Capítulo 4 Una de Las Chicas
Publicado: 23 de abril de 2023
Linka se materializó en su patio, no obstane, no era el de su mundo. Giró a los lados para examinar alguna diferencia: concluyó que eran exactamente lo mismo. La chica caminó desde el patio hasta la entrada principal de la residencia. Observó la puerta y reflexionó sobre lo acontecido: estaba por conocer a "su otra familia".
Linka: Aquí vamos —suspriró ligeramente nerviosa. Tocó la puerta y la recibió su otra madre.
Rita: Hey, Linka, ya llegaste —la saludó amablemente y la abrazó.
—Te estábamos esperando —su otro padre también la recibió con un abrazo.
Linka: Hola, papá y mamá —replicó el abrazo.
Ella notó algunas diferencias: su otro padre viste camisa blanca de manga corta, no un sueter rosado, botas grises de vaquero, pantalones negros, no cafes, un cabello lacio largó y lentes. Mientras que su otra madre sólo se diferenciaba por llevar una blusa púrpura en vez de verde.
—Hola, Linka —una chica rubia de 17 años y sus acompañantes se acercaron a ella para saludarla.
Linka: Hola... —replicó observándolas. Se trataba de versiones fem de sus hermanos.
—Qué tal si vamos al centro comercial? —sugirió la mayor.
Linka: Claro, sólo déjenme desempacar —contestó subiendo las escaleras.
—Está bien, te esperaremos en el auto —dijo la semejante de Loni.
Linka caminó a su habitación, mas cuando intentó abrirla, no pudo, se encontraba bloqueada con llave. Volteó sorprendida para ir donde sus padres a consultarles el presente inconveniente.
—Qué haces? —le cuestionó una voz vacía mientras se volteaba.
—Ahhhh! —manifestó. Una niña parecida a Lars la atrapó desprevenida.
Lars fem: Tu habitación está conmigo, ese es un armario viejo —le hizo saber fúnebremente.
Linka: En serio? —preguntó desconcertada, pero se retracto: —quiero decir, ya lo sé, sólo creí haber escuchado algo en ese cuarto, así que quisé entrar para verificar—. Quizas el que una chica comparta habitación con uno o 2 chicos fue concebido como inapropiado por sus padres.
Linka ingresó al cuarto indicado, examinando los lados: uno negro y sombrío, otro rojo. Intuyó que el hemisferio negro pertenece a su hermana y ocupó el rojo. Abrió unos cajones, estaban vacios. En ellos guardó sus bienes.
Linka: Momento, dónde se queda Lynn chica? —pensó.
Una vez que desempacó, tomó rumbo hacia las gradas, así anonadada notó la inexistencia de algún retrato familiar de ella o sus hermanas. Entonces, Tomó rumbo a la puerta, así encontrando a Loni Fem.
—Vamos, Linka, nuestras hermanas nos están esperando.
Linka: Momento, podrías ayudarme con algo?
Loni Fem: Claro.
Linka: Durante mi viaje... me golpeé la cabeza, quiero asegurarme de que mi memoria no esté mal. Cómo se llamaban?
Loni Fem: Somos, Lori, Leni, Luna, Luan, Lynn, Lucy, Lola, Lana, Lisa y Lily.
Linka: Lo dijiste en orden de mayor a menor. Correcto?
Leni: Sí.
Linka: Gracias.
Cuando salió de la vivienda, notó que particularmente, su otra familia conservó a Veronia en vez de recuperar a vanzilla. No obstante, sus hermanas no sufrieron en subirse, más aún, sin la intromisión del padre. Como sea, su otro padre parecía haber abandonado su actitud como cretino. Llegaron a su destino. Linka, junto con Lola y Leni apreciaron algunas prendas de vestir de unas tiendas. Leni y Lola compraron un vestido para cada una —Linka las ayudó a escoger—. Bien que ella no pudo comprarse ninguna prenda, pues apenas trajo algo de dinero de su mundo.
Una vez concluidas sus compras, tomaron rumbo al área de comida. Compraron pizza.
Lori: Aquí tienen —dijo sirviéndoles el alimento.
Luan: Asombroso! Espero que nuestros padres nos hayan dado muchos billetes para comprar masa.
Una vez en casa:
Linka: Al fin alguien con quien arreglarme las uñas! —exclamó entusiasmada, entrando al aposento de la mayor.
Lori: Entonces, Linka, quieres negro, correcto? —le preguntó con dos esmaltes en las manos: negro y celeste, sonriéndole
Linka: Por qué no las pintamos con colores de pastel?
Lori: Muy bien —dijo con una sonrisa.
Una pintó la mano de la otra.
Lori: Me gusta como te quedan!
Linka: A ti igual! Me alegra al fin tener a alguien con que hacer eso.
Lori: De qué hablas? Lo hacemos desde siempre.
Linka: Oh, si! —se estremeció—. Quisé decir eso.
Lori: Como sea, literalmente fue divertido, quisé hacerlo.
Linka abandonó el aposento y tomó rumbo al cuarto de las gemelas para ver a Lola. Era momento de practicar ejercicios de ballet con su hermanita!
Linka: Ponemos las manos en la cintura y movemos la cabeza arriba y abajo —anunciaba los movimientos mientras lo hacían—, arriba y abajo, arriba y abajo... Ahora a los lados: izquierda, derecha, izquierda, derecha... Hombros arriba y abajo... Y hacemos círculos con cada píe, primero el izquierdo: 1, 2 ,3... El derecho: 1, 2, 3...
Culminados otros calentamiento:
Linka: Ya podemos empezar con los ejercicios. El primero se llama revele. Primera posición: nos ponemos en puntitas, los pies hacia los lados, subiendo y bajando... Segunda posición: ahora las piernas completamente separas... Tercera pisición: extendemos los brazos a los lados, los gluteos sujetos, piernas cruzadas y bajamos y subimos en puntitas...
Lola: Podemos empezar ya con los giros? —preguntó al terminar el ejercicio.
Linka: Hmm, está bien. Ponte en posición firme y recta, manos encima de los hombros. En la pirueta debemos mirar a un punto fijo o en específico. Primero giramos nuestro torso mientras observamos el punto fijo, ahora que nuestro torso no gira más, cambiamos en un giro manteniendo la vista. Y seguimos girando el torso viendo un punto fijo y cambiamos en un giro... Vamos aumentando, más rápido y giramos y giramos... Bien, ya podemos practicarla desde una diagonal avanzando. Entonces, en puntitas, brazos en los hombros, viendo a un punto fijo y avanzamos en giros... Más rápido, 1 , 2... Bien, ahora un pie en puntita, la rodilla del otro pie hacia afuera... y damos un giro deslizando nuestra puntita... Vamos, ahora 4 seguidos... Wow, Lola, me sorprende tu cordinación, ya habías practicado esto antes?
Lola: Digamos que sí, querida —replicó relajada.
Al rato, concluyeron los ejercicios y pasos. Era gratificante! Ya quería alguien de su familia con quien hacer eso, peor claro, no había ninguna chica que no sea ella. Y Lola la invitó a una fiesta de té.
Lola: Cuál té quieres? —preguntó tomando asiento.
Linka: De mora.
Lola: Ok —le sirvió el mencionado té, y luego a ella misma de manzanilla—. Desde cuándo es que practicas ballet?
Linka: Desde hace algunos meses. Yo y Clydia estamos fascinadas —contaba entusiasmada—, son divertidas. Aún recuerdo cuando gane mi primer y aún último concurso!
Lola: Clydia? —que haya mencionado a alguien la desconcertó.
Linka: Oh, perdón, quise decir... —se puso ligeramente nerviosa—. Eh, sí, es una amiga—. Acaso no la hubiera conocido? —concibió.
Lola: Oh... bueno.
Culminó su fiesta de té por la intromisión de la hora de comer.
Lynn padre: niñas, ya está la cena! —les avisó desde abajo.
Linka: Vamos —dijo poniéndose en pie.
Lola: Excelente —replicó su acción.
Fueron a comer. Los alimentos eran burritos, una receta de México.
Rita: Acabo de aprender algunas recetas. Espero les guste los burritos —dijo sentándose.
Linka: Mamá, dices que tú lo cocinaste? —cuestionó sorprendida.
Rita: Sí.
Lynn padre: Por supuesto. Yo solo preparo la comida cuando es pie o battenberg cake.
Luna: Oh, battenberg cake —comentó cautivada—. Papá, mañana podemos cenar eso?
Lynn padre: Por supuesto —aceptó con un mordisco a su burrito.
Linka: Es la primera vez que comemos burrito?
Lola: Sí. Pero veo que para ti esto no aplica. —Tómo un sorbo de su bebida—.
Linka: Guau —concibió—, mi otra madre cocina, no mi otro padre. Y para mi otra familia comer burritos es nuevo.
Al terminar la cena:
Linka regresó a la habitación de las gemelas. Entonces, las 3 jugaron a la princesa en cautiverio: Lola ejercía el papel de una princesa encerrada en un castillo, Lana el del dragon y Linka era la caballera al rescate. Quizás, sería un mejor fruto si la rescatista fuera hombre, un principe azul... no, mejor blanco. Al concluir su juego, Linka abandonó el aposento, pero fue detenida por Lucy.
Lucy: Linka.
Linka: Ah! —exclamó asustada. Sí, esa era Lars fem, igual de espeluznante.
Lucy: Me puedes pintas las uñas? —pidió funebremente.
Linka: Oh, claro.
Linka y Lucy caminaron hasta llegar a su habitación. La menor se sentó en la cama, puso papel en ella, le dio un esmalte negro y le entregó la mano izquierda. Entonces, la derecha.
Lucy: Gracias, siempre arruinó mi mano derecha.
Linka: De nada —concluyó la tarea sonriéndole.
Más tarde, Linka fue a su habitación compartida, tomó su peluche bun-bun y se acostó para dormir.
Linka: Buenas noche, Lucy —le dedicó sumergiéndose en el mundo de los sueños.
Lucy: Buenas noches, hermana —repuso cerrando sus ojos.
Al día siguiente:
Linka: Buenos días Lucy —saludó terminando su sueño.
Lucy: Buenos días Linka —respondió levantándose—. Veremos El Barco de los Sueños, vienes?
Linka: Claro —contestó de buen humor.
Linka tomó la fila para el baño. Alguno de sus hermanos SIEMPRE dejaba su ropa sucia. La olvidaba! y nadie más que ella gozaba de la gracia requerida para transportar la presente ropa con las otras sucias. Adicional a que el suelo siempre estaba empapado, y solo ella estaba interesada en encargarse de. No obstante, la cuestión era lo contrario con sus hermanas.
Linka: Me gusta —manifestó su encanto, prosiguiendo a desvestirse.
Concluyó su tiempo de baño. Entonces, bajo a la sala para ver El Barco de los Sueños con sus hermanas.
Al final de su programa:
Lori: Ay —decía entusiasmada—, Karen tiene que escoger a Henry, es un encanto. No puedo esperar!
Luna: Lo mejor es Mike, le escribía una dulce canción!
Lucy: Prefiero a Ben —manifestó fúnebremente.
Lola: No! Ben da escalofríos! —exclamó sacando la lengua del asco.
Lucy: Exacto.
Leni: Pero Dan es tan romántico! —objetó conmovida por el poema que Dan había concebidó para la chica, oliendo una flor roja.
Lynn: Por favor, Steve es la opción más adecuada —prefería a un negro musculoso de 2 metros que seguro podía cargar 130 kilos. Incluso quizás, 140!
Linka: Pero Steve se puso sandalias en su primera cita. Bueno, no lo soporto.
Sus hermanas discutieron entre sí durante un breve rato.
Lori: Linka, es tan divertido ver esto contigo —ella y sus hermanas le dedicaron una sonrisa—. Hubieramos pensado que no te gustaría.
Linka: Pues, estabas mal —repuso también sonriendo—. Y si fueran chicos, hubiera pensado que a ustedes no les hubiera gustado.
Sí, su estancia en el otro mundo era amena. Sus hermanas eran simpáticas y quizás distinguir a sus otros padres de sus padres era un atractivo. Y la sola idea de estar de visita en otro mundo era emocionante! Por un momento se sintió tentada a quedarse, pero... y qué si ellos no eran perfectos?, seguían siendo sus hermanos, y los quería. Tarde o temprano los echaría de menos, y lo sabía. Entonces fijo cuando retirarse.
Pero como sea, ella amaba mucho a sus hermanos, y no pensaba
Aquí concluyo este episodio. Les agradó? No se preocupen, para el siguiente episodio la demora será menor. Atesoraría que voten y compartan si les gustó. Se despide Genófino.
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