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Era miércoles y el menor cursaba sus clases de fotografía, ese día no tenía trabajo sucio, pero de igual forma cargaba su teléfono. Era en vano, su perfil no estaba disponible, pero el número del tal Seok estaba agendado en ese móvil.

Ese día había decidido cortar semana en un bar con sus amigos de siempre, necesitaba un poco de alcohol en su torrente sanguíneo para continuar con lo que quedaba de esta.

—¿Que harás esta noche? —preguntaba la castaña entrando a la oficina que Seokjin tenía en su casa.

Este negaba restándole importancia—. Solo veré los últimos movimientos de la cuenta. Nada especial

—¿Quieres que cancele a Jong-in y hagamos algo aquí? —preguntaba con su voz dulce.

—No, bebé —respondía dulcemente—. Sal y diviértete

—Lo vi el lunes, puedo esperar al viernes —replicaba.

SeokJin sabía que a la primera que le dijera a su falsa esposa y mejor amiga que plantara a su amante, esta volvería a albergar falsas esperanzas. Él no le haría eso.

—Sé que quieres verlo. Hoy es noche de películas con él. Sal, yo estaré bien —respondía dando un suave apretón a la pequeña mano que la castaña había apoyado en su escritorio.

Esta tenía un inevitable puchero dibujado en su bello rostro.

—Te escuché discutir con tu padre hoy ¿todo está mal? —preguntaba cambiando de tema.

SeokJin la soltaba y volvía a acomodarse en su silla.

—Cree que, económicamente hablando, mi escuela es una perdida de dinero, pero políticamente está conforme —soltaba asqueado—. No me insiste en cerrarla porque le sirve, por ahora.

Suspiraba presionando su sien, la castaña sentía tanta lastima por todo aquello con lo que el mayor cargaba en sus hombros.

—SeokJin Oppa, necesitas distraerte —insistía—. Tienes que hacer algo.

SeokJin recordaba la voz de aquel chico y una sonrisa tiraba de sus labios, se sinceraría con Jennie.

—Hice algo ridículo, pero repetiré —soltaba.

—¿Que es eso? —preguntaba curiosa dándole toda su atención.

—Bueno, la otra noche que saliste estaba por internet leyendo comentarios sobre mí —bufaba—. De repente me salió un anuncio sobre un sitio web de llamadas eróticas

—¿No lo hiciste? —replicaba divertida.

—Si lo hice —replicaba entre risas—. Aunque me acobarde en el momento en el que me estaba sintiendo acalorado

—¿Por qué? —preguntaba.

—Elegí el perfil de un chico nuevo en el sitio, tiene una voz de infarto —contaba restregando su rostro—. Pero solo me asusté cuando mi cuerpo comenzó a responder a sus palabras sucias

—¿Y puedes verlo? me refiero encontrarte con él ¿o esa chance no está?

—Aun si fuera posible, no lo haría Jennie. Es peligroso

—Eres increíble —bufaba—. Me iré, llámalo y esta vez, no cortes.

Ordenaba lo último de forma sería obligando a Seokjin a asentir divertido. La castaña abandonaba el recinto en el que ambos vivían y luego de horas Seokjin ya tenía la vista cansada de tener su ojos fijos en el computador viendo todos los movimientos y planes futuros.

Odiaba tener que estar metido en la política, él solo quería ser un empresario tranquilo, hecho y derecho sin todo el circo en el que su padre lo había envuelto. Una ducha, comida sana y a la cama, Jennie no volvería esa noche.

Dando vueltas y vueltas intentando no sucumbir al ridículo deseo de llamar a el Lobo del sitio web, se vio finalmente derrotado cuando abría la pestaña desde su teléfono para marcarle.

—¿Dónde estás? —buscaba entre los usuarios hasta que lo encontraba.

Había pasado de tener cero puntuación a unos mil puntos siendo que no había mantenido tantos llamados según la misma web informaba. El tema era que el usuario estaba en gris, no había forma de acceder ni dar click porque no estaba disponible esa noche.

Frustrado dejaba su teléfono a un lado y se insultaba mentalmente por haber sido tan imbécil la primera vez. Ahora realmente deseaba ir más allá con ese muchacho al otro lado de la línea, pero no había forma.

La página aclaraba que estaría disponible dentro de veinticuatro horas. Estaba arruinado, quizás una porno serviría, pero no, él sabía que no. Ahora quería a ese chico diciéndole cosas sucias para hacerlo llegar como había prometido al inicio de su llamada anterior.

—¡Quiero tener sexo con alguien parecido a Kim SeokJin! —gritaba Taehyung entre tanto bullicio de aquel bar.

—¡Estás muy ebrio y nadie aquí se parece al empresario ese! —respondía Vernon—. ¡Déjame pedirte un Uber para ir a casa!

—¡No! —puchereaba—. ¡Ya sé! ¡Puedo pedirle a Jackson el número del tal MinGi!

—¡No! —exclamaba Vernon—. ¡Es el hijo de la señorita Choi! —afirmaba—. ¡Pregunté por él, no quieres meterte ahí!.

«Mierda»

Sus esperanzas de comerse a alto recepcionista de labios carnosos se había ido por la borda y ya se encontraba pasando a la etapa depresiva de su ebriedad, hasta que de repente se sobresaltaba con su rostro en blanco y su boca abierta.

—¡¿Qué tienes?! —preguntaba el castaño al verlo así de repente.

—¡Pídeme un Uber! —soltaba de la nada.

Luego de unos minutos salían a la puerta del bar, el castaño se aseguraría de dejarlo en aquel auto y así lo hacía, pero antes de cerrar le ordenaba.

—Avisame cuando llegues, TaeTae

—Probablemente lo olvide, te enviaré mi ubicación en tiempo real ¡Y...! —levantaba su dedo índice—, ¡hablaré más seguido con el cincuentón para devolverte cada centavo gastado en mis viajes de vuelta a casa ebrio!

—Eso es asqueroso, pero de acuerdo —agregaba Vernon metiéndolo al auto.

—¡Oh! dile a Minho que la rubia con la que está coqueteando es lesbiana y está usándolo para seducir a la castaña tatuada tras él.

Vernon abría sus ojos sorprendido—. ¿Estás seguro?.

Taehyung asentía con sonrisa maliciosa, tenía buen ojo para eso y sus amigos ya lo habían comprobado.

En pleno viaje el azabache había caído rendido y era despertado por el chófer, le pagaba y entraba a su casa menos mareado. Se iba directo a la ducha, avisaba a Vernon que había llegado y en su pijama más cómoda se metía a su cama rogando por tener algo de suerte.

El empresario se encontraba teniendo un insomnio de los mil demonios cuando su teléfono sonaba con el ringtone de su teléfono anónimo, notificándole que lo estaban contactado por ese número. Rápidamente se sentaba en su cama porque nadie tenía ese contacto suyo para que estuviera sonando, rápidamente abría el mensaje y no podía creer lo que leía.

«Es una especie de broma»

Había titubeado sobre si aquello era cierto o no ¿pero que podía perder? no era nadie detrás de aquel número ¿o será que el tipo había reconocido su voz?. Un momento, tampoco salía mucho en televisión para que tuvieran su voz registrada ¿o quizás su nombre de usuario, Seok, era muy obvio?.

—Joder, aquí vamos —quizás el tal Jay ni siquiera estaba del otro lado.

Pero si así fuere, él quería hablar con él y cierta satisfacción recorría su anatomía.

Taehyung había dudado sobre si contestar o no, pero moría de ganas de entrar en ese juego.

Más que satisfecho realizaba la llamada, SeokJin se encontraba del otro lado aún dudando sobre si atender o no, pero su curiosidad y ganas eran más grandes.

Taehyung se impacientaba.

—¿Jay?

—Joder ¿porque te demoraste tanto, bebé? —exclamaba el azabache sin titubear.

Estaba más suelto, muy necesitado y ebrio.

—Definitivamente eres tú

—Lo mismo digo —exclamaba el menor pasando su mano inconscientemente por su cuello en un intento de caricia, sin querer soltaba un gemido bajito.

—¿Aún no te digo nada y ya estás gimiendo, Jay?.

«Jodido nombre»

—Tienes una voz tan suave y masculina, pero me jode que me digas ese nombre — Taehyung estaba completamente ido y desinhibido.

—¿Estás ebrio? —preguntaba SeokJin realmente curioso. Había notado como el chico arrastraba las palabras.

—Eso me dio el coraje de llamarte

—¿Tantas ganas tenías de escucharme?

—Demasiado ¿tú también lo querías, cierto?

—Quise contactarte, pero tu perfil decía que estarías activo dentro de veinticuatro horas.

Taehyung había visto las horas y se sorprendía satisfecho.

—Eso significa que intentaste contactarme desde más temprano

—No te sientas especial, Jay — el castaño utilizaba aquel nombre con la intención de sacarle el verdadero.

—Ya me ilusionaste, Seok y deja de llamarme Jay —rogaba entre suspiros.

—¿Cómo quieres que te llame? —preguntaba esperando saber el nombre de aquel chico.

Taehyung suspiraba rendido—. Taehyung, mi nombre es Taehyung ¿El tuyo es Seok?

—¿Que harías si estuvieras aquí?

El tal Seok esquivaba su pregunta, pero estaba bien con aquello, por ahora. No entendía la mini obsesión que había desarrollado en una llamada fallida con aquel "cliente".

—¿Me quieres pasivo o activo? —preguntaba divertido entre risitas que le parecían muy sensuales al empresario.

—Pasivo

—De todas formas soy salvaje y tu polla estaría muy conforme sin importar el rol que vayas a darme.

El empresario comenzaba a removerse y suspirar, jodida voz que tenía tanto poder para enchinar su piel y erizar sus vellos.

—Pasivo, Taehyung —el susodicho dejaba escapar otra risita mientras abría el cajón de su mesa de noche.

—Me encantaría sentirte ahora mismo, tu polla dentro de mí haciéndome gritar. No te das una idea cuánto deseo aquello, es una locura —soltaba el azabache tomándose su tiempo para abrir con cuidado y con una mano la botella de lubricante que había sacado.

La derramaba sobre su palma cuidadosamente y cerrando sus ojos bajaba a su entrepierna para meterla bajo la tela de su pijama, Taehyung dormía sin ropa interior.

Por parte del empresario, SeokJin y su cuerpo ya no estaban dormidos.

—¿Acosaste a todos tus clientes o debería sentirme especial?

—Eres especial, Seok. Es una locura, me desafiaste y me dejaste colgado ¿Por qué me cortaste?

—Me estaba poniendo duro, Taehyung

—Dime que te masturbarte pensando en mi

—Lo hice escuchando el jodido audio que se reproduce en tu perfil

—Oh por dios ¿Juegas conmigo o lo dices en serio?

—Yo no miento, lobo

—Quiero que vuelvas a pajearte por mi culpa —soltaba el menor—. Quiero que tu polla me parta el culo en serio, no quiero que solo sean estás jodidas llamadas.

SeokJin se sorprendía en sobremanera, el chico era juguetón, pero de repente le tiraba frases sin filtro que le daban puntadas en la entrepierna y llenaban de calor su abdomen.

—Puedo ser un jodido enfermo, o bien tú podrías serlo, lo cual así parece, porque tomaste mi número para acosarme

—No me digas que no te encanta que te haya contactado —exclamaba con voz ronca—. Imagíname encima de ti, pasando mi lengua por tu cuello y moviendo mi culo encima de tu polla.

«Mierda…»

El tal Taehyung era bueno en aquello y la curiosidad carcomía a Seokjin, pero la excitación lo estaba controlando. Su mano libre bajaba a su entrepierna para comenzar a masajear y un gemido bajo se le escapaba.

—Oh joder, dime que te estás pajeando gracias a mí. Por favor dime que si

—Tus sucias palabras me obligan. No soy de piedra

—Estoy encima de ti, ahora moviéndome de forma desenfrenada. No te das una idea el culo que me cargo y seré un pasivo gustoso contigo, Seok

—Joder, que ganas de follarte duro y sin piedad —soltaba Seokjin.

Había sorprendido al azabache y se había sorprendido a él mismo ya que estar metiendo su mano en su pantalón lo estaba desequilibrando un poco.

—Mierda que ganas de sentirte golpear dentro de mí una y otra vez. Seguramente te cargas una buena polla

—Larga, gruesa y ahora dura por tu culpa.

No tardó demasiado para que Taehyung comenzará a bombear su propio falo endurecido, se sentía exquisita aquella voz tan dulce siguiendo su sucio juego.

—Tu voz, es tan suave. Me encanta, imagíname quitándote la ropa que sobra —Taehyung suspiraba mientras se masturbaba y su voz temblaba—. Te dije que me gusta ser empalado, imaginame clavándome tu polla sin necesidad de preparación.

Los jadeos de Seokjin se notaban temblorosos, este mismo estaba masturbándose mientras oía lo que el tal Taehyung destilaba con su sensual voz.

—¿Te gusta el dolor? Pienso que debes estar demasiado bonito para hacerte sufrir de esa forma —soltaba SeokJin tan suave como le era posible. Eso realmente ponía a Taehyung a punto—. Si te cargas un buen culo como presumes debe ser exquisito prepararte y comerlo antes de follarte

—Joder —el menor comenzaba a masturbarse con descaro que hasta SeokJin podía escuchar el sonido—. ¿Escuchas eso? —el azabache se ponía en alta voz—. Me pusiste a punto, Seok

—Mierda, niño bonito —soltaba agitado.

Taehyung reía algo entre cortado, ese hombre le gustaba sin saber siquiera si era su tipo.

—Dime que más me harías, Seok —rogaba Taehyung gimiendo bajito por el placer que se estaba infringiendo.

—En cuatro, te pondría en cuatro para tener una vista perfecta de tu culo

—Joder, si...mmm —los sonidos de Taehyung inundaban los tímpanos del mayor.

—Gimes de forma tan dulce y grave —soltaba un SeokJin más agitado.

—¿Si? ¿Eres del tipo que me haría gritar en la cama?

—Soy del tipo que te haría querer volver a repetir. En serio puedo follarte de forma dura

—Dios, si —soltaba Taehyung sin dejar de tocarse al igual que SeokJin—. Mmm...joder

—Eres sucio, debes ser realmente hermoso —las palabras mezcladas de SeokJin volvían impaciente a Taehyung.

—Me gusta estar en cuatro, pero también me gustaría saltar en tu polla. Imagina eso, imagíname saltando sobre tu polla gruesa y dura

—Si, mierda...mmm. Joder esto es demasiado sucio para mí —soltaba sollozando el empresario.

Taehyung estaba entre el llanto y la risa ante aquella situación.

—Si, solo...seríamos una excelente combinación —soltaba y escuchaba como SeokJin estaba agitado al otro lado de la línea—. Mierda, Seok...gime, solo gime de forma sucia y deja de reprimirte. Quiero oírte

—Tu voz, mierda....tu voz es perfecta. Y si te imagino saltando sobre mi polla con tu piel canela brillando a causa del sudor....ssss....mierda, joder

—Si, si...lo quiero, carajo —sollozaba, ambos desprendiendo gemidos dulces y descarados.

El sonido del chasquido desesperado por llegar al mismo tiempo.

—Correte para mí, niño bonito —soltaba el empresario.

—Aah, joder... —más jalones a su polla y Taehyung se corría soltando un gemido gutural de su garganta que terminaba de hacer un caos en el mayor.

—Mierda, eres arte sin siquiera haberte visto...mierda, que dolor, dios Taehyung...aah —más sonidos sucios y Seokjin se venía mientras Taehyung seguía manoseándose con descaro y agitado.

—Te dije que te haría llegar —soltaba orgulloso.

—Lo hiciste, pero no pude pagarte por esto —soltaba robándole una sonrisa a Taehyung quien estaba más necesitado de sexo que dinero, en ese momento.

—Quiero verte, Seok —soltaba el azabache luego de segundos en silencio oyendo la exquisita respiración agitada del mayor.

SeokJin cortaba llamada, otra vez.

Bro, se obsesiono el Taehyung (◠‿◕)

Si supiera que SeokJin, ese Kim Seokjin está del otro lado...muejejeje

Les amu, que les pareció? Fracase 👉🏻👈🏻 🥺

Con amor niñita Nany 💜

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