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TaeHyung se preguntaba ¿Cómo SeokJin estaba tan tranquilo caminando por aquellas calles? Había gente, no tanta, pero él se sentía increíblemente nervioso sosteniendo la mano del empresario que, al parecer debajo de su barbijo negro, sonreía y le mostraba diferentes cosas que veía en las tiendas.

TaeHyung estaba feliz, pero a la vez, solo un poquito perseguido al respecto.

—De acuerdo ¿Puedes concentrarte en dónde estamos y en lo que te estoy mostrando y diciendo? —mencionaba SeokJin con dulzura.

TaeHyung abría su boca y la cerraba, sentía a SeokJin sosteniéndolo de la cintura y lo tenía muy cerca frente a él.

—Lo siento, no lo hago a propósito —respondía—. Es solo que tengo miedo que alguien te reconozca.

SeokJin carcajeaba divertido y a la vez muy sensual.

—Amor, nadie me tiene tan visto cómo crees... Tú eres la excepción. En algunos lugares solo soy un nombre sin rostro. Cómo debería ser —exclamaba.

TaeHyung suspiraba y se dejaba arrastrar nuevamente.

— ¿Cómo surgió todo eso de las fotos como modelo? —mencionaba—. Tenía entendido que tú y Jennie a veces son muy requeridos.

SeokJin negaba—. No es tan así. Jennie está ligada al mundo de la moda de forma casi secreta. Su padre solo cree que es un negocio extra, pero no que en realidad se estaba enfocando pura y exclusivamente en el mundo de la moda con sus diseños y pronta a sacar su propia marca —respondía—. Es a ella a quien siempre quieren, pero para que su padre no sospeche que en realidad nunca dejo lo que serían sus verdaderos sueños, he terminado atrapado en algún que otra sesión de fotos —se encogía de hombros.

— ¿Es realmente una pesadilla para el padre de Jennie que no sé encargué de su empresa? —cuestionaba.

SeokJin hacía una nueva poco visible por el barbijo—. Su padre no quiere más terceros manejando su imperio. Más de una vez la amenazó con dejarla fuera de todo lo que en realidad le importa y a decir verdad el hombre podría mover un dedo y dejar a Jennie completamente excluida.

TaeHyung abría sus ojos—. ¿Sería capaz de hacerle eso a su única hija?

SeokJin asentía—. Muy posiblemente. Por las dudas, Jennie no quiere ponerlo a prueba. Al menos hasta hacerse un nombre y un colchón en esa industria. Y de hecho, todo se está encaminando para ella. El día de mañana si desea renunciar a la empresa de su padre... Este tendría más que perder que ella —afirmaba sonriente.

TaeHyung abría su boca y asentía—. Ustedes sí que tienen todo planeado ¿no?

SeokJin se reía—. Culpa de nuestros progenitores por habernos preparado para esto.

TaeHyung sonreía—. ¿Y qué hay de ti? ¿Cómo va todo?

SeokJin lo miraba y sus ojos sonreían, luego lo abrazaba por los hombros y continuaba la caminata—. Todo viento en popa, cariño.

— ¿Viento en popa? ¿Qué significa eso? —cuestionaba divertido—. ¿Y a dónde vamos ahora?

—Al muelle —respondía SeokJin—. Un pequeño yate en el medio del mar donde nadie podrá molestarlos y volveremos mañana por la mañana ¿Qué dices a eso?

—Tú realmente tenías todo preparado —exclamaba sonriente, pero luego su sonrisa desaparecía—. Aunque jamás me he subido a ningún yate ni barco de nuevo desde que era niño

— ¿Y eso por qué? —cuestionaba SeokJin, sin dejar de caminar y llevando a TaeHyung a destino.

—Me descomponía —decía nervioso.

SeokJin se detenía abruptamente—. ¿Te descompones en el mar?

TaeHyung abría sus ojos y sonreía de forma rectangular—. Cuando era niño. Seguro y ya no me sucede. No te preocupes, sigamos.

La intención que SeokJin tenía era poder hacerle el amor al ritmo de las olas luego de intentar pescar algo y fracasar, pero perderse en los labios de TaeHyung largas horas, con la brisa algo salada que el agua mezclaba en la misma. Sin nada ni nadie más que ellos dos solos.

—Lo lamento —mencionaba TaeHyung en la casa—. No creí que vomitaría.

SeokJin suspiraba y sonreía, dejando el pequeño refrigerador con la comida y bebidas a un lado para abrazar a TaeHyung y sonreírle con adoración.

—No te preocupes, lo importante de todo esto...

—Es que estamos juntos —finalizaba el chico, enroscando sus brazos alrededor del largo cuello del castaño.

—Que no vomitaste encima de mí —corregía.

— ¡Amor! —TaeHyung lo empujaba débilmente y SeokJin se reía sonoramente, pero ajustando sus brazos a la cintura del chico.

Aquello recién comenzaba, quizás un par de días más y podían volver a intentarlo.

Luego de la primera semana juntos, TaeHyung había caído en la cuenta de que definitivamente navegar, el mar y esas cosas, no eran lo suyo. Su estómago se revolvía cada vez y se mareaba horrible. SeokJin no quería volver a hacerlo pasar por eso. Así que habían optado por otro tipo de actividades.

Cuando notaban que la costa estaba tranquila, caminaban por la arena a la orilla del mar y mucho más de noche. La marea subía. Las estrellas eran un espectáculo y el ruido de las aguas que llegaba a ellos era totalmente relajante. Un sueño. Cómo en esa noche a solo cuatros días de volver a la realidad.

TaeHyung se encontraba sobre las piernas de SeokJin, quien tranquilamente le estaba sacando demasiadas fotos para su gusto. En esos días juntos ambos tenían el teléfono que explotaba. Se habían dado el derecho de tenerse en el fondo de pantalla y una carpeta pura y exclusivamente para ellos.

Con todo tipo de imágenes.

— ¿Aún no te cansas de sacarme fotos? —mencionaba el chico, sus ojos cerrados, disfrutando de las caricias suaves que SeokJin dejaba en su cabello ondulado.

—Nop —se limitaba a responder—. Eres hermoso desde cualquier ángulo. Con cualquier tipo de luz y como sea que quieras vestirte.

TaeHyung sonreía con dientes y todo. La sonrisa rectangular más hermosa y sus ojos negros brillaban a juego con la noche oscura y la luz de las estrellas y la luna. Dios, no querían salir de esa burbuja.

—Estos días contigo reforzaron todo mis fuertes sentimientos e intenciones contigo —susurraba el castaño. Bajando su teléfono y acariciando el rostro de TaeHyung.

El chico relamía sus labios y se pellizcaba para asegurarse que no estaba ni había soñado cada momento juntos.

—Me siento exactamente igual —respondía—. ¿Quién diría que mi lugar es contigo? —mencionaba levantándose de las piernas de SeokJin para luego sentarse a horcajadas de éste—. No quiero dejar tu lado nunca —susurraba con un deje extraño de tristeza.

SeokJin incluso lo notaba en su voz, podía leer tan bien a TaeHyung ahora y viceversa, por lo que apretaba sus brazos en la cintura del chico.

—Sabes muy bien que me siento igual o peor que tú al respecto —susurraba, dejando un casto beso en el mentón del chico.

TaeHyung sonreía con dulzura, pero luego enseriaba sus rasgos, acariciaba a SeokJin en su rostro, su cabello. Pero su ceño seguía fruncido.

— ¿Qué sucede, amor? —preguntaba el empresario.

—Nos queda nada aquí —respondía y luego suspiraba—. ¿Cómo voy a despertarme todos los días sin ti? —TaeHyung tenía un enorme y hermoso puchero que hacía estragos con el pecho y el estómago de SeokJin.

—Estoy preguntándome como dormiré ahora que nadie encenderá el plasma en mi habitación para dormirse con todo el ruido proveniente del mismo —sonreía dulcemente, pero se tornaba en una sonrisa triste—. Dios, solo pídelo —susurraba repentinamente, apretando sus brazos a la cintura diminuta del chico.

TaeHyung le devolvía el mismo, enrocando sus brazos en el cuello del castaño y escondiendo su rostro en aquel hueco.

—Mejor solo vamos por la cena familiar —respondía el chico—. Mis padres están más que interesados en conocerte luego de las fotos que les envíe de ambos.

SeokJin suspiraba acariciando la espalda de TaeHyung, asentía sin decir nada más. Sabía muy bien que esta situación era demasiado injusta para el chico, para él. Para ambos.

—Hablaré con mi madre mañana y le diré obre la cena juntos —exclamaba, volviendo a buscar el rostro de TaeHyung—. ¿Quieres que solo seamos los cuatro o quieres sumar a tus padres?

El universitario hacía un rostro divertido al ponerse algo pensativo, le daba miedo juntar sus padres el mismo día que conocería a su suegra, pero por otra parte... Joder, esto iba para rato y para siempre, si SeokJin se lo permití. ¿Qué importaba de tiempos y formas? Estaba tan seguro al respecto que no quería dar lugar a ninguna duda, ni miedos. Ya no más. Todo el inicio de esto fue lleno de miedo, incredulidad, falta de fe de su parte. Pero ahora una vida con SeokJin era todo lo que podía ver en su futuro.

Y lo quería. No, no, no lo quería, lo anhelaba.

—Hagámoslo —afirmaba—. Tu madre y hermano, con mis padres —sonreía de forma rectangular.

—Incluso puedo añadir a Jennie para que a tus padres no le quede duda alguna ¿Qué dices? —preguntaba el mayor.

TaeHyung parecía pensarlo una vez más y quizás Jennie sería la frutilla perfecta del postre para demostrarles a sus padres que ese matrimonio lo único que tenia de real era a dos personas de carne y hueso involucrados. Si, él dejaría que SeokJin añadiera a Jennie.

—Tráela, sí. ¿Por qué no? Esto será para siempre y por siempre —aseguraba, luego se sonrojaba por lo mencionado.

SeokJin lo captaba al instante. Sus mejillas rojas, sus ojos abiertos de par en par y un puchero de pura sorpresa pintado en su bonito rostro. Comenzaba a reír y luego se abalanzaba hacia el cuello de TaeHyung.

—Por siempre y para siempre —replicaba luego de una guerra adorable de cosquillas.

— ¡Ya, amor! —pedía entre risas, hasta que SeokJin se detenía y podía besarle de forma dulce y entregada—. Mmm, esa boca es tan dulce —halagaba con esa voz grave y masculina—. ¿Qué dices de dormir aquí? —preguntaba luego divertido.

SeokJin abría sus ojos y negaba—. La marea sube de noche ¿Sabes cuantos imbéciles terminaron ahogados así?

TaeHyung hacía un mueca miraba hacia atrás y la vista era espectacular—. Seremos imbéciles, pero no los próximos en morir ahogados —se mofaba.

SeokJin carcajeaba unas gotas comenzaban a caer del cielo oscuro—. Creo que ese es nuestro pie para retirarnos —mencionaba.

El azabache se ponía de pie y sacudía apenas su ropa, ayudando a SeokJin levantar las copas de vino, la botella del mismo y la manta—. La lluvia que se avecinaba es señal y mi estómago crujiendo también —luego de eso ambos reían por que el estómago del chico había sonado más fuerte de lo esperado.

SeokJin lo tomaba de la mano y volvían adentro. Todo era demasiado perfecto para dejarlo allí. E incluso habían tenido algún que otro malentendido, pero aún con esas pequeñas discusiones, querían seguir con el otro. No todo era de color rosa y lo sabían mejor que nadie. Así que no estaban dispuestos a que esta felicidad y perfección se les fuera arrebatada de modo que solo fuera pasajero.

Esto era por siempre y para siempre.

Los días que le siguieron, habían sido más que perfectos. Aunque la nostalgia de dejar la casa de la playa se hacía cada vez más pesada y cundo estaban juntos uno al lado del otro pegado, menos que menos querían alejarse. Un día antes de volver a Seúl, TaeHyung había recibido un inesperado mensaje de Jennie Kim. Algo que le hacía preguntarse ¿En qué momento la chica había conseguido su número? Pero luego recordaba las palabras de SeokJin en uno de esos días:

"Jennie tiene tu número por si en una de esas ocasiones no tengo mi teléfono conmigo"

Y es que tenía total sentido. SeokJin poseía dos teléfonos, el privado y el laboral. Pero odiaba ambos por igual por lo que penas le había prestado atención y solo lo había usado para buscar alguna locación especial o pedir comida de los lugares aleñados. Pero en general el universitario estaba más que agradecido que su uso solo había sido como cámara de fotos para el empresario. Toda su atención había estado enfocada en él y TaeHyung sonreía como imbécil cuando lo recordaba.

Curioso más de la cuenta, se disponía a abrir el mensaje de la falsa esposa de SeokJin y cuando lo leía, era un simple saludo y una pregunta de si estaba disponible y alejado de SeokJin para llamarlo.

« ¿Disponible para llamarme?»

TaeHyung alzaba sus cejas, miraba hacia la perta del baño y SeokJin recién entraba para darse un baño y salir de paseo una última vez juntos.

No estaba seguro de por qué Jennie lo quería a solas a la hora de llamarlo, pero decidía acceder y que esto tenía un olor extraño y una mala sensación se asentaba en su estómago por lo que sería mejor dejar a SeokJin fuera.

Tomando coraje, se disponía a llamarle él, mientras salía al balcón de la habitación que compartían. Su corazón estaba extrañamente acelerado y relamía sus labios varias veces debido a los nervios y los tonos infinitos de espera al otro lado de la line.

Estaba a puno de cortar, quizás no era tan importante si Jennie no atendía de inmediato ¿no?, pero antes de hacerlo, la chica y había respondido.

TaeHyung

—Hey, Jennie —soltaba incómodo. Nunca hubiera esperado tener este llamado, pero ahí vamos de nuevo, nunca hubiera esperado que esta fuera u realidad, pero lo era.

Lamento interrumpirte —soltaba con congoja—. ¿Jinnie está contigo?

TaeHyung fruncía el ceño—. Está tomando un baño, saldremos a dar un último paseo —mencionaba.

—Oh, bien ¿se están divirtiendo?

—De hecho fue como un sueño —respondía honesto y escuchaba como Jennie Kim gemía con dulzura un "Aww" al otro lado de la línea. Aquello lo hacía sonreír, pero luego recordaba que Jennie tenía algo que decir—. ¿Por qué necesitabas hablarme a mí y no a SeokJin?

Un suspiro resonaba al otro lado—. De hecho sería para ambos, pero voy a necesitar tu ayuda —exclamaba.

— ¿Mi ayuda? —Se tocaba el pecho sorprendido—. ¿Es algo malo?

No es malo, es complicado —respondía—. O quizás si es malo, depende con que ojos lo mires —mencionaba, confundiendo más a TaeHyung.

—Jennie, me estás asustando —respondía—. ¿Qué paso? ¿Qué sucede?

Otro suspiro y TaeHyung se exasperaba.

¿Mañana llegan a Seúl, cierto? —preguntaba, retrasando la verdadero conversación.

Dios, TaeHyung se sentía mareado.

—Sí, Jennie. Sí. ¿Ahora cuál es la razón por la cual me contactaste? Me estás alterando —soltaba con voz preocupada.

—Lo siento, lo siento —Jennie parecí bajar un poco su voz ya que se escuchan otras voces a su alrededor—. Esta mañana salió un artículo sobre él en una página web amarillista —mencionaba suspirando.

TaeHyung sentía un calor, pero no del bueno, subir por su cuello—. ¿Qué tipo de artículo? —susurraba.

Jennie suspiraba y parecía tener una llamada entrante porque se escuchaba un ruido peculiar y eso la hacía maldecir—. Lo siento, mi teléfono no deja de sonar

— ¿Jennie quieres especificarme mejor que tipo de articulo salió sobre SeokJin? —repetía.

Los metidos que no tienen ganas de perseguir Idols y actores de drama se dieron cuenta que SeokJin no está en la empresa de hace más de diez días. Están hablando de Kim Hong Joong tomando el cargo de la empresa otra vez y-... —la pelinegra hacía una pausa otra vez.

El aliento abandonaba los labios de TaeHyung—. Jennie solo dime, por el amor de Dios.

Otro suspiro—. Salieron unas fotos y... Están comenzando a cuestionarse la sexualidad de SeokJin debido eso —TaeHyung sentí que su propia alma dejaba su cuerpo—. Seguramente su padre está al tanto porque el mío está como loco y mi teléfono no deja de sonar pidiendo comentarios y aclaraciones y obviamente nadie puede comunicarse con él al respecto. Estoy pensando en hacer algún comunicado, pero nunca he hecho nada de esto sin consultarlo con él antes y solo quería que lo supieras primero para que puedas prepararlo —pedía con dulzura al final de tantas palabras y después de haber tirado la bomba.

TaeHyung sentía que comenzaba a temblar al respecto ¿Cómo mierda iba él preparar a SeokJin cuando ni siquiera podía mantenerse a sí mismo en calma?

— ¿Qué tipo de fo-fotos...? —TaeHyung volvía adentro para sentarse sobre la punta de la cama, esto había sido más rápido de lo esperado y no se sentía tan seguro como se imaginaba. ¿La gente ya sabía de él? ¿Lo estaban odiando a ambos en este momento? ¿Su cara estaba por todo el maldito internet? ¿Qué haría SeokJin con esta información?

¿Tae, sigues ahí? —cuestionaba la pelinegra. Justo en ese entonces SeokJin gritaba algo sobre no poder encontrar sus pantalones y TaeHyung sentía su pulso acelerarse. Jennie maldecí otra vez—. Bien, voy a pasar el artículo, mantenlo en calma y lamento arruinar su ultimo día juntos, pero estoy segura que su teléfono debe estar estallado y Yeonjun debe estar lidiando solo con su padre sin querer molestarle. Solo prepáralo y en cuanto pueda dile que me llame. Yo seguiré manteniendo el silencio. Adiós Tae y nuevamente, lo lamento tanto.

La chica cortaba el teléfono y cuando lo hacía, TaeHyung estaba tan shockeado por la noticia que seguía aún con el teléfono en su oreja. SeokJin hacia su aparición en la sala de la habitación y veía a TaeHyung más pálido que de costumbre y se le arrimaba de inmediato con solo unos vaqueros puestos, pies descalzos, cabello húmedo y torso al desnudo.

Solo que TaeHyung estaba demasiado ido para disfrutar de la imagen.

— ¿Estás hablando con alguien? ¿Te sientes bien? —TaeHyung lo miraba, todavía estaba en trance cuando el castaño se agachaba frente a él para inspeccionarlo. El teléfono sonaba con una notificación que asustaba al chico y el castaño tomaba el teléfono por él.

— ¿Jennie te llamó? —Cuestionaba abriendo el mensaje—. Le dije que solo lo hiciera si era importante ¿Qué es esto? —SeokJin veía el link en el chat abierto de Jennie y cuando daba click, se ponía de pie con sus ojos abiertos de par en par.

TaeHyung relamía sus labios, sabía lo que SeokJin estaba—posiblemente—, leyendo en ese momento. Así que el chico intentaba encontrar su voz.

—Jennie me dijo, eh... Me pidió —corregía—, que te preparará por lo que estaba sucediendo.

Ahora veía al empresario con ceño y labios fruncidos. Sus dientes apretados marcaban su mandíbula. TaeHyung se sentía como la mierda ¿En qué momento sucedió? Ellos estuvieron paseando por lugares casi muertos para las personas, hermosos pero tranquilos ¿Cómo diablos los habían encontrado? ¿Cómo mierda unas vacaciones perfectas se habían ido por el caño la primera de cambio? Se sentía horriblemente culpable y muy asustado. Tendría que haber sido más despierto, mas cuidadoso, ahora la imagen de SeokJin parecía estar siendo arruinada por su culpa, porque seguramente no se vería nada bien que un maldito sitio amarillista catalogara a un empresario muy respetado como un "sucio homosexual" o quien sabía cuántas cosas más estarían diciendo en ese artículo que tenía a SeokJin con los puños fuertemente apretados. Tan al punto de que sus nudillos estaban blancos.

Mierda. Ahí se había ido todo, a la jodida mierda en menos de un segundo.

Me disculpo por la tardanza de este cierre de fic. Y perdón por errores de deditos salvajes uwu

Seguimos aquí. Gracias por la paciencia.

¿Quedaron alteradas, no? Yo también O.o

Con amor, niñita Nanykoo♥

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