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Los siguientes días son muy agitados. Entre grabaciones, ensayos, fanmeetings y demás, apenas tienen tiempo de dormir correctamente, pero el poco tiempo que tienen en casa, lo disfrutan juntos, acurrucados y abrazados tanto como pueden.
Es sábado en la noche, lo que significa que tendrán el domingo para ellos porque las grabaciones de los programas musicales empiezan el miércoles otra vez y el lunes y el martes van a ensayar mucho otra vez.
JiMin se ha colocado un enorme pero delgado suéter celeste y está en la cama pintando las uñas de sus pies de color lila. Le gustaría pintarse las manos también, pero mientras están promocionando no puede, sería un desastre si él se olvidara de quitarse el esmalte y fue a grabar así.
YoonGi lo observa fijamente y de vez en cuando toma el pincel y lo ayuda a pintarse. No puede dejar de mirar fijamente al menor, pensando en lo lindo que se ve y en lo bien que queda el color en su piel.
Cuando termina, JiMin lo mira fijamente un momento, sin decir nada, ellos han estado en silencio toda la tarde, pero se acerca a él y le da un suave beso, que YoonGi recibe con los ojos cerrados.
Cuando el suave contacto se acaba, YoonGi puede ver algo en lo ojos de JiMin, el menor quiere decir algo, pero no parece muy seguro de ello, sin embargo abre la boca con un suspiro y casi en susurro intenta: — ¿Quieres...? —se detiene y muerde su labio inferior mirando a YoonGi mientras se mueve levemente, algo ansioso. — Puedo prestarte... —susurra, y YoonGi sabe a qué se refiere y no puede evitar sonrojarse fuertemente mientras mira a JiMin sin saber cómo expresarse. — ¿Q-quieres?
Ambos siguen con los ojos fijos en las orbes del otro, ambos están ansiosos pero también muy nerviosos. Saben lo mucho que desean esto, pero YoonGi lo ha pasado tan mal desde la última vez, a pesar de que les calentó la sangre como nunca antes, así que a ambos les asusta como podría sentirse YoonGi después.
Pero JiMin ha decidido que ayudará a YoonGi a aceptarse y YoonGi ha decidido que dejara que JiMin lo apoye y contenga.
—Sólo... sólo una camisa... —acepta YoonGi tembloroso. JiMin asiente rápidamente con el corazón acelerado, emocionado pero a su vez asustado, y corre hasta aquel armario especial, y busca la enorme camisa celeste que cree que a Yoon-Yoon le quedará genial, adorable.
Cuando JiMin vuelve hacia YoonGi, este tembloroso se quita su camiseta y se coloca la camisa color celeste que JiMin le ha dado.
Las manos le tiemblan cuando acaba con todos los botones, y no sabe a dónde mirar para no sentirse tan avergonzando. Su rostro está rojo y se siente tan pequeño. Le da una mirada rápida y tímida a JiMin, quien se ha quedado parado al lado de la enorme cama, el rostro del menor también está rojo y luce tímido aunque YoonGi no puede entender por qué.
JiMin se balancea un poco y luego muerde su labio, YoonGi sabe que quiere decir algo.
—¿M-me veo bien? —pregunta en susurro, su voz es débil debido a lo avergonzado que se encuentra y su corazón late frenéticamente en su pecho.
JiMin asiente rápidamente con la cabeza y luego agrega temerosamente: —¿Por qué no..., uhm..., te quitas...? —no termina la pregunta pero mira sus propias piernas desnudas, cubiertas hasta la mitad del muslo con el enorme suéter, y luego mira las delgadas piernas de YoonGi aun enfundadas en sus pantalones.
Sin pensarlo demasiado, el mayor se quita las zapatillas, las medias y finalmente los pantalones. Estar así lo hace sentir más avergonzado y expuesto, tanto que hasta su cuello y sus orejas se ponen rojos y no es capaz de mirar a JiMin o siquiera de levantar la vista, mira sus manos y muerde su labio nervioso.
Finalmente JiMin gatea hasta él y con los labios cerca de su mejilla y el rostro también rojo, susurra adorablemente: —Lindo...
YoonGi se siente avergonzado y no mira a JiMin. —Tú te ves más lindo. —Pero el menor niega con la cabeza y gatea un poco más, hasta que se sienta en su regazo y envuelve sus fuertes piernas alrededor de la delgada cintura de YoonGi.
—Yoon-Yoon —llama el menor, y tímido, YoonGi lo mira. El amor en la gentil mirada de JiMin hace que YoonGi se sienta especial de alguna manera. Se siente..., lindo. Se siente precioso. Y JiMin también está precioso, con el rostro todo sonrojado, los ojitos brillosos y el cabello revuelto, además de esa dulce expresión inocente que YoonGi ama.
Él envuelve a JiMin con sus brazos, y JiMin apoya la cabeza en su hombro, jugueteando con el botón de su camisa. Sólo se quedan allí, sonrojados, apretados, respirando sobre la piel del otro.
Mi capítulo favorito :')
Hope you liked it!
Cuídense mucho, recuerden que los amo.
—LuShi💙
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