Publicado: 24 de julio de 2022

1. En esta historia Lincoln tiene una personalidad un tanto diferente, una más "fría", pero conservará algunos detalles como algunos gustos, mientras que Linka es como el Lincoln clásico de la serie, pero obviamente con características femeninas.

2. Lincoln será un año mayor, él 12 y Linka 11, mientras que Levi 5 y Lisa 4.

Lincoln Loud es caracterizado por ser, como algunos dirían, el callado del salón, el recurrente niño que no habla con nadie y permanece normalmente con una expresión seria e inexpresiva.

Pero claro, incluso esas personas consiguen amistades. En este caso, en segundo grado conoció a un niño llamado Henry Rogers. Henry, rubio de ojos azules, era nuevo en la escuela, y luego de cumplir su primer mes se acercó a Lincoln para hablarle, ya que miraba que como él, siempre se sentaba solo en los recreos, y no lo miraba interactuar con nadie. Eso no molestó a Lincoln, ya que también pensaba en hablarle, pero no se atrevió. Poco a poco se hicieron grandes amigos. Henry contrastaba con su personalidad, él era más alegre, bien que casi tan circunspecto como él. Para Lincoln era un acierto que sea chico, pues creía que de chicas ya tenía suficiente con tantas hermanas, aún con presagio de que faltaba una más, a quien llamarían Lily. Henry fue quien introdujo a su vida el apódo White. No entiendo por qué ese no es tu verdadero nombre, le decía, te vistes totalmente de blando y naciste sin la menor cana. Lincoln se hubiera sentido tonto al enterarse que si él es White, Henry es Ricitos de Oro. Se reunían en la cafetería, si no era para hablar, para jugar cartas o incluso ajedrez. También hablaba regularmente con Steve Morgan, un chico destacado por su exhorbitante estatura: a sus 8 años medía 1.70. Aunque no lo apreciaba tanto como a Henry. En cuarto grado, volvió al primer día de clases sin saber más de su amigo, Henry no estaba presenta en su salón, ni si quiera lo vió en otro. Era evidente que lo trasladaron de escuela, sea como haya sido. Lo entristeció un poco. La historia cobró el mismo rumbo con Steve, al mismo tiempo. Desde entonces las pocas veces en las que intentaba hablarle a alguien, la conversación era poco fluida. ¿Y qué se supone que les diría? «¿Hola, te gustan las hamburguesas? ¡A mí también! ¡Seamos amigos!». Como cualquier callado del salón, era un poco rechazado y marginado. Era la última persona que quisieras en el equipo de futbol, a no ser que seas Henry Rogers o Steve Morgan. Por supuesto, nunca faltaba el idiota que intentaba amargarle la vida. Tuvieron lugar comentarios como:

—Realmente te viste solo de blanco? Pienso que es tan horrible y aburrido que solo un perdedor se vestiría así, jajaa.

Piensa lo que quieras —solía responder, ocultando dentro de sí el demonio que quisiera sepultar a ese alguien que tenga la osadía de lanzar ese comentario. ¿Por qué frustarse por comentarios intrascendentes de gente miserable e insignificante?

Con sus padres es cariñoso y regularmente les exterioriza lo mucho que los quiere en tanto con sus hermanas es más reservado. Las considera un fastidio, pues provocan caos y estrágo por la casa, aunque ya estaba lo suficientemente acostumbrado como para protestar en insistencia. Adicional a discutir por tonterías. Era el más tranquilo de la familia. Para el señor quejón, su vecino, era curioso. ¿No se supone que son las chicas las tranquilas? No obstante, consciente o no, siempre procuraba mantener convivencia. Como jugar con Lola y Lana como el valiente príncipe blanco que rescataba a la princesa Lola del temible y feroz dragón. Adoptó los domingos para eso. Sabía que eran tomado como los días familiares. Pero volviendo al tema, a pesar de que en casa la compañía incluso era desproporcional, a pesar de que no es entusiasta para socializar, sentía que le hacía falta un amigo, que no tuvo para nada después de Henry y Steve.

Un día optó por congregar a sus hermanas en el cuarto de Lori y Leni con la intención de pedirles ayuda.

Lori: Que pasa? 

Lincoln: Es solo... creen que podrían conseguir alguien para mi? —pidió tragándose su orgullo.

Hermanas: ¡Ahhhhhh! —gritaron de la emoción.

Leni: Nuestro hermanito quiere una novia —dijo conmovida y emocionada, provocando que Lincoln se sonrojara.

Luna: Tengo una amiga que tal vez te interese y... —decía entusiasmadamente.

Lincoln: Sólo buscó un amigo! —exclamó sobresaltado e irritado, interrumpiendo a Luan; le molesta que sus hermanas quieran emparejarlo.

Hermanas: Qué? —preguntaron sorprendidas.

Lincoln: Es que... a pesar de no querer relacionarme mucho con la gente, si me gustaría entablar una amistad, si quiero un amigo, por lo menos uno —les confesó titubiante

Ellas siguieron viéndolo incrédulas y sorprendidas.

Lynn: Ja, el el frío quiere a alguien —bromeó.

Lucy: Entiendo que necesites un amigo, incluso yo lo necesitaba —respondió comprensiva.

Luna: Ok, veré si puedo conseguir un amigo para ti —le dijo amablemente.

Luan: Bueno, podríamos encontrar a alguien, hablarle sobre Lincoln y acordar un momento para juntarlos —sugirió, a lo que todas asintieron.

Lana: Bueno, será como conseguirle una cita, pero con el fin de hacer una amistad, no un noviazgo.

Lana: Sí, prácticamente no hay mucha diferencia entre conseguirle una chica que lo ame y conseguirle un amigo —afirmó, acomodándose en la cama en la que había tomado asiento.

Lincoln: Wow, nada de eso —negó con las manos—, no les digo que busquen a una persona para decirle explícitamente que yo buscó un amigo y que me encuentre a tal hora, solo busquen algo que le haga hablarme.

Asintieron.

Lori: Bueno, seguro te encontraremos un amigo. Fin de la reunión de hermanos. —Golpeó una mesa con su zapato como si fuera un martillo de juez—.

Lori pensó en su novio por un momento, pero luego lo descartó, ya que Lincoln ya lo había conocido y no le pareció que coincidían como amigos, aunque también parecía que Lincoln lo aceptó como cuñado y como un buen hombre para ella.

Tiempo después:

Lincoln estaba en su cuarto leyendo historietas de un super heroe llamado Ace Savy. Su padre lo había instado a adoptar la lectura como hábito. No le entusiasmaba tanto, pero algo en él le decía que su padre tiene buen punto. Quería que empezara leyendo La Isla del Tesoro, uno de sus libros favoritos, pero logró convencerlo de que lo dejara empezar con algo suave como lo es una "lectura gráfica". Ya conocía al personaje, le gustaba su serie del 2004.

Lisa lo interrumpió sin tocar la puerta. Sostenía un objeto muy interesante en la mano izquierda.

Lincoln: Puedo ayudarte?—preguntó levantándose de la cama.

Lisa: Unidad fraternal masculina, me gustaría informarte de algo. ¿Recuerdas a la chica parecida a ti del otro día? Bueno, tiene más relación contigo de lo que esperabas.

Lincoln: ¿A qué te refieres, Lisa?

Fin del capítulo...

Próximo capítulo: Linka Loud

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