Notas del cap:

¡Al fin! Me tomo más tiempo del esperado pero aquí esta, un nuevo capítulo... solo porque andaba con ganas de hacerlo en realidad

¡A leer!

3 - "Dollmaker"

-Muy bien, una vez más Peter... ¿Qué recuerdas?- escucho la suave voz de un hombre, aunque sus ojos estaban cerrados y no tenía intención de realmente responderle... sintió un nudo en su garganta y el deseo ferviente por llorar; sus ojos se empaparon aun estando cerrados y, la oscuridad que hasta ese momento lo había envuelto, se volvió un día brillante

-Corría... se me había hecho tarde...-

... ... ...

Corría, tomando entre su pecho una pequeña caja blanca que guardaba un par de rosas con listo negro, igual que siempre hacia en todas sus citas; corría con emoción y, tan pronto llego a una fuente en el centro turístico de la ciudad, pudo apreciar a la distancia a la razón de sus suspiros

-¡Y/n!- saludo desde la distancia, notando como gira lentamente su cuerpo hasta que las miradas de ambos colindando, volviendo el gesto curioso de y/n en una gran sonrisa radiante y como eleva su mano en un saludo a la distancia

-¡Peter!- corresponde a su llamada; Peter por fin le da alcance y, respirando con dificultad, lo primero que recibe de y/n es un dulce beso en los labios que hace estremecen en amor dulce a Peter y que, ahora, perdido en suspiros de amor, le haga entrega de la caja donde yacían ambas rosas que había comprado para darle. Y/n, quien las recibe entre sus manos, abre la caja, encontrando el mismo dulce detalle que tenían desde su primera cita y, luego de tomar las rosas, deshace el nudo, separando una de estas y, luego de darle un pequeño beso entre los pétalos, la deja con cuidado acomodado en uno de los bolsillos del pecho de Peter quien mira aquello con un sonrojo fuerte y alegría silenciosa

Luego de acomodar la rosa en la ropa de Peter, toma la segunda y la acerca ahora a los labios de Peter quien, luego de sentir la suave caricia de los pétalos, observa cómo y/n lleva aquella rosa hasta su ropa, acomodándola en la zona de su pecho y, aquel lazo negro que aún quedaba en la caja, lo termina atando en su muñeca izquierda antes de darle un pequeño beso sin dejar de observar al contrario

-Bueno, ahora que estamos listos ¿Nos vamos cielo?- pregunta con una sonrisa coqueta que hace a la mente de Peter explotar en alegría y que, sin tiempo a que y/n pueda hablar o comenzar a caminar, es envuelto entre los brazos de Peter y llenado de besos sin parar; y aun, cuando y/n pide ser libre del agarre del contrario, la verdad es que entre risas, disfruta de los besos de su pareja

... ... ...

-Tomo mi mano, luego de un rato... debíamos de ir lejos, ir en carro sería más rápido... así que tomamos un taxi... y/n quería ver una exposición de... libros? ¿arte? T-tal vez era chocolate... me dijo tantas cosas que no puedo recordarlo- susurro, sintiendo dolor en todo su cuerpo, soltando pequeños gemidos adoloridos mientras escuchaba el asentimiento del hombre

-Continua Peter, ¿Qué paso luego de que tomaron el taxi?-

... ... ...

Íbamos juntos, y/n tenía la costumbre de conversar con el taxista mientras entrelazábamos nuestros dedos... inclino su cuerpo acurrucándose sobre mí, abrazo mi brazo... el hombre del taxi hablaba, y/n giro y nos besamos... de pronto escuche el derrape, un claxon muy agudo y, por la forma en la que había sentido a y/n sujetándome... no pude moverme... me había sujetado con su cuerpo...

Las imágenes se volvieron demasiado bruscas y borrosas... un ruido muy fuerte, de pronto, golpes, algo enterrándose en mi piel... creo, creo haber escuchado su voz llamándome por mi nombre. Para cuando pude enfocar algo, la luz del atardecer se volvía difusa y una llamarada se extendía... mi cuerpo me dolía y... y cuando giré en dirección de la luz...

... ... ...

-¿Peter?- pregunta el hombre, subiendo la mirada de su libreta para observar como su paciente se encuentra con sus ojos abiertos de sobremanera, con una mueca de terror y lentamente derramando lagrimas discretas, su labio inferior tiembla y comienza a removerse inquieto

-No... no... ¡No, No, No, No! ¡No es cierto! ¡No murió! ¡Es mentira!- lo que comienza como suaves susurros de su parte, se convierten velozmente en gritos desgarrantes y lágrimas más fluidas; el medico se levanta de golpe y corre en dirección de Peter buscando detener sus manos que rasguñan su lastimada piel, abriendo las heridas ya cosidas y creándose nuevas

-¡Enfermeras! ¡Camilleros! ¡Peter, reacciona! ¡Estás a salvo!- comienza a llamar tanto por ayuda, como buscar desesperado en traer a la realidad al joven que con sus ojos fuertemente cerrados continua negando, gritando con desesperación por el nombre de su pareja fallecida. El medico comprende rápido que el shock de ver su cuerpo ha sido demasiado como para poder soportarlo... su mente estaba más rota de lo que pudo haber sospechado en un principio y eso no era bueno en estos momentos

La ayuda llega rápido, los camilleros someten a Peter; las enfermeras traen sedantes que inyectan en Peter para lograr detener sus movimientos... ahora que la paz ha regresado con un pesado silencio y suaves hipidos de parte del paciente, el medico da la orden de que devuelvan al ahora inconsciente a su habitación y que curen sus heridas...

Ha descubierto más de lo que pudo creer

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-¿Peter?- junto al suave golpetear de una puerta abierta, aparece Sara, la hermana menor de Peter quien lo mira con preocupación; mas, ya sabiendo lo que iba a ocurrir, Sara encuentra a Peter solo observando hacia la ventana, abrazando una almohada y derramando lágrimas en silencio, ajeno al mundo. La chica bajo la mirada, hacia alrededor de una semana (luego del accidente) que, intentando ayudar a Peter a recuperar la memoria sobre lo que había ocurrido, dejo de hablar. Por supuesto, luego de aquella tarde y de haber recuperado las memorias, por depresión, dejo de hablar

Tras encontrarlo aun observando con mirada apagada y perdida en dirección de la ventana donde dejaba ver un brillante día agradable, Sara entra a la habitación con un pequeño ramo de rosas blancas que deja con cuidado en un florero. Sabe que Peter se ha dado cuenta de su presencia, pero que no tiene intenciones de volver la mirada hacia ella; suspira, desviando la mirada tanto a las rosas como a su hermano y bajando la mirada con cierta tristeza

-Peter... escucha... se, que no nos llevamos bien pero...- habló. Sabía que su hermano le escuchaba, pero que, de todos modos no le iba a responder. No había respondido a nadie luego de recordar el accidente, se dijo con tristeza. Tomo otro hondo respiro y, se dirigió al otro lado del a cama hasta poder estar en el campo de visión de su hermano

-No tienes ni idea de cómo me duele verte así... Peter- se acercó, tomando suavemente su mejilla, pero ni así, los ojos ahora azul grisáceo de Peter se dignaron a verla. Hubo un momento de silencio, Sara tomo desde las mejillas a Peter y busco estar justo delante de su caída mirada

-Peter... y... ¿Y si tuvieras la oportunidad de sanar la muerte de y/n?- la mención de aquel nombre, hace por fin reaccionar al contrario; aquella mirada apagada por fin demuestra ver a Sara quien, al saber que por fin ha reaccionado, le sonríe lo mejor que puede

-Y...N...- susurro su voz por fin, pastosa y cansada, en un hilo que a oídos de su hermana, había sonado claramente con dolor y a punto de resquebrajarse. Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas y con trabajo le mostro una sonrisa que lucho por no ser rota, asintiendo a las única palabras de su hermano

-Recupérate Peter... y juro que te llevare con el... así que, no te rindas... aun no- susurro ella una última vez, observando como aquel azul grisáceo lentamente parecía volver un poco más a la vida y asentía lentamente

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-¿Qué es este lugar?- pregunta Peter, apenas en un suave hilo de voz, viendo ligeramente a Sara quien, con un gesto algo incómodo y un tenue escalofrío, mira tanto a su hermano, como la fachada que no augura nada bueno de aquel diminuto local entre calles perdidas

-Aquí se encuentra a quien estamos buscando... "El creador de muñecos"- susurra y, aun antes de que Peter quiera hacer otra pregunta, ella toma su mano y jala con él para entrar juntos al pequeño puesto

-Ha, eres tu- en cuanto entraron, un hombre anciano con barba tan blanca como su cabello, los recibió a ambos. Se encontraba cojeando, apenas ayudado por un bastón de madera negra. Peter pudo observar en Sara un escalofrío incomodo mientras asentía con la cabeza

-¿Y-Ya está mi pedido? R-recuerdo que dijo que hoy debería de estar listo- susurra ella intentando mantener una postura lo más tranquila puede entre sus nervios, Peter observa a su hermana con duda; el hombre asiente con una sonrisa divertida. Pasando de ellos, cierra la puerta de su local, colocando un anuncio de "cerrado" en la puerta de cristal y, pasando de ellos una vez más, se dirige a lo más profundo de su estudio

-Por aquí ustedes dos- menciona tranquilo, casi con un deje de diversión en su voz; Peter mira a Sara quien, aun con un gesto inseguro, avanza siguiendo al hombre, tomando con fuerza la mano del mayor ante la clara inseguridad que sentía

... ... ...

-Como recordaras preciosa, te dije que iba a necesitar un conjunto de ropa que esa persona haya usado, aunque fuera una sola vez, sin lavar de preferencia- comienza a hablar el hombre al tiempo que abre una puerta y entra en ella; por la poca iluminación, Peter adivino que se trataba tal vez de algún tipo de sótano o almacén y sintió de nuevo, que su mano era presionada con fuerza por su hermana; curioso, observo a la chica insegura y como, pese a todo, seguía al hombre

-Si tanto miedo te da, deberíamos irnos- susurra Peter cercas de su oído. Sara gira a verlo, casi se permitían ver a través de los ojos de la chica, lagrimas por el miedo; mas sin embargo negó con efusividad, continuando con su avanzar

*Todo esto es por ti...* pensó un segundo, continuando el camino por el que había bajado el hombre mayor y jalando suavemente a Peter para que también la siguiera

-También recuerdas que te pedí un mechón de su cabello y un objeto que haya sido valioso para esa persona; lo que fuera, siempre y cuando haya sido preciado para la persona- menciona el hombre en cuanto se sabe seguido nuevamente, Peter mira confundido aquello, como Sara asiente a sus palabras, no puede comprender nada

-¿Y esto se supone que en serio funciona?- pregunta Peter luego de llegar los tres al fondo del sótano apeas iluminado por un grupo de bombillas de luz que deja ver en el centro de todo, una mesa y arriba de ella, una caja de madera cerrada; aquel hombre que iba a la cabeza sonríe, volviendo la vista al par de hermanos con satisfacción

-Nadie nunca se ha quejado- se burla y, ante la atenta mirada de ambos hermanos, la caja de madera es abierta por el hombre dejando ver en su interior un montón de paja y, como el regalo que se espera, una especie de muñeco que, aun en su forma "deforme" y mal hecha, luce similar a y/n a ojos de Peter quien, con sus ojos abiertos, rápidamente reconoce que la chaqueta que porta aquel peluche, es justamente la sudadera que traía a antes del accidente, no solo eso, también la gorra

Inconscientemente su mano se dirigió a su boca para ahogar un grito entre el miedo y el dolor de recordar cómo es que había perdido a su ser amado. Mordió el dorso de su mano sin dejar de observar al objeto y, aunque hasta para Peter esto había sido algo de muy mal gusto, solo dirige su mirada en desacuerdo hacia su hermana

-Vamos, tócalo, no muerde- se burla el hombre. Sara, quien sabía que Peter lucia molesto, solo trata de hacerle la señal... él era quien debía de tocar el muñeco a fin de cuentas. Hubo un silencio, una lucha de miradas entre ambos hermanos hasta que, finalmente, en un suspiro derrotado, y buscando acabar con esta estupidez lo más rápido posible, Peter estira una mano para tocar aunque fuera la chaqueta de y/n

Pega un brinco y se aleja de golpe cuando, justo cuando ha tocado la tela, juro ver a y/n convida. Sus ojos se abrieron con sorpresa, miro alternadamente tanto a Sara como al hombre que seguía sonriendo con satisfacción; tragando con nervios, Peter vuelve la mirada hacia el muñeco; no importa como lo mire, era un simple muñeco pero, en cuanto ha tratado de tocarlo, en cuanto las yemas de sus dedos han tocado la tela suave, su sorpresa se hace enorme cuando a quien ve, es a su ser amado, a su querido y/n quien aún recostado le sonríe con alegría susurrando suavemente su nombre

-¡y/n!- grita con sorpresa, tomando entre sus manos su cintura y cargando con su cuerpo para tenerlo entre sus brazos. Sara, quien observa su gesto y como la mirada brillante ha vuelto a su hermano, solo gira a ver al hombre que también mira con una sonrisa satisfecha tanto a su trabajo como a quien parece disfrutarlo

-Bueno, parece ser que salió mejor de lo pensado- susurra ella, sacando de su bolsillo un sobre con la otra mitad del pago para el hombre que, luego de recibirlo y observar que este todo, le sonríe a la chica

-Ahora, necesito decirle algo con respecto a las instrucciones- susurra el, ella observa incomoda la situación sintiendo un escalofrío que le da miedo... otra vez ese miedo calando por su espalda

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-Vamos cariño, ya estamos en casa cielo- anuncia con una radiante sonrisa Peter mientras entra, aun cargando de un modo nupcial al muñeco que representa a y/n. Detrás de ellos, va entrando Sara y el hombre que ha hecho la muñeca. En cuanto Peter se pierde por alguna parte de la que fue el departamento de y/n y Peter, Sara observa al hombre que mira con tranquilidad el lugar

-Dentro de esta casa donde la persona ha vivido, la energía recorre al muñeco, ayudando a la imagen; pero, fuera de este lugar, es solo un muñeco- menciona el hombre, observando como Peter ha regresado y se ha sentado en la sala viendo alegremente al muñeco hablándole tranquilamente. Sara observa tanto a su hermano como al hombre, sintiendo un desagradable escalofrío

-¿Por qué me suena que todo esto viene con una serie de restricciones problemáticas?- pregunta ella, ignorando a Peter quien habla tranquilamente consigo mismo; el hombre mira a Sara y sonríe divertido como trastornado mientras niega con tranquilidad

-Solo hay una única regla- menciona el hombre, sacando de entre sus bolsillos un pequeño reloj de arena negra que gira para que la arena comience a correr lentamente. Tanto Sara como el hombre han observado el artefacto como lo más interesante del mundo antes de que el hombre mayor continúe con su explicación

-No pases más de un turno del reloj de arena con el muñeco; antes de que el tiempo acabe, el muñeco debe de volver a su caja y esperar un día, (lo que serían 24 horas) antes de volverlo a tocar- anuncia el hombre, Sara observa como la velocidad con la que la arena cae y gira a ver a su hermano... era claro que ya llevaba más tiempo del debido tocando a ese muñeco

-¿Y qué pasa si el pasa más tiempo con el muñeco del debido?- pregunta preocupada, cruzándose de brazos en un intento por abrazarse a sí misma; el hombre desaparece su sonrisa y se mantiene observando interesado el reloj que continua dejando correr las negras arenas a través

-Mi producto es como una droga, divertida en pocas cantidades, pero peligroso si se abusa de ella. Si llegas a ignorar la única regla, la persona terminara enloqueciendo... acabas, creyendo real una mentira, que el muñeco es verdad- Sara gira a ver a Peter, traga suavemente preocupada, quiere negar y alejar entonces aquel muñeco de su hermano pero, la voz del hombre no acaba

-Y acabaras viéndolo real, aun si no lo estas tocando... y para creer en la mentira, terminaras olvidando el accidente, enfermedad o lo que le ocurrió que lo termino matando... incluso llegaran a olvidar que me han contratado... la mente borrara lo que necesite olvidar, para mantener la mentira convida y real- finaliza, Sara gira a ver alternadamente tanto al hombre como a Peter que ahora se ha levantado y se dirige hacia alguna habitación dejándolos solos a ellos. La chica tiembla aterrada, el hombre solo ríe divertido, notando que el reloj de arena se ha terminado

-Si algo como eso pasa, ya no es mi responsabilidad, puesto que ya les he dicho las reglas- menciona una última vez, acomodando su traje y despidiéndose de la dama que observa con preocupación la puerta donde el hombre ha marchado

Hay un momento de tenue silencio apenas callado por los murmullos alegres de Peter hablando solo. Sara traga nerviosa, sintiendo un sudor frio recorriendo su frente

-¿Qué es lo que he hecho?

Notas finales:

Por fin lo termine... llevo casi 4 días escribiendo y no podía acabarlo porque a cada rato me estabas interrumpiendo... joder, que fastidio, pero bueno, aquí esta, es un oneshot, no habrá continuación (de todos modos creo que es obvio como va a terminar esta historia de todos modos) así que nada

Datos extras:

*Inspirado por el corto de terror llamado "dollmaker" o "creador de muñecas"

*Vi que en twiter sacaron un au donde ocurre un accidente en una cita entre Peter y y/n donde solo Peter sobrevive y Y/n muere, así que se me ocurrió sumar ideas XP

*En esta idea, se supone que y/n y Peter ya llevaban un tiempo saliendo juntos he incluso vivían juntos

*Sara le tiene miedo y desconfianza al creador de muñecas pues mas tipo... esa sensación, ese sexto sentido animal que te dice que algo no va bien con esa persona, por eso le tiene tanto miedo al hombre aun cuando nunca hizo nada

*Si corto la historia hasta aquí, es porque todos sabemos que Peter no soltara el muñeco de y/n, lo que acabara bajo la idea de Peter volviéndose loco creyendo que ese muñeco es y/n y olvidara el accidente, incluso al creador de muñecos, digo, es obvio

Bueno, por ahora creo que es todo, si tienen dudas, díganme y yo respondo

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Que tengan lindo día

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