-¡SEÑORITA DELISLE, CÁLMESE!- el personal médico y guardaespaldas que Lex contrató para cuidarla enseguida entraron al oírla gritar así e intentaron calmarla.
-¡¿QUÉ FUE LO QUE ME PASÓ?! ¡¿QUÉ FUE LO QUE ME HICIERON?!- deliraba y entró en un estado colérico y trató de agredirlos sin importarle que solo se lastimaba aún más en el proceso.
-¡LOLA!- Lana no se demoró en llegar al lugar, y sin importarle lo que ella pudiera hacerle, fue a abrazarla -¡DESCUIDA, HERMANITA, ESTOY AQUÍ CONTIGO, ESTOY AQUÍ CONTIGO!
Sin importarle como se agitaba con violencia para liberarse llegando incluso a que la golpeara, pudo hacer que poco a poco se calmase y dejara de luchar sintiendo como ella relajaba su cuerpo y las lágrimas que salían de su ojo izquierdo le empapaban el hombro.
-Ya, ya, ya. Todo estará bien, te lo prometo...- palmeó su espalda meciéndola ligeramente.
-La-Lana... ¿Qué me ocurrió? ¡¿QUÉ FUE LO QUE ME PASÓ?!- quiso saber ya más calmada.
-Yo... no sé qué pasó en verdad. Pero te prometo que yo voy a cuidar de ti de ahora en adelante, mi hermanita- aseguró también soltando lágrimas no teniendo el valor de decirle que indirectamente fue culpa suya que ahora está en tan deplorable condición.
-Lana...- Superman también pudo oír el alboroto que Lola hizo y se hallaba flotando afuera de su cuarto de hospital con la cabeza gacha, también sintiendo el peso del arrepentimiento porque pudo haber hecho algo para evitar eso, pero no lo hizo.
Fallando enormemente en lo que se supone debe ser su especialidad.
(...)
Pasando otros días más, le dieron de alta a la pilota. Con nuevos vendajes y siendo empujada por Lana en una silla de ruedas, Lola ahora debía lidiar con los flashes de las muchas cámaras y preguntas que le dedicaban los miembros de diversos medios mediáticos que en tiempos pasados hablarían de banalidades, pero que ahora estaban deseosos de saber como sería su futuro de ahora en adelante.
-¡VAYAN A MOLESTAR A OTRO LADO!- les gritaba la mecánica tentada a llevársela volando para que no tuviese que lidiar con todo ese circo mediático.
-¡Muévanse rápido!- pero no podía hacer eso porque Cristina, por petición de Lex, las esperaba en su limusina para irse y así lo hicieron dejando atrás a toda esa avalancha de chismosos.
-Malditos idiotas... ¡¿No se cansan de hacerle aún más difícil la vida?!- siguió quejándose y miró hacia atrás como el hospital se hacía más y más pequeño -¿Para dónde nos lleva?
-El Señor Luthor les ofreció el Penthouse que tiene en la Zona Sur de la ciudad. Ahí estarán lejos de todos esos entrometidos y la Señorita Delisle recibirá los tratamientos que necesite- les explicó acomodando el espejo retrovisor para verlas.
-Espero que sea cierto- a la mecánica no le agradaba del todo la idea de que dependieran así de alguien al que no le tiene mucha confianza, pero con tal de ayudar a su hermana, estaba dispuesta a correr el riesgo -descuida, Lola. Verás como dentro de poco volverás a ser la misma de siempre- le tomó la mano izquierda sonriéndole para trasmitirle confianza a pesar de que sabe perfectamente que eso que dice no se hará realidad.
-... se acabó... mi vida se acabó...- dijo luego de unos segundos de silencio -mi carrera... mi imagen... todo lo que alguna vez fui... se acabó... ¡TODO SE ACABÓ, TODO, TODO!- volvió a gritar en estado de delirio puro y se tapó la cara con ambas manos.
-¡NO, NO, NO, POR FAVOR, NI DIGAS ESO, HERMANA!- volviendo a abrazarla, Lana se dio cuenta de que no solamente debía tratar con sus heridas físicas, sino también con el grave daño psicológico que es equiparable, o incluso peor.
-"El Señor Luthor sin dudas va a tener mucho trabajo por delante..."- pensó Cristina apenas controlando la risa irónica también valiéndole muy poco la agonía de la pilota.
(...)
-Bienvenidas sean al Penthouse del Señor Luthor- con bien fingida sonrisa, les abrió las puertas dobles del mencionado lugar luego de que unos asistentes médicos ayudaran a la lisiada a subir.
La boca de Lana se volvió un perfecto círculo por lo que vio. Ya antes ha visto las comodidades y lujos que alguien de una alta posición económica como Lola posee, pero nada comparado a lo que ahora mismo tenía en frente que era digno de la decoración del más majestuoso de los palacios.
-¿Así son todos los Penthouses?- dijo empujando la silla de ruedas de Lola mirando todo a su alrededor como si fuera de oro; pero su hermana no decía nada y mantenía la cabeza baja.
-Me alegra volver a verlas- las recibió Lex acercándoseles con su característico porte seguido de un par de médicos -Lola... quiero que conozcas a unas personas que te ayudaran. El Dr. Levario y la Dra. Niles. Ellos serán los principales encargados de tratarte, ¿Comprendes, linda?- le sobó su mejilla izquierda a lo que ella asintió con desganas.
-Bien, llévenla a su cuarto y trátenla con el mayor de los cuidados. Lana, acompáñame al cuarto en dónde te hospedaras- la mencionada dejó de admirar todo el lujo que la rodeaba cuando oyó eso.
-¿El cuarto en dónde me hospedaré? Pensé que compartiría habitación con Lola para así estar siempre al pendiente para lo que necesite- no está dispuesta a separarse de su lado.
-Eso sería algo complicado debido a que su habitación está llena de toda clase de máquinas e implementos médicos para sus tratamientos, pero descuida, tu cuarto está justo a su lado para que así la puedas auxiliar cuando lo necesite- le pidió a Cristina que tomara sus cosas y las cargara por ella mientras la dirigía hasta dónde se hospedará.
-Un gesto de lo más noble de tu parte, Chandler. Pero creo que debo permanecer a toda hora junto a Lola en caso de que necesite algo que los médicos no puedan darle.
-Despreocúpate, Lana. Te aseguro que todo saldrá bien para ambas- como él caminaba al frente, ella no pudo ver la siniestra sonrisa que esbozó -bien, este es tu cuarto. Espero que te sientas cómoda- con caballerosidad le abrió la puerta.
Si antes Lana quedó perpleja cuando vio todos los lujos de la sala del Penthouse, ahora se puso atónita por lo que se le presentó. Los muebles, las cortinas, la alfombra, los adornos, todo era digno de la realeza, tanto así, que por unos segundos creyó que se hallaba en el Cielo.
-En serio... ¿Puedo quedarme aquí?- imposible le era contener la ilusión que todo eso le generó.
-Por supuesto. Esta es tu casa a partir de ahora- esa reacción significaba para Lex que su plan seguía marchando a la perfección -no solamente Lola recibirá los cuidados que requiere, sino que tú también tendrás lo que necesites, y si te falta algo, no dudes en pedírmelo.
Linterna Verde vagamente le dijo que lo tendrá en cuenta porque se acercó a las enormes ventanas que le daban una hermosa vista de toda Ciudad Metrópolis; una perspectiva que nunca ha tenido ni siquiera ahora que tiene el poder de volar por los aires.
-Yo no... no... no sé que decir, Chandler. No solamente ayudas a Lola, sino que también no das esto, es... es increíble- las palabras de advertencia de Lincoln perdían cada vez más impacto.
-Es lo mínimo que debo hacer, no solo por la mujer que amo, sino también por una de las principales protectoras de estar hermosa ciudad- muy seguro está de que con esa clase de halagos y cumplidos lograría ganarse su confianza.
-Muchas... muchísimas gracias por todo- esa sincera sonrisa de parte de ella hizo que pusiera una expresión de: "Ya la tengo junto dónde la quiero"
-¡LANA, LANA! ¡¿DÓNDE ESTÁS?!- pero los llamados de Lola interrumpieron lo que cualquiera de ellos fuera a decir a continuación.
-¡YA VOY, HERMANA! Discúlpame, Chandler, pero debo ayudarla.
-Comprendo, déjame acompañarte- dejando que ella se adelantara, la siguió a paso lento visualizando lo que podrá conseguir una vez que la tenga a su completa disposición.
(...)
Continuaban los días y todo parecía estar mejorando para las gemelas Delisle. Lola recibía los cuidados que necesitaba y Lana podía quitarse algo de presión encima, obteniendo de paso, tratos que nunca antes ha tenido.
-¿Desea otra bebida, Señorita Lana?- le ofreció una empleada teniendo en manos una charola de plata con varias opciones de bebidas.
-Sí, por favor- aceptó y le dio un sorbo a su vaso sentada al lado de la cama en dónde está Lola.
-¿Todo bien por aquí?- les habló Lex entrando al cuarto con Cristina y los médicos.
-Todo bien, gracias- afirmó la mecánica mientras que la pilota no decía nada y solo mantenía la mirada fija en un punto inespecífico como si su mente estuviera desconectada de la realidad.
-"Interrumpimos este programa para traerles las últimas noticias"- dijo de repente Ronnie en la televisión -"el barco con Refugiados provenientes de Ucrania fue alcanzado por un misil Ruso"- se mostraron imágenes de como la embarcación recibió un impacto directo que creó un enorme agujero en su costado derecho.
-"Esto pudo haberse convertido en una tragedia comparable a la que actualmente sufre ese país, si no fuera por la intervención de nuestro defensor principal, Superman"- ahora se mostró como el dichoso Súper Hombre se metió en el agua para alzar con toda facilidad el barco y llevarlo a tierra firme y luego tomar rumbo a esa parte de Europa.
-"Con su ayuda esperamos que no solo esas personas, sino las que aún están en su tierra de origen, superen la situación tan crítica por la que ahora mismo pasan. Estaremos informándoles, Ronnie Anne Santiago del Daily Planet, se despide deseándoles un buen día"- dicho esto, la televisión siguió mostrando su programación normal.
-"Ese maldito imbécil..."- frunció el ceño Chandler entrecerrando los ojos.
-Superman... sin mi ayuda, él ha tenido que hacer solo todo el trabajo- por su lado, Lana se sentía mal de dejarle toda la responsabilidad de cuidar tanto a Metrópolis como al resto del mundo.
Ante sus palabras, Lex y Cristina se vieron de reojo y asintieron.
-Discúlpenme un momento- la castaña se llevó su celular al oído -sí, díganme... ¿Qué cosa? ¡¿QUÉ FUE LO QUE DIJISTE?!- por alguna razón se alteró.
-¿Pasó algo, Cristina?- exigió saber su jefe y Lana la vio confundida por ese comportamiento.
-El Centro de Investigaciones del lado Oeste de Metrópolis está bajo ataque, ¡UNA BANDA DE TERRORISTAS LA HA TOMADO!
-¡¿QUÉ?!- el filántropo perdió color ante tal noticia -¡¿Y la fuerzas de seguridad?!
-Acabadas. Parece un grupo muy organizado que sabe por dónde atacar. Debo llamar enseguida a la policía para que haga algo.
-Esto no puede estar pasando... si tan solo Superman estuviera aquí, él podría detenerlos sin siquiera sudar- cerró con fuerza los puños mirando de un lado a otro sin saber que hacer.
-Un segundo... Lana, sé que esto que te voy a pedir es demasiado, pero... ¿Podrías encargarte de este problema?- puso su mejor expresión de súplica.
-¿Yo? Bueno, no creo que me cueste mucho trabajo detenerlos, pero... no puedo dejar sola a Lola.
Un enorme conflicto iba en formarse dentro de sí, porque por un lado sentía que debía retribuirle al hombre que tanto ha hecho tanto por ellas, pero sus fuertes lazos fraternales le impedían abandonar a la otra blonda aunque sea solo por un momento.
-¡Lana, por favor! Esto es algo muy grave. Ese Centro de Investigaciones posee tecnología y armamento muy avanzado qué si cae en manos equivocadas, ¡Podría desatar un conflicto mil veces peor que el que está pasando ahora mismo en Ucrania!
Que enorme dilema al que se enfrenta ahora la predecesora de Abin Sur. Si se tratase de cualquier otra cosa se negaría, pero al tomar en cuenta lo que ese crimen puede causar a futuro y el quién le está pidiendo ayuda, bastó para que se decidiera.
-Muy bien, te ayudaré a detener a esos rufianes- extendió hacia el techo el puño derecho para brillar y tener puesto su uniforme de Linterna Verde -¿Dices que ese lugar está en la Zona Oeste de la ciudad?
-Así es, ¡Debes ir rápido antes de que sea demasiado tarde!
-Entendido. Muy bien, Lola, debo irme a atender algo de gran importancia. Regresaré pronto, ¿Lo comprendes?- le tomó una mano viéndola luego de quitarse el antifaz.
-...- su hermana seguía sin articular palabra todavía desconectada del resto del mundo, y como si de un autómata se tratase, asintió despacio.
-Excelente. No te preocupes, Chandler, detendré a esos idiotas en menos de lo que cambio el rotor de un avión- de inmediato saltó por la ventana y se alejó volando a toda velocidad.
-Sé que podrás, Lana, sé que podrás- riendo nuevamente, se retiró del cuarto sin siquiera dirigirle una mirada a la desvalida Lola seguido de su ayudante.
-¿Alguna duda sobre mi plan, Cristina?- fanfarroneó.
-No tantas como al principio, Señor Luthor, pero, ¿Es prudente exponer uno de sus principales Centros de Investigación?- obviamente todo eso era parte de su malévolo plan.
-Descuida, Cristina. Antes de hacer que esa manada de imbéciles hiciese su ataque, moví lo principal a los otros Centros por lo que ahí solo quedan meras migajas. Pero nada de lo que esos Centros posee es comparable a la poderosa arma que ahora mismo poseo.
Completamente seguro de que tiene a Lana bajo su control, bajó por el ascensor siguiendo pensando en las diversas maneras que la puede usar para sus propósitos.
Capítulo dos completado el 18/03/2022.
Y eso fue todo por el día de hoy, señoras y señores. Espero que les haya gustado el nuevo capítulo y que no les haya resultado pesado o aburrido de leer, pero eso se debe a que debí cambiar muchas cosas con respecto a lo que tenía originalmente planeado.
Mi idea original era que con el pasar del tiempo Lola comenzara a desarrollarle fuertes celos e ira a Lana debido a que esta se lleva toda la fama y reconocimiento de la ciudad y debido a esto llama la atención de un anillo rojo que la elige para ser un Linterna Roja, pero a medida que escribía, me di cuenta de que esa era una motivación bastante estúpida e infantil y por eso tuve que borrarlo todo y comenzar de nuevo pensando en un mejor trasfondo para lo que pasará más adelante, porque sí, como lo habrán deducido ya, en el siguiente capítulo obtendrá el Poder de la Ira.
Además, también me percaté que en el capítulo anterior fui demasiado al punto, muy directo a la acción y sin haber darle dado un mejor desarrollo a Lana o a Lincoln, por lo que tuve que poner más elementos en dónde de un modo u otro evolucionen y sepan que la vida de un héroe no es tan color de rosas como lo creyeron en algún momento.
Si se preguntan como se me ocurrió la loca idea de poner a Lola con Chandler... pues recuerden que aquí él es el pelón de Lex Luthor, el archienemigo de Superman (Y de Lincoln en la serie Canon XD) por lo que no podía dejarlo de lado y debía incluirlo de algún modo en esta ecuación siendo dentro de poco uno de los detonantes que terminará de poner de cabeza la vida de Lana.
Tampoco pude evitar poner referencias a nuestra dura realidad (Como lo que le pasa a la pobre gente de Ucrania) porque con las cosas horribles que ocurren se necesita ahora más que nunca de un Superman para evitar tales atrocidades, ¿No?
No puedo irme sin antes darles las gracias a las personas que me han apoyado con el asunto de mi madre enferma. Hoy ella verá al médico que más adelante la operará del cáncer que tiene en el seno, así que les pido que sigan rezando en su nombre, Sandra Janet Saa, para que todo salga bien y sin más complicaciones de las que tiene.
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