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TaeHyung quería dejar la boca de SeokJin y dejar de gemir sobre esta, logrando que su pareja se tragara sus gemidos más dulces mientras lo trabajaba debajo del agua con su mano, pero no podía.

—Amor, amor, amor —rogaba repentinamente, cerrando sus piernas y poniendo su mano sobre la de SeokJin. El empresario, detenía sus suaves caricias sobre el miembro duro de TaeHyung—. Pese a que te extrañe como un demente y fantasee con esto... Tenemos mucho tiempo —susurraba con dulzura.

SeokJin lo miraba con sus ojos oscuros llenos de todo y luego, suavizaba la mirada, TaeHyung sabía que el castaño no estaba mejor que él ni de lejos, pues podía sentir su erección golpeando en su espalda baja, debido a la posición.

Sin embargo, SeokJin quitaba su mano y acariciaba cuesta arriba en retroceso, por el torso húmedo y acaramelado de TaeHyung. Llevando su mano a la mejilla y luego besándolo con suma dulzura y calma.

Cuando el beso terminaba, exclamaba—. Mucho tiempo. ¿Qué haremos entonces?

—Cenar y convivir juntos. Hay mucho tiempo para el sexo —mencionaba sonriente.

Luego de unos largos minutos SeokJin consideraba que su madre era muy buena en la cocina, pero que nadie le mencionaba que la madre de TaeHyung, su suegra, tenía unas manos realmente bendecidas para eso o quedaría desterrado de su vida.

— ¿Qué te pareció? —preguntaba, TaeHyung sonriente.

—Increíble —mencionaba, limpiando sus labios con una servilleta—. Joder, comí como si diera mi última cena —exclamaba, bostezando luego.

TaeHyung lo observaba en silencio, SeokJin sobaba su abdomen verdaderamente lleno y luego bostezaba. No estaba seguro si lo había visto antes porque el castaño evitaba bostezar frente a él, pero se veía igual de atractivo con ese rostro divertido y también muy cansado.

— ¿Tengo algo en el rostro? —se preguntaba, apoyando el mismo sobre su mano para descansar allí mientras su codo estaba sobre la mesa.

El universitario sonreía y se acercaba, apoyando su mano en la mejilla de SeokJin, quien inmediatamente recibía el gesto cerrando sus ojos y moviéndose sobre la palma como un gato mimoso.

Recordaba repentinamente las palabras de su padre y su miedo expresado con respecto al padre de SeokJin. TaeHyung no estaba al tanto de lo que un hombre con dinero pudiera intentar hacer y ciertamente no quería comenzar estas vacaciones suponiendo diferentes escenarios donde Kim Hong Joong lo mandaba a matar como una mala novela de bajo presupuesto. O una donde ocasionaba un accidente que dejaba a TaeHyung casi inconsciente para que no pudiera meterse con su hijo y en su matrimonio.

O quizás alguna idea bizarra de organizarle citas con otros hombres exitosos que no fueran SeokJin porque claro, el viejo creería que está con él por su dinero como en novelas latinas con malos actores. Y menos mal que no era mujer, porque ya se imaginaba embarazado por accidente con el viejo Kim obligándole a abortar el niño o niña.

— ¿A dónde te fuiste? —preguntaba SeokJin.

De acuerdo, TaeHyung había divagado un poco, por lo que sonreía y parpadeaba. Miraba al empresario y nada más importaba. Su cabeza se drenaba de ideas estúpidas y retomaba su caricia al rostro de SeokJin.

—Yo solo te amo... —susurraba con dulzura.

El empresario se acercaba y atrapaba sus labios con un beso bonancible y TaeHyung se derretía.

—También te amo, Kim TaeHyung —susurraba.

Luego sonreía y se preguntaba ¿cómo había llegado tan lejos? Ciertamente enamorar a este hombre y enamorarse él en el proceso, no era algo que había planeado... Solo había sucedido.

—Te ves cansado —mencionaba, pasando sus dedos entremedio de las hebras húmedas de SeokJin.

—Lo estoy, es como si en ese pequeño lapso en el jacuzzi hubiera dejado todo el estrés de hoy y luego esta cena —exclamaba—. Nunca le digas a mi madre que la tuya cocina solo un poco, un poco —repetía—, mejor... Solo un poco, porque la cocina de mi madre es la cocina de mi madre —afirmaba.

TaeHyung comenzaba a reír sonoramente, con dientes y sonrisa rectangular. Completo. Un sueño. Y SeokJin lo amaba.

—Prometo que tu secreto está a salvo conmigo —susurraba amorosamente—. ¿Qué te parece si vamos a la cama? Mañana quiero salir y no sé, hacer lo que sea contigo.

SeokJin sonreía alzando sus cejas—. De hecho tengo el día de mañana completamente planeado —mencionaba feliz.

—Oh, sorprendente ¿me dirás? —preguntaba ansioso.

SeokJin hacía una mueca y pensaba al respecto, se veía demasiado "bonito" y "adorable", muy relajado y no tan como el "Kim SeokJin, empresario exitoso", sino más como "SeokJin, su pareja. Su amor", ese que deseaba que sus padres conocieran.

—Nop. Mañana, será un día genial, lo prometo —susurraba el castaño sobre sus labios y besaba de forma casta allí.

Iba a alejarse, pero TaeHyung tomaba su rostro y decidía que el beso inocente se volviera más intenso y profundo. Podía sentir el cuerpo de SeokJin relajarse y tensarse al mismo tiempo en fracciones de segundos. TaeHyung lo deseaba igual que SeokJin, pero a la vez, quería tomarse su tiempo.

Cuando cortaba el beso, SeokJin gemía por haber sido abandonado—. Necesitas dormir y yo también estoy exhausto ¿Qué dices si vamos a la cama?

SeokJin relamía sus labios y asentía. No le molestaba ni un poco que TaeHyung no quisiera un encuentro del tipo fogoso, porque tenían todo este tiempo juntos y él disfrutaría de todas las capas que le quedaban por descubrir de su amante. Sin forzar nada, solo dejarlo hacer.

—Seguro, mi cuerpo necesita una superficie blanda donde dormir por horas sin responsabilidades —y cuando mencionaba eso en voz alta, joder. Él lo deseaba, realmente quería irse a dormir y despertarse con la cabeza despejada donde solo debía de ocuparse de la persona a su lado que, ahora lo miraba con esa sonrisa risueña y hermosa.

—Oh, realmente necesitas eso. Así que vamos, quizás vea alguna película o algo y luego me duerma con la tv encendida —mencionaba TaeHyung, poniéndolo de pie y tirando de su brazo—. Mañana lavo todo

—Lavamos —corregía SeokJin—. Y esa manía tuya es increíble 1rodaba los ojos.

Poco había visto de la costumbre de TaeHyung, este necesitaba un poco de sonido exterior para poder cerrar sus ojos.

Él siempre apagaba la tv luego que despertaba en la madrugada, pero algo le decía a SeokJin que seguramente se haría cargo de eso mientras TaeHyung dormía como un bebé sin preocupaciones y la tv sonaba y sonaba con alguna película o serie, dependiendo el canal que el chico dejara puesto.

TaeHyung se despertaba por culpa de un inmenso cuerpo que lo mantenía prisionero sobre el colchón y refugiado del resto del mundo. No recordaba a SeokJin tan... Muerto en Japón, seguramente se debía al trabajo y a que siempre se despertaba con un éste ya leyendo alguna actualización de YeonJun para el resto del día y el tipo tenía un jodido reloj interno, parte de la alarma que lo mantenía alerta y despierto a tiempo.

Pero ahora, SeokJin estaba literalmente, usando a TaeHyung como colchón y apretando su agarre a su cuerpo. Sonreía sobre la almohada, con algo de dificultad. Tenía pensado hacerle el desayuno, pero ¿Cuál era el apuro? Esta sensación de estar debajo del cuerpo de su amado, se sentía tan perfecta que incluso no le importaba no poder respirar.

—Creo que te estoy asfixiando —sonaba la voz adormilada de un SeokJin que bajaba la pierna y brazo del cuerpo de TaeHyung.

Ambos estaban en su ropa interior y nada más. Solo el roce de su piel y el cuerpo caliente del otro bajo las mantas. TaeHyung reía de forma ronca, giraba su cabeza y veía a SeokJin con sus ojos y labios hinchados. Su cabello fino y lacio estaba en todas las direccione y su voz era más grave que de costumbre, el universitario se sentía atacado por tanta perfección.

—No me estaba quejando —respondí sonriente, en las mismas condiciones que SeokJin.

—Aun así, no tengo pensado matarte mientras duermes —se mofaba divertido y muy perezoso.

—Tú solo me matas de amor y me está matando que te veas tan bien cuando recién estás abriendo los ojos —se quejaba con dulzura.

SeokJin reía y chasqueaba su lengua—. Mi rostro debe estar bastante hinchado —se quejaba—. Anoche cene como si fuera mi última comida.

TaeHyung se acercaba y sonreía—. Te ves demasiado bien, cariño —susurraba—. ¿Necesito lavarme los dientes antes de besarte? Hay persona muy sensibles allí afuera —cuestionaba divertido.

SeokJin carcajeaba otra vez, mientras dejaba a TaeHyung acomodarse encima de él—. No sería la primera vez que te beso en las mañanas sin pasar por el enjuague bucal y seamos honestos, te he besado aun después de chupar mi polla y aunque sea placentero no es exactamente higiénico y para quienes tienen esas quejas me imagino que no les gusta el sexo oral o se lavan los dientes luego de chupar una polla o comerse una flor aún incluso durante el sexo haciendo esperar a la persona en cuestión —replicaba el empresario.

— ¡SeokJin!—gritaba el azabache divertido.

—Todo de ti me gusta, ahora solo bésame —demandaba, tirando de TaeHyung.

El chico respondía de inmediato, un beso dulce y algo perezoso que pronto tomaba forma y comenzaba a colaborar con el estado de sus cuerpos al inicio del día. TaeHyung pasaba su pierna por encima de SeokJin de modo que quedaba en un ángulo donde sus miembros ejercían un necesitada fricción sobre el otro.

—Amor... —susurraba TaeHyung, luego de cortar el beso y tirar suavemente del labio inferior de SeokJin.

—Dime —susurraba SeokJin, mientras bajaba tentativamente su mano y la metía dentro del bóxer de TaeHyung, burlándose de su entrada y notando como el chico de restregaba encima de él y empujaba contra su dedo—. ¿Es lo que creo que es?

TaeHyung reía de forma sensual, devastando la poca fuerza de voluntad de SeokJin—.Si, es lo que crees ¿y adivina qué? —El empresario alzaba sus cejas—. Mete la mano en la mesa de noche, estás más cerca —mencionaba, besando el largo cuello del que SeokJin era dueño.

Este estiraba su brazo a dicho lugar, abría el cajón y sacaba de este un lubricante de alto precio que lo dejaba boquiabierto.

—No le quitaste el precio, gastaste mucho —murmuraba SeokJin.

—Estás perdiendo el punto aquí, amor —mencionaba TaeHyung con movimientos más atrevidos y obvios—. Y úsalo en mí 1pedía.

El empresario se enfocaba nuevamente, quitando su mano, bañando sus dedos y viendo como un TaeHyung más ansioso se denudaba y lo desnudaba consigo a él mismo.

—Anoche no querías y hoy no puedes esperar —se mofaba el castaño.

TaeHyung sonreía de forma sensual—. Hoy estás descansado —respondía, alzando sus cejas.

SeokJin lo miraba con esos ojos de enamorado lujurioso y tiraba de él para tenerlo nuevamente encima, al instante siseaban cuando sus miembros desnudos se tocaban y sus cuerpos se apretaban entre sí. TaeHyung de inmediato atrapaba esa boca en un beso seguro y con sus manos sosteniendo el rostro de SeokJin en su lugar, mientras que este otro llevaba su mano con lubricante en sus dedos entre los glúteos de TaeHyung. De inmediato este soltaba su boca y dedicaba a ir por su cuello.

—Te extrañé —susurraba SeokJin con dulzura, mientras tocaba a TaeHyung con delicadeza.

EL chico lo miraba, cesando con sus besos apasionados y sonreía, pero repentinamente la mirada dulce cambiaba a una mirada un poco mucho libidinosa, cuando el primer dedo de SeokJin le sorprendía entrando y deslizándose sin esfuerzo dentro de su interior. El azabache mordía su labio y luego respondía:

—También te extrañé —y luego volvía a besarlo, húmedo ruidoso, con lenguas inquietas que apenas podían mantenerse dentro de su cavidad porque los dedos de SeokJin estaban haciendo estragos con la cabeza y el interior de TaeHyung.

Se volví revoltoso con los besos y caricias demandantes. SeokJin ya se encontraba con tres dedos dentro de él mientras que luego de maltratar al castaño con sus labios y dientes, tomaba el lubricante él mismo y bañaba su mano con un poco, la metía entre ambos cuerpos y comenzaba a trabajarlos a ambos. Los dedos de SeokJin le abandonaban al sentir demasiado sensible su cuerpo y la gran mano del chico, preparándolo para poder apresurar aquello.

—Definitivamente te levantaste decido —gemía, mordiendo la mandíbula afilada de TaeHyung.

—Exacto —el universitario lo soltaba, se acomodaba encima de SeokJin más erguido, tomaba su miembro de nuevo y lo centraba en su entrada—. Te aviso que tengo mucha energía, también.

Luego de eso, el empresario iba sintiendo como su longitud era deliciosamente apretada y sus dedos se aferraban a las caderas de TaeHyung. Dios, la visión era una locura. La luz del ventanal hacía que TaeHyung se viera de ensueño, su cabello todo ondulado y en diferentes direcciones. Su boca roja e hinchada por estar recién levantado y los besos compartidos. Orgulloso se sentía que en parte sea su trabajo como esa boca se veía.

TaeHyung mordía su belfo mientras contemplaba como SeokJin se veía sobre las sabanas de seda lilas y su piel blanca con su cuello en partes rojizo y sus labios un espectáculo, junto con esos ojos negros rasgados que lo tenían como su único objetivo. Su interior ardiendo al inicio en que el miembro de SeokJin lo iba dilatando más y más, pero cuando finalmente se encontraba sentado sobre esa gloriosa polla que tocaba su punto más sensible, el aire abandonaba sus pulmones en un suspiro acompañado por un gemido suave y bajito.

Mirando su cadera, ambos lados y notaba lo fuerte que los dedos de SeokJin presionaban allí. Cuando alzaba la vista, lo veía sonriendo ladino y sensual, joder, el tipo era un sueño y todo suyo.

—Cuando te sientas lis-... ¡joder! —TaeHyung apenas se había impulsado hacia arriba y vuelto a penetrarse con ganas, dejando a SeokJin con la maldición colgando de su lengua y sus propios dientes apretados, amortiguando apenas el gemido ronco que a él mismo se le había escapado.

Luego de eso, repetía la misma acción y comenzaba a cabalgar a SeokJin, el empresario poco y nada retenía sus gemidos. TaeHyung era un auténtico salvaje. Le gustaba así tal cual, saltando encima de él para penetrarse como era debido. Gimiendo el nombre de SeokJin con necesidad y vos rota. Sabía que no iba a aguantar tanto y todo se ponía peor cuando SeokJin tomaba su miembro y comenzaba a trabajarlo con fuertes masajes verticales que le hacían sentir esa punzada en la base de su polla que le advertía que estaba cerca.

—Así no voy a durar... ¡Ah, Jin! —TaeHyung dejaba los pequeños saltos para reemplazarlos por vaivenes desesperados y su cabeza caía hacia atrás mientras seguía meciéndose sobre el miembro del castaño y luego sentí a la otra mano de SeokJin acariciando su vientre mientras continuaba masturbándolo con diligencia—. Jin...

—Déjate ir... —susurraba la voz grave y oscura de SeokJin. Luego l mano en su vientre acariciaba más arriba y el empresario apretaba un de sus pezones erectos y sensibles—. Eres un desastre, tan desesperado y hermoso.

"Jin" su voz sonaba dócil y suplicante, repentinamente sentía como SeokJin lo tomaba de la nuca y lo dejaba en un limpio movimiento bajo su cuerpo. Tomaba sus largas piernas y las levantaba, dando sus rodillas contra su pecho y dejándose caer certeramente sobre él. Contra su glándula, golpeando y golpeando dentro de él mientras lo miraba de forma lujuriosa, apasionada y nuevamente haciéndolo sentir como el hombre más hermoso sobre la faz de la tierra.

Podía sentir el amor y la adoración de ese hombre por él en sus huesos.

SeokJin llevaba una mano a su mejilla y apretaba sus dientes, respirando con dificultad y susurrando—. Te haré el amor en cada maldito rincón de esta casa —afirmaba, soltando la pierna que restaba y cayendo sobre TaeHyung.

El beso era demandante. Le aseguraba que era suyo con cada beso, caricia y estocada. Luego su boca le abandonaba, se iba a su cuello con fuertes besos al ritmo de sus penetraciones y cuando llegaba a su lóbulo susurraba un oscuro y ronco—. Tu cuerpo es mi perdición. Eres solo mío. ¿Oíste eso?

— ¡Oh, joder! —eso había dado el maldito tirón final a sus bolas. SeokJin sabía cómo hacerlo correr con simples palabras—. Tuyo...

—Solo mío.... Para siempre, bebé —susurraba con un voz que TaeHyung juraba jamás había oído antes. Era dura, demandante y con un bore desquiciado de dulzura extrema.

Joder, él solo explotaba entre ambos, incluso contra su voluntad porque deseaba un poco de esa intimidad con su amante, pero su cuerpo parecía solo obedecer a su dueño.

—Oh, mierda.... No quería aún —reía extasiado y temblando bajo las estocadas exorbitantes de SeokJin y bajo su cuerpo construido y sudado—. Animal... —susurraba, viendo fijamente a los ojos del castaño apretando sus piernas sobre la cintura de este y sus manos rasguñando su espalda.

—Mmm... ¿Puedo correrme en tu boca? —preguntaba SeokJin, sus ojos oscuros y sus movimientos ralentizándose.

TaeHyung abría sus ojo, su entrada estaba hipersensible y su cuerpo temblando, pero se las arreglaba para asentir a tan caliente propuesta. De inmediato se sentía abandonado y vacío cuando SeokJin salía de su interior y escalaba cuesta arriba con sumo cuidado de no golpearlos con sus rodillas, pero mucha ansiedad para estar sobre su cabeza y ahí comenzaba a dar los últimos tirones a su polla, pero TaeHyung le quitaba la mano y lo tomaba él.

—Oh, joder. Si... Hazme llegar —susurraba y TaeHyung tan obediente, masturbaba a SeokJin hasta que lo sentía dar un gemido gutural que dejaba salir desde el fondo de su garganta y luego toda su esencia blanquecina y cremosa aterrizaba en la boca de TaeHyung. Otro poco en su mejilla, pero antes de ser un desastre se enderezaba un poco y tomaba la longitud de SeokJin para ordeñarle con su propia boca—. ¡TaeHyung!

Aquello había sido sorpresivo y placentero. También, sobre estimulante porque sus rodillas no aguantaban el temblor y entumecimientos en sus músculos. Su cuerpo estallaba en puro placer y la visión de TaeHyung chupando como un demente su miembro hasta la última gota, alargaba el efecto de su orgasmo, hasta que no quedaba nada de él y los movimientos de TaeHyung se suavizaban.

Era entre caliente y adorable, porque gemía con su polla ya vacía en la boca y sus ojos cerrados. Tenía una perfecta visión de esa bonita nariz pronunciada de la que TaeHyung era dueño, junto con esas pestañas largas, negras y espesas. Sus dedos se entremezclaban sobre las hebras húmedas del sudor que el chico tenía y eso lo traía a la realidad, porque abría sus bonitos ojos negros y miraba a SeokJin por encima de él con una sonrisa dulce en sus labios.

—Ya te di todo, bebé —se mofaba divertido.

TaeHyung se sonrojaba y lo soltaba, luego relamía sus labios y sonreía divertido y sensual. SeokJin se quitaba de encima y caía sobre la cama, TaeHyung de inmediato se recostaba sobre su pecho, cerraba sus ojos, suspiraba y escuchando los latidos del corazón acelerado del castaño.

SeokJin suspiraba y acariciaba su espalda—. Quiero despertar así contigo lo que me resta de vida —susurraba con voz débil.

EL corazón de TaeHyung se sobresaltaba, su garganta se cerraba y su brazo aprisionaba a SeokJin—. También yo.

Luego sentía el abrazo de SeokJin sobre él y ambos dejaban salir todo el aire retenido. Era el comienzo oficial de quince días que podían significar muchas cosas y ocasionar, quizá, muchos cambios y nuevas necesidades en su relación. Peor por el momento, dejaban que el silencio reinara en la habitación junta el sonido del mar que les llegaba por el bonito balcón de la habitación.

Se amaban y eso era todo lo que estaba bien en el mundo.

Estaban esperando este encontronazo ¿no?
Perdón por deditos salvajes

¿Qué tal ese encuentro?

Con amor, niñita Nanykoo💜

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