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[39]

Taehyung había entrado a la entrevista con otro muchacho, una gran comodidad de no tener que humillar a una mujer con sus palabras filosas para poder sobresalir en la entrevista. Aunque el alivio y comodidad no eran completos, considerando que SeokJin estaba en el centro de la gran larga mesa frente a ellos. Ese traje azul Francia le quedaba perfecto. Todo en él lo era y Taehyung lo sabía en detalles, de hecho su subconsciente había estado a punto de arruinar su entrevista recordando cada rincón del cuerpo desnudo del hombre frente a él.

El mismo hombre que llevaba adelante aquel imperio empresarial y lo había mirado de forma tan intensa que se sentia desnudo. La entrevista había sido un éxito, desde el punto de vista de Taehyung, pero ciertamente no estaba seguro. Pese a que sabía que el lugar sería suyo y terminaría viajando a Japón con SeokJin a como diera lugar, él quería ganarse el mismo de forma limpia o al menos haberlo inentado. Sus manos habían suidado en todo momento por culpa del "Te amo" recientemente soltado por Kim SeokJin como si nada.

El azabache y el otro muchacho habían sido los últimos en ser entrevistados, por lo que SeokJin había abandonado la entrevista apenas el otro muchacho había terminado presentación. Cuando Taehyung tomaba su maletín y salía del lugar, veía a SeokJin esperando el ascensor y su respiración se había agitado. Tan irreal, tan lejano a pesar de todo. Carraspeando su garganta y apretando la tira de su bolso, iba camino al ascensor.

Se paraba a su lado en silencio y apretaba el botón nuevamente. SeokJin a su izquierda parecía intocable y él quería presionar sus labios contra los suyos y hundirse en su pecho para sentir su perfume. Se estaba volviendo loco por no poder hacer nada de lo que deseaba.

— ¿Sube o baja? —cuestionaba SeokJin, sin verlo.

TaeHyung lo miraba con inocencia y ojos bien abiertos, miraba hacia atrás, a los lados y no había nadie más que ellos dos en el piso, por lo que susurraba de igual forma solo para Seokjin.

—No tengo porque ir arriba —murmuraba.

SeokJin apretaba sus labios evitando reír, estaba igual de distraído que Taehyung y tenía las mismas intenciones con el universitario. De hecho, había fantaseado con tenerlo en su escritorio y tomarlo allí, pero eso sería demasiado sospechoso, considerando que un chico de entrevista no tenía porque subir y entrar a su despacho. Inclinándose apenas susurraba de vuelta:

—Te ves precioso, amor —y Taehyung se derretía con su mundo dando vueltas y sus piernas de gelatinas.

Las puertas se abrían y ambos se metían, Seokjin presionaba planta baja y acomodaba su cabello.

—Las cámaras no tienen audio —mencionaba en dirección a Tae, pero sin dejar de ver al frente.

Taehyung suspiraba, quedaba en silencio y sentía en ocasiones la intensa mirada del mayor o quizás eran sus ganas.

Pero de repente y como sopresa, no solo para Seokjin, sino que también para él, respiraba hondo y soltaba sin pensarlo demasiado—. Estas hermoso, me encanta tu perfume y quiero enterrar mí rostro en tu cuello para besarte hasta el cansancio. Realmente te ves increíble y estuve a nada de tener una erección por la forma en que el maldito traje azul que llevas puesto se ajusta a tu cuerpo y yo solo... —SeokJin sonreía ladino por las palabras atropelladas del universitario hasta que se veía que llegaban a la planta baja y Taehyung solo—. Te amo —luegl salía disparado del ascensor, dejando a SeokJin serio, sorprendido en demasia y congelado.

Había intentando salir del elevador un poco tarde, cuando un grupo de gente nueva se había metido para volver a subir y se encontraba con él, pidiendo que por favor detuvieran el mismo, que debía salir.

Mientras tanto, minutos después de cruzar el lobby  Taehyung—quien había salido a la velocidad de la luz—estaba en el estacionamiento de la esquina, pagando lo que le correspondía y luego debía de correr a la cafetería para cubrir su turno. Su corazón latía desaforado y miraba su teléfono cada dos por tres, demasiado consciente de cada vibración y notificación que llegaba al aparato, pero ninguna era de Seokjin.

Finalmente dentro del auto de su padre suspiraba, estirando el cuello de su polera para intentar respirar bien, se sentía sofocado y seguía sudando como cerdo. Luego apretaba el volante y le daba golpes repetitivos.

— ¿Por qué-eres-tan-impulsivo? ¡maldita-sea! —se regañaba y su teléfono sonaba con una llamada entrante.

Lo tomaba atolondrado y casi lo perdía entre sus piernas, pero ahí estaba, el "Amor" salía en grande y el sonido diferente que tenía para el empresario, llegaba a sus tímpanos. Con dedos mantecosos, atendía lleno de nervios.

— ¿H-hola?

¿Dónde estás? —cuestionaba SeokJin. Se escuchaba el ruido de la calle y su voz agitada.

—Saliendo del estacionamiento —mencionaba aturdido.

Te veo en la esquina Baekbeom-ro, ahora —ordenaba. Y Taehyung no lo sabía pero el castaño caminaba presuroso hacia dicha esquina que le quedaba a dos cuadras de donde él estaba.

Taehyung miraba la hora en su celular y por poco lloraba cuando no veía más opción que decir que no.

—Tengo que ir al trabajo, no puedo —sollozaba.

SeokJin al otro lado detenía su paso—. ¿Cinco minutos? —pedía.

—Realmente tengo que estar ahí ya... —exclamaba y era totalmente cierto.

SeokJin suspiraba, no quería tocar el tema por un maldito llamado telefónico—. Tú dijiste... —balbuceba nervioso.

—Lo que tú primero... —replicaba—. Debo irme ¿si? Hablamos luego, Adiós, amor.

Taehyung cortaba el llamado, fregaba su rostro y se disponía a llegar más tarde que nunca, pero tenía que correr, no quedaba otra manera. SeokJin por su parte se quedaba parado en medio del gentío con su teléfono en mano y su ceño fruncido.

« ¿Lo que yo dije primero?» se preguntaba preocupado.

Cuando iba a revisar los últimos mensajes a Taehyung, Jennie aparecía en la pantalla llamando.

— ¿Jen?

Hola, extraño. Vas en dirección equivocada —mencionaba su dulce voz divertida—. Es hacía el otro lado...

— ¿Dónde estás? —preguntaba confundido.

SeokJin giraba y encontraba a su bonita mejor amiga y falsa esposa sonriéndole con esa sonrisa de pura encías que tenía. Sus mejillas abultadas, sus labios rojos y su cabello lacio, sedoso y brilloso.

—Te estoy siguiendo y llamando desde que saliste corriendo del edificio —mencionaba cortando el llamado.

SeokJin guardaba su teléfono—. No te oí, lo lamento.

—Tienes un rostro de susto increíble —exclamaba—. Ven, subamos al auto y me lo puedes contar todo ahí dentro o cuando lleguemos al restaurante.

Jennie tomaba a SeokJin del brazo para sacarlo de allí, subir al auto en el que ella venía e ir al lugar en que habían quedado para almorzar. De repente recordaba porque había bajado y salido del edificio en primer lugar. Por un tiempo considerable seguía repasando las palabras de Taehyung en el ascensor, inclusive Jennie había pedido por ambos hasta que no aguantaba la curiosidad.

— ¿Dónde estás?

—Tae dijo que me ama —mencionaba aún en shock.

Jennie tapaba su boca y sus ojos brillaban de felicidad, luego se relajaba y exclamaba—. Ya lo sabía de todas formas pero... ¿Por qué parece una mala noticia?

— ¡No! —replicaba de inmediato—. Él... Dijo que yo se lo dije antes

— ¿Le dijiste que lo amas y no me lo contaste? —reprendía a SeokJin y lo golpeaba suavemente por encima de la mesa.

— ¡No! espera... No sé lo dije, se lo dije a mí madre que lo amo, pero jamás se lo dije a él... Aún.

Jennie fruncia sus cejas confundida, inclusive ladeaba su cabeza logrando verse demasiado tierna.

— ¿Por mensaje?

— ¿Qué? —cuedtionaba confundido.

— ¿Revisaste tus mensajes? quizás se lo dijiste en uno...

SeokJin recordaba que iba a revisar su chat con Taehyung antes que Jennie lo encontrará caminando desorientado en la calle. Tomaba su teléfono, el cual yacía en su mesa.

— ¿Cómo voy a decirle te amo en un mensaje sin darme cuenta, Jennie? —murmuraba.

—Tu subconsciente se revela cuando tipeas algún mensaje y estás concentrado en demasiadas cosas a la vez... ¿Recuerdas cuando te pregunté si estabas estresado? tú respondiste que querías follarte a alguien que tuviera el trasero de Park Jimin...? Luego cuando te respondí con muchos emojis de risa caíste en la cuenta de lo que dij-...

—Le dije te amo en un maldito menaje de texto —exclamaba, ignorando el divague de Jennie.

— ¿No te digo yo? —mencionaba la castaña—. Tu subconsciente fue más rápido que tú y seguramente estabas haciendo algo que no te permitió repensar tus palabras. Tú solo fuiste honesto —sonreía dando palmaditas.

—Esto está mal —exclamaba el empresario—. Soy un imbécil —setenciaba, tapando su rostro.

Jennie fruncia el ceño—. ¿Por qué dices eso, oppa?

SeokJin suspiraba—. Estaba nervioso, sus palabras atropelladas una detrás de otra... Lo dijo porque yo se lo dije, no porque lo sienta. Se sitio presionado ¡Soy un idiota!

— ¡Sshhhh! —soltaba Jennie mirando alrededor.

—Cariño, estamos en la terraza, nadie nos puede oír —exclamaba SeokJin, con rostro tapado.

—Cierto —mencionaba divertida—. Oye, mírame. Jin... —SeokJin suspiraba y quitaba la mano de su rostro, sus ojos estaban llorosos—. Ni se te ocurra llorar frente a mí o lloraré contigo

—No es así como esperaba decirle eso y ciertamente no es el tiempo aún —mencionaba con un nudo en su garganta.

— ¿Hay un tiempo estipulado? —cuestionaba—. Llevan un par de meses ya y claramente lo suyo dejo de ser sexo desde ¿qué? ¿el segundo encuentro?

SeokJin pasaba saliva—. Lo presioné

—Le dijiste lo que te desborda por los poros. Amas a ese chico, te enamoró, eres su prisionero y tú solo lo sentiste... —Jennie buscaba su mano por encima de la mesa—. ¿Por qué dices que lo presionaste?

—Me lo dijo porque yo se lo dije antes... Si yo no lo hacía, Taehyung no lo hubiera hecho... Él es muy joven, quizás ni siquiera sepa la diferencia de que alguien simplemente te guste a amarlo

—Tampoco tiene dieciocho

—Yo era su crush. Como si fuera un maldito ídol, un actor ¿sabés?

— ¿Y eso te hace dudar que pueda enamorarse de verdad?

—No lo sé, yo-...

—Te ama, si te lo dijo es porque lo siente ¿no lo sientes tú también? —cuestionaba Jennie—. Cuando él te besa, te mira y te toca ¿no sientes que te ama?

SeokJin pasaba saliva relamiendo sus labios—. Estaba nervioso

—Nunca es fácil decir el primer te amo, especialmente si la otra persona te lo dice como si nada y ¡por mensaje de texto! —acusaba.

SeokJin volvía a tapar su rostro—. Tengo que hablar con él, no pude hacerlo porque tenía que correr a su trabajo... Necesito hablar en persona.

Jennie asentía—. Tienes que decírselo en persona

—Jennie —advertía.

—SeokjIn —imitaba la castaña—. Deja de tener tanto miedo, eres correspondido

—No es así como planeaba decírselo

—Si bueno, hay cosas que no se planean. Solo ocurren...

—Quería hacerlo en Japón si la situación se presentaba —susurraba.

—Bueno, lo hiciste antes. Pero merece escucharlo de tus labios y deja de creer que lo presionaste, no llegaron hasta aquí porque lo hayas presionado —exclamaba—. Llegaron hasta aquí por qué son dos ser humanos que se encontraron en la misma sintonía y se enamoraron... Te enamoraste Jinnie, él también —exclamaba—. No creas ni por un segundo que lo presionaste, solo que él prefirió decírtelo en persona, pudiendo bien ignorar tu mensaje o preguntarte por texto ¿qué quisiste decir con el "te amo"?

SeokJin la miraba y luego miraba hacia abajo, el ruido de la gente pasando, los sonidos de autos. La brisa cálida y las palabras de Taehyung lo tenían en trance.

—Hablaré con él en cuanto salga de su trabajo y yo del mío

—Perfecto —respondía Jennie.

El teléfono de SeokJin sonaba y no podía hacer más que resoplar y maldecir, Jennie lo miraba con un poco de congoja entendiendo su frustración—. Tengo demasiadas cosas que hacer y poner al día entre hoy y mañana, mierda

—Estoy segura que Tae entenderá, aparte irá contigo, tranquilo —setenciaba.

SeokJin asentía, pero seguía maldiciendo todos sus pendientes acumulados por culpa del viaje y por culpa de Kim Taehyung.

1/2 ❤️

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